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One-shot ( sed de sangre) by: Laura Sánchez y Lupita Hades

Sed de sangre

Esta historia empieza en los años de la Santa Inquisición, en la ciudad de México se cuenta que se había mudado a dicha ciudad una extraña familia, demasiado misteriosa los padres y un joven quien sufría de una extraña enfermedad que no se podía exponer mucho tiempo al sol, solo se le veía al atardecer o por la noche, eso se rumoraba, pero la llegada de esa peculiar familia no era nada sorprendente ya que por aquel tiempo la ciudad de México era reconocida por su espléndido clima muy agradable y templado, que es tan rica para realizar negocios de comercios.

Por el tiempo que esa familia había llegado, comenzó a encontrarse cadáveres de pequeños  animales como perros y gatos, nada fuera de lo común hasta que el número de estos empezó a aumentar, al pasar los días por los vecinos no habían queja alguna   ya que se evitaban algunas enfermedades o plagas que pudieran tener, hasta que empezaron aparecer cadáveres de jóvenes o niñas que salían de noche, donde se percataron que los muertos se les había drenado toda la sangre, no tardo en correrse la voz que había un vampiro en la ciudad, se inició un toque de queda, para que nadie se le permitía salir por la noche, a pesar de eso las muertes siguieron, de mujeres borrachas, las que se dedicarán a la vida galante apareciendo en las casas.

Muchos se apresuraron en acusar a la familia misteriosa, esparcido el rumor llegando a la Santa Inquisición, una noche se formó una turba quien llegaron a la casa de aquella familia los sacaron a rastras siendo juzgados, nadie presentaba pruebas, los padres fueron quemados delante del joven, quien el no tenía la culpa de sufrir esa enfermedad quien estaba maldito de vagar hasta encontrar a una mujer pura que lo quisiera por sus sentimientos no por la belleza que presentara, sus padres habían hecho un pactó de sangre con el demonio para que curara a la señora, pero el diablo muy astuto no se quedaría sin recibir algo en cambio.

Le interpuso esa gran condena, hasta ese momento que la encontrará la maldición de volverse un vampiro, ya que si esa persona , que tuviera buenos sentimientos, no tuviera ningún pecado ni en su cuerpo ni en su alma, el sería un hombre libre, este joven había escapado de sus verdugos, refugiándose en un convento entrando en el cuarto de una joven que estaba dormida quien él al verla se enamoró de tal belleza todo de ella reflejaba pureza, él se acercó le tocó el rostro eso hizo que la joven asustada se levantara aterrada.

-Por favor no te asustes, solo necesito que me ayudes.

-¿Que hace aquí?, váyase de aquí, este es mi cuarto, respete este lugar o lo acusare.

- Deténgase por favor – suplicó - ayúdeme me quieren matar, acaban de quemar a mis padres frente a mi.

- ¡Oh por Dios!, ¿por que lo quieren matar?, debe defenderse.

La joven se persigno al escuchar tal confesión, saco su rosario que tenía debajo de la almohada y se puso a rezar aquel joven le llamó la atención tal hecho ya que en vez de gritar por ayuda la joven se puso a rezar, él la cuestionó.

- Disculpa pero, ¿Que haces?.

- Estoy rezando por las almas de tus padres, y que a los que los mataron los perdone Dios, nadie se merece tal castigo, nadie debe hacer justicia por sus propias manos, solo Dios es el único que puede juzgarnos.

El joven la vio y su mirada se volvió roja se pudo detrás de ella, al tocarla le dio choque eléctrico que el sintió pero ella no, ella estaba sumida en su oración no se percató lo que él estaba haciendo, en el pensamiento del joven se decía a si mismo.

<Es ella, es la mujer que me liberará de esta maldición, como me podré acercarme sin asustarla, ella debe amarme sin tener miedo y entregarse a mi>

El joven se hinco a un lado de ella, como no sabía orar, no sabía que hacer la joven le causó gracia dejó de  orar y se voltio frente a él, le tomó las manos.

- Lo siento, es que no se que hacer, me podrías ayudar o enseñarme.

-Porque te disculpas, observe que no sabes orar no te preocupes yo te ayudaré te voy a enseñar ven, veo que eres bueno me lo dicen tus ojos pero a la vez te veo que tienes una pena, veras que con la oración te darás fuerza- ella reflexionó un momento-. Lo siento te estoy hablando con mucha confianza, mi nombre es sor Serenity y tu ¡¿te llamas?!.

- Me da pena admitir que no se orar,  gracias por enseñarme, todo eso vez en mis ojos, sabias que eres especial, me presentó soy Endymion Chiba, mucho gusto.

- Un gusto Endymion, como explicarte solo lo se,  solo que confío en Dios y si el te puso aquí es por algo, si esta en mis manos ayudarte lo haré.

- El gusto es mío, Sor Serenity.

Endymion beso la mano de Serenity, lo cual hizo que ella se sorprendiera haciendo que retirara las manos.

- Te pido que no hagas eso, soy una novicia y esta clase de afectos es pecado, te ayudaré nada más, pero mantente al margen de mi.

- Perdóname, me deje llevar, no volveré a hacer este tipo de cosas, gracias por tu ayuda.

Serenity le indicó a Endymion que se hincara junto a ella, le fue dirigiendo que hacer y que decir, mientras que Endymion seguía las indicaciones que Serenity decía, no dejaba de admirar su belleza, tenía que ganarse su corazón pero como, era tan difícil.

Los días fueron pasando, Serenity decidió esconder a Endymion en su cuarto él la respetaba.
Pues el amor hacia su novicia iba creciendo, pero su maldición también en ciertas noches tenía que buscar sangre, Endymion se salía sin que Serenity lo notará, en el pueblo seguían con la búsqueda del supuesto vampiro, hasta que un borracho observo donde entró, fue de inmediato a acusarlo, la Santa Inquisición ordenó la muerte al supuesto demonio y a los cómplices que lo hayan ayudando, de repente una turba de gente se estaba reuniendo cerca del convento con la intención de matar al vampiro y a sus cómplices.

Mientras que en el cuarto Serenity, ella estaba llorando al estar orando llevaba días con una penitencia que su confesor se lo había puesto Endymion quería saber porque ella lo evitaba, ya no había pláticas, no habia enseñanza, se limitaba a verlo, no le sostenía la mirada,  y en ocasiones la escuchaba sollozar en la noche, pero no se atrevía a leer sus pensamientos, pero no le importaba necesitaba saber que pasaba.

- Serenity, ¿dime que hice para que estés así?, porque no me hablas, y no me has vuelto a enseñar a rezar como tu. – la tomo de los brazos ansioso

- Endymion, Endymion, por favor suéltame,  me lastimas.

- Perdóname, - el la soltó de inmediato- pero tu me lastimas más con tu indiferencia,  por favor dime.

- Endymion no puedes seguir aquí, ni yo tampoco, pedí mi cambio a provincia.

- ¿Pero porque?, te irás me dejaras, por favor no me dejes Serenity, eres mi vida, me he enamorado de ti.

-No, no cállate, no lo vuelvas a decir, lo nuestro no puede ser,  me debo a Dios y es pecado caer en el deseo carnal y eso me provocas tu, es mejor que te vayas,  estas corrompiendo mis votos.

- ¡Estas enamorada de mi!, ¿me deseas igual que yo a ti?, Serenity dime por favor sientes algo por mi, es por eso que quiere que me vaya y te quieres ir, ya dime ten piedad de mi.

Endymion abrazo a Serenity impidiendo que ella se moviera, ella al sentir ese abrazo se puso a llorar.

-Suéltame por favor, no me toques, es pecado lo que haces, es un sacrilegio.

- No Serenity, no te soltare hasta que admitas que estas enamorada de mi, te amo, como tu me amas, no llores, solo admite lo que sientes, por favor no me dejes sin ti prefiero morir o mejor mátame, quiero morir en tus manos antes de estar lejos de ti.

Endymion la soltó, le tomó el rostro de Serenity le limpio las lágrimas le sujeto su rostro y lo acercó a el, dándole un beso que ella le sorprendió,  para él era tocar la gloria, empezó algo torpe, se separó solo para decirle.

-Te amo y nunca te dejaré, estaré contigo hasta la muerte no dejaré que nadie nos separe.

Eso a Serenity hizo que se sonrojara, Endymion volvió a besarla ya con más demencia, ella soltaba pequeños gemidos,  Endymion lo escuchaba hacia que su sangre se calentara, empezó a bajar los besos por el cuello poco a poco empezó a desabotonar lentamente cada botón de la túnica que tenía Serenity descubriendo sus hombros, siguió su recorrido de besos, él estaba cambiando el color de ojos a un rojo carmesí, sus colmillos estaban empezando a aparecer, el siguió con los besos, Serenity entre gemidos dijo lo que tanto Endymion añoraba.

- Endymion, Endymion te amo, te amo, dime que has hecho conmigo.

- Mi Serenity no he hecho nada solo deja que te ame y nos amemos ambos.

Endymion término de quitar la ropa de Serenity dejándola con la bata que trae su traje de monja, Serenity tenía los ojos cerrados disfrutando las caricias, sin dejar de besarla la fue guiando a la cama empezó a recorrerla con besos, desde los pies para arriba, Endymion se quito rápido la ropa quería estar al igual que su amada, los ojos se tornaron aún más rojos, sus colmillos estaban totalmente salidos, estaban saliéndole las uñas más largas de lo usual,  pero eso no importaba el quería ya tener a su amada, el continuo le fue levantando la bata besando las piernas subiendo poco a poco Serenity gemía cada vez más, poco a poco le fue quitando la ropa interior, haciéndolo un lado comprobó cual húmeda estaba, ellos estaban apuntó de entregarse, cuando empezaron a tocar la puerta del cuarto de Serenity lo que hizo que ambos reaccionarán, ella abrió los ojos viendo los ojos y colmillos de Endymion, pero no se asustó, solo le dio un cálido beso, se compuso la ropa, pero la puerta se abrió de golpe Endymion puso a Serenity detrás de él como protegiéndola, se empezaron a escuchar los gritos.

- ¡Detengan al vampiro!, ¡será muerto a la hoguera!, ¡muerte a la cómplice!, ¡esta poseída por el demonio!, ¡están malditos!, ¡están malditos!, ¡¡muerte!!, ¡¡muerte!!.

Endymion estaba furioso porque algo le harían a su amada y eso no lo permitiría, empezó a rugir.

- A ella no la toquen- grito con una voz más ronca-, No dejaré que le hagan nada.

- Muerte al vampiro, ¡¡Jesús bendito!!, es un demonio, esta poseído, muerte, muerte, muerte

La multitud seguía gritando, Endymion estaba rodeado, Serenity estaba aferrada a su espalda como pidiendo protección, de repente se la arrebatan, y bruscamente la amordazan eso hizo que él enfureciera sacando sus impresionantes alas, su rostro se volvió blanco los ojos más rojos parecían dos brazas ardientes, sus colmillos y garras salieron más, se levantó por los cielos destrozando el techo, al llegar muy arriba extendió sus alas, la gente solo se persignaba y oraban, aun así estaban con las armas disparando contra de él, 

Mientras sacaban a Serenity, la estaban llevando al centro de la ciudad donde la iban a ejecutar con la hoguera ya que ese era el castigo para los que eran acusados por estar metidos con la magia oscura, Endymion al ver lo que hacían  su amada, se abalanzó y empezó a matar a todos los hombres, mujeres que estuvieran ahí, les ensartaba las garras, los rasguñaba, les cortaba la yugular, solo se veía sangre, más sangre, muertes, mucha muerte, las balas no le hacían nada, Endymion seguía matando parecía león cazando a sus presas, pero no se podía acercar a donde estaba su amada tenía que salvarla, pero los hombres iban apareciendo más y más la tarea se estaba complicando el como podía iba matándolos les rasgaba o los agarraba y les cortaba el cuello, la sangre seguía brotando, Endymion se relamía las manos saboreando la sangre, cada vez que hacia eso, su mirada se volvia más roja, tomando un color púrpura y continuaba matando, saciando si sed de sangre al tiempo.
Hasta que vio algo que lo horrorizó y se detuvo en seco, fue así que la gente lo pudo atrapar, era a su amada quien estaba siendo consumida por las llamas, -¡¡Endymion!! Gritaba, gritaba y lloraba al ver tal escena.

- Serenity, Serenity nooo, malditos déjenla, su único pecado fue que nos amamos, déjenla.- rugía de rabia

Serenity como pudo le grito ya que ella no había hecho o dicho ni pedido clemencia, solo oraba pidiendo perdón por los todos los presentes, vio a lo lejos a su amado y le grito.

- Endymion detente, por favor detente, no caigas en lo mismo, la muerte trae más muerte, tu eres bueno, recuerda siempre te voy amar, si no pudimos amarnos en esta vida será en la otra.

- Serenity noo, amo y señor de las tinieblas te invocó, haré un trato contigo, dame la fuerza para acabar con los malditos que están matando a un ser puro que su único pecado fue amarme para poder cumplir con mi venganza.

De repente entre la multitud quien solo rezaba se llevaban las manos al pecho pidiendo clemencia a Dios, los que sostenían a Endymion, estaban sacando una estaca con la intención de clavársela en el corazón pero si ser percibidos  por ningún hombre, a Endymion se le puso a su altura un hombre con un traje oscuro como la noche con una capa negra sosteniendo un bastón con una calavera en el mango y con un sombrero de copa, de tez blanca,  solo se notaba los ojos rojos, este hombre se acercó y le habló.

- Dime Endymion, que recibiré a cambio, si aceptó este trato.

- Te daré mi alma si ella sobrevive, te daré o haré lo que desees, pero que ella viva.

- Tu alma sabes que es mía desde que tienes la maldición, no me interesa su alma de ella, te permitiré vivir, hasta que vuelvas a reencontrarla pero- sentenció una nueva condición- en cierto tiempo tienes que matar por mi cuenta, debes cumplir con una cuota de almas.

-Aceptó, aceptó, pero deja que ella viva.

-Excelente Endymion, cerremos este trato.

Aquel hombre misterioso tomó la mano ensangrentada de Endymion, solo sonrió y desapareció, Endymion regreso a la realidad donde los hombres que lo sujetaban ya tenia la estaca y se lo clavaron en el corazón, el golpe fue tan fuerte que la estaca se enterró en el suelo, Endymion con el último aliento  dijo.

- Los maldigo a todos ustedes, se que algún día volveré y me vengarse de cada uno  y de su descendencia por lo que le hicieron a mi Serenity, mi amor, mi amor, nuestro amor es tan grande que nos volveremos a encontrar si no es en este vida será en la otra,- Endymion vio suspirar a Serenity en medio de las llamas- ¡maldito no cumpliste ella está muerta!.

Los hombre después de creerlo muerto lo enterraron en el mismo lugar donde lo ejecutaron, ya que no permitirían que lo enterraran en el campo Santo, en cambio a Serenity sus familiares junto con las religiosas le dieron sepultura en la capilla de la iglesia. Los días pasaron y todo volvió a la normalidad, ya no se había presentado  ninguna muerte ni cosa extraña. A la semana de lo sucedido aquel hombre misterioso estaba parado frente a la tumba de Endymion con el bastón que tenía en su mano empezó a golpear el suelo y dando una orden Endymion abrió los ojos, la tierra empezó a moverse destrozando la lápida.

-¡Oh seres oscuros! les ordenó, que me den el poder, Endymion Chiba que esta tumba no te detenga y estés de pie a lado mío debes cumplir mis ordenes.

Endymion se fue levantando, aún con tierra en el cuerpo, se quito la estaca que tenía alojada a su pecho, aquel hombre lo vio y le sonrió.

-¿Porque me revives si ella ya no esta aquí?, no le volveré a ver.

-Porque hay un trato y tiene que  cumplir con el acuerdo, y sobre ella no estará en este plano terrenal pero hay algo que puedo hacer que rencarnara, el trabajo tuyo es encontrarla pero al mismo tiempo debes cumplir con tu condena, nos vamos.

-Confiare en ti, antes de irnos dejame ir a ver su tumba, necesito despedirme de Serenity después de eso, puedo irme a donde tu digas.

-No viene al caso Endymion pero esta bien, te llevaré a donde esta, iremos a profanar un lugar Santo pero que más da, jajajaja.

Aquel hombre al girar hizo que todo la lápida quedará como si no hubiera pasado nada empezó a caminar guiando a un Endymion todo erguido,  conforme iba caminando su  ropa fue cambiando a una traje negro, con capa, un bastón parecido aquel hombre, caminaron un buen rato y llegaron aquel lugar Santo, que el hombre al querer entrar le dio toques pero eso le causó gracia en vez de retroceder, tomó su bastón y de un golpe destrozó la puerta, entrando con gran triunfo seguido por Endymion, ambos frente al altar Endymion observo la tumba de su amada se fue a tocarla mientras el hombre veía el altar con cierto odio empezando hablar cosas que Endymion no le importaba.

-Mi adorada Serenity por mi culpa estas aquí, no debí amarte como te amo, prometo buscarte y volverte a encontrar para que estemos junto y no dejar que nadie nos vuelva a separar, por favor en donde estés espérame.

Endymion término de hablar, se limpio las lágrimas que brotaban de sus ojos, pero no eran lágrimas normales eran gotas de sangre,  eso a él no le importaba, regreso y se puso a un lado de aquel hombre que estaba concentrado, quien al verlo solo sonrió se colocó el sombrero y se giro.

-Ya es hora Endymion, vámonos que por el momento con lo que hiciste el día de tu muerte que irónico si estas aquí vivo, jajaja, cumpliste con tu cuota, regresaras conmigo a los infiernos .

-Esta bien, cada cuando regresaré y por cuanto tiempo estaré aquí.

-Regresaras cada 10 años con tu mismo cuerpo, el tiempo que estés depende de que tan rápido cumples con la cuota establecida tendrás este reloj que indicara que ya se esta acercando la cuota y tienes que regresar.

-¿Como haré para encontrar a Serenity?, si me tienes controlado con el tiempo, como me moveré cuando este aquí.

-Eso tendrás que descubrirlo tu, se ingenioso, seré condescendiente contigo solo debes recordar que si la encuentras tienes que hacer que se enamore de ti y se entregue a ti sin importar tu maldición que hasta la vida quiera dar por ti, así serás libre y podrás estar con ella, antes de que termine tu tiempo.

-Así no era el trato. – reclamo Endymion

-¿Quien te dijo que te lo haría tan fácil? tienes que sufrir para merecer algo, y aquella joya se lo merece o no.

- Así es, aceptó.

-Vámonos que este lugar me esta empezando a molestar, todos estas imágenes se ven que me retan, jajaja eso me desagrada.

Ese hombre giro su bastón lo que hizo que cada imagen quedarán decapitadas y salieron Endymion lo detuvo.

-¿Última pregunta, en donde viviré cuando este aquí?.

-Eso es tan sencillo mi querido Endymion, en la misma casa donde vivías con tus padres ahí estarás.

Al salir de aquella capilla ambos hombres desaparecieron entre una neblina espesa.

Los años fueron pasando cada 10 años Endymion con diferente nombre reaparecía para matar, siguiendo las órdenes de su amo, no importaba si eran hombres o mujeres, él lo hacia por igual, por las noches deambula entre las calles, veía por las ventanas de cada casa para ver si encontraba a su amada pero nada, regresaba frustrado a la casa la cual se mantenía en ruina, nadie se atrevía aventurarse en entrar por la leyenda que se había formado a su alrededor de que ahí vivía un vampiro condenado a muerte, donde el habia sido enterrado había salido un árbol terrorífico, sus ramas y tronco daban un aspecto fúnebre y así pasaron los años, cada muerte era de la manera mas extraña de los que se atrevían a entrar aquella casa.

Unos se suicidaban sin ninguna explicación, otros se les encontraban destrozados por garras se algún animal, otros se presentaban sin ninguna gota de sangre como si se les hubieran drenado, algunos presentaban una gran cantidad de veneno en el cuerpo.
Endymion estaba frustrado por no encontrar a su amada, tenía que regresar, así fue pasando el tiempo, hasta que llegó a la época actual, Endymion le tocó regresar pero esta vez no se llamaba así sino Darién Chiba.

Estando en la ventana de aquella casa que aún se mantenía de pie a través de los años, estaba tan sumergido en su pensamiento, observo que unos hombres se metieron a la casa.

-Pobres idiotas,  solo vienen a morir.

Darién encendió sus ojos poniendo los rojos carmesí, extendió sus manos empezando a salir un neblina negra, aquellos hombres estaban platicando, la neblina los cubrió sin ser preceptivos por ellos, tenían sus tortas ya que estaban comiendo, de repente se pararon ya que sentían que algo les andaba en el cuerpo, rompían la ropa notando que dentro de su cuerpo mostrando malformaciones, unas bolas donde se abrían dejando salir arañas, cucarachas, en la comida ya no era comida estaban llenas de gusanos y cucarachas, los hombres gritaban asustados, las serpientes estaban ahí, los hombres se llevaron las manos al pecho cayendo muertos, Darién se ponía frente a ellos y los remataba succionando sus sangres.

Él esta en eso cuando escucho una voz que le pareció conocida, dejó a los cuerpos y volvió a la ventana y ahí la vio, una joven rubia, idéntica bien dicho vivo retrato de su Serenity, Darién se limpio sus labios de la sangre volviendo los ojos a el azul normal que tenía, el verla susurro.

- Serenity, eres tú, al fin te encontré, tengo que saber de ti, como encontrarte.

Él se puso a escuchar que estaba hablando con otra amiga, le leyó la mente vio que era arquitecta y le gustaba aquella casa, le intriga la leyenda que la rodeaba.

-¡¿¿Enserio Serena??!, te pasas, porque me dejas caminando y hablando sola, que tanto le vez a esta casa, Serena, Serena reacciona. -su amiga le pasó la mano por enfrente

- Lo siento Mina, por dejarte, la verdad no se, pero siento como que esta casa me llama, se escucha muy loco pero esta casa al igual que aquel árbol que está en la plazuela al verlo me da mucha nostalgia.

- Enserio Serena eres rara, nadie entiende cual es tu adicción de estar todo el tiempo en las iglesias, no te diviertes como nosotras, hasta creo que eres Virgen aún.

- Si me vas a estar juzgando mejor me voy, es muy mi vida y mi cuerpo, aún no encuentro al indicado a quien entregarme, y tiene que ser por amor no por un solo deseo. -algo molesta empezó a andar

- Espera Serena no quise hacerte sentir mal, es que hasta Seiya te traicionó por la falta de sexo.

-No lo menciones, el lo hizo porque realmente no me amaba, espero y respetes mi decisión.

-Sabes que lo haré, mejor vámonos o no encontraremos trabajo.

Ellas se retiraron, Darién pudo leer la mente de Serena, supo que era arquitecta que acababa de salir, tenía la dirección de donde vivía, la iría a visitar no perdería tiempo, decidió salir de aquella casa, pero antes tenia que sacar aquellos cuerpos, la misma neblina que había sacado antes volvió aparecer haciendo que los cadáveres desaparecieran, aparecieran  entremedio de las raíces que sobresalían de aquel árbol.

-Al fin te encontré Serenity, iré a verte, entraré en tus sueños, pronto mi amor, pronto mi amor estaremos juntos como debió haber sido desde un principio.

Darién salido de la casa se dirigió a la casa de Serena, localizó su ventana, a través de ella la veía toda angelical, se iba a dormir, observo que se estaba desvistiendo y se metió a bañar, al ver esa imagen de su amada quitándose poco a poco la ropa a Darién se le estaba calentando la sangre los ojos se le estaban tornando de color azul a un rojo carmesí, vio que entró al baño.

Trato de tranquilizarse, al poco rato vio que volvió a salir con una bata de baño y una toalla en el pelo, se quito la toalla de la cabeza, se fue secando, colocándose la ropa interior, una vez así, se fue colocando crema corporal primero en las piernas, eso hacia que Darién cada vez se excitara más haciendo que su miembro se pusiera muy duro, hasta el grado de dolerle, quería desviar la mirada pero algo se lo impedía, ver a su diosa, regresaba la vista hacia su tormento, observo que estaba metiéndose a la cama, rezo, apagó la luz y se durmió.

Darién  atravesó la ventana entrando como una sombra se puso a un lado de la cama de su amada la observaba con demencia le rozó la mano por la mejilla puso su mano en su frente el se concentró poniendo su mente en blanco.

De repente Darién ya estaba dentro del sueño de Serena, quien ella estaba bañándose dando la espalda, Darién quien al verla sentía su cuerpo caliente, se fue acercando lentamente sin que ella lo notará ya que estaba atrás de ella le tomó un seno apretándolo, Serena se dejó llevar no sabía porque su cuerpo respondía ante aquel contacto, levantando un poco más su trasero sintiendo el enorme miembro que tenía en su espalda, ambos estaban sonrojados, el le clavo los colmillos en el cuello, luego empezó a chupar su piel desnuda, ella jadeaba, pidiendo <dame más, quiero más, te quiero dentro de mi>, rogó y movió sus caderas para sentir el pene enorme, Darién sonreía, la giro para quedar frente a ella, pero no se podía ver su rostro solo los hermosos ojos azules, el empezó a besarla del cuello para abajo, al llegar a la altura de su intimidad le empezó a chupar con demencia provocando gemidos, su lengua se comía su clítoris con mucha fuerza, ella no podía más, le sujetaba la cabeza para que no se detuviera, él escuchaba los gemidos, Darién se levantó colocándose a su altura la beso para que saboreara sus propios jugos, de pronto hizo que ella se pusiera en cuatro levantando un poco sus caderas dándole acceso a su intimidad, poco a poco fue introduciendo su pene en la vagina de Serena, de una estocada la introdujo empezó un vaivén de entrada y salida, ambos gemían de placer, cuando Darién término dentro de ella, Serena se despertó lo que hizo que él se esfumar y regresara a la ventana.

-¡Dios mío! ¿que fue eso?,- despertó empapada en sudor -¿quien es ese hombre?, ¿porque me siento sucia?, me estoy volviendo loca, me pareció tan real. -jadeaba

Serena solo se llevaba las manos en la cabeza, mientras Darién la veía a través de la ventana, como estaba asustada.

-Serenity perdóname mi amor por seducirte en los sueños, pronto me presentare delante de ti y para poder amarnos, haremos realidad todos nuestros sueños frustrados.

Serena como pudo se durmió sintiendo aún tan reales esa caricias.
Al otro día muy temprano le contó a Mina lo que habla soñado, ella solo se río diciéndole <que por mojigata le sucedían ese tipo de sueños>,

El día trascurrió tranquilo solo Serena se sentía inquieta como si la observaran pero no veía nada extraño, al llegar la noche hizo como siempre su rutina, se volvió a acostar, cuando Serena estaba en un profundo sueño, Darien nuevamente puso la mano en la frente de ella, utilizando sus poderes volvió aparecer en su sueño, Serena se encontraba en un jardín  rodeadas de muchas flores, con un kiosco en el centro.

-¿Donde estoy?, ¿Que hermoso lugar?.

-No tan hermoso como tu, aquí lo único hermoso y opaca este paisaje eres tú Serenity mi Serenity, por favor recuerda.

-Tu ¿quien eres? Muestra tu rostro, <porque esa voz se me hace conocida>, por favor quítate el antifaz.

- Muy pronto Serenity, muy pronto estaremos frente a frente mientras disfrutemos de esta Pasión.

De repente Serena ya no estaba en el jardín estaba en una recámara que estaba adornada de todo blanco, ella se encontraba en ropa interior,  aquel hombre estaba frente de ella, solo se le veía a través del antifaz los azules de sus ojos y la hermosa sonrisa, de repente ya se estaban besando, sus lenguas estaban jugando entre sí, Darién sabia que debía hacer, le saco el sujetador, dejando libres los pechos de Serena, él abrió la boca y sin previo aviso  su lengua empezó hacer  pequeños círculos sobre los pezones rosas, Serena se arqueaba de placer al sentir la lengua de Darién al subir y bajar, succionaba un pecho mientras masajeaba el otro, así lo hizo sucesivamente, Serena gemía y gemía de placer, su parte íntima estaba sumamente mojada, ella se sobresalto al sentir la mano de aquel hombre jugando con su clítoris se dio cuenta que lo disfrutaba y quería más, abrió más las piernas para darle mayor acceso, de repente ella tomó la iniciativa le quito la ropa interior a Darién dejándolo desnudo, tomando su pene y lo empezó a masturbar, a chupar, meneo con la lengua dejándolo todo húmedo, él solo gemía y gemía, ya que ella había terminado, él se arrojó sobre de ella para quitarle las braguitas sin perder el tiempo empezó a devorar la vagina haciendo que ella soltara pequeños chorros acompañados con convulsiones placenteras, con su miembro empezó a rozar la intimidad húmeda de Serena, ella empezó a suplicar <te deseo dentro de mi>.

El flexiono sus caderas, chocó contra ella enterrándose profundamente, siguió empujando dando un vaivén adentro afuera, adentro afuera, ambos gritaban de placer, bañados de sudor solo se escuchaban las voces < me encanta, si si si, me encanta>.

De repente Serena se despierta nuevamente agitada, bañada de sudor, Darién se había separados quedándose en la ventana, observando que Serena estaba toda agitada, bañada en sudor, ella observo con sorpresa su ropa interior toda mojada.

- ¿Que me pasa? Dios mío, ¿Porque me sucede esto a mi?, me estoy volviendo loca llevó días con estos sueños, ¿Quien es ese hombre?, ¿Porque se me hace tan conocido?, mañana me iré a confesar después iré a varias empresas a dejar mi currículum, debo despejar mi mente de estos pensamientos, a parte la empresa Chiba me hicieron una cita dentro de cuatro días, ya que si se lo digo a Mina lo de mis sueños seguramente se ría de mí.

Darién solo observaba, acomodándose la camisa.

-Dentro de cuatro días mi Serenity, solo cuatro días más para que nos veamos frente a frente.

Los días fueron pasando, noche tras noche ocurrían esos encuentros pasionales, Serena se había confesado, cumplió la penitencia, poco a poco Darién fue mostrando más clara su imagen de su rostro, a Serena ya no le molestaba ese tipo de sueños en cambio lo disfrutaba, estaba empezando a sentir algo por esa persona, aunque no lo conociera en persona pero tenía la necesidad de verlo, no se levantaba agitada con miedo, sino con placer al pensar que más soñaría, deseaba encontrar a esa persona que a parecían en sus sueños, por medio de sus sueños sabía algo de ese hombre misterioso.

Darién estaba más que feliz ya que sentía que su Serena estaba sintiendo algo más por él, pero Darién no se esperaba que el demonio tuviera otros planes poseyendo a Seiya el ex de Serena, quien haría lo imposible para que ellos  no estuvieran juntos porque si Serena y Darién se enamoraran y se entregaban perdería a su mejor verdugo, tenía que hacer que Seiya poseyera antes a Serena así la maldición no se quitaría. El día de la cita llegó, Serena estaba nerviosa sentía que algo pasaría, se puso más bonita no sabía pero tenía la necesidad de arreglarse más, salió de su casa se dirigió a la empresa seguida por un Seiya poseído. Ella llegó a la gran empresa, iba nerviosa todas las personas le sonreían como que la conocieran eso la hacia sentir incómoda, llegó a la puerta de la  gran oficina principal, no había quien la recibiera así que optó por tocar.
Desde adentro escucho una voz que dijo -Adelante, la estaba esperando- eso hizo que Serena se mojara, esa voz se le hacia tan familiar, tomó la manija y la giro, entrando con mucho cuidado, una vez dentro observo una oficina bien ordenada en el fondo estaba el escritorio la silla estaba girada dando la espalda a la puerta, ella poco a poco fue entrando, saludo cortesmente.

- Buenos días, soy Serena Tsu...

- Se quien eres, te estaba esperando Serenity, llevo años esperándote, hasta que al fin estas aquí.

- Lo siento pero creo que me confunde, no soy Serenity, como me iba a esperar si hoy lo voy a conocer.

- Sencillo, hemos estado unidos desde hace siglos, por favor recuérdame.

La silla giro quedando frente a ella un hombre alto de tez moreno claro, pelo negro algo rebelde, ojos azules como el mar y un cuerpo de infarto, Serena al verlo retrocedió un paso llevándose la mano a la boca.

- ¡¡Usted!! ¡!es usted!!, no, no puede ser, es el hombre que aparece en mis sueños, eso es imposible.

- Nada es imposible mi querida Serenity, soy Endymion, tu Endymion, bueno ahora Darién, pero soy el mismo que te amado siempre, que se te aparece en tus sueños.

- Estoy loca, no puede ser, Endymion o Darién como puedo soñar contigo si no te conozco.

- Si me conoces tu cuerpo reconoce mis caricias, mis sentimientos, ahorita estas confundida pero se que entre tus sueños te has enamorado de mi, lo siento lo veo en la reacción de tu cuerpo, en tus ojos, en eso labios que se me antoja comerlos.

Serena no entendía lo que pasaba pero aquel hombre tenía razón en todo lo que decía en ese juego de todos los sueños de los encuentros se había enamorado del personaje ficticio y tenerlo ahí frente a ella, hacia que cada fibra de su cuerpo reaccionara. Darién camino rápido, se vio como si volará y ya estaba pegado con ella abrazándola, tocándole el cabello, él la empezó a besar ella fue respondiendo, fue un beso salvaje posesivo, se separaron.

- Te amo Serenity, Serena o como sea tu nombre, eres mía, solo mía.

- si si si soy solo tuya.

Solo se dijeron eso y se volvieron a besar con más demencia, Darién tomó y cargo de las nalgas abriéndole las piernas para quedar enrollada en su cuerpo, él la fue guiando hasta el escritorio, ya que la tenía ahí se fueron quitando poco a poco la ropa primero el saco y la camisa de el, de ella el saco y la blusa quedando en sostén, el iba a empezar a bajar los besos hacia el hombro cuando la puerta se abrió entrando un Seiya con los ojos rojos como fuego, junto con muchos hombres de aspecto de demoníaco, Darién puso a Serena atrás de él, ella se cubrió por pena.

- Bravo, bravo mi querida Serena, con él te si te ibas a entregar y conmigo te hiciste tanto del rogar, eres una…- se contuvo- pero eso no importa, vengo aquí para hacerte mía delante de este verdugo y así cumplir con el trato a mi señor, jajaja, agárrenlo, quiero que vea como le hago el amor con su adorada Serenity.

- Seiya estas loco, vete, terminamos por que tu me engañaste con Rei, no tienes nada que hacer aquí, nunca me entregaré a ti.

- No te atrevas a tocarla Kou, ella es solo mía, solo mía, él te mando, es un maldito, acabaré contigo y con todos ustedes pero no dejaré que le toques un pelo a Serena.

- Jajaja no me hagas reír, daté cuenta cuantos somos y tu estas solo, corrección estas con ella pero eso cambiará, la veras entre mis brazos gozando luego la veras morir, atáquenlo.

Darién estaba furioso, había sido timado por el demonio quien no cumpliría con el trato, sería su esclavo siempre, eso no lo permitiría. Los hombre fueron a atacarlo, Darién empezó a sacar la neblina haciendo que todos aparecieran en aquella casa destrozada, Serena ya estaba vestida, no entendía que pasaba, los hombres empezaron a atacar, Darién se defendía, sacando sus garras, empezó una lucha sangrienta, de la nada aparecían serpientes, tarántulas, alacranes, escorpiones, gusanos, que se iban arrastrando contra esos hombres pasaban a un lado de ella sin hacerle ningún daño, ella veía la escena con horror, algunos hombres eran atacados por Darién otros por eso insectos, otros en cambio empezaban a agarrarse la cabeza y les brotaba sangre por todos los agujeros de la cara y se aventaban de las ventanas, casi todos quedabas muertos al caer ensartados en los barandales, en una distracción de Darién, Seiya llegó a donde Serena, la abrazo, ella empezó a gritar lo hizo que Darién volteara siendo sujetado por los hombres.

-No, no suéltame, Darién, ayúdame, no quiero que el me toque, te amo te amo,  Endymion te amo.

-Callate Serena, o mejor si grita, grita eso me excitara más, Endymion o Darién o verdugo mira bien como haré  mujer a tu adorada Serenity, jajaja.

- Suéltala maldito.

Darién furioso expulso su energía arrojando lejos a los hombres que lo tenían rodeado, extendiendo las alas, su cuerpo se fue deformando transformándose en un murciélago gigante, que sacaba sangre por la boca, se abalanzó contra los hombres lo tenían rodearon empezó a matarlos uno a uno arrancándoles la cabeza, una vez muertos se fue contra Seiya, de un zarpazo lo separó de ella.

-Te dije que no la tocaras, ella es mía, siempre a sido mía.

Seiya veía con horror tal monstruo, ni pidiendo clemencia hizo que Darién se calmara, Darién ya lo tenía con una mano agarrado del cuello con la otra sujetaba los brazos de un tiros le arrancó los brazos, Seiya gritaba, Serena solo se tapaba la boca, Darién estaba fuera de si, arrodillo a Seiya tomándole la cabeza con ambas manos de un giro le arrancó la cabeza, Serena se desmayo de la impresión, él al verla volvió a la normalidad, tomó en sus brazos a su amada dejando a todos los muertos, desaparecieron de ahí, apareciendo en el cuarto de Serena, ya que estaba ahí la recostó en la cama, le rosaba la cara, ella empezó a reaccionar, abriendo poco a poco encontrándose con la mirada preocupada de Darién.

-Serenity, Serena al fin despiertas.

-Endymion, Darién, ¿donde estoy?, ¿que pasó? Y Seiya ¿donde esta seiya?.

-Él esta muerto amor, me tengo que despedir, no quiero volver a sufrir perderte nuevamente, hoy estuve a punto de eso, Serena te amo siempre te voy a amar.

Él se separó de ella con la intención de irse, le dio la espalda cuando de repente sintió unos brazos que lo rodearon, sintiendo una humedad en la espalda,  ya que ella estaba llorando.

- No, no, no, piedad,  no me dejes, si te vas voy contigo, si luchas lucharé contigo, no me dejes, prefiero morir antes que tu te vayas.

-Pero mi amor, no quiero exponente, o que me vuelvas a verme de ese aspecto, estas segura Serena.

Darién voltio rápido, y si efectivamente Serena estaba llorando, solo se limitó en abrazarla, ambos se arrodillaron llorando.

- Si estoy segura te amo, no se en que momento paso, pero te fuiste metiendo en mi mente y en mi corazón, aunque era extraño verte en mis sueños ahora que estas aquí no se que hacer, me pones nerviosa. – dijo sonrojada

- ¿Es verdad lo que me dices?, me quieres igual como yo, yo no solo te quiero, te amo, te he esperado durante siglos, perdón si te seduje en tus sueños, es que no encontré otra manera de acercarme a ti, pero como ya estamos juntos, mi bella Serenity dejame seducirte ahora en la vida real.

- Es una propuesta indecente, - Darién agachó la cabeza, ella le tomo la barbilla le hizo volverle la mirada -pero aceptó, sedúceme Darién.

Darién tomó el rostro Serena la empezó a besar, empezando algo tierno, se separaron viéndose a los ojos, se volvieron a besar, las prendas de sus ropas fueron desapareciendo poco a poco, él tomó con delicadeza a Serena recostándola en la cama, la siguió besando desde el cuello, fue bajando, llego a los hombros, hizo a un lado los sujetadores, siguió el camino llegó a los pechos desabrocho el sostén, tomando un pecho con la boca succionándolo y el otro lo masajeaba, Serena gemia, se retorcieron de placer.

- Serena estas segura de entregarte a mi, sabes que soy.

-Calla, si estoy segura, eres el hombre que amo, quiero ser tuya en cuerpo y alma, no me importa si eres un vampiro, demonio o lo que sea, solo te quiero a ti.

Darién no término de escuchar a su amada, rápido se quito la última prenda, observando su parte intima empezó a estimularla, Le quito la ropa interior quedando igual que él, Darién se acomodo, levanto un poco las caderas, y con su pene empezó a estimularla aún más, Serena se arqueaba, Darién gemía pero con la mirada pedía autorización, Serena aceptó, el no espero y poco a poco fue introduciendo su pene en la vagina de Serena, vio un gesto de dolor se quiso contener y salirse, pero Serena vio las intenciones y lo detuvo, ya que ella se aferró más, rodeándolo con sus piernas y lo jalo para que la besara, le susurro al oído.

- Hazme tuya, por favor.

-Ya eres mía mi amor, me encantan el sonido que sale de tu boca. – beso sus labios con demencia

Serena sentía que llegaba al cielo en cada embestida,  salía, entraba, ambos se complementaban, las manos de Serena agarraban las nalgas de Darién para evitar que se saliera,  de repente ambos llegaron a un anhelado orgasmo, ya que lo únicos sonidos que salían de aquella casa eran los gemidos de dos amantes entregándose por amor a un deseo reprimido, Darién después de descargar todo sus fluidos dentro de ella, se dejó caer a un costado de su amada. La noche paso tranquila los enamorados se volvieron a entregar, al otro dia muy de mañana el demonio estaba en el cuarto observando la escena de ellos dos durmiendo, le daba coraje, ya que había perdido a su verdugo.

- Endymion, Serenity, veo con desagrado que están juntos, al fin después de tantos siglos tienes lo que quería.

- Usted que hace aquí, no se atreva hacerle algo a Serena, como puede ver ella se entregó a mi, me ama sin importar mi maldición.

- Por favor no le haga daño a Darién.

- Veré que tanto lo amas, sufriras por él, al momento que grites que pare te dejaré y Darién seguirá conmigo, demuéstrame.

- Detente, no le hagas daño. -Exclamo Darién

- Tu Callate!!- le respondio el hombre

Ese hombre con sus ojos paralizó a Darién, no podía mover su cuerpo solo podía mover su cabeza, Serena intento acercarse, pero de repente salieron cadenas de la nada la sujetaron las manos y las piernas estaba parada con las manos al aire, el bastón que tenía se volvió un látigo, empezó azotarla, pero estaban con una carga eléctrica, era golpe tras golpe, Serena gritaba de dolor, lloraba.

- No aguantes tu dolor, admite que no lo quieres, que deje de azotarte así serás libre, y nos iremos, date cuenta no es bueno para ti estar con un vampiro maldito.

- No, no, no, no lo haré. Darién o Endymion es mi vida.

- Déjala, me voy contigo, pero a ella déjala. – suplicaba Darién

- A ti no te estoy hablando Endymion, es con ella el juego, haber responde Serena, y te dejó en paz.

- No, no nunca diré que no lo amo, Darién es mi vida, no me importa si es un vampiro o un demonio daré mi vida por él.

- ¡Maldita sea!.

El demonio empezó a rasgar el cuerpo de Serena, ella sentía que la carne le ardía, estaba sangrando mucho, pero no iba a dar marcha atrás, amaba a Darién.

- No seas tonta deja de sufrir, solo di que no lo amas.

- No lo haré, lo amo, lo amaré por siempre.

Ese hombre frustrado por no conseguir que esa jovencita estaba siendo torturada, con látigos, choques eléctricos, cortadas, su cuerpo estaba hecho un desastre, el hombre con un chasquido soltó a Serena y a Darién, quien corrió para tomar a su amada en sus brazos.

- Me voy, por el momento han ganado, te dejaré libre no me gusta perder, pero debo admitir que perdí,- declaró con coraje- en fin así es esto, no eres el único verdugo, pero tengo la esperanza que en algún momento morirán y sus almas condenadas llegaran a mis manos.

- Muchas gracias.

Después de eso, ese hombre con un movimiento del bastón hizo que las heridas de Serena y de Darién desaparecieran, ella empezó a reaccionar, encontrándose con la mirada de su  amado.

- Mi querida Serenity al fin todo acabo, soy libre para amarte, y estar por siempre juntos.

- ¿De verdad?, ¿de verdad?, no me engañas, te amo, te amo.

- Si mi amor, tu amor me libero.

Aun así tirados en el piso, teniendo a su amada en brazos se empezaron a besar, iniciando una nueva vida sin ninguna ataduras, solo les quedaba demostrar su pasión.
Así se demostró que el amor puede cuando es puro puede superar diferentes adversidades.

Fin

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