Ross_ElenGr
Starlusarahw

Así fue

Una joven miraba la inmensidad del mar, con un vestido largo que le llegaba hasta los pies, era su traje de baño con una capa de fina tela color claro, la joven había sido invitada por una amigas a pasar una tarde en la playa, al ver el mar unos brazos fuertes llegaban y la abrazaban con fuerza atrayéndola a su firme pecho,

-Serena amor, ya contaba las horas para verte- la chica de cabellos dorados, ojos azul celeste daba vuelta en los brazos de aquel caballero, vestido como militar

-Yo también Diamante pero tenemos que ser discretos que alguien nos puede ver- miro para todos lados, estaban solos en un lugar apartado de sus amigas, le había mandado una nota que estaría ahí esperándolo para poder hablar con él

-Lo se, ya solicite hablar con tu padre- tomo sus manos- pienso pedir tu mano en matrimonio- besó cada una con ternura- no te importa que yo no tenga ningún cargo más alto en la guardia

-No Diamante, lo importante para mí eres tú- posó su mano en su mejilla- quiero ser tu esposa

-Sera pronto Amor, muy pronto- se acercó a besarla

-¡Serena!, ¡Serena!- venía la doncella de Serena, Luna la que siempre la ayudaba para que se pudieran ver

-Vete te amo

-Y yo a ti mi vida.

Los días pasaron, Serena no sabía que su familia estaba con deudas muy fuertes, su hermano Samuel Tsukino era un bueno para nada, que solo iba al burdel a gastar el dinero en apuestas y con mujeres, su madre Ikuko Tsukino siempre buscaba la manera de proteger a su hijo, lo solapaban en sus borracheras, en sus deslices. Su padre General de la guardia del virrey Kenji Tsukino un hombre de edad avanzada estaba decepcionado del hombre que se había convertido su hijo.

Una tarde Diamante se presentó en la casa de Serena para hablar con el General Kenji Tsukino, no había podido verlo así que decidió ir a verlo a su casa pero quién lo recibió fue la señora Ikuko;

-Señora mis respectos vengo a tratar un asunto con su esposo- agachó la mirada

-Ahora mi marido está indispuesto, pero dejé el recado que le han mandado a mi marido- le hablo con prepotencia, era un militar de bajo rango

-Dispense señora vengo a tratar un asunto personal- Diamante apretaba con fuerza el sombrero de militar estaba muy nervioso

-Diga que asunto es ese- entrecerró los ojos

-Vengo a pedir la mano de su hija en matrimonio- Ikuko comenzó a reír por lo absurdo que era eso

-Usted quiere a mi hija- le habló con desprecio- usted no me engaña quiere subir de posición pero se equivoca mi Serena nunca se casará con usted, ahora vallase antes de que lo eche como el perro que es

-Señora con todo respeto, yo amo a su hija y ella me ama y aunque usted se oponga ella será mi esposa

-Ya veremos- tomo una campanilla, la agitó con suavidad, para pronto apareció una mujer- hablarles a dos peones que eche a este de mi propiedad y no tiene permitido entrar a esta casa- la mujer de inmediato salió a cumplir su orden,

-No se moleste yo me voy por mi propio pie- Diamante salió enojado por la humillación que sufrió en esa casa.

En otra parte de la nueva España

-El patrón quiere hablar contigo- un hombre de canas le avisaba al joven de cabellos negros azabache, ojos azul intenso, el joven tomo su sombrero de paja para entrar a los aposentos de su patrón

-Me llamo patrón- el joven agachó la mirada

-Entra Darién- el hombre que yacía en una cama, con sus ojos hundidos, sus labios resecos le hablaba

-Que necesita patrón- se acercó al lecho mirando aquel hombre que era un desgraciado con su gente que tenía a su servicio

-Decirte la verdad,- tocio un poco de sangre, le había dado tuberculosis en su último viaje al centro del país- tu eres mi hijo- Darién abrió los ojos, aquel hombre que lo había castigado severamente por una cosa que el no hizo era su padre- y tú serás el dueño de todo lo mío

-Yo no quiero nada- grito

-El párroco es mi testigo y el será el responsable de hacer que se cumpla mi voluntad- afirmó el hombre moribundo, Darién miró al párroco, el había sido su familia al morir su abuelo Sabio.

La muerte del patrón se dio horas después, el capataz fue el encargado de organizar todo, su hija Beryl una mujer mimada siempre había sentido un gran cariño por Darién, se habían criado juntos en la hacienda pero Darién la veía como su hermana. Se hizo las exequias de Don Endymion Chiba por el lugar se chismorreaba sobre el nuevo heredero de todo. El peón Darién, ahora Darién Chiba. 

Darién tuvo que cerrar unos negocios en la villa de la Vera Cruz, caminando por la plaza vio a la joven más hermosa de cabello dorados y uno ojos bellos azul celeste era la mujer más bella que había visto en su vida, de inmediato quedó prendado de su belleza. Vio que entraba en la iglesia,

-Darién todo está listo- su amigo no dejó que fuera tras de ella

-Si Andrew vamos- camino junto a su amigo a la casa del alcalde.

Por su parte Serena supo que su madre había corrido a Diamante, no había permitido que hablara con su padre, así que comenzaron a planear como huir. Con lo que no contaban era que su hermano había escuchado su conversación, Samuel la siguió al lugar donde se veía en el kiosco detrás de la iglesia, de inmediato fue con su madre, Ikuko llamo a un general amigo de Kenji para que la ayudará, castigado a Diamante Black, encerrándolo. La señora Ikuko le pidió a su hijo que trajera una mujer la que dijo que era esposa de Diamante.

La mujer se presentó  ante Serena con dos niños,

-Vengo a prevenirle señorita- dijo aquella mujer fingir llorar- Diamante me ha dejado abandonada con mis hijos

-Eso no es verdad- Serena contuvo las lágrimas no podía llorar enfrente de ella

-Le ha pedido dinero señorita- Serena tragó, le había dado sus joyas

-No, pero le di unas joyas de mi abuela me heredó- gracias a su hermano sabía que su hermana le había entregado las joyas,

-Eso es lo que hace,- soltó un suspiro- siempre les saca dinero y luego desaparece- Serena no quiso escuchar más esperaría la noche para hablar con Diamante.

Diamante fue arrestando al salir de su habitación; 

-¿Porque no he hecho nada?- intentaba zafarse del agarre de los cabos

-Osaste poner tus ojos muy alto- le dijo un guardia.

-No entiendo de que se me acusa- repetía Diamante sin saber que hacer. El guardia ya no habló en cambio se río muy alto, detrás de unos pilares había escuchado todo otro militar llamado Yaten, el sabía el motivo real por lo que lo metieron a la mazmorra, eso le molesto y decidió ayudarlo para salir de la prisión.

Serena fue al kiosco dónde se encontraba con Diamante lo espero hasta la madrugada pero nunca llegó a la cita, Serena regresó a su casa muy desolada, su doncella Luna le llevo un té para tranquilizarla; al día siguiente fue a buscarlo al cuartel pero el general le informo que el día anterior se dio de baja, ya no estaba en aquel lugar…

Duró días llorando por el engaño de Diamante hasta que una tarde llego la invitación a un baile en casa de la familia más importante del pueblo, su amiga Mina se había casado con el alcalde de la villa de la Vera Cruz Kunzite Salvatierra. Su madre la obligó a ir a ese baile, dónde fue presentando el hijo del señor Endymion Chiba el heredero de todo a todos los nobles de la villa.  Darién al entrar en aquella casa tan grande como señor, se movía con soltura, presentado con los invitados todos le sonreía, era dueño de los mejores cafetales de la región además de los demás negocios que su padre le dejo, en medio de las presentaciones ante sus ojos deslumbro la mujer que había visto el día que llegó, junto con sus padres, se acercó con respecto y al fin le presentaron a la joven que no podía apartar de su cabeza, su madre de Serena vio el brillo en los ojos del nuevo Señor Chiba.

Al día siguiente lo invitaron a cenar a su casa para comenzar a hacer que Serena se interesará en él, pero Serena no podía dejar de pensar en Diamante y en su traición. Los días pasaron Darién visitaba seguido a Serena, y cada día que pasaba se iba enamorando más y más de Serena, ella por su parte al estar con él se sentía nerviosa, su madre le había dicho que el había pagado la deuda de Samuel, por lo que Serena creía que la había comprado, pero veía sinceridad en esos ojos azules

Los días fueron pasando Darién cada vez se iba enamorando más y más de Serena, ella creía que solo la había comprado, pero cada vez que estaba con él se sentía nerviosa pero no iba a demostrarlo, todo lo que pasaba la tenía muy confundida.

Una tarde la señora Ikuko le dijo a Darién que Serena se sentía decepcionada, por el aún no la pedía en matrimonio, así que respiro hondo,

-Señora quiero hablar con el general- para pronto la madre de Serena fue por su esposo para que Darién hablará con él;- General si me permite, quiero pedir en matrimonio a Serena- el general se sorprendió al igual que Serena que iba entrando en la habitación, sabía que el señor Chiba tenía un interés por ella, su padre la vio y le sonrió

-Hija mía tú quieres a este hombre cómo marido- en la mañana su madre le había dicho que pronto se quedarían sin casa, pero había una solución el señor Chiba asumiría la deuda si ella aceptaba casarse con él, Serena miró a su padre ya grande de edad como iba permitir que pasará sus últimos años en la calle por culpa de su hermano.

-Si padre- sonrío Serena, todo lo hacía por su padre

-Le concedo la mano- acepto Kenji con una sonrisa- espero señor que haga feliz a mi hija, a mi niña

-Así será, los días de mi vida serán para complacer la- se corrieron las amonestaciones, Serena aún no estaba segura de su decisión porque aún pensaba en Diamante, así que decidió salir a la casa de su amiga Mina, le aviso a su madre quien estaba con su padre.

-Padre ahorita vengo- Serena beso la mejilla de su padre, y a la vez ignorando a su madre quien la veía molesta.

-No debes salir, puede venir Darién a verte- replicó Ikuko.

Kenji le dio un pequeño apretón a la mano de su esposa, se dirigió a su hija.

-Sal hija, pero no tardes, si Darién viene aquí platicare todos los detalles de la boda, Ikuko donde esta Samuel, tiene que irse a la hacienda para ponerse a trabajar, basta de ser un inútil, tiene que ponerse a trabajar pero ya, y no quiero que lo sigas solapando.

-Ahorita regreso padre, antes que mi madre invente que Samuel esta en su cuarto o que esta buscando trabajo, te aviso.

-Serena cállate- dijo Ikuko molesta- ya te ibas.

-¿Que sabes, hija donde esta tu hermano?- retiro la mano de la de su esposa y miró fijamente a Serena

-Si, si ya me voy madre, no me importa lo que haga ya tienen visto lo que será mi destino, no entiendo porque la diferencia entre tus hijos, a él lo vi salir con Taiki, que irían a ver un negocio que les daría mucho dinero.

-Hija ve con Mina, no tardes, eso me lo tendrá que explicar todo esto, tu lo solapas, han llegado rumores de todos negocios turbios en los que esta tu hijo, me avergüenzo de la clase de hijo que tu has criado, si no se compone lo voy a mandar la militar para que se enderece y no voy esperar tu apoyo es mi decisión, esperare la boda de Serena y haré lo que tenga que hacer y no te volverás a meter, Samuel es un inútil, bueno para nada.

Kenji se levantó y se salió dirigiéndose a su cuarto ya que necesitaba descansar, Ikuko estaba molesta ya que no entendía la actitud de Serena, tendría que hablar con Samuel para que se mantuviera tranquilo hasta la boda. Serena se dirigió a la casa de Mina tenía que hablar con ella; Darién por su parte estaba nervioso platicaba con Andrew su amigo.

-Estas seguro de que Serena no pensara mal al momento que sepa que tu tomaste la deuda de su padre pagando todo?- pregunto su amigo, sabía que lo que estaba haciendo Darién no era correcto,

-Se lo diré cuando estemos casados, que fue para que no se atormentara, y por la salud de su padre- decía Darién acomodándose el saco.

-Entonces ¿a donde iremos?- cuestionó Andrew colocándose los zapatos.

-Iremos a la casa de Kunzite que es el alcalde, quiere hablar conmigo ya que me ofreció un negocio para transportar el café de la hacienda y por eso irás conmigo, tienes que leer bien el contrato no confió en ese hombre se ve muy  ambicioso y doble cara.

-Ah ya entiendo, ahora Darién y que vas hacer con el inútil de tu cuñado, tu suegra quiere que lo metas a trabajar.

-Mmm, lo se pero no lo quiero metido en ningún negocio por murmuraciones se que el fue el causante de la ruina de los Tsukino y que la madre estaba enterada, lo único bueno es que Serena no es así.

-Eso espero amigo te veo muy enamorado, no me gustaría que te rompieran el corazón.

Darién y Andrew salieron de la posada rumbo a la casa de Kunzite, sin saber que ahí están Serena platicando con Mina.

-¿Como has estado Serena?- estaban sentadas en una sala privada

-¡Hay Mina! a ti no te puedo mentir aún estoy dolida por la traición de Diamante, porque fui tan tonta, se veía sincero en lo que me decía.

-A lo mejor y si sea cierto ya que no se a sabido nada de él.

Serena seguía platicando con Mina cuando Darién llegó con Andrew la criada fue informar a Kunzite, Serena al verlo se puso nerviosa.

-Que sorpresa Serena,- sonrío de alegría al verla- encontrarte aquí, si gustas término de hablar con Kunzite y te llevó a tu casa, buenas tardes Mina.

-Si vine a platicar con mi amiga pero no se moleste, tiene trabajo no quiero molestarlo.

-Buenas tardes señor Chiba, claro aquí detendré a mi amiga, mi esposo esta en el despacho pase usted lo esta esperando.

-Con permiso bellas damas- hizo una reverencia y caminó detrás de la sirvienta que lo llevo ante el alcalde

Darién y Andrew entraron a hablar con Kunzite, ahí hablaron sobre sus negocios, le mostro el documento, lo checaron ya que estaba listo, Darién dio unos puntos diciendo a Kunzite que lo volverían a checar para poder firmar y sellar.  Al salir Darién y Andrew aún Serena se encontraba en la casa,

-Serena la acompaño a su casa- la miró con una sonrisa, de inmediato Serena se puso nerviosa

-Nos vemos después Mina, me retiro con el señor Chiba- se levantó y tomo su guantes y sombrilla para salir junto con su doncella que se mantenía a una distancia prudente.

Las semanas fuero de ir de un lado a otro en la modista para que el vestido de Serena quedará perfectamente, Darién ya había pagado las deudas de la familia solo había una condición que Serena no supiera nada, la señora Ikuko aseguro que así sería pero mintió, desde un principio le había dicho a Serena que se tenía que casar con el señor Chiba para salvar a su familia de la ruina. Su hermano Samuel no entendía días antes de la boda se metió en serio problema, provocando la muerte de un hombre, ese mismo día Diamante con ayuda de Yaten logro escapar de la celda, al enterarse su madre hizo que lo culparán a el del delito de su hijo había cometido, la guardia lo estaba buscando por toda la villa pero no dieron con él.

El día de la boda llegó Serena era preparada, para ir a la iglesia, al salir de la casa el carruaje que la esperaba era tirado por dos bellos caballos blancos,

-Sonríe mi hijita es tu boda- le susurro al oído, Serena sonrió para no preocupar a su papá

-Hija estás feliz?- iba con ella a la iglesia

-Si padre, el matrimonio con el señor Chiba seré feliz- su padre tomo sus manos

-Eso es lo que más quiero- llegaron a la iglesia, la gente más importante de la villa había sido invitada.

-Tranquilo muchacho- le dijo el párroco, en la puerta de la iglesia apareció Serena del brazo del general Tsukino,

-Te entrego a mi joya- le dijo el general al entregar a Serena.

-Si, yo la cuidare- emocionado Darién tomó su mano y comenzó la ceremonia. Todo salió perfecto, al salir de la iglesia Serena ahora Chiba.

Fueron a la casa de ella donde se ofreció una gran fiesta, Diamante no había sabido de su amada durante estás semanas, al acercarse a la casa de Serena vio mucho movimiento, se encontró con la doncella de Serena y le entrego una nota, Luna de inmediato se la llevó, al leerla Serena se puso pálida, busco a su amiga Mina para que la ayudará, y poder ir a encontrarse con Diamante, para su mala suerte Andrew escucho todo. Diamante la esperaba en la playa, al darse la vuelta se encontró con Serena que venía vestida con lindo vestido de novia, el soltó unas lágrimas.

Andrew siguió a Serena, pero se mantuvo retirado para no ser sorprendido tenía que ver que pasaba.

-Mi amor, Serena ¿que significa esto?- pregunto con desconcierto Diamante

-Que crees, estoy vestida de novia me he casado- le grito con rabia

-Pero porque Serena, no entiendo, nos íbamos a casar que sucedió.

Diamante intento acercarse pero ella lo detuvo.

-A que vienés después de engañarme, robarme mis joyas, e irte- Serena estaba llorando.

-No me fui, fui arrestado sin juicio, estuve en un cárcel hasta que Yaten me ayudó, tu madre estuvo involucrada.

-No es cierto no puede ser, entonces Darién también, maldito- sentía desprecio por Darién-, ¿entonces sufriste?

-Vámonos Serena, es momento de huir- la tomó en sus brazos

-Si, solo deja que me cambie, nos vemos en un hora aquí mismo- se fundieron en un beso, minutos después Serena regresó a su casa.

Andrew había escuchado todo, sin demora fue a buscar a Darién, al encontrarlo lo apartó para llevarlo al despacho para hablar con el. Le contó todo lo que vio y escucho

-Tu esposa se fugara con él- Darién enfureció tiro todo, al salir del despacho vio a Serena que subía a su cuarto, fue con Ikuko y con Kenji;

-Tengo que regresar con urgencia a la hacienda- se contuvo todo lo que pudo,- iré por mi esposa- Kenji no entendía pero no comentó nada,

-Señora Tsukino su hija se iba fugar con un hombre- Andrew le informo a Ikuko palideció sabia de quien se trataba, así que se subió a su cuarto encontrando a Serena sin su vestido de novia tomando un poco de ropa.

-Serena ¿que haces?- Ikuko dándole una bofetada- eres una estúpida

-Me voy,- se tocó la mejilla roja- ya se que tu y Darién me engañaron Diamante no me mintió, no tiene mujer ni me robo ustedes lo metieron a la cárcel me voy con él.

-Que rápido te convenció si te vas tu padre se muere, eso quieres cargar con la muerte de tu padre en tu conciencia, te irás con tu marido es un orden.

-Pero el me dijo que tu.

-Que tonta quiere otra vez que caigas en sus redes tienes la obligación con tu marido, así que vámonos, Darién te esta esperando.

Serena aún dudosa, obedeció a su madre, bajo y al encontrarse con Darién, este la veía con una mirada dura y llena de frialdad, él consideraba a Serena igual que su madre y su hermano, tomó a Serena del brazo la llevó al coche de alquiler, para irse junto con Andrew, en el camino fue silencioso. En la playa estaba Diamante esperando a Serena, pero fue a Ikuko quien llegó.

-¿A quien esperas delincuente?- Ikuko le hablo como siempre con despreció- mi hija se fue con su esposo a donde no la encontraras,  lárgate.

-No me iré sin Serena, la voy a buscar pese a quien le pese Serena será mía.

Diamante se giro dejando a Ikuko furiosa, él se fue con Yaten a buscar información tenía que encontrar a Serena sabía que estaba sufriendo, en el camino Darién empezó a reclamar a Serena el intento de huir.

-Con que te ibas a ir, me ibas a dejar, porque Serena, eres igual que toda tu familia, todos ruin y despiadados, no debí pagar la deuda de tu hermano- grito por lo decepcionado que se sentía, pensaba que era diferente

-Ahora entiendo tu me compraste, me iba ir si porque tu y mi mamá mandaron a mi novio a la cárcel ahora tu dime quien es el ruin- le reprochó con coraje

-Eso no lo hice, no sabía que tenías novio, tu madre me dijo que tú eras soltera, si ellos lo hicieron, no tuve nada que ver, pero eso no importa ahora eres mi esposa y me merezco respeto, en la hacienda serás mi mujer- afirmó con ya sonrisa.

-A mi madre la conozco pero a ti no, no se ni que pensar si estas tan molesto conmigo mejor me dejas ir, nos separamos y veré como te vamos pagando.

-No lo creas esposa querida irás conmigo estarás conmigo como mi esposa y mi mujer.

Serena estaba sorprendida por lo que Darién dijo, al poco rato llegaron a la hacienda, donde Beryl estaba recibiendo a una sirvienta cuando un peón aviso que Darién estaba llegando, Beryl salió corriendo a recibirlo, se acomodó su vestido, ya se sentía la dueña de la casa. al ver entrar con una mujer su corazón se estremeció.

-Darién, Darién ya llegaste que felicidad, ¿quien es ella?- la miró de arriba abajo, se notaba que venía de buena cuna

-Beryl, como has estado, ella es mi esposa, así que acomódala en mi cuarto, ella es la ama u señora de todo- la miró de reojo, Beryl se lleno de odio, estás semanas en la villa, nunca pensó que se demorará tanto por qué se había casado.

-¿Te casaste Darién?- contuvo las lágrimas- bienvenida señora,  buenas noches señora- Beryl la vio con odio.

-Buenas noches Beryl, se ve que te sorprendió Darién, puedes ver que si nos casamos.

Beryl enfureció a lo que Serena dijo, Darién le sorprendió, pero seguía molesto no iba a mostrar que le alegro que le dio celos con Beryl, Serena se colgó en el brazo de Darién no sabía porque se había molestado por aquella mujer.  Esa noche Darién no pudo estar con ella, si la tenía como esposa pero quería que ella lo amará.

La hacienda necesitaba de un administrador así que Andrew salió a buscarlo, los días fueron pasando, la convivencia de Darién y Serena fue haciéndose mas amena, poco se poco Serena se fue enamorando de Darién, el le platico como fue su vida en la hacienda siendo solamente el peón, al pensar en el como un niño pequeño trabajando en la pisca del café se lleno de ternura, a Beryl le enfureció que Serena y Darién pasaran tanto tiempo juntos así cuando podía se interponía para llamar la atención de Darién. Una tarde llego el nuevo administrador, Zafiro Montemayor con su ayudante Yaten. Serena al verlo se desmayo. Darién la llevó a la habitación, al despertar pensó que había soñado en ver a Diamante en la hacienda de su marido, pero no fue así ahí estaba ahora trabajo. Al día siguiente apareció una mujer ya grande de edad pidiendo trabajo, al verla Serena se lleno de ternura por la mujer que la contrato. Esa tarde Darién salió con Diamante para enseñarle los límites de la hacienda, Darién se adelantó un poco, Diamante saco su arma y apunto la cabeza de Darién, era la única forma en que Serena volviera ser libre, pero a lo lejos vio que alguien más lo quería muerto, iba dejar que le dispararan pero algo dentro de el no lo permitió, apunto aquella persona que accionó el arma dando en el pecho de Darién. Diamante lo llevo de nuevo a la hacienda . Al verlo Serena corrió a su encuentro, la mujer que había llegado a trabajar comenzó a llorar,

-Vamos lleven al señor al casa- ordenó Serena- que alguien valla por el médico, Diamante vio como Serena veía a China y eso no le gustó nada. El doctor llegó y sacó la bala que había dado en su hombro.

-Le darán cucharadas de este tónico, tendrá fiebre, le pondrán paños húmedos para bajas la temperatura- Beryl de inmediato se ofreció pero Serena se lo impidió. Daniela la mujer que llegó la ayudo a cuidar de Darién día y noche hasta que se repuso.

Una noche Darién después de este incidente preparo una cena a Serena en el poco tiempo que llevaban de casados la fue conociendo,

-Serena te amo, me crees que yo nunca le hice nada a tu novio- tomo su mano, no había podido aún darle un beso

-Te creo, perdóname por juzgarte mal- le sonrió- pero todo fue tan rápido que me sentía confundida

-Te entiendo, quiero que nuestro matrimonio funcione

-Darién te quiero confesar algo, durante este tiempo me he enamorado de ti el día que llegaste herido tuve miedo de perderte- Darién no podía creer que al fin escuchaba esas palabras, se fue acercando hasta que al fin tocó sus labios, fue tierno con ella, se fueron juntos a la habitación donde fue de poco en poco se fueron desvistiendo, Darién beso su cuello, Serena se dejó llevar por las nuevas sensaciones experimentaba,  Darién la besa en su rostro, sigue su camino por su cuello de vez en cuando mordisquea su piel provocando en Serena pequeños gemidos, sus manos la recorren cada centímetro de ella, lentamente como un ciego reconociendo su lugar. Al tener sus pechos frente los acarició y comenzó a jugar con uno, ella le acariciaba la espalda fuerte de él,   arqueó la espalda al sentir como los labios de Darién se cerraban en un pecho succionando suavemente provocando oleadas de placer que hacían que gritara su nombre, Darién al escucharla sonrió sin dejar su juego cambiando de pecho, cerro su boca alrededor del pezón y con su lengua la torturó, hasta escucharla de nuevo decir su nombre, la respiración de ambos era acelerada, dejo sus pechos para seguir besando su piel hasta llegar a su parte íntima, dejo un reguero de besos en sus muslos y pantorrilla, regresa recorriendo el mismo camino con sus labios, llega a su intimidad que comienza a estimular y a besar Serena ya no aguanta más

-Por favor- le pide a Darién que solo sonríe

-Solo un poco más mi esposa- le dice en un susurro, la besa y disfrutando de ella lo más que puede, sus besos suben de nuevo por su cuerpo, hasta sus labios que besa con pasión, se posiciona encima de ella, separándolas para acomodarse en medio;

-Te amo- besa su cuello- eres lo que tanto busque- lo dice entre jadeos, cerca de su oído, Serena besa su hombro saboreando su sabor tan masculino.

Darién comienza a penetrarla despacio, siente como ella se tensa al sentir la invasión- relájate amor- le besa los labios y el cuello haciendo que Serena se relaje, gruñe sintiendo la estreches del cuerpo de ella, sigue entrando hasta encontrarse con la barrera de su virginidad, siente como se rompe, ella suelta un pequeño grito al percibir un dolor intenso provocando que le clavé las uñas en la espalda de él, cierre sus ojos provocando que salga una lágrima, las que Darién atrapa dejando un beso cerca de su ojo;- perdón amor, por lastimarte,- detiene su intromisión, sin dejar de besar su boca- mi vida dime si quieres que siga

-Sigue- lo abraza muy fuerte como queriendo fundirse con él- sigue y no pares amor,- el dolor que sintió en un principio ahora son oleadas de placer, que la inundada por completo.

Darién comienza a mover sus caderas con suavidad mientras besa sus labios y acaricia su muslo que lo mueve encima de su pierna logrando entrar más en ella, aumenta el ritmo de sus caderas, Darién no deja de decirle palabras cariñosas, aumentando en Serena su excitación, ella esta en el cielo junto con el,

-Te amo- lo dicen los dos al mismo tiempo llegando al clímax.

Él no dejaba de darle pequeño besos, acariciar con sus labios su cuello, disfrutando aún estar dentro de ella,- te amo- ella sonríe feliz al sentir aún su cuerpo tocándola,

-Te amó- responde acariciando su espalda de arriba abajo hasta llegar a su glúteos, dándoles un pequeño apretón; sus respiración se normaliza. Ahora si se había convertido en marido y mujer. A la mañana siguiente los dos duermen abrazos cuando Beryl entra buscando a Darién, y al verlo en la cama se llena de odio.

-¿Qué haces aquí Beryl?- al abrir los ojos Serena se encontró con Beryl espiando

-Lo siento es que Darién no bajaba…

-Señor Chiva para ti- la reprendió Serena- ahora sal para que mi esposo y yo podamos vestirnos- Beryl salió, Darién aún dormía, era extraño sentir el cuerpo de Darién junto al suyo, pero Darién se veía tan bello durmiendo que Serena no lo quería despertar, vio sus labios que no pudo resistir su impulso y lo beso. Darién al sentir eso pequeños labios despertó con una enorme sonrisa, está feliz la bella mujer era su esposa.

Desayunaron juntos entre cariños y pequeños besos, Daniela veía a la pareja feliz. Diamante entro al comedor y se lleno de celos al ver a la pareja feliz

-Señor lo hombres lo esperaba- dijo muy serio Diamante

-Ya voy Zafiro- tomo la servilleta y se limpio- amor me esperas para comer juntos- Darién se acercó mucho al rostro de Serena

-Si- le contesto con una sonrisa

-Espera Zafiro voy por unos papeles ahora te alcanzo

-Si señor- al irse Darién Diamante le reclamo a Serena- ¿que significa esto?

-Diamante necesito que te vallas, me he enamorado de Darién, el es mi esposo- Serena lo miró con súplica

-Ya fuiste suya?- Diamante apretaba el sombrero con fuerza, esperando su respuesta

-Si, es mi marido, por eso te suplico que te vallas

-No me iré sin ti- en eso volvió Darién

-Vamos Zafiro.

Los días pasaron Diamante no se iba de la hacienda por más que Serena le suplicará, en la hacienda continúa llegó la familia de Esmeralda Alvarado, Esmeralda una joven enferma se escapó del cuidado de su nana, en el camino se encontró con Zafiro que inmediato se enamoro de él.

Serena desesperada por la situación le mando una nota a Diamante pero tuvo la mala suerte que Beryl le vio primero, la guardo para tener así la prueba que Serena era infiel.

Pasaron los días Serena no se le presento la menstruación, comenzó con los síntomas, estaba bien emocionada por contarle a Darién, pero Beryl le mostró la carta a Darién

-Tu mujer te engaña y aquí está la prueba- saco la nota y se mostró al verla Darién se lleno de furia

-¡Serena! Eres una mujerzuela metiste a tu amante en la hacienda- la tomó por el brazo- ¿te ibas a ir con el?

-No Darién yo te amo- quiso acariciar su rostro pero el niño permitió- te juro que te he sido fiel

-No te creo así que te largas ya no te quiero a mi lado- comenzó a sacar sus vestidos, por fuera Beryl disfrutaba

-No puedes hacerme esto estoy embarazada- Darién la miró un instante

-No es mío, ese bastardo no es mío- se dirigió a la puerta- cuando regrese no te quiero volver a ver- Darién salió a buscar a Zafiro lo mataría con sus manos, Daniela le advirtió y le pidió que se fuera pero el no quiso, en ese momento se encontró con Esmeralda, que le dijo que se fueran, aceptó se fue con ella, Daniela fue con Serena no la dejaría sola,  la ayudo a empacar y salieron las dos de la hacienda.

Beryl encontró a Darién borracho, lo sedujo hasta que consiguió que él le hiciera el amor.

Esmeralda le propuso a Diamante que se casarán, el se negó al principio pero al final aceptó, porque Esmeralda se merecía ser feliz. Esmeralda se fue con el a la casa de su madrina quien le dio asilo y ayudo a Diamante para que su nombre estuviera limpió.

Serena regresó a su casa, su papá al verla le pregunto- ¿que sucedío?

-Darién salió de viaje y yo quise venir a pasar unos días con ustedes- le mintió a su papá sabiendo lo mal de salud que estaba. A su madre y Samuel supieron la verdad.

Una tarde el general caminaba y vio a Darién con otra mujer y se acercó para pedir explicaciones;

-¿Darién que sucede?- Darién no sabía cómo explicar esto, sentía consideración por Kenji

-Nada señor- le hablo con cortesía, pero Beryl intervino

-Pasa que su hija es una mujerzuela, que mete a sus amantes dentro de la casa de su marido- Darién intento acallar a Beryl pero fue inútil, Kenji comenzó a sufrir un ataque,

-¡General!- lo sostuvo- ¡General!- pero Kenji murió en los brazos de Darién.

Darien le pidió a Beryl buscar ayuda, esta refunfuñó pero lo hizo, pero nada se pudo hacer.

Darien acudió hasta la casa del general para darles la noticia, esperando que lo recibiera su no tan adorable aún suegra.

Pero le dieron el aviso a Serena quien gustosa fue a recibirlo pensando que iba por ella.

-No imaginé encontrarte aquí. Lamento mucho lo que voy a decirte pero, tu padre, bueno- agachó la mirada, no podía verla a los ojos

-¿Que le ocurre a mi padre?- Serena sintió como un nudo en su estómago

-Él me encontró junto a... Bueno no importa con quien pero el se enteró que me engañabas y no lo soportó.

La emoción de su corazón y el brillo en su mirada se detuvieron al momento de saber el motivo de aquella visita.

-¿Como pusiste hacerme eso? ¡Mataste a mi padre!

-Las cosas no fueron así, las palabras se salieron de control, yo no quería que eso pasará.

En su corazón sabía que Darien estimaba a su padre pero el dolor ahora la negaba a verlo.

Se hizo un gran funeral en honor del general Kenji Tsukino, Serena pidió su anulación de matrimonio, no podía estar casada con el hombre que le quitó su padre. Los meses pasaron Beryl pensó que tenía a Darien comiendo de su mano, pero Esmeralda y Diamante, anunciaron su matrimonio y Darien se ánimo a asistir, pues ya era sabido que el no cometió ningún crimen, cuestionando a Diamante sobre lo sucedido.

-¿Si tanto la amas porque te has casado ahora con otra?- le preguntó Diamante.

-¿Y tu quien te crees para venir a juzgarme? ¿No fuiste tú el causante de la muerte de su padre al verte con otra mujer?.

Darien se encontraba contrariado, no le había dado oportunidad de explicarse a la mujer que había llegado a su corazón.

Nació la criatura del vientre de Serena, una hermosa niña, parecida ante todos a Darien a la que llamó Hotaru. Daniela cuidaba de la niña con esmeró.

Darien escuchó los rumores del nacimiento de la niña y el gran parecido que tenían, la duda invadió su corazón y buscó a la doncella Luna para que dejara ver a Serena, necesitaba hablar con ella, pedirle perdón, pero alejarla de su madre y del holgazán de su hermano.

No se dio cuenta que Samuel estaba cerca y escuchó todo, este fue a casa para decirle a su madre, no permitirían que se fuera con él sin sacarle provecho.

Enviaron Serena a visitar a Mina, enviaron a Darien una carta citándolo, el al pensar que Serena había pedido verlo, asistió a la cita pero su sorpresa fue mucha al ver a ese par de arpías esperando por él.

-Te dejaremos en paz si sigues manteniendo nuestro estilo de vida- dijo Ikuko mostrándole un documento.

-Ustedes no tienen derecho a exigirme nada- recalcó con furia- ella siguen siendo mi esposa y puedo llevármela cuando quiera y como quiera.

-Y de que te servirá tener a tu lado una mujer que nunca te perdonará por matar a su padre y que además engañaste con una mujerzuela.

Esmeralda y Diamante paseaban un día a caballo pero este se asustó con una serpiente y se desbocó, provocando que Esmeralda callera del caballo, rompiendo el cuello, Diamante al quedar viudo y rico fue el chismorreo en todos lados.

Serena extrañaba a Darien y añoraba que la perdonará, ella por su parte ya lo había perdonado. Sabía que ella también era responsable, si le hubiera dicho desde al principio que Diamante estaba en la hacienda, talvez todo fuera distinto.

Diamante se apareció ante ella proponiendo que se fugarán y ella aún con dudas en su alma, aceptó. Se fueron a otra hacienda y formalizarían su amor casándose en ese lugar.

Estaba todo listo el día estaba iluminado, por causalidad Andrew pasaba por la hacienda al ver todo el movimiento pregunto a uno de los criados que sucedía

-El señor Diamante se casará con la señora Serena- Andrew al escuchar corrió a decirle a Darién.

-¡Darién!- al escucharlo salió a su encuentro

-¿Que sucede amigo?

-Serena se va casar con Diamante- esas palabras provocaron que Darién tomara a su cabello y fuera en su búsqueda.

En un gran jardín se encontraba un pequeño altar improvisado, había solo un par de personas, Serena había conseguido su anulación de matrimonio, Diamante trataba a Hotaru como su hija, que más podía pedir, veía como Diamante sonreía de felicidad, se estaba tratando de convencer que era lo correcto;

-Diamante aceptas a esta mujer...- se comenzó a escuchar el trote de un caballo que venía a gran velocidad

-¡Serena, te amo, perdoname por favor y vente conmigo!- Darién aún montado en su caballo le extendió la mano, Serena veía a Diamante, después a Darién,

-Diamante, lo lamento, mi corazón siempre será de Darién- corrió ella a sus brazos, Darién bajo del caballo para recibirla

Diamante enfurecido y sacó su arma, apuntó hacia Darién, Daniela que venía detrás de Darién se atravesó recibiendo la bala que ya venia a toda velocidad.

-¡Daniela!- exclamaron ambos tomándola en sus brazos. Darién apretaba su pecho por dónde salía la sangre

-Vas a estar bien, Hotaru te necesita- dijo entre el llanto Serena, Daniela levantó su mano y acarició a Darién en la mejilla

-Me alegro que por fin podrán ser felices, hijo- dicho esto soltó el último suspiro, los dos lloraron su muerte, hasta ese momento Darién supo que Daniela era su madre.

Diamante fue arrestado por la muerte de Daniela, Serena regresó con él a la hacienda, Beryl al señor llegar tomados de la mano se lleno de frustración como podía regresar con ella después de que lo engaño

-¿Que hace ella aquí?- pregunto con desprecio

-Ella es mi esposa y regresa a su hogar- la hizo entrar pero Beryl no lo aceptó quizo matarla aventando la por las escaleras pero Darién la apartó y la que terminó callendo fue ella, muriendo al instante.

Ikuko fue obligada a irse con Samuel pero este seguía en sus malos pasos, dejándolos por completo en la miseria por lo que ella enfermo y murió sola.

Por: Lupita Hades Liévano, Sarah Pardee Lockwood WinchesterSlu, RossElen García. Rosas