Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

One shot- 19 (Amor de colegio)

Edad de Akko: 17 Años

Edad de Diana: 17 Años

-------------------------------------------------------------

Atsuko Kagari Pov

Un año...un año mas y saldré de esta casa junto a mi hermano menor de diez años, denunciare a mi padre por maltrato infantil y psicológico, he estado aguantando sus golpes desde que tengo siete años, el dinero que el ofrece no alcanza para comida, a mi edad de diez año trabaje para mantener a mi hermano conmigo, supongo que no soy la única que pasa por cosas malas. 

Amanda mi mejor amiga, tiene una madre y una hermanita pequeña de diez años, el padre de ella falleció en un vuelo a Europa y la madre cayo enferma, gracias a eso su progenitora no ha podido trabajar y juntas trabajamos en el mismo lugar para vivir en una economía estable. El dueño del lugar nos permitió trabajar siendo menores de edad, pero, con una condición, nunca tener faltas o atrasos.

Cuando salgo de mi colegio que es pagado por mi padre, mientras esta trabajando en otro país, no tan lejos, voy a la escuela de mi hermano y lo paso a recoger, después de que lo lleve a casa y hago su almuerzo, salgo directa a mi trabajo acompañada de Amanda, tenemos la suerte que nuestros apartamentos no se encuentre tan lejos, vivimos en el mismo edificio, pero, en diferentes pisos. 

Mi padre viene de visitas una vez al mes para ''saber'' como estamos, llega sin avisar y borracho, siempre ha dicho que mi rostro y físico, son muy parecido a los de mi madre y que cuando cumpla la mayoría de edad, le gustaría ser el primero en tomar mi cuerpo, por esas y muchas razones quiero salir corriendo de este hogar. 

Mi madre falleció en dar a luz a mi hermano, su cuerpo no fue muy fuerte y no había otro remedio que salvar la vida de el bebe que tenia dentro, y estoy feliz que ese pequeñín este a mi lado, es mi testigo a todo lo que pasa en este apartamento, tengo audios grabados en una memoria USB donde mi ''padre'' quiere violarme y sonidos de los golpes, mas fotos de los moretones que oculto en mi cuerpo, todas esas evidencias la llevare a la fuerzas policiales y tendré el derecho completo de mi hermano, podre sacarlo conmigo de este apartamento y no me molesta trabajar un poco mas para pagar su escuela, si mis notas siguen estando altas, podre ganar una beca universitaria que ayudara mucho a mi estado económico.

La madre de Amanda sufre de síndrome de Cotard, son esas personas que tiene un daño psicológico en su mente, el afectado por el síndrome de Cotard cree estar muerto (tanto figurada como literalmente), estar sufriendo la putrefacción de los órganos o simplemente no existir, también es algo paranoica, mi amiga tiene miedo que su hermana haya heredado la misma enfermedad, muchas veces la madre de Amanda llamada: Marien, trato de quitarse la vida, diciendo que había nacido sin cerebro y que no merecía vivir en su condición, ella sufrió de depresión un año, por la muerte de su esposo, no lo pudo superar u controlar y gracias eso comenzó este síndrome muy poco común, recuerdo que cuando las fui a visitar, escuche que decía cosas extrañas de su cuerpo, como que sentía gusanos salir de su piel y que se le estaba pudriendo, cuando yo la vi perfectamente bien.

La señorita Marien sigue yendo a psicólogos y toma pastillas antidepresivas, Amanda vive con la esperanza de que algún día mejore y vuelva a la normalidad, pero, tiene mucho miedo que una noche después del trabajo, la encuentre sin vida en el apartamento, porque estas personas son capas de suicidarse y hacerse daño físico pensando que son inmortales y que todo lo que están viendo es una ilusión, la mayoría de su tiempo, se la pasa encerrada de su habitación sin nada afilado o peligroso a su alcance. Por mi parte, mi padre, tampoco ha superado la muerte de mi madre y creo que por eso me lastima, siempre ha dicho que no es necesario que trabaje y me grita diciendo si el dinero que manda, no es suficiente y que nunca sera suficiente, como esta familia rota, no tiene sentido sus palabras, pero, trato de hallarle eso cada vez que las dice. 

Le explique muchas veces las cuentas del apartamento y la escuela junto con la mía, mas los gastos apartes del pasaje y la merienda, pero nunca me presta atención y supongo que es normal en su estado de ''alcohólico''. Mi hermano siempre ha tenido un sueño que quiero cumplir, el quiere asistir a un curso de dibujo y eskrima, pero, por ahora no podre hacer nada al respecto, mas adelante es posible, se lo prometí y pienso cumplirlo. El sufre de asma y miopía, alguna día remplazare esos lentes por unos de contacto. Tengo amigas en mi colegio, somos un grupo muy amistoso, el cual nos preocupamos y queremos al otro por igual, no somos molestadas ni mal vistas, la educación en japón nos hizo lo que somos y me gusta como soy, lo único que no tolero es la vida que conllevo.

Cada una de mis amigas sabe la vida de la otra, pero, nadie lo habla con los demás sin el permiso de esa persona, sabemos guardar secretos y la confianza abunda bien en esta amistad que siento que puede durar años...o tal vez, para siempre. El nombre de todas ellas son: Sucy, Lotte, Jasmika, Hannah, Barbara y Amanda. Las únicas vidas mas afectas en su rutina diaria, es de mi compañera y mejor amiga: Amanda y la mía, aveces envidio la familia de las personas que pueden tener una sin tantos problemas andando al rededor, sobre el aire o la tierra.

La mayoría de mis amigas vienen de otros países, por ejemplo: Amanda, estadounidense, Lotte Finlandesa, Sucy proveniente del Sudeste de Asia, que es un continente, Hannah y Barbara son de Alemania y Jasmika es japonesa como yo. Tengo otras amigas, pero, las considero como compañeras de clases que nos apoyamos entre si, aveces hablo con ellas, pero muy poco tocamos temas de la vida de la otra, solo cosas del instituto. 

La familia de mi madre se aparto cuando se enteraron de su muerte, una amiga de mi madre es la única que esta atenta a nuestra existencia y si seguimos vivos, pero, ella no se quiere meter en problemas, por eso, no me ayuda con lo de mi padre, ademas, tampoco se lo permito, no quiero que salga lastimada por nosotros. Esa mujer fue la que compartió su idea de denunciarlo cuando cumpla mi mayoría de edad, ella me explico cada cosa que debo hacer y como tengo que hacerlo. Ha sido una gran ayuda en estos cinco años, si no teníamos comida, esa mujer correspondía de inmediato, pero, una vez que mi salario subió un poco, dejamos de sufrir por hambre y ahora sobra dinero para otras cosas mínimas.

Mi departamento no es de ''pobres'' , al menos la persona que aun considero mi ''padre'' tiene un buen gusto, el espacio es chico, eso lo admito, pero, es un buen lugar para que pueda vivir una joven universitaria, el que estoy consiguiendo para mi y mi hermano, es un poco mas grande que este, tiene su estufa, sillón, televisión, comedor, cuartos, sala, etcétera. Me faltan un par de cosas, pero, las iré comprando a medida que pase el tiempo. 

El horario y rutina de mi vida es difícil, tengo libre los sábados y domingos después de mi trabajo. A las 6:30 de la mañana, me levanto, baño, alisto, peino, caliento la comida que dejo preparada en el noche anterior, cocino el desayuno, con la comida recalentada me hago un bento, después aseguro que mi hermano lleve todo lo necesario en su mochila y luego de eso tomo la mía que dejo arreglada antes de irme a dormir. A las 8:20 salgo de la casa en camino a la primera estación del metro junto a mi hermano. 9:00 comenzamos a caminar hacia su escuela, luego de dejarlo camino a la mía que queda unos quince minutos de distancia, llegando a las 9:15 dejo mis cosas en el casillero y en un mueble de zapatos, cambio los míos para estar dentro de la institución, cuando salimos todos los estudiantes tienen que cambiarse nuevamente. 

Esta costumbre es para mantener nuestra academia mas limpia y un día antes del fin de semana, las llevamos a nuestras casas para poderlos lavar y llevarlos limpios los días lunes hacia delante. A las 12:20 es la hora del almuerzo, cada uno tiene su bento y almuerzan en diferentes lugares del instituto, hasta en los salones, los niños mas pequeños que asisten a la escuela, le sirven la comida en el salón. 4:00 es la hora de salida de la institución, en el tiempo que tengo para ir al trabajo, busco a mi hermano y lo regreso al departamento, le preparo su almuerzo y dejo algo para la cena de solo recalentar, para después relajar mi cuerpo en la ducha y alistarme.

Salgo a las 5:30 junto a Amanda, llegamos al trabajo a las 6:00 y lo terminamos a las 9:30, si es necesario compro algunos alimentos para el día siguiente, llego a mi departamento a las 10:30 o 10:00 depende si hago una parada de compras o no, luego miro los papeles en la mesa, encontrándome con tareas sin resolver de mi hermano, este dato lo hace siempre que no entiende una de sus deberes y tengo que hacerla en un papel aparte, para que el día siguiente el las pueda resolver, después de acabar con sus responsabilidades obligatorias y las mías se hacen las 11:30, me doy un baño y dejo las cosas listas para la mañana, acostándome a dormir a las 12:30.

Los sábados y domingos son los días mas relajantes que tengo, mi hermano no me molesta porque sabe que necesito descansar, luego de tener una semana agobiante. El padre que tenemos paga nuestros institutos por medio de una banca en linea, su trabajo consiste en enseñar en una universidad de corea del sur, es un buen profesor. 

Nuestra vivienda esta en la ciudad de Tokyo, que es la capital de Shinjuku en Japón. Mi padre siempre agarrar un avión, tomando un tiempo de una hora y media en llegar al departamento, sin quitar los tranques que se forman. 

Ahora mismo me encuentro quitándome los zapatos para ponerlos en el mueble, estoy cansada y no puedo dormirme en clases, conseguir una beca universitaria es lo que deseo y no quiero tener faltas. 

—Akko ¿Lista para el inicio de clases?

—Suspiro—eso creo—tomo los otros zapatos.

—Se quita los zapatos— ¿Esta todo bien?

—Si, pero, ya sabes Amanda—inclino un poco mi cabeza—quiero salir de ese lugar lo mas antes posible, pero, necesito cumplir mis dieciocho.

—Se pone los otros zapatos—te entiendo, nadie quisiera vivir con un padre pervertidor y abusador, ¿Que hace dicho Kenji al respecto?

—Comienzo a caminar—mi hermano esta al tanto de las cosas que suceden en ese ''hogar''—hago comillas con mis dedos.

—Camina a mi lado con su maleta en el hombro derecho—

—El esta de acuerdo con lo que va a suceder, pero aun falta un año para eso, tenemos mucho tiempo—la volteo a ver— ¿y como vas en casa?

—Pone su mano detrás del cuello—lo mismo—hace una mueca—no ha tenido mejoras y mi hermana esta preocupada por ella—desvía la mirada—he hablado con mi abuela de estados unidos y dijo que vendría a finales de agosto, también menciono que mis tíos se encargaran de la pensión, alimento y el pasaje, así que no trabajare desde mañana—sonríe y me mira—pero, no te preocupes podre visitarte, vivimos en el mismo edificio.

—Le devuelvo la sonrisa—lo se, es bueno que ahora tendrás mas tiempo libre y podrás ayudar a tu hermana.

—Gracias Akko.

Ojala viviera con esa suerte, sigo envidiando a las personas que pueden vivir en paz y armonía, aunque como dice el dicho ''nadie es perfecto'' incluyendo a las familias. Llegamos al salón de nuestra primera clase, salude a mis amigas que se encuentran hablando en grupo, antes que llegara la profesora.

Esta rutina de mi vida la hago desde la muerte de mi madre, específicamente, siete años en esta desgracia, cuando me miro al espejo y veo su foto, aseguro que mi parentesco con ella es mucho y en verdad lo es, por eso mi padre esta tan obsesionado conmigo, tal vez piensa que soy la reencarnación de mi madre. 

Mis amigas han mencionado lo ''atractiva'' que soy, por mi parte no me considero una persona de muchas capacidades de belleza, pero, ellas lo ven así, puedo admitir que si soy bonita y cuando uso maquillaje extravagante tengo un cambio ¡increíble! ¡Parezco una modelo! Mi hermano y mi padre son unos bellos hombres, a tan corta edad Kenji comenzó a hacer ejercicio, para tonificar su cuerpo, he tenido problemas con los hermanos de sus amigos, típico que comienzan a ligarte sin conocerte.

—Buenos días estudiante, antes de comenzar con las clases de hoy, les presentare a su nueva compañera—hace una seña.

Una chica de cabellos rubios y ojos azules entro con una postura firme al salón; no parece ser de aquí, sus rasgos faciales son parecidos a los de Amanda, supongo que tenemos a una nueva integrante en nuestro grupo de amigas, podemos incluirla, solo si ella lo desea.

Después de presentarse, se sentó atrás de Jasmika y saco un cuaderno; es hermosa y no habla muy fluido el japones, menciono algo de haberse trasladado, supongo que el cambio de ambiente para ella fue muy repentino. Cada una debemos ingresar a un club obligatoriamente, creo que  Amanda estará en el de fotografía como el año pasado, Jasmika en arte, Hannah y Barbara teatro, Lotte en el de jardinería y Sucy tal vez cambie, no lo se, por mi parte me quedo en el de caligrafía, es el que menos toma tiempo en las actividades y la mayoría la tienes que hacer en casa.

Las clases terminaron y unas compañeras de clases se acercaron a mi lugar, las mire confundida con una sonrisa en mis labios, ellas me entregaron un panfleto del club de caligrafía, antes de poder firmarlo y unirme, el papel fue arrebatado de mis manos, parpadee tres veces y alce la mirada topandome con una sonrisa de burla de Amanda.

— ¿Caligrafía otra vez Akko?

—Extiendo mi mano—dame.

—Sabes que eres mejor que esto—voltea a ver a las compañeras—sin ofender, pero déjenme hablar con ella primero—guiño.

—Asienten con la cabeza y se retiran—

—Suelto un suspiro y cruzo mis brazos—Amanda sabes que mi tiempo es poco, ingreso a unos de los clubes para no tener que llevarme regaños por la presidenta del consejo estudiantil—le quito la hoja.

—Rueda sus ojos—lo se, lo se, pero quiero que tu talento en el arte sobresalte, eres una buena dibujadora ¡Podrías hacer hasta un manga! ese curso te podrá ayudar.

—Firmo el papel y comienzo a llenarlos con mis datos—lo que digas.

— ¡No! —arrebata la hoja de mis manos otra vez.

— ¡Amanda ya vasta! —trato de recuperar el papel.

— ¡Chicas! —gritan Hannah y Barbara.

Las volteo a ver quedando en una posición muy junta con Amanda, la separe bruscamente viendo como la chica nueva se acerca junta a ellas.

— ¿Que esta pasando? —pregunta Barbara mirándonos confundida.

—Trato de que Akko se inscriba en el club de arte.

—Oh, esa seria una buena elección, dibujas muy bien—dijo Hannah.

—Resoplo—no tengo tiempo para quedarme después de clases en ese club.

— ¡Pero podrías intentar! —dice Amanda.

—Lo discuten luego—pone su mano en el hombro de la chica—Diana, te quiero presentar a Akko y Amanda.

—Mucho gusto—hace una reverencia.

—También soy de Gran Betraña, me mude hace cinco años—coloca su mano en forma de puño demostrando su orgullo.

Eso fue muy directo.

—Me alegra saber que no soy la única—dijo con una sonrisa.

— ¿Eres transferida?

—Me mira—si, mi madre y yo nos mudamos hace unas...two weeks?

Dos semanas, es poco, entiendo porque no habla mucho el japones. 

—If you need help with the language, I introduce you to this woman—extiende sus brazos señalándome— I will be busy in my club, she could also show you the place.

—Thank you very much—voltea a verme— ¿estas libre?

—Por supuesto.

Como es el primer día tenemos dos horas libres para inscribirnos en los club, después de terminar sera la hora de almuerzo y luego vendrán las ultimas tres horas y veinte minutos de clases. Salimos del salón y comenzamos a caminar por los pasillos.

— ¿Cual es tu nombre? 

—Kagari Atsuko, pero, la mayoría me dice Akko y el tuyo es Cavendish Diana.

— ¿Los japones pronuncian el apellido primero y después el nombre? 

—Si, se lleva esa costumbre—la miro de reojo—antes de venir ¿estudiantes algunos datos o culturas?

—Mi madre me dio dos libros, uno es del lenguaje y aprendizaje del idioma, el otro es sobre los datos, pero no lo termine de...—chasquea sus dedos.

— ¿Read?

—Levanta una ceja y me mira—

—Se dice Yomu—sonrió.

—Sonríe ruborizándose un poco—gracias, necesito seguir aprendiendo.

—Te puedo enseñar en la hora de almuerzo, si gustas.

—Seria magnifico Akko.

— ¡Esta decidido! si tienes alguna pregunta respecto a la institución o japón, puedes hacerlas.

—Me mira un poco confundida— Questions? —dice insegura.

—Yes, you can ask questions about things you don't understand or don't know yet.

—Thank you very much, I regret my lack of knowledge.

—Do not worry, la gran mayoría sabe hablar ingles por los estudios estrictos de los profesores, pero otros solamente pueden llegar a entenderte y no poder responderte.

Diana asintió con la cabeza y le seguí demostrando las actividades de los clubes, el tiempo se paso rápido a nuestro alrededor, volviéndonos al salón de clases donde iniciara las ultimas horas de este día en el instituto. Apunte cada detalle de las palabras importantes que dice el profesor, pero, no deje de sentirme incomoda por las miradas discretas que comenzó a darme Diana, lo ignore con un poco de esfuerzo hasta la salida.

— ¡Hola Akko! —grita un chico acercándose donde me encuentro con mis amigas.

Voltee a verlo y lo salude con una sonrisa, el saludo a todas mis amigas, pero, cuando vio a Diana se quedo ¿impactado?

—Diana—murmura.

—Andrew—dice con enojo cruzando sus brazos.

— ¡No puedo creerlo! —dijo entredientes fingiendo felicidad.

 —Hace una mueca—no es un gusto verte para mi también. 

—Suspira calmando sus expresiones— ¿que haces aquí? —cruza sus brazos.

Se escuchan un sonido de claxon de auto.

—Cambio de colegio—se da la vuelta—vinieron a recogerme—nos mira de reojo—see you later. 

—Bye—dice Amanda y las demás alzaron su mano en forma de despedida, incluyéndome.

— ¿Se conoces? —pregunto.

—Estuvimos en la primaria juntos, pero te advierto, no te juntes con ella, es rara—dijo con desagrado.

— ¿Rara? yo la veo normal—dice Lotte.

— ¡Ella no es de este mundo! —dijo con un tono exagerado y alto.

— ¿Que quieres decir con eso? —pregunta Hannah.

—Si se los digo, ¿prometen no decirle?

—Todas asentimos—

—Le gustan las chicas y no entiendo como su madre siendo una persona tan maravillosa, acepta que su hija tenga relaciones con mujeres—susurra.

—Cruzo los brazos—

— ¡Tengo oportunidad! —grita Amanda alegremente.

—La mira confundida— ¿te interesa? —pregunta Andrew.

— ¡Ella es hermosa! ¡Tiene talento! ¡Y se inscribió al club de fotografía! 

—Sonrió—mucha suerte—le doy palmadas leves en la espalda y miro mi reloj—tengo que ir a recoger a mi hermano, y Andrew—levanto la mirada—que ella tenga esos gustos, no la hace diferente a nosotros.

—Se sonroja de vergüenza—lo siento mucho, es que no he estado familiarizado a ese tipo de personas y mi padre es muy homofobico.

H—No tienes que ser como tu padre.

B—Puedes hacerte amigo de ella, no es una mala persona.

—Rasca su nuca no muy convencido—podría intentarlo, pero, no creo que me perdone después de las humillaciones que le hice en nuestro antiguo instituto.

J—Paso por paso y así se consiguen los resultados exitosos—come una galleta.

S—No me quiero incluir en el tema, así que adiós—comienza a caminar.

L— ¡Espérame Sucy! —hace una reverencia— ¡hasta mañana!

Es hora de ir por mi hermano.

.

.

.

Ha pasado un mes, mi amistad con la chica nueva fue creciendo y entre el grupo de mis amigas, ella habla con mas confianza, Amanda ha estado ofreciéndose a enseñarle diferente tipo de cosas, cuando desde un principio, me la tiro en los brazos, pero le agradezco, enseñarle todos los días de semana en la hora de almuerzo, estaba siendo un poco agotador, me gusta su compañía, pero, necesito encargarme de otras cosas, aparte de que tengo un mal presentimiento el día de hoy.

Con Diana la paso bien, conozco un poco de su vida, pero, cada vez que se acerca Amanda y la abraza, noto su rostro de incomodidad que trata de ocultar. Mi mejor amiga me cuenta de su poco avance con ella y lo distante que es cuando intenta hacer contacto físico, pero, incluyo que siente enojo porque Diana, esta mas cerca mio y no le interesa cerrar el espacio personal entre nosotras.

No tengo ninguna atracción hacia ella, es una chica bonita y su carisma es normal, Andrew sigue intentando arreglar lazos de amistad con Diana, pero, ella no se lo permite, guardando ese rencor, no se muy bien lo que paso entre ellos dos, pero, espero se solucione. En lo poco que ha pasado aprendió hablar japones mas fluido, su mente es impresionante, capta cualquiera cosa rápidamente.

Ahora mismo me encuentro en camino a mi hogar junto a mi hermano que da pequeños saltos.

— ¿Cual es el motivo de esa felicidad? ¿Algunas chica? —digo en broma.

— ¡Hoy me beso en la mejilla! —dijo con alegría.

 Detengo mi paso; lo decía en juego, no pensé que fuera verdad.

—Me mira— ¿Que pasa?

—N-nada—comienzo a caminar nuevamente— ¿Quien es? 

—Luego sabrás—dice en un tono juguetón y coqueto.

—Sonrió—espero hayas echo una buena elección.

—No tienes idea—desvía la mirada— ¿tu no tienes un amor oculto? 

—No—contesto con firmeza.

— ¿Segura?

—Volteo a verlo y sonrió—muy segura.

—Cuando lo tengas, no dudes en decirme quien es—devuelve la sonrisa.

Una vez que llegamos al edificio, tomamos el ascensor, le hice preguntas sobre su día en la escuela, el contesto todas sin quitar su sonrisa, pero, se desvaneció de repente cuando abrí la puerta del departamento. Confundida mire a lo que el observa con enojo, mi padre sentado en el sillón de la sala con un periódico en las manos, desvié mi mirada topandome con los ojos preocupante de mi hermano, le hice una seña con mis manos y el corrió a su habitación; este mal presentimiento se hizo realidad.

Entre cerrando la puerta, deje mi maleta en la silla del comedor y saque los ingredientes para comenzar a hacer el almuerzo, ignorando por completo la presencia de mi padre. Tome el delantal y puse hacer el arroz en la arrocera, suspire amarrando mi cabello suelto, mi celular comenzó a sonar llamando la atención de mi padre, lo agarre y conteste la llamada.

— ¿Si? 

— ¡Hola Akko! 

—Hola Diana, ¿Que sucede? —pelo la cebolla apoyando mi celular en el hombro.

—Nada malo, me preguntaba si...puedes salir un día, si quieres tu hermano podría ir.

¿Quien es? —pregunta mi padre en un tono molesto.

—Tapo el celular en mi pecho—una amiga—contesto para después volver a la llamada—lo siento, mi padre se encuentra en casa, te daré una respuesta mañana, estoy ocupada cocinando.

— ¡Claro! Ten cuidado, no te quemes.

—Rió bajo—no lo haré.

Colgué y seguí preparando la comida, en mi mente imagino las cosas que pasaran cuando me aliste para el trabajo, tengo suerte que mi padre no moleste a mi hermano y el sabe cuidarse solo...o eso es lo que ha estado demostrando. Al terminar de preparar la comida la deje en la mesa donde Kenji esta sentado esperando, el se relamió los labios y antes de empezar a comer, dijo las gracias, rápidamente, serví otro plato y lo puse en la mesa, me quite el mantel y lo deje en su lugar, entre a mi habitación tomando la ropa que usare.

Después de bañarme escuche a mi padre tratando de tener una conversación con mi hermano, el lo ignoro y se levanto dejando el plato en el fregadero, agarre mi pequeño bolso colgándolo en bandolera sobre mi cuerpo, al momento de abrir la puerta una mano grande y pesada se poso en mi hombro, deteniendo mis intenciones.

— ¿A donde crees que vas?

—Al trabajo—contesto sin verlo.

—No iras para ningún lado.

—Si iré, no puedo tener faltas y ya hablamos sobre este tema ¡antes! —quito sus manos bruscamente.

Salí del departamento y camine a pasos veloz hacia el ascensor ignorando los gritos de mi padre, abrace mi cuerpo conteniendo las ganas de llorar, mi mente piensa y hace ilusiones de lo que sucederá esta noche y dentro de mi tengo mucho miedo, pero...es lo que debo soportar, hasta que cumpla mi mayoría de edad y pueda hacerme responsable de las cosas importantes.

.

.

.

Llegue del trabajo y abrí la puerta con temor de causar ruido, al ver las luces apagadas, supuse que estaban dormidos, suspire un poco aliviada y sin bajar la guardia cerré la puerta, camine a mi habitación y deje mi cartera.

Akko—dice una voz a mi espalda.

Rayos...

— ¿Que haces en mi cuarto? —volteo a verlo.

—Quiero hablar contigo.

—Adelante, pero no aquí.

Trato de pasar a un lado para salir y me detiene agarrando mi brazo con fuerza.

—Es mucho mejor este lugar—susurra cerca de mi oreja.

Apesta a alcohol. Me suelto de su agarre pero el vuelve a tomarme con mas fuerza, de un movimiento brusco acorrala mi cuerpo contra la pared y acerca sus labios a mi cuello, hundiendo sus fosas nasales inhalando mi aroma, al sentir su lengua en mi piel, lo empuje, pero, fue un grave error, recibí un golpe de mano abierta en mi mejilla, haciendo que mi rostro gire bruscamente a un lado.

— ¡Quédate quieta! 

Puse mi mano inconscientemente donde impacto el golpe, me enoje y lo patee en la entrepierna, causándole un grito de dolor; es mejor que se quede sin hijos, así no los maltratara como lo hace conmigo. Cuando intente salir de mi habitación, su mano agarro mi pierna haciéndome caer y golpear mis codos contra el piso, fui jalada fuertemente adentrándome en mi cuarto, otra vez, su mano se deslizo lentamente por mi muslo y antes que alcanzara esa parte, lo volví a empujar y como recibimiento volvió a golpear mi rostro pero esta vez con la mano cerrada, rompiendo mi labio inferior, ese sonido levanto a mi hermano que salio a mi auxilio.

— ¡No te acerques! —grite al verlo querer acercarse. 

Su mirada es de terror e impotencia, mi vista se nublo cuando otro golpe impacto en mi abdomen, el se subió arriba de mi sujetando mis muñecas.

— ¡Entra a tu habitación! —grito mi padre refiriéndose a mi hermano, para después verme—eres tan hermosa desde la primera vez que me enamore de ti Kiyoko, ¿porque te niegas a lo inevitable? tu y yo estamos destinados a estar juntos—deposita un beso en mi mejilla— ¿Acaso ya no me amas? o,—acerca sus labios a mi oreja— ¿Quieres que te haga recordar como hacíamos el amor todas la noches? —susurra.

Trate de recuperar mi respiración y cuando lo golpee con mi rodilla en su abdomen, atrapo mis labios y los beso bruscamente introduciendo su lengua de inmediato, lagrimas de desesperación se escaparon de mis ojos, cerré mis parpados forcejeando con mis pocas fuerzas, hasta que el ruido de un cristal se rompió en su cabeza, provocando que su cuerpo se desplomara en el momento. Abrí mis ojos y lo quite de encima, con mi mirada busque respuesta a lo sucedido.

Al ver a Kenji temblando y enojado con sus brazos arriba, me hice una idea de lo que ocurrió, me acerque con mi rostro y abdomen dolorido y lo abrace con mis manos temblorosas, agradeciéndole. Ese fue mi primer beso y nunca pensé que me lo daría mi propio padre, tome la mano de mi hermano y entramos a su habitación, dejando su cuerpo inconsciente en el solitario y frió cuarto, le pedí permiso para quedarme a dormir y el acepto, dormimos juntos en su cama abrazados, por el pequeño espacio que hay.

Espero poder ocultar las heridas de mi rostro con maquillaje, para no preocupar a mis amigas, incluyendo a Diana que no conoce aun sobre la situación, me comprare mañana un medicamento para calmar este dolor, lastimosamente las pastillas que guardaba en el baño fueron botadas por el señor el cual llamo ''mi padre''.

No importa, mañana sera un nuevo día...

.

.

.

Estoy en camino a mi instituto y pienso ir al supermercado a comprar el medicamento, cuando me levante el no se encontraba en la casa, dándome la libertad de preparar todo y limpiar el desastre causado, escondí lo morado de mi mejilla, lo único que no puedo ocultar es mi labio roto e hinchado en una pequeña parte, no es para tanto, pero lo notaran y mi abdomen golpeado esta igual de morado, las pastillas son para el dolor de cabeza y físico, en mi codo derecho tengo una raspada.

Abrí la puerta del supermercado y compre lo necesario, salí rápido de ese lugar y corrí, llegando justo a tiempo antes de la primera queda, entre a mi salón ocultando mi rostro con mi cabello, llame la atención de mis amigas y en especial de Diana que fue la primera en acercarse.

— ¡Hola Akko! ¿Como estas? 

—M-muy bien—respondo sin verla. 

— ¿Segura? —inclina un poco su cabeza.

Sucy se acerco y agarro mi mentón girando mi cabeza con fuerza, viéndola directamente y dejando a la vista de todas mi labio roto. 

— ¿Lo hizo otra vez? —pregunta con enojo.

—Quito su mano y suspiro—no te preocupes.

Para mi suerte, el profesor llego, obligando a todas a hacer la reverencia y sentarnos en nuestros receptivos puestos, dejando a mis amigas preocupadas y a una Diana confundida. Quiero que esto acabe, no me he tomado los medicamentos aun y escuchar la voz del profesor explicando un tema importante, el cual no puedo lograr comprender por mi gran dolor de cabeza, le tendré que pedir ayuda a Lotte después.

Cuando se hizo la hora de almorzar, saque mi bento y botella de agua; hoy comeré dentro del aula, no quiero salir. Unas sillas fueron movidas del lugar con cuidado, poniéndolas donde me encuentro, siendo rodeadas por todas mis amigas y Diana se sentó en la que esta al frente, ignore sus miradas directas esperando que explique la situación, abrí la botella de agua y saque las pastillas del bolsillo de mi falda, para después tomarla.

—Barbara tu crema desmaquillante—pide Hannah.

—La saca de su maleta y se la entrega con un algodón—

—Ni se te ocurra—dije amenazante cerrando mi botella de agua.

Ella me ignoro levantándose de su asiento, para después agarrar mi mentón y pasar el algodón en mi mejilla izquierda, al no encontrar nada, hizo lo mismo en el otro lado, haciendo que ahogue un grito y dejando al descubierto la parte morada, quite su mano y gire bruscamente mi cabeza.

—Suspira—lo sabia, ¿puedes-

— ¡Paso lo de siempre! —la interrumpo poniendo mis manos en la cabeza— ¡El cree que soy mi madre! —cierro mis ojos con fuerza.

L— ¿Donde te golpeo esta vez? 

 —Recuesto mi espalda en la silla abriendo los ojos—rostro, abdomen y caí al suelo golpeando mi codo—se los enseño.

 A— ¿Que fue lo que te dijo?

—Carraspeo mi garganta—eres tan hermosa desde la primera vez que me enamore de ti Kiyoko—dije imitando su voz con enojo— ¿porque te niegas a lo inevitable? tu y yo estamos destinados a estar ''juntos''—hago comillas con mis dedos— ¿Acaso ya no me amas? o, ¿Quieres que te haga recordar como hacíamos el amor todas la noches? —aprieto mis puños soltando algunas lagrimas— ¡Y me beso!—golpeo la mesa un poco fuerte— ¿¡Pueden creer eso!? ¡Mi padre jamas había intentado besarme! ¡Y estaba tan tomado que lo hizo! —limpio mis lagrimas y exhalo con fuerza calmando mi respiración agitada—Kenji fue el que me ayudo, le rompió un jarrón de vidrio en la cabeza—oculto mi rostro en mis manos.

J—Se lo merece—acaricia mi espalda.

S—Que mal comienzo de año.

A—Ese hombre se esta sobrepasando de los limites, tengo miedo que llegue a...

—Lo se—la interrumpo entendiendo lo que se refiere.

L—Se levanta—Akko, mírame.

Volteo a verla y con sus manos alzo mi rostro un poco, para después juntarme maquillaje con delicadeza.

L—Once meses y podrás librarte de el, eres fuerte—sonríe y terminar de poner la base.

—Gracias Lotte.

Luego de hablar unos minutos con mis amigas, decidieron retirarse, Amanda invito a Diana a comer juntas, pero, ella se negó, queriendo quedarse conmigo, Amanda asintió y se fue, abrí mi bento esperando las preguntas de Diana; ella no sabia de este tema de mi ''vida'' y ahora que esta enterada que mi padre me maltrata y trata de abusar de mi, debe querer saber mas del tema.

— ¿Quieres probar? —extiende un pedazo... ¿que es eso?

— ¿Que es? —digo mirando confundida lo que sostiene sus palillos.

 —Quenelles—lo deja encima de mi arroz.

¿Quenelles?

—Sonríe enseñando un poco sus dientes—son pequeños rollitos de sémola de trigo, harina, huevos y leche. Se cocinan en el horno y se acompañan con una salsa de tomate o con salsa bechamel—agarra uno con sus palillos—es una comida típica de Francia.

¿Francia? Increíble, no pensé que llegara a probar algo de Francia en mi vida, tengo mucha curiosidad de descubrir su sabor.

—Gracias ¿Tu lo hiciste?

—Niega con la cabeza—no soy buena cocinando, pero, estoy aprendiendo.

—Sonrió—me alegro saberlo—empiezo a comer.

El silencio que hubo fue tranquilo, nada incomodo, estando en su compañía, tranquiliza mi mente y hace que olvide lo sucedido. Las cosas que contó Diana sobre su vida, fueron muy pocas, pero, es entendible con el poco tiempo que llevamos en conocernos. Ella vive en una casa grande, la he visto por fotos, su madre es escultora, ha vendido mucho de sus esculturas hechas a mano que se gana la vida en ese trabajo reconocido, tuvo un mínimo de tres amigas en Gran Bretaña, tiene diecisiete años y su cumpleaños es el treinta de Abril, sus dos talentos son: Tocar el piano y el arte de crear, parecido a lo de su madre. Cuando ve una roca o algo que le llame su atención, se imagina como puede convertir ese objeto o material en algo hermoso y brillante, ella dijo que:

 ''Ciertas rocas tienen un brillo especial, que atraen a ese instinto mio en querer convertirla en una figura que represente la pasión, el amor y sobre todo, la paz. Lo mas difícil, es querer transmitir esos sentimientos que deseas expresar''.

Fueron unas hermosas palabras, por mis parte le conté el único talento que tengo y he descubierto en mi vida, tal vez tenga otros que están ocultos y no han podido relucir en mi. El dibujo...muy poco consigo el tiempo requerido para dedicarme a lo que me apasiona, solo los sábados y domingos cuando siento inspiración de querer dibujar algo, lo hago sin dudar, pero, aveces mi mente esta tan casada que no me es posible terminar lo que comienzo, haciendo que me duerma en la mesa o escritorio de mi cuarto.

—Akko.

—Puedes preguntar lo que desees, lo contestare.

—Desvía la mirada—no quiero incomodarte.

—No lo harás—sonrío.

—Suspira— ¿Porque el piensa que eres tu madre?

—Tengo un parentesco grande con ella, desde que murió ha estado con ese trauma conmigo pensando que puedo llegar a hacerlo, pero, ¿reencarnada en este cuerpo? —saco una pequeña foto de mi maleta—ella es Kagari Kiyoko—extiendo la foto.

—La toma con cuidado y la observa detalladamente—

—Puedes compararla, mira—levanto mi ceja y sonrió de lado, mirándola directamente.

Diana dirigió su mirada a mi y luego la foto, haciendo lo mismo tres veces.

—Amazing...—me entrega la foto—yo también me parezco a mi madre—saca su celular y enseña una foto de su madre, para después hacer la misma pose y expresión.

Son iguales.

—La miro sorprendida—al parecer no soy la única que tiene un gran parentesco a la persona que nos trajo a esta vida—sonrió.

—Ríe—puedo hacerme una ilusión de como seré cuando tenga treinta años.

—Touche señorita—agarro el Quenelles con los palillos y le doy un mordisco.

Comenzamos a reír juntas y hablar sobre algunos datos que no sabíamos de nosotras, conociéndonos cada vez mejor, pude sentir la mirada de mi mejor amiga encima, ella creyó que no la estoy viendo, pero, es notable, su escondite no es muy bueno y me hace sentir incomoda, varias veces Diana roso su mano contra la mía, no le tome importancia y seguí con la platica.

.

.

.

Dos meses han pasado y tengo un sabor amargo que hace recordar lo que sucedió en la noche anterior cuando mi padre estuvo en el departamento, nuevamente me robo un beso exagerado y se sienten tan mal..tengo suerte que no dejo moretones en mi rostro, solo brazos y piernas, Diana se enojara y preocupara otra vez. He visto los intentos de Amanda que hace para ganar el corazón de esa chica rubia, pero, siempre es evitada, las palabras de Diana suenan incomoda y su sonrisa es cada vez mas forzosa.

Cuando esta conmigo se comporta totalmente diferente, es mas apegada, abierta, expresiva y su sonrisa es de felicidad, nada que este en contra, gracias a esas diferencias, Amanda tiene celos de mi. Mis amigas y yo tenemos una hora libre, nos encontramos sentadas en las gradas mirando como la hierva es mojada por las regaderas payasos. 

Mi mente esta cerrada a la hora de dibujar, no puedo...cada vez que tomo un lápiz y veo mi exterior, todo es completamente blanco...ni una silueta aparece en mis pensamientos, por esa razón, lo deje aun lado, tengo otras cosas que hacer, no perderé tiempo enfocarme en solucionar ese ''problema''

—Chicas, ¿se atreven a mojarse? —pregunta Diana.

—La miramos confundida—

—Pensaba que podríamos jugar algo en el campo, para no aburrirnos.

—Me parece bien, ¿Que tienes pensado Diana? —dice Amanda.

—Traje algunos jabones y podemos agarrar unas cubetas prestadas, haremos burbujas—concluye.

—Se levanta—me gusta esa idea, buscare las cubetas y las llenare de agua, Barbara, ¿Me acompañas? —dijo Hannah extiendo su mano.

—La toma—esta bien—sonríe.

Pasaron unos minutos organizando todo, no estoy con ánimos ahora mismo, pero, espero distraerme un poco, el jabón fue revuelto con el agua, con otros ingredientes incluidos, Amanda hizo las sogas con unos palos de arboles y el primer intento lo hizo ella, creando una gran burbuja y después varias chicas. Las demás quedaron asombradas y comenzaron a intentar con las otras cubetas, me quede observando con mis brazos cruzados, en el momento que soplo una suave brisa, levante mi cabeza mirando el cielo y cerrando mis ojos.

Las rizas, bromas y pisadas apresuradas de mis amigas, traen un poco de calma a mi cuerpo, abrí mis ojos al sentir una mano sobre mi hombro, baje la cabeza mirando los ojos marinos de Diana, algunas burbujas pasaron por su espalda y el viento acaricio su cabello rubio...; fue extraño... ¿Como lo explico?... por primera vez la persona que considere hermosa, se hizo mas bella ante mis ojos, es como si una... ¿luz? desprendiera de su cuerpo y todo pasara en cámara lenta, causando una temperatura cálida en mis mejillas.

— ¿Estas bien? —sonríe sujetando mis manos.

Por dios...su sonrisa es mas hermosa. 

—Esta bien...—dije atontada sin dejar de ver esos labios que forman esa maravillosa sonrisa.

— ¿Que? —dice confundida sin dejar de sonreír.

¿Que?...espera ¿Que dijo?

—Parpadeo tres veces y me alejo soltando sus manos— ¿C-cual fue tu pregunta? —pongo mi mano derecha en mi cabeza entrecerrando mis ojos.

— Are you okay? —pasa un mechón de mi cabello detrás de la oreja haciendo que la temperatura de mis mejillas aumentaran.

Su tacto...es tan cálido.

—Me doy la vuelta—s-si estoy bien—suspiro tirándome fresco con las manos.

¿Como hago que esto se quite? nunca he sentido esta sensación antes, es muy extraño, hasta da miedo.

— ¿Quieres jugar? 

—N-no—abrazo mi cuerpo—tengo los golpes aun m-marcados en mi cuerpo y no puedo moverme con facilidad.

— ¿Golpes? —pregunta en un tono de asombro y preocupación.

Ah rayos...ella no sabia, que estúpida fui, lo estaba ocultando tan bien con el abrigo, suertemente Diana fue la única que me escucho, las demás siguen jugando con las burbujas y tomándose fotos, posiblemente grabando un historial para sus Instagram.

Suspire nuevamente volteando mi cuerpo, viendo su rostro serio...pensé que vería uno preocupado o de lastima. Ella tomo mi mano con cuidado y me sentó en las gradas sin llamar la atención de mis amigas, luego saco un pequeño objeto de la maleta y me lo entrego.

— ¿Quieres jugar conmigo? —sonríe.

Es un 3DS, lo reconocí por las pestañas abiertas que deja mi hermano en el computador. Agarre la pequeña consola mirando de reojo como Diana se sienta a mi lado y saca otro igual, pero, de diferente color; nunca he utilizado un aparato de estos.

— ¿Como se usa? —digo examinando cada botón.

—Ya tienes el juego puesto, solo tendrás que encenderlo y comenzaremos a jugar.

¿Y donde se enciende?

—Hago un puchero dejando el aparato aun lado—

— ¿Que pasa?

—No se usarlo—cruzo mis brazos.

—Jaja, pareces una niña de diez años—toma la consola—you are cute—se acerca—so...—coloca el 3DS en mis manos—es fácil, te enseñare.

Nuestras manos se rosaron delicadamente...sentí un pequeño cosquilleo por mis palmas que subió hasta mis muñecas, causando que mis mejillas se vuelvan a calentar...Diana noto como mi dedo indice hizo círculos inconscientemente en la palma de su mano, al momento de querer entrelazar nuestros dedos se separo bruscamente, haciéndome volver a la realidad y sobresaltándome un poco; ¿Que estaba haciendo?

—I-iré a b-buscar algo de t-t-tomar en una de las m-maquinas e-e-expendedoras, ¡no demoro! —comienza a caminar a pasos rápidos, perdiéndose de mi vista en pocos segundos. 

Mire mi mano derecha tratando de encontrar el sentido a ese extraño cosquilleo, estuve tan concentrada en querer averiguar el porque de mi comportamiento ante Diana, que no me percate de la presencia de Amanda, hasta que agarro mi brazo con fuerza, causando un dolor ahogado por mis labios; en ese lugar esta una de mis heridas.

— ¿Como te sientes Akko? —dijo con el ceño fruncido.

—A-amanda me lastimas.

—Se separa asustada— ¡l-lo siento! ¿Estas bien?

—Sonrió débilmente arreglando mi abrigo que se cayo un poco—si, lo normal de casa—la miro.

—Hace una mueca y me mira preocupada—quisiera poder hacer algo.

—No te preocupes, las cosas se pasaran.

Eso espero.

.

.

.

2 meses después.

La primera vez que Diana me invito a salir no pude aceptarlo, por falta de dinero, le dije el motivo y su respuesta fue: Pagare todo, fui yo la que invite. Claramente no voy a dejar que eso suceda y no quiero abusar de su estado económico y para recompensar esa vez, me encuentro caminando a una plaza llamada Tokyu Plaza Ginza, es una tienda por departamentos con marcas de lujo, tiene restaurantes, tienda de ropa, hogar, etcétera. 

Lo único que estoy pensando comprar en ese lugar, es solo un café y unos dulces, no pienso gastar tanto; ni que tuviera mucho dinero. No entiendo porque Diana escogió de tantos lugares que se encuentran en japón, este en especifico tenia que ser, mi hermano no esta conmigo, se quedo jugando con la hermana de Amanda, cosa extraña, porque el siempre juega con su amiguito del apartamento de al frente.

Tengo puesto un vestido rosado de cuello cerrado de color rosa claro, las mangas son largas, transparentes y sueltas, teniendo listones ajustados a cada una de mis muñecas, el largo del vestido es unos cinco centímetros más arriba de la rodilla, dejando al descubierto mis piernas, los tacones de plataforma baja me hacen ver algo alta y el bolso que tengo cruzando en mi cuerpo, hace una bonita combinación, este conjunto resalta cada una de mis facciones femenina, incluyendo mi físico aun en desarrollo.

El maquillaje que junte en mi rostro es suave, nada extravagante, ademas, no lo necesito, me gusta como soy y agradezco tanto no tener moretones en mis piernas, brazos o rostro. En mi abdomen y cerca de la entrepierna se encuentran algunos, gracias a eso, pude usar este vestido hermoso que me costo elegir entre muchos que tengo; beneficio de tener a un padre obsesionado contigo.

Llegue al lugar donde nos toparemos, guarde mi celular y la comencé a buscar, unas manos taparon mi ojos, volviéndose todo oscuro, sonreí a mis adentros y puse mis manos sobre las suyas, al momento de quitarlas lentamente...sentí su respiración cerca de mi cuello, subiendo despacio hasta llegar a mi oreja.

—You are really beautiful Miss Kagari—susurra.

Mi corazon se acelero volviendo mi respiración pesada...mis mejillas cambiaron de color a uno rojizo intenso, mis piernas enflaquecieron y unos palpitar cálidos se apoderaron de mi pecho...me di la vuelta poniendo mis manos en su mejilla, observando por unos segundos ese hermosos ojos que tienen un brillo tan peculiar...para que después, una sonrisa se dibujara en mis labios y por impulso la abrace...como...si estuviera feliz de verla.

Sus brazos me rodearon, dándome un nuevo sentir y delirio de emociones; jamas la había abrazado, pero, en esta ocasión lo hice...mi cuerpo se movió solo y no pude controlarlo...siento, protección y seguridad, cosa, que no pueden trasmitir cualquiera persona en mi...esto se tornara mas extraño si no me separo ahora mismo, pero, su aroma es a canela, creo...que...puedo quedarme cerca de su cuerpo disfrutando ese maravilloso olor, que da tranquilidad y paz a todos mis sentidos.

—Akko.

... ¡Rayos! ¡Demore mucho en mi nube otra vez!

Me separe con cuidado ocultando mi sonrojo de vergüenza con el cabello; suerte lo tengo suelto y no amarrado.

—L-lo siento—muerdo la uña de mi dedo pulgar nerviosa.

—Toma mi mano libre—tranquila, entremos, quiero enseñarte un par de cosas que vi con mi madre.

Ahora que lo pienso...porque de todas las personas que conoce, ¿me invito a mi?, lo pensare después, disfrutare este día a su lado, tal vez descubra lo que esta sucediendo dentro de mi pecho.

Al entrar a la gran plaza, mire de reojo el conjunto de mi acompañante, consiste en una camisa manga larga blanca de botones abierta, teniendo por dentro otra camisa, pero, de color negra, sus pantalones son algo angostos y sus zapatillas combinan con todo lo que lleva puesto, trae un collar de un lobo color plata y un reloj del mismo color en su muñeca izquierda; todo eso... ¿lo compro del departamento de hombre? no me molesta si lo hizo, solo...tengo curiosidad en saberlo.

— ¿Quieres comer primero? 

—Desvió la mirada mirando un hermoso candelabro pegado al techo—esta bien.

. . .

La tarde la pasamos bien, no hubo ningún problema o algún acontecimiento inesperado. Ella me compro algunas cosas, las cuales no pedí, me negaba a absolutamente todo lo que comenzó a ofrecerme, collares, pulseras, ropa ¡Hasta un celular! de todas esos objectos, obtuve una libreta de dibujo, colores especiales, acuarelas, acepte el collar mas barato que encontré, chocolates, batidos, helados y por ultimo con mi dinero, compre un cargador nuevo para la laptop de mi hogar. Diana compro un mantel, un abrigo que no pude ver la talla, pero, se veía un poco pequeño para ella y dos chocolates calientes que no han sido abiertos, aun.

Es de noche y estamos caminando sin rumbo o eso es lo que aparenta, no tengo idea de donde esta llevándome y que viva en japón, no significa que conozca la mayoría de los lugares. Diana siguió avanzando hasta llegar a un árbol, saco el mantel de la bolsa y la puso en el suelo, abrace mi cuerpo tratando de disminuir el frió que siento, mire confundida sus actos y cuando dio dos palmadas suaves en el mantel, entendí sus motivos.

Me senté a su lado dejando mis bolsas en el tronco del árbol, Diana saco los dos chocolates calientes entregándome uno, le agradecí y comencé a beberlo tranquilamente, mientras miro las estrellas que nos regala la vida.

Un tela ligera fue depositada con delicadeza en mis hombros, mire con confusión comprobando lo que es.

—Sonrió inclinando mi cabeza— ¿Como sabias que tendría frió?

—Tu vestido es hermoso, pero, cualquier viento nocturno, puede sobrepasar los limites—ayuda a ponerme el abrigo que compro.

—Gracias—bebo de mi chocolate.

Tengo preguntas y algunas dudas de esta salida ¿Sera un buen momento para hacerlas?

—Quiero que dibujes.

Por eso la libreta, acuarelas y colores.

—No puedo—contesto con simpleza.

—Si puedes—deja su bebida dulce aun lado y saca lo que compro para mi de la bolsa.

—Diana—pongo mi mano encima de la libreta antes que la abra—no quiero intentar.

—¿Recuerdas cuando Amanda te insistió sobre inscribirte al club de arte?

—Suspiro un poco resignada mirando el cielo y sujetando mi chocolate con mis dos manos—

—Akko, quiero que vuelvan a ti, los colores que perdiste.

— ¿Para eso me invitaste a salir? —pregunto algo molesta sin verla.

—E-eso es uno de mis m-motivos, p-pero, el punto es—coloca la libreta en mis piernas con un lápiz—que veas el ojo de tu mente y trates de dibujar lo que ves y te hace ilusión.

— La miro— ¿Ojo de mi mente? —levanto una ceja.

—Asiente con su cabeza—un pintor lo describe de esa forma, en otras palabras serian...—rasca su mejilla con su dedo indice— ¿dejarte llevar por las ilustraciones que sobresalen de tu mente?

—Suspiro nuevamente volteando hacia un lado—mi mente esta en blanco—le doy un sorbo a mi chocolate.

—No toda la vida sera así—se acerca.

—Lose.

—Tal vez pueda ayudarte a recodar esos momentos bonitos que has olvidado—toma mi chocolate y lo baja lentamente hasta dejarlo en el mantel—debes dejar que tus pensamientos se despejen...

Solté la bebida dejándome guiar por su mano derecha que conduce la mía en un movimiento lento y seguro; este sentir...no es el mismo, no se como describirlo...agarre el lápiz parpadeando un par de veces, la mano de Diana se acerco a mis ojos cerrándolos con cuidado, la suave brisa del anochecer, me lleno de tranquilidad, una que, la cual, había perdido...pero, estoy segura que no es por esta brisa nocturna, si no, la presencia de la persona que se encuentra a mi lado, Diana...me hace sentir muchas cosas que desconozco, pero, quiero llegar a comprender cada pequeño detalle. 

De un momento drástico e impactante, muchas imágenes y siluetas aparecieron en mi mente como un rayo de luz, abrí mis ojos sorprendida, para después bajar la cabeza mirando la hoja en blanco y empezar a dibujar un hermoso lobo aullando a la luna, pero, cuando estuve por la mitad, todas esas siluetas, ideas e imágenes desaparecieron, volviéndose completamente borroso y unos recuerdos me golpearon fuertemente, provocando que hiciera una raya grande entre medio del dibujo sobrepasando la pagina...arruinándolo por completo. 

Mire con terror el desastre que cause y solté el lápiz de inmediato al sentir unas lagrimas bajar por mis mejillas, tape mi rostro con mis manos comenzando a llorar, unos brazos me rodearon rápidamente acogiéndome en su cálido pecho.     

— ¡N-no quiero estar con el! ¡No soy mi madre! —grite arrugando su camina con mis manos temblorosas.

—Lose...—acaricia mi cabeza.

Muchos recuerdos y sucesos pasaron por mi mente, como un tren sin control que va a máxima velocidad sin frenos, mordí varias veces mi labio inferior conteniendo esas lagrimas que salen sin parar, con mis brazos rodee su cuerpo, buscando esa seguridad que siento al estar cerca de ella...y solo bastaron unas simples palabras...para que mi respiración se fuera calmando al pasar los minutos y el llanto cesara poco a poco...; no se cuanto tiempo quede en esa posición con ella, pero, me dormí en sus brazos rodeada de ese sentir de protección ajeno.

. . .  

Cuando mi cuerpo fue levantado y puesto con cuidado en un asiento de un auto, abrí mis ojos asustada, al trata de levantarme un fuerte dolor en mi cabeza me detuvo, haciéndome retratar de mis intenciones y cerrar mis ojos otra vez. Escuche la puerta abrirse con un sonido de bolsas, nuevamente abrí mis ojos, viendo a Diana cerrar la puerta del vehículo y decirle algunas indicaciones a su chófer. Cuando trate de levantarme nuevamente fui socorrida de inmediato por Diana ayudándome a lograr sentarme en el asiento del auto. Con mi mano aun en mi cabeza y uno de mis ojos cerrados, la mire, ella me entrego una pastilla y botella de agua; ¿acaso este coche tiene primeros auxilios? ni idea.

Después de tomar el medicamento para el dolor en mi cabeza, me senté adecuadamente en el sillón, el efecto dura unos minutos, pero, pensar que este malestar se quitara, aliviada un poco mi cuerpo.

— ¿Estas bien? —se acerca.

—Si, gracias—dije sin verla sosteniendo mi cabeza.

Debo estar echa un desastre, posiblemente mi poco maquillaje se arruino, dañe esta salida con mis lloriqueos, pero, siento que me he quitado un peso de encima.

 —Akko—pone su mano en mi hombro.

Agarro mi cartera y saco paños húmedos con un espejo, comenzando a limpiar la parte derecha de mi rostro, quitando todo el rastro de maquillaje, al terminar y querer seguir con la otra parte, la mano fría de Diana me detuvo.

— ¿Que sucede? —pregunte confundida.

—Sonríe quitándome el paño húmedo, para después limpiar el otro lado de mi rostro con cuidado—

Me quede en silencio observando cada gesto de su rostro, sus movimientos se detuvieron cerca de mis labios y con delicadeza quito mi labial, observe su mirada hipnotizada y note como sus labios se abrieron un poco, quede atontada cuando los relamió, un sentimiento nuevo creció en mi...; el querer apoderarse de algo...sin importar las consecuencias. La temperatura de mis mejillas y cuerpo se hicieron presentes...subí la mirada viendo sus ojos llenos de deseo...el mismo que recorre por mis sentidos, el tiempo pareció detenerse a nuestro alrededor y solo fuéramos nosotras dos...su rostro se fue acercando lentamente al mio, cerré mis ojos inconscientemente esperando el contacto que tanto anhelo en este momento...mi pecho sube y baja con lentitud y mi corazon late con rapidez, al sentir su respiración chocar con la mía, una corriente en mi espalda me hizo estremecer, pero, unos pequeños golpes en la ventanilla nos hizo separarnos y volver a la realidad.

Mi dolor de cabeza fue disminuyendo, parpadee un par de veces recordando lo que estaba a punto de ocurrir, sentí mis orejas calientes acompañado de mi rostro, Diana se separo mirando por la ventanilla, luego abrió la puerta invitándome a salir, sin pensarlo dos veces lo hice, mire el enorme edificio que se encuentra a mi costado, dándome a entender que hemos llegado a lo que es mi ''hogar''

Suspire tratando de calmar mis nervios y mis mejillas sonrojadas, disimule arreglando mi vestido, voltee a ver a Diana notando que tiene sus mejillas del mismo tono de color que las mías. 

— ¿Quieres que te acompañe? —dice cargando las bolsas.

—N-no—sujeto las bolsas—puedo hacerlo s-sola, muchas gracias por invitarme a salir—hago una reverencia.

—Sonríe metiendo sus manos en los bolsillos—entonces...te veo en clases, duerme bien—saca sus manos y se acerca—y si sucede algo—abraza mi cuerpo—no dudes en llamarme.

—Sonrió complacida y nerviosa—

¿Que son estos sentimientos? no los entiendo...pero, si de algo estoy segura, es que no la quiero lejos de mi.

.

.

.

Un mes después.

Me encuentro en el césped debajo de un árbol con mis amigas, cada una tiene su bento y charlamos de algunos temas extraños, Lotte hizo oficial su relación con un chico llamado Frank, Barbara y Sucy fingen sus sonrisas de ''felicidad'' al enterarse sobre esa noticia, por mi parte estoy relajada, comiendo tranquilamente con Jasmika y Diana, Amanda no esta, se quedo en casa a descansar y curar su resfriado, le mande mensajes de ánimos y consejos para que la enfermedad se pase mas rápido. Su madre ha estado mejorando gracias a unos examenes del doctor y pequeños choques eléctricos en su cerebro, incluyendo también citas al psiquiatra y medicinas, todo eso lo están cotizando sus tíos.

Desde la ultima vez que salí con Diana, nos comportamos diferentes cuando estamos solas, hablamos con tanta normalidad, ella se preocupa por mi y todos los días no faltan los mensajes o llamadas antes de dormir, pero, eso solo ocurre los sábados o domingos, de lunes a viernes no puedo contestar ninguna llamada a las once de la noche.

Las chicas están comenzando a sospechar sobre nosotras, mas Amanda que ha estado viéndonos a ''escondidas''. El invierno se esta acercando y atesorare las noches frías con una taza de chocolate caliente, solo faltan dos meses, estamos en octubre treinta, tenemos dos semanas de vacaciones en diciembre.

—Akko.

¿Andrew?

—Volteo a verlo—hola—dije confundida.

¿Que hace aquí? no hemos hablado durante mucho tiempo y que aparezca repentinamente, es extraño.

— ¿Podemos hablar unos minutos?

—Esta bien.

Cerré mi bento y lo seguí quedando a una distancia algo lejos de mis amigas, cruce mis brazos y espere pacientemente a que hablara.

—Necesito un favor—se muerde los labios— ¿podrías ser mi novia por un día?

—Levanto una ceja— ¿Porque?

—Quiero darle celos a una persona que me gusta.

—Suspiro—no—comienzo a caminar donde están mis amigas.

— ¡Solo sera por un día!

—Dije que no—me siento a un lado de Diana agarrando mi bento.

— ¡Por favor! 

—No—abro mi almuerzo. 

— ¿Que sucede? —pregunta Barbara.

—Porque de todas las chicas que hay en esta institución, ¿Tuviste que fijarte en mi para ese plan de celos? —lo miro.

—Rasca su mejilla nervioso— ¿p-por que eres la persona mas cercana a mi?

—Vuelvo a suspirar—bueno, ya sabes mi respuesta—aparto el pescado del arroz—si quieres que esa persona la cual te gusta, te preste atención, es fácil, puedes decírselo y ya.

—Esta bien—infla su pecho—me gustas.

¿Que? Debe decirlo a la persona que le gusta, no a mi.

—Andrew, tienes que hacerlo con esa chica que te gusta—aclaro confundida.

— ¡Ya lo hice! 

— ¿Y que te dijo? 

—Tienes que hacerlo con esa chica que te gusta.

Espera...es lo mismo que dije, eso quiere decir que se refiere... ¿a mi?, rayos, he quedado como una estúpida. Mire a mis amigas que se encuentran en silencio viendo la situación, me sentí incomoda por la mirada enojada que tiene Diana sobre el. Suerte para mi, el receso acabo, cerré mi comida rápidamente y la metí a mi maleta, para después levantarme y caminar a pasos rápido dejando atrás a Andrew.

— ¡Espera! 

— ¡No me sigas! —grite sin verlo.

Entre a mi siguiente salón de clases, fui la primera en llegar, puse mi maleta en la ultima silla de atrás y me senté. Su plan era toda una maldita farsa, quería tenerme un día para andar besuqueandome por todos lados y así el creyó que tal vez me ¿''enamoraría''?, eso es muy tonto.

Acosté mi cabeza en la mesa de al frente; lo peor que hice fue salir corriendo, Andrew no me gusta y ojala lo hubiera aclarado en ese momento, solo me deje llevar por mis impulsos, otra vez...

—Akko, ¿estas bien?

Diana.

—Levanto mi cabeza—si.

— ¿Segura? —se sienta en la silla que se encuentra a mi derecha.

—La miro y sonrió—no te preocupes—acaricio su mejilla—sus palabras me tomaron por sorpresa.

—Sonríe—lo se, pero, le debes dar una respuesta.

—Bajo mi mano suspirando—si...es obvio que no me gusta.

— ¿Ah no? —pregunta sorprendida en un tono de ¿alivio? 

—Claro que no—sonrió con burla.

—Me alegra saberlo.

— ¿Porque?

—Nada—desvía la mirada—quiero enseñarte una canción y pensaba si podrías aprenderla—saca su celular y los auriculares.

—No canto Diana.

—Arquea una ceja—lo dices de broma ¿verdad? —extiende los auriculares.

—Lo agarro—no.

—En las llamadas que hemos tenido mientras cocinas, cantas. 

¿Que? ¿Lo hago?

—Niego con la cabeza—

—Listens.

Me puse los audífonos y comencé a escuchar la música, es lenta y animada, la letra me gusta, tienen cierto significado en la vida de una persona solitaria, pero, ¿porque quiere que me aprenda la letra? Al acabar la canción me quite los auriculares.

— ¿Que te parece?

—Es bonita, pero, porq-

— ¡Te invito a cenar! 

—Me exalto un poco— ¿q-que?

—L-lo siento—murmura nerviosa—pensaba en...que...—agacha la cabeza—como solo quedan dos meses para las vacaciones—me mira—i-invitarte a cenar a mi hogar y que pudieras quedarte a dormir, p-puedes llevar a Kenji, el tendrá una habitación aparte.

¿Un cuarto aparte? espera, ¿Dormiré con ella?

— ¿Dormiré contigo? —pregunto con un leve calor en mis mejillas.

—Se sonroja—s-si te i-incomoda—lleva su mano atrás del cuello—p-puedo darte otra de las habitaciones.

Comencé a reír por sus nervios; se ve tan hermosa y tierna.

—Tranquila—quito un mechón que cayo en su rostro—estaré encantada de acompañarte a cenar, pero—alejo mi mano— ¿tu madre nos acompañara?

 —No, ella llegara tarde esos días, tiene que hacer algunos viajes.

—Esta bien.

Las clases comenzaron como de costumbre y mi rutina es igual, la única diferencia es las ida de mi hermano al apartamento de Amanda, ha estado pasando su tiempo libre en ese lugar y hable con Amanda sobre ese dato, aunque ahora me ignora, desconozco sus razones, pero, supongo que las dirá después.

Mi padre sigue haciendo sus visitas diarias y cada vez que esta, me encierro en el cuarto de mi hermano después de llegar del trabajo y dejo que grite todo lo que quiera, esas noches la pasamos mal, Kenji no logra dormir y va cansado a la escuela, lo mismo pasa en mi caso y gracias a eso, me duermo en clases esos días.

Estoy emocionada, aun falta para esa cena y mucho, pero, conoceré la habitación de Diana por primera vez y su hogar, espero que mi hermano se comporte, ya conoció a mi amiga por medio de las llamadas y se llevan bien, creo.

.

.

.

¿Que puedo ponerme? tengo un vestido color rojo con tiras pero sin mangas, esta bordeado alrededor de la cintura de color platino, es unos centímetros mas arriba de las rodilla, casi la gran mayoría son de ese largo, por otro lado hay un vestido plateado con lentejuelas doradas, el largo llega hasta mis tobillos, incomodo para caminar, pero hermoso. Al final decidí por un vestido azul marino con encajes de flores, esta bordeado en la parte de abajo y es muy bonito para este tipo de ¿ocasiones?

Una vez lista, camine al cuarto de mi hermano, toque la puerta antes de entrar pidiendo permiso, para después abrirla y verlo luchando con una corbata, sonreí a mis adentros acercándome, lo ayude con su traje color ¿amarillo?, eso no cae para nada en una cena, pero, si el lo escogió, no le diré lo contrario.

— ¿Es bonita?

—Arreglo el cuello de su camisa—si—sonrió y busco sus zapatos.

— ¿Por ella vas mas bonita de lo normal?

—Me ruborizo un poco— t-tal vez.

— ¿Te gusta? 

—Suspiro—vasta de preguntas—tomo sus zapatos—es mejor estar listos antes que venga su chófer a recogernos.

— ¿Chófer? ¿Acaso es millonaria?

Lo ignore y termine de ayudarlo, volví a mi habitación y comencé a alistar mi ropa de dormir; ¿Que debería llevar? ¿una bata? ¿camisa de tiras? no, muy descubierto. Al final opte por una camisa de botones con rayas negras y un pantalón corto con el mismo diseño, necesito llevar mi cepillo de dientes, peinilla, toalla, mi ropa de trabajo, etcétera.

Me senté en el sillón esperando pacientemente la llegada del conductor, aun queda una hora, mi hermano salio al departamento de Amanda, dijo que quiere enseñarle su vestida a la amiga, acepte confundida con una regla ''no venir tarde'' , pasaron los minutos y me levante del sofá por unos toques en la puerta.

Al abrir, Amanda entro enseguida a mi apartamento sin permiso, la mire desconcertada por su tan repentina aparición y acción, ella se sentó en unos de los sillones de la sala sin decir absolutamente nada, saque un jugo de la nevera y agarre dos vasos, camine hacia su dirección aun confundida, acomode los vasos y serví un poco de jugo en cada uno de ellos.

—Hola Amanda... ¿Que sucede?

Entrar a mi casa sin permiso, no avisar que vendría y tener una expresión de enojo... ¿Algo hice mal? Durante este tiempo me ha estado evitando, no solamente a mi, a todas mis amigas, pensé que posiblemente sea su recelo que tiene con Diana y conmigo, pero, esto...me tomo por sorpresa.

— ¿A donde vas? —pregunta con sus brazos cruzados mirándome de reojo.

—Bueno...—me siento y agarro mi vaso—Diana me invito a cenar junto con mi hermano—le doy un sorbo.

—Levanta una ceja— ¿Porque?

¿Le tengo que decir? ¿Porque ella le interesa a donde iré? esto esta comenzando a molestarme.

—Amanda ¿Cual es el motivo de tu visita?  

—Suspira—quiero hablar sobre Diana.

— ¿Que pasa con ella?

—Sabes que aun me gusta ¿verdad?

¿Que? No tenia idea, pensé que después de toda su ignorancia y comportamiento arrogante, dejo de gustarle, pero, con lo que acaba de decir, hace que esos tipos de pensamientos en mi mente, estén mas claros y ahora, estoy interesada de forma romántica en ella, podría decirse que le robe la chica que le gusta a mi amiga.

—Entiendo tu punto, pero, no puedo separarme de Diana.

— ¿¡Porque no!? —se levanta molesta.

—Cruzo mis piernas—es mi amiga y estaría muy extraño que, de un día para otro ya no le hable.

— ¡Hazme un favor! ¡Podrías no ir a la cena y mandarme en tu lugar!

—Ella me invito hace dos meses atrás Amanda, es imposible—dejo mi vaso en la mesita.

— ¡Oh vamos! ¡No he podido acercarme por miedo a que rechace mi presencia! ¡Y esta es una oportunidad grandiosa! 

—Resoplo—Amanda, no faltare a esa ce-

— ¿¡Crees que Diana se interesaría en ti!?

— ¿Disculpa? —arqueo una ceja.

— ¡Eres una chica japonesa que tiene a un padre abusador, quien sabe si te ha cogido y no lo has dicho para que no sintamos mas lastima!—baja la voz—perder la virginidad de tus labios con tu propio ''father'' debe duro ¿no? —pone su mano derecha contra el sillón acorralándome, dejando que nuestras miradas enojadas se conecten—Diana no se fijaría en alguien que es de diferente raza, piénsalo, ella es estadounidense, yo también.

—Me levanto irritada por sus palabras—bien, has dicho suficiente Amanda—señalo la puerta—largo de mi apartamento y espero pienses en lo que causaste.

—Retrocede— ¿Te interesa?

— ¡Vasta! ¡Ahórrate tus preguntas y sal de aquí!

Amanda soltó un suspiro fuerte demostrando su enojo y frustración, para después salir de el apartamento, la seguí con la mirada hasta que salio, camine hacia el baño mirándome en el espejo, mi maquillaje se corrió un poco; nunca creí que luego de tanto tiempo en no hablar, soltara esas palabras puntiagudas y dolorosas, la persona que siempre apoyo cada una de mis decisiones, acaba de darme la espalda por...celos, no tengo la culpa que Diana no quiera pasar tiempo con ella...¿o si?, no lo se...me siento algo desanimada.

.

.

.

El chófer nos guió a la entrada de la puerta, tengo un abrigo puesto, al igual que mi hermano, el invierno ataca muy fuerte en estas épocas. Al entrar nuestros abrigos fueron quitados y puestos en un perchero, comencé a ver a mi alrededor deleitándome y sorprendiéndome con cada detalle del hogar. 

—Es grande, muy grande—dice mi hermano igual de sorprendido.

Un señora de unos... ¿cuarenta años? se acerco con una sonrisa agradable.

—Bienvenidos—hace una reverencia—siganme porfavor.

Le devolví el saludo y comenzamos a caminar detrás de ella, en las paredes se encuentran cuadros de diferentes diseños. Cuando pasamos por una habitación, observe una estantería de trofeos, después en la otra, vi algunas culturas echas de piedras con jarrones sin terminar; la decoración de esta casa es increíble, tiene una combinación de colores muy hermoso y hay cosas valiosas, da miedo querer tocar algo y romperlo por accidente, creo que me tomaría unos veinte años en pagar lo que rompí.

Sujete la mano de Kenji nerviosa, una música lenta se comenzó a escuchar y cada vez que nos acercamos se hace mas fuerte, quedamos parados frente a una puerta de madera color blanco con marcos marrones, la señora dio dos toques y se retiro haciendo una reverencia; esto es muy elegante para mi vida, jamas había tenido tanta atención y estar aquí me hace sentir ¿incomoda? por ser una casa llena de ¿lujos?, no lo se, mi corazon late muy rápido y creo que mis manos comenzaron a sudar.

La puerta fue abierta dando una vista...hermosa, el camino que conduce al comedor esta lleno de velas en vasos pequeños puestas en linea, al igual que el comedor, solté la mano de mi hermando y mire hacia un lado, viendo a Diana con un traje azul oscuro y camisa blanca, ella se acerco a pasos lentos, mi hermano comenzó a correr donde ella se encuentra, la saludo rápidamente para después tomar asiento en una de las sillas.

—Te vez hermosa—susurra con una sincera sonrisa de lado.

 —G-gracias—sonrió con timidez—también te vez hermosa.

—Gracias—levanta su mano—vamos.

Tomo su mano con delicadeza y caminamos juntas al comedor, sentí las miradas de los tres mayordomos que están en el lugar, los mire de reojo y cada uno de ellos tiene una sonrisa calmada y complacida.

Por primera vez en la vida, me siento importante, pero sigo estando incomoda al tener tanta atención. Me senté alado de mi hermano y Diana se sentó en la silla de al frente, ella miro a uno de sus sirvientes y con la cabeza les dio una ¿señal?, la música es relajante y cómoda para este momento.

— ¿Como están?

—Fijo mi vista a sus ojos—estoy bien, gracias.

—Yo también, tienes una casa enorme—extiende sus brazos.

—Ríe—gracias.

— ¿Como te encuentras? —pregunto.

—Bien, ahora que llegaste.

La mire sorprendida por su respuesta y desvié la mirada enseguida que sentí nuevamente el calor en mis mejillas. A los pocos minutos la comida fue servida, dimos las gracias y empezamos a comer entre charlas cortas y preguntas echas por Kenji.

— ¿Te gustan los videojuegos? —pregunta Diana.

—Si ¿tienes consolas? —dijo Kenji.

—Muchas, te prepare tu habitación con algunas de ellas, espero sean de tu agrado—clava su tenedor en el Nigiri.

— ¿¡Enserio!? —voltea a verme— ¿¡Cuando termine de comer puedo subir!?

—Mire a Diana y ella asintió—esta bien.

—Agarra su tenedor rápidamente—

—Pero—lo detengo—come despacio—alejo mi mano lentamente.

El primero en terminar fue Kenji, para después ser guiado a su habitación con la maleta, mire a Diana y nuestras miradas se toparon, ella desvió la mirada y siguió comiendo, sonreí con un pequeño rubor en mis mejillas, poniendo un mechón de mi cabello atrás de mi oreja.

Eres una chica japonesa que tiene a un padre abusador.

Esas palabras...me hicieron recordar lo que no quería en este preciso momento. Trague mi ultimo pedazo de comida y deje el plato que fue llevado de inmediato a la cocina, mi mirada esta pegada a la mesa y mis pensamientos son confusos...

 Perder la virginidad de tus labios con tu propio father debe duro ¿no?

—Akko—pone su mano en mi hombro.

— ¿Q-que? —la miro desconcertada.

¿Cuando llego a mi lado?

— ¿Estas bien?

—S-si—me levanto con cuidado.

— ¿Segura?

—Si—sonrió tomando su mano.

—Me mira no muy convencida de mi respuesta—esta bien, vamos a mi habitación, tengo algo que enseñarte.

Asentí con la cabeza e hice una reverencia agradeciendo ante los mayordomos y en forma de despedida, Diana cargo mi maleta aunque insistí en hacerlo yo misma, pero, no quiero causar problemas y la deje ganar, por esta vez.

Al llegar abrió la puerta dándome paso, entre mirando las luces led que están por casi toda el cuarto, son de color morado y dan un bonito ambiente, el aroma que tiene es a canela y hace un poco de frió, pero, nada que sobrepase los limites, tiene un escritorio con una computadora de mesa muy bien decorada, hay una foto que esta en su mesita de noche y un... ¿equipo de sonido? 

— ¿Que te parece? —pregunta a mis espaldas.

—Es hermoso...—volteo a verla.

—Sonríe—ten—me extiende un ¿micrófono?

—La miro confundida—

— ¿Te recuerda que te hable sobre una canción?

—Sujeto el micrófono—eso fue hace dos meses—aclaro.

—Lo se, pero ¿te la aprendiste? —pasa a mi lado.

—Si, lo hice—la sigo con la mirada— ¿que harás?

—La pondré—dice cerca del equipo de sonido—en modo Karaoke.

¿Quiere que cante al frente de ella? de tan solo imaginarlo me dan nervios, pero, podría ser una muestra de agradecimiento por todo lo que ha echo, mas la comodidad que ofreció, he practicado y escuchado mi voz, admito que lo hago bien, pero, me da vergüenza cantar al frente de alguien.

Diana puso la música, sostuve el micrófono con fuerza tratando de calmar los nervios, cuando la canción comenzó, no cante las primeras estrofas. Ella sigue mirándome esperando pacientemente a que comience, suspire derrotada y comencé.

(Comienza en el segundo 0:22)

And I know this isn't like me, I just want people to like me—cierro mis ojos—and I act like I don't care.

—Se sienta en la cama—

And I say things that I wouldn't, and I'm just part of the crowd, but I feel better now, so...—abro mis ojos y la miro—that song that I don't like, I just wanna feel normal for the night—me acerco—kissing that guy that's not my type—niego con la cabeza y sonrió—normal for the night—tomo su mano obligarla a levantarse—but I'ma keep on dancing 'till I feel okay—doy una vuelta quedando de espalda y la llevo a la parte amplia de la habitación—wanna feel normal for the night.

—Me mira confundida—

—Baila conmigo—guiño—smoke it up 'till I can't talk—pongo sus manos en mi cintura—That I just wanna go home.

—Sonríe y acerca nuestros cuerpos—

Got my glass up in the air—acaricio su pecho y después lo señalo con mi dedo indice—but I shouldn't, and I say things that I wouldn't—quito un mechón de su cabello del rostro y me separo un poco, agarrando una de sus manos y comenzando a bailar dando pequeño saltos sin soltarla—I just wanna feel normal for the night.

—Sigue mis pasos—

I just wanna feel normal for the night.

—Me doy una vuelta media quedando de espaldas nuevamente—but I'ma keep on dancing 'till I feel okay.

—Abraza mi cintura—

That song that I don't like, I just wanna feel normal for the night.

Quede en silencio con mi respiración agitada, recosté mi cabeza en su hombro y sus manos subieron lentamente acariciando mi abdomen, cerré mis ojos sonrojada al sentir el hermoso tacto de sus dedos delineando mis curva y moví mis caderas inconscientemente de forma provocadora, abrí mis ojos y con mi mano libre acaricie su mejilla.

—Akko...—susurra haciendo presión con sus manos uniendo mas nuestros cuerpos.

Mordí mis labios al estar cerca de los suyos, note su mirada deseosa sobre ellos, el calor de nuestros cuerpos y mejillas aumentaron cuando estuvimos cerca de acabar con la tensión, pero, tan pronto recupere mis cinco sentidos, sonreí traviesa y me separe para seguir con la canción.

I should go, it's getting late—doy la vuelta viéndola directamente—so keep on playing that song that I don't like, I just wanna feel normal for the night.

Acabe sonriente, ella sigue parada mirándome sorprendida y con sus mejillas ligeramente ruborizadas.

—Aclara su voz—c-como que hace un poco de calor ¿no? —desabrocha los botones de su saco.

— ¿Segura? —dejo el micrófono en la mesa mientras otra canción es reproducida.

—E-es solo un poco—se quita el saco dejándolo en su armario—cantaste hermoso, podríamos mejorar en unos detalles.

— ¿Podríamos?

—Si—se acerca—como sabes toco el piano y necesito una cantante, quiero estar sincronizada contigo a la hora de tocar, pero ¿estas de acuerdo?

—Me parece perfecto—digo complacida.

—Sonríe—gracias, ahora, quiero que subas a la cama, te voy a enseñar algo mas.

—Esta bien.

Hice lo pedido quitando mis tacones de plataforma baja, Diana saco un objeto del cajón y lo enchufo en un conector de pared cerca de su mesita de noche, luego apago las luces y bajo mas la música, dejando una suave melodía que llena el ambiente de tranquilidad. Todo se encuentra completamente oscuro, sentí un peso a mi lado suponiendo que es ella, porque ¿Quien mas estaría en la habitación? 

Una luz hermosa alumbro el techo, mire hacia arriba topandome con un montón de estrellas que son proyectadas por aquel objeto, quedo anonadada deleitándome con el hermoso panorama al frente de mis ojos, Diana tomo mi mano con delicadeza llamada mi atención.

—Es hermoso—dije sin verla entrelazando mis dedos.

—Sonríe—Akko, tengo algo importante que decirte.

—Volteo a verla— ¿que pasa?

Diana se levanto posicionándose arriba, teniendo sus manos en cada lado.

—Tal vez esto parezca un poco atrevido y lo siento mucho si eso es lo que aparenta, pero, es necesario, quiero verte a los ojos cuando lo diga...—dijo sonrojada.

—Sonrió de lado en aprobación—

Su mirada demuestra inseguridad y miedo, acaricie su mejilla transmitiendo tranquilidad y devolviendo la seguridad que perdió, fui bajando lentamente mi mano por su brazo derecho, luego, mire sus ojos esperando con paciencia sus siguientes palabras.

—Muerde sus labios—

Un beso...el que tanto anhelamos.

— ¿Quieres intentarlo otra vez?

—Asiente entendiendo mi pregunta—pero, a-antes de eso—toma mi mano y la coloca en su pecho—q-quiero d-decirte que...—aprieta un poco el agarre—me gustas—susurra.

¿Le gusto?... por eso esta cena, invitaciones a salir, su cercanía, ayuda, los regalos, como fui tan estúpida para no notar esos detalles—me doy un golpe mentalmente—era tan obvio, pero, creo que las palabras de Amanda y los problemas que tengo en mi vida me cegaron de una manera sorprendente a este tipo de cosas.

—Cuanto te vi, sentí algo completamente nuevo que, no sabia lo que era y al descubrirlo, no quería perderlo...—suspira suavemente—quiero compartir este sentimiento contigo—dice con seguridad cada palabra.

Esto es un sueño...parece sacado de un cuento de hadas, mi corazon esta feliz y palpita rápidamente demostrando esa felicidad sin contenerse.

—Si... 

— ¿Si? —pregunta insegura ocultando el anhelo en su voz.

—Sonrió ampliamente— ¡Si! 

Enrollo mis brazos dándole un fuerte abrazo, ella me correspondió de inmediato llenado de risas y alegría la habitación, compartiendo a cada momento, el amor mutuo y el palpitar de nuestros corazones. Nos separamos después de unos minutos, dejando nuestros rostros cerca; se perfectamente lo que viene y estoy emocionada. 

Nuestra respiración se combinaron a medida que nos vamos acercando, apreté sus hombros ligeramente y cuando estábamos a punto de rosar y cerrar por fin la distancia, se escucho un carraspeo de una persona dentro de la habitación.

Diana abrió sus ojos sorprendida y volteo a ver donde provino, llevándose una gran sorpresa.

— Mom!? What are you doing here!? 

—Hello, my beautiful little girl—saluda con su mano.

—Tapo mi rostro con mis dos manos—

Que vergüenza.

—Can I talk to you for a moment?

—Resopla enojada—ya regreso—dijo para después quitarse de encima y salir de la habitación con su madre.

Eso fue super incomodo...suspire, levantando mi cuerpo de la cama, camine donde se encuentra mi maleta y saque mi ropa de dormir, entre al baño con lo necesario para darme una ducha sin utilizar algo ajeno, aunque se que a Diana no le molestaría que tocara sus cosas y tengo curiosidad en saber de donde proviene ese aroma a canela, pero, sera después.

. . .

Termine de bañarme y salí con mi pijama puesta, teniendo en mi hombro la toalla, Diana aun no esta en la habitación, aproveche para guardar mis cosas en la maleta y peinar mi cabello. La puerta fue abierta dejando ver la presencia de Diana que, cuando entro cerro la puerta con seguro para que no ocurra otra interrupción.

Una sonrisa se dibujo en sus labios al verme, se acerco dándome un abrazo y disculpándose por lo sucedido con su madre, sonreí negando que no tiene nada que disculparse, ella se alejo agarrando su ropa de dormir del armario, para luego avisarme de su ducha y entrar al baño.

Deje mis cosas ordenadas y camine hacia la cama, acostando mi cuerpo con cuidado, al estar cómoda agarre la manta y me arrope hasta la cintura, admirando las estrellas aun proyectadas en el techo. Pasaron los minutos y Diana salio del baño, cerré mis ojos disfrutando de la tranquilidad y paz, la música aun sigue reproduciéndose y el pequeño frió de la habitación es acogedor.

Cuando se acomodo a mi lado, voltee mi cuerpo mirando directamente sus ojos azul marinos, ella hizo lo mismo conectando esos hermosos ojos con los rubíes míos.

—Sabes, algunas personas dicen que esto es de satanás—digo jugando los dedos de su mano.

—Si fuera el diablo la humanidad tendría salvación—sonríe con burla.

—Jaja, ¿segura? —levanto una ceja.

—No lo creo—rueda sus ojos.

—Suspiro mirando el techo— ¿Que es hacer lo correcto para ti?

Sus palabras aun recorren mi mente.

—Hacer algo que quieras sin obligación alguna.

— ¿Y si traen muchas consecuencias? 

—De ahí va dependiendo de la situación a la que te refieres—se acerca— ¿Quieres hablar de algo?

—La miro—tal vez...no se si esta bien decirlo, pero...—suspiro nuevamente—creo que le falle a mi amiga y ella también lo hizo conmigo.

— ¿Hablas de Sucy?

—Niego con la cabeza—Amanda.

— ¿Que paso? Ella casi no habla con nosotras.

—Fue a mi departamento antes de salir, creo que Kenji le menciono que vendría y vino a hablar conmigo—hago una pausa—pensé...que tal vez explicaría el porque de su ignorancia hacia nosotras, pero, quería que yo faltara a la cena y que ella viniera en mi lugar.

— ¿Porque?

—Gusta de ti y pensó que esta seria una oportunidad para estar contigo, pero, me negué y dijo un par de cosas que me cuentan procesar aun—sonrió débilmente—supongo que nuestra amistad cayo en picadillo cuando salio del departamento.

— ¿Que fue lo que te dijo?

—En resumen...—encojo mis hombros—que nunca te ibas a interesar en mi por ser japonesa y me hizo recordar el beso de mi ''Father'', recalcándolo. Luego hizo unas comparaciones de ustedes dos como estadounidense, al final...le mencione que pensara en lo que dijo y la largue de mi apartamento enojada.

—Pone su mano en el mentón—hablare con ella ¿te parece?

—Niego con la cabeza nuevamente—sera mejor darle su espacio.

—Comprendo, pero, si te llega a molestar otra vez, no dudes en decírmelo.

—Esta bien, ahora—me acomodo a su lado quedando cerca—hora de dormir.

—Ríe—aun no señorita.

— ¿Porque? ¿Estoy olvidando algo? —pregunto con burla.

—Si y es muy importante—pasa su mano por mi cintura.

—Pongo mi mano en su pecho—quiero averiguar que es...—la miro sonrojada.

Nuestras risas pequeña hicieron juego mientras miramos nuestros labios, poco a poco la sonrisa que poseemos en nuestros labios fue desapareciendo, acercándonos mutuamente con el calor invadiendo las mejillas de ambas y cuando la distancia fue cercana, la cerramos, besándonos con mucho amor, nuestros labios se mueven a un ritmo lento, sintiendo un cosquilleo en mi abdomen y una corriente en la espalda, sus manos apegaron mi cuerpo entrelazando nuestras piernas, al sentir su muslo rosar mi entrepierna, solté un pequeño gemido en el beso.

Nos separamos con la respiración agitada mirándonos mutuamente. Esa noche la pasamos entre besos, juegos y risas, también decidí visitar a mi hermano para saber como se encuentra y lo encontramos jugando aun en la consola con un batido y galletas, pero, por el camino de regreso nos topamos a su madre, hice una reverencia de inmediato saludando y disculpándome por la situación que presencio. Ella me recio con cariño y dijo que no me preocupara por ese detalle, pero, que la próxima vez cerremos la puerta, asentí avergonzada y hablamos un minutos mas, conociendo un poco de la otra.

Cuando se hicieron las doce Diana decidió que es hora de dormir, volviendo a la habitación. Por primera vez...pude descansar sin preocupaciones a mi alrededor y en los brazos que me dan un aura de protección y seguridad.

.

.

.

¡Por fin! ¡Por fin! ¡Por fin! Hace poco cumplí mis dieciocho y he mudado mis pertenencias al nuevo apartamento, también lleve las pruebas a la comisaria y mi padre tiene una orden de alejamiento, si se vuelve a acercar quedara bajo las riendas de inmediato. Gracias a la ayuda de Diana mude cada cosa que compre, aun sigo yendo al instituto, pero, solo faltan dos meses para que acabe y el frió del invierno sigue siendo relajante en ciertas partes. 

Kenji trajo a la hermana de Amanda a jugar y mis amigas están en el salón disfrutando de una taza de chocolate caliente, con pastelitos que compre en el supermercado cercano, Diana llegara en unos minutos, tuvo un retraso por una charla con su madre, nada malo. Camine al salón con mi celular en mano, al llegar lo conecte en el equipo de música que me regalo Diana y puse canciones lentas, tome asiento alado de Lotte y me uní a la charla.

L— ¿Que piensas hacer después que salgan del colegio?

H—Iré a ver a mis padres.

J—ayudare a mi madre en la pastelería. 

S—Haré experimentos en mi hogar.

—Seguiré trabajando—le doy un sorbo a mi chocolate.

B— ¿Estas segura? —me mira con preocupación—Hace un mes hiciste oficial tu relación con Diana, ella es millonaria podría ayuda-

—No quiero ser una mantenida—la interrumpo—Diana puede ayudarme en ciertas cosas, pero, no todas, me gusta ganar mi propio dinero a base de mi esfuerzo.

L—Eso es un hermoso ejemplo a seguir.

—Gracias—sonrió.

Dos golpes en la puerta interrumpieron nuestra charla, Kenji y Celia salieron de su habitación, diciendo que tiene una noticia importante que darme, les dije que esperaran unos segundos, abrí la puerta encontrándome con ¿Amanda?

—Sonrió—hola ¿Que te trae por aquí?

—Suspira—viene por mi hermana.

—Esta bien, pasa—le doy espacio—si quieres puedes quedarte a hablar un rato con nosotras.

Amanda entro mirando a Celia, cerré la puerta y le ofrecí sentarse en uno de los sillones, ella se negó diciendo que no se quedaría mucho tiempo, mire a mis amigas algo incomoda por su la expresión molesta de Amanda, otros toques interrumpieron el momento, como me encuentro cerca, abrí la puerta rápidamente, dejando ver un ramo de flores azules con rojo, sonreí nerviosa por su presencia, tome el ramo de flores, agradeciendo el detalle y la invite a pasar. Ella me dio un beso corto en los labios y miro a su alrededor, notando la mirada amenazante de Amanda y la incomodidad entre mis amigas por la presencia de la antes mencionada.

—Hi—alza su mano— ¿eso es chocolate caliente? —inhala el aroma.

—S-si, puedes servirte si deseas.

Diana asintió y se sentó con mis amigas, deje las flores en un jarrón de la cocina y volví viendo como Amanda tiene la mirada perdida. 

— ¿Estas bien? 

—Sacude su cabeza un poco y frunce el ceño—Celia nos vamos.

— ¡Espera! ¡Tenemos una noticia que decir! —dijo mi hermano.

—Cruza sus brazos—

Kenji miro a Celia nervioso, ella asiente con la cabeza abrazada de su brazo, mire extrañada la situación esperando sus palabras, pero, acaso...

— ¡Celia y yo somos novios! 

Rayos...tenia mis sospechas, pero, no creí que fuera verdad. Mire el rostro de Amanda que esta sorprendida al igual que el mio y las demás, aclare mi garganta rompiendo el silencio creado. 

—Eso es una maravillosa noti-

— ¡Claro que no! —grita Amanda.

— ¿Que pasa? —pregunto confundida por su reacción.

—No lo permitiré—dijo con un tono seco y molesto.

— ¿Porque no? —pregunta Celia. 

Ella no seria capaz...de quitarle la felicidad a su hermana ¿verdad?

—Amanda, déjalos estar juntos, los problemas que tengamos entre nosotras, no los incluye a ellos.

—Hace una sonrisa amargada— ¿tu crees que no? en esa relación no solo esta ella, tu hermano—lo señala.

—Me pongo al frente de los dos— si el decidió estar con Celia, no me interpondré, deberías hacer lo mismo, es tu hermana y ella es fel-

— ¡No me digas que hacer!  

Silencio...Celia se movió quedando aun lado de Amanda, Kenji mira la situación aterrado, mire de reojo como Diana se iba a levantar, pero, se lo negué haciendo una seña con mi mano, Amanda lo noto frunciendo mas el ceño. 

—Tranquila, podemos hablar esto y arreglar las cos-

— ¡No hablare contigo! ¡Dije que no permitiré que tu estúpido hermano se meta con mi hermana!  

— ¡No le faltes el respeto! 

¿¡Como se atreve!? 

— ¡Puedes insultarme todo lo que quieras! ¡Pero ni se te ocurra meterte con el! 

Cruce mis brazos mirándola con enojo y en una postura firme, Kenji se oculto detrás buscando protección, Diana se levanto y camino lentamente donde me encuentro, Amanda se dio la vuelta retirándose junto con Celia, no sin antes dedicarme una mirada con odio.

Suspire una vez que se fueron calmando mi enojo, Diana sujeto a Kenji que empezó a hiperventilar, salí corriendo a su habitación y busque su inhalador, cuando lo encontré volví rápidamente poniéndolo en su boca, el lo inhalo con cuidado y lo cargue caminando a los sillones.

Al llegar Lotte se ofreció a cargarlo, se lo entregue con cuidado, lagrimas salen de sus ojos, el se acurruco en su pecho y cerros los parpados, para después quitar sus lentes y limpiar sus lagrimas. Quede analizando la situación sentada en el sofá de al frente con Diana a mi lado, ella abrazo mi hombro y acaricio mi cabeza tratando de calmar los pensamientos que recorren por mi mente.

H—Ella no debió hacer eso, estoy en total desacuerdo.

S—Suspira—en verdad te tiene muchos celos. 

J— ¿Porque no hablamos con Amanda mañana?

B—Seria una buena opción.

La noche llego y mis amigas se tuvieron que ir, Kenji se durmió en el sillón, lo acomode para que no despertara incomodo, luego le puse el ventilador y busque una manta para arroparlo. Cuando termine entre a mi habitación junto con Diana.

— ¿Me dejaras hablar con ella? 

—La miro—si, es la única solución, creo.

—Junta su frente con la mía—tranquila—acaricia mi mejilla.

—Gracias.

Cerré mis ojos disfrutando de sus caricias, ella se acerco a mis labios uniéndolos en un suave y lento beso, la seguí a su ritmo sintiendo la calidez de sus brazos en mi cintura, subí mis manos abrazando su cuello y jugando con su cabello, sonreí entre medio del beso, ella lo hizo lo mismo mordiendo mi labio inferior con delicadeza, causando un fuerte sonrojo en mis mejillas; jamas había echo eso antes...

Al separarnos miramos nuestros ojos, volví a sonreír dándonos espacio a las dos; ella me hace feliz.

.

.

.

Al día siguiente.

Estoy en mi institución cambiando mis zapatos, es hora de salida y tengo que buscar a mi hermano, suspire al ver a Amanda salir, mis amigas hablaron con ella, incluyendo a Diana, pero ella no cedió. Salí teniendo todo listo encontrándome con una gran sorpresa, Kenji en mi instituto con Diana y mis amigas esperándome, a medida que me voy acercando, el hace señas con las manos, como queriendo detenerme, pero, seguí caminando confundida y sonriente de verlo.

Al llegar un hombre salio detrás del árbol, lo identifique de inmediato apretando mi maleta con fuerza; ¿Que hace aquí? el alzo un papel enseñándolo con enojo, lo leí cerrando mis ojos ''Orden de alejamiento'', volví a verlo y mi hermano se puso al frente de mi.

—Llegue al apartamento ayer y encuentro esto en mi puerta a la mañana siguiente, puedes explicarme... ¿¡Que carajos es esto!? —arruga la hoja.

—Trago fuertemente—lo que dice, puedo asegurar que lo leíste.

Cuando pensé que todo estaría tranquilo, tubo que aparecer y nuevamente mis amigas y mi pareja, están viendo un ''espectáculo'' de pelea, ayer fue Amanda, hoy mi padre, pero, debí suponerlo, el no iba a quedarse quieto al enterarse.

— ¡No me tomes de estúpido Atsuko!

Con fuerza el tomo mis mejillas con una de sus manos, solté mi maleta tratando de apartarlo.

— ¡Quiero que quites esto ahora! ¡Y recreces a casa! 

Los profesores que se encuentran afuera se comenzaron a acercar, por los gritos, Kenji lo empujo con fuerza apartándolo, puse mis manos en mi rostro sobando el dolor causado por su agarre.

—No regresaremos—dijo mi hermano.

— ¡Tu no tienes derecho a opinar!

—Kenji no te metas—susurro alejándolo de mi padre.

—Has lo que te dije—se da la vuelta.

—No lo haré.

El nos miro de reojo y apretó sus puños, dando una señal peligrosa, mi hermano se puso al frente de mi otra vez, yo lo abrace teniendo en cuenta lo que sucedería, cubriéndolo con mi cuerpo, cerré mis ojos, pero al momento de recibir el golpe, alguien me abrazo protegiéndonos a los dos, vi directamente como el puño de padre impacto contra la costilla de esa persona...alce mi mirada viendo el rostro de dolor de Diana y como aprieta sus dientes, de inmediato sus palabras en esa noche fría bajo el árbol cruzaron por mi mente. 

Yo te protegeré  

Solté a mi hermano y la abrace sosteniendo su cuerpo; mis manos tiemblan y estoy asustada. Vi de reojo a su chófer bajar rápidamente del auto, mi padre retrocedió confundido y enojado, el chófer se lanzo encima de el conteniendolo en el suelo, los profesores se acercaron y llamaron a la policía mas cercana. 

Levante el rostro de Diana soltando unas cuantas lagrimas, ella sonrió tratando de incorporarse.

—T-te lo d-dije.

—Eres una tonta.

Mis amigas se acercaron ayudándome a llevar a Diana al auto, la policía llego y me tuve que quedar para explicar los detalles, el chófer se fue con Diana, prometí ir a verla mañana por la tarde, después del trabajo y estar en comunicación, aproveche de tener el papel que trajo mi padre consigo, para enseñarlo a los oficiales. 

.

.

.

Las cosas se calmaron, no pude dormir bien esa noche pensando en lo sucedido y ahora muero de frió caminando por las veredas, estoy a punto de llegar a su hogar y tuve que tomar un bus, la amiga de mi madre cuidara a mi hermano las pocas horas que estaré por fuera. 

Cuando llegue toque el timbre siendo recibida por una de las sirvientas, salude con una reverencia y ella me invito a pasar, quite mi abrigo y un mayordomo lo puso en el perchero, para después ser guiada a su habitación donde dijeron que se encuentra.

Una vez que estuve frente a su puerta toque dos veces, como nadie respondió entre sin permiso, encontrándome a Diana dormida en su cama, suspire cerrando la puerta detrás, caminando lentamente, al estar a su lado, me senté con cuidado sin despertarla, sonreí viendo la tranquilidad de su rostro.

Saque mi celular para llamar a Kenji, pero, cuando estaba a punto de marcar el numero unos brazos me rodearon tumbando mi cuerpo a la cama, solté un pequeño grito por el susto, mirando los ojos y sonrisa divertida de Diana.

—Diana...—frunzo el ceño—no deberías moverte de esa manera, tienes que descansar.

Ella beso mis labios, para después soplar y inflar mis mejillas, la aparte sonrojada y sorprendida; eso fue extraño, pero tierno.

—Sonríe y abraza mi cuerpo escondiendo su rostro en mi cuello—te extrañe.

—Suspiro y juego con su cabello—yo también.

— ¿Sabes cuales fueron las palabras que me hicieron enamorarme de ti? —me mira.

—Levanto una ceja—no.

Yomu.

— ¿Yomu? significa leer.

—F-fue el primer día cuando me corregiste—rasca su mejilla nerviosa—puede sonar tonto, pero, fuiste la primera persona que lo hizo y tu pronunciación en ingles, me encanto.

—Sonrió—esta bien, es lindo—me levanto—recuéstate con cuidado, necesitas descansar.

Ella hace lo que pedí mirando fijamente cada movimiento de mi cuerpo. Quite mis zapatos y subí a la cama acostándome a un lado.

— ¿Te duele mucho?

—No, es por el medicamento, pero, tiene la mano pesada—comienza a reír.

—La miro molesta—

—Es gracioso.

—No.

—Esta bien—mira el techo soltando un suspiro.

Acomode mi cuerpo mas cerca subiendo mi pierna izquierda en su regazo, ella volteo a verme nuevamente, tome su mano aprisionándola contra mi pecho; después de todo lo que pase...la vida me recompenso con tan bella persona.

—Gracias por protegerme.

—Sonríe—lo haré siempre.

—Cierro mis ojos—

La tranquilidad y el silencio de la habitación, trae paz y seguridad en ambas, no quiero separarme, me quedaría en esta posición todo el día si fuera posible.  

—Akko.

—Abro mi ojos—

—Quita un mechón de mi cabello del resto—I love you.

—Sonrió—love you too—dije con un pequeño calor en mis mejillas, escuchando el latir de nuestros corazones.

Gracias por todo.

---------------------------------------------

💙Amor de colegio

Fin.

UFFFFFF

¡Guao!

Esto fue muy largo, pero, por fin acabe.

Demore mucho en escribir este One shot, por razones de que...estuve enferma.jpg, tenía fiebre y la pase mal tres días agonizando en mi cama pensando que tenía el coronavirus :'c, ya iba a escribir mi testamento, pero, I'm alive,  así que... ¡Que no cunda el pánico!

(Cuídense de ese virus, en verdad es peligroso) 

🍁Ideas eliminadas🍁

1- Diana iba a salir con un chico después de tener su primer beso con Akko.

2- Las dos iban a caminar bajo la lluvia con un paraguas, para hablar sobre ese tema (el beso).

3- Akko aceptaría ser la novia de Andrew cuando se lo propuso, para darle celos a la ''chica que le gusta'', pero, Andrew se declararía en la cafetería saliendo a la luz sus sentimientos, (pero como en ese instituto no hay cafetería, bueno a la basura v:)

4- Andrew le da una rosa a Akko disculpándose por lo sucedido en la cafetería (fantasma)

5- Akko acompañaría a Diana a su lugar de inspiración, donde sucedería el primer beso y la declaración.

6- Ocurriría un suicidio en el instituto.

7- Amanda y sus amigas le dicen a Akko las razones por la cual no tiene pareja, creando una escena algo graciosa.

8- Se crearían rumores de amoríos y novios de Akko en el colegio, haciendo que el padre vaya a averiguar si eso era verdad.

9- Amanda golpearía a Akko en su nuevo apartamento.

10- La madre de Diana iba a tener un papel de sobresaliente y muy estricta.

11- Amanda superaría a Diana, pero (quise meterle mas drama)

12- Diana le contaría la razón por la cual no se lleva bien con Andrew y lo que sucedió en su antiguo colegio.

13- Lemon xd

🍁Datos🍁

1- La razón por la cual Akko demoro en enamorarse y no fue un amor a primera vista como Diana, fue porque según ''Internet'', las parejas románticas en japón duran años de amistad hasta llegar a un romance, pero, como esto es una historia, lo acorte obviamente.

2- Akko se incomodo por las miradas fijas de Diana, por razones que los japones, considera que ver a alguien fijamente, se considera grosero.

3- Lo que mas me tomo tiempo, fue hacer el horario de Akko haciendo una comparación del mi horario, tachando y borrando muchas cosas de mi cuaderno.

4- Tuve que averiguar sobre la vestimenta de los uniformes japoneses, invierno y verano y en que mes se hacían los cambios, mas otras cosas, como los zapatos que se cambian antes de entrar a la institución, las maquinas expendedoras, el transporte publico, el tren, bus, vehículos, etcétera.

5- El final casi lo enredo, no sabia si poner lo sucedido con Amanda antes y poner primero el problema con el padre en el colegio, al final, quedo como leyeron.

6- Los malos de esta historia, fueron Amanda y el padre de Akko, iba a incluir a Andrew y la madre de Diana.

7- El vestido de Akko para la cena iba a hacer rojo y no azul, aquí les mostrare las vestimenta de la cena y de la salida.

(Cena)

(Salida)

(Fue una pelea interna para elegir los vestidos , ya que habían muchos bonitos)

8- La parte que mas me emociono en escribir, fue la cena.

9- Hubieron varias escenas que no puse en la historia.

-----------------------------------

Siguiente One shot sera: Mundo Zombie, otra historia paralela.

One shot 20 (Mundo Zombie)

Un día Amanda y Diana iban de compra en el centro comercial, toda su vida estuvieron matando Zombie, así que no tenían preocupaciones por nada, hasta que dos chicas se cruzan en su camino. ¿Podrán llegar a la frontera? Esta historia tratare que sea mas de comedia (no prometo nada, soy mala con este tipo de genero y obviamente habrá amor)

Y como siempre, muchas gracias por sus votos y comentarios, espero que les haya gustado y sacado una sonrisa, nos leemos, hasta la proxima, bye bye.

Aquí les comparto unos memes xd

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro