Unicamente Mio
Ya no lo podia soportar, desde que se había separado de Gulf para poder hacer sus carreras individuales, vivía en una constante incertidumbre, sus celos siempre le andaban jugando una mala pasada, por eso es que en esos momentos estaba en una pequeña ruptura con el que hasta hace dos meses había sido su adorado novio, el pelinegro se había cansado y le había dicho que no era sano lo que tenían, que debian dejarlo por el bien de ambos.
Pero en ese tiempo que habian estado separados, no había dejado de observarlo, y no entendía como él podia darle vuelta a la página y estar feliz hablando con otros chicos, haciendo eventos y grabando con sus otros compañeros, tal como ahora podia verlo despedirse de Kao, con el cual había tenido un live esa mañana, habian estado otras personas, pero el único que estuvo pagado a él había sido precisamente ese estupido que era el principal causante de que sus celos salieran a la luz, no le importaba que le hubiesen repetido infinitas veces que no había nada entre ellos que este estaba saliendo con Up, el cual en esos momentos estaba a tan solo unos metros de distancia esperando.
—Bueno Gulf, me despido, nos vemos mas tarde... Pasare por ti para ir a cenar con los chicos— le dijo Kao a su chico, porque si el todavía era suyo, no importaba lo que este dijera al respecto.
—Si esta bien, estaré listo para cuando ustedes lleguen— le sonrió al otro cosa que a su observador hizo que le hirviera la sangre, no podia regalarle sus sonrisas a nadie más que no fuera él.
Aun podia recordar cuando estas eran solo dirigidas hacia su persona, pero sacudió la cabeza, no era momento de estar pensando en lo que había sido, debía enfocarse para que las cosas volvieran a ser iguales entre ellos, todo cambiaria ese dia, asi que espero que pasara por su lado para actuar, lo agarro por el brazo y vio como sus ojos se abrieron de sorpresa como cada vez que se encontraban luego de su ruptura, el pelinegro bajo la cabeza y se aferro al bolso que llevaba en sus manos.
Lo abrazo pegándolo a su cuerpo, impregnandose de su olor, ese que había extrañado en ese par de meses que no lo había tenido consigo, estaba perdiendo toda la cordura que había logrado reunir, Gulf se despego un poco de su cuerpo y lo miro por primera vez a los ojos con su labio temblandole.
—Phi Mew...
—No— gruño el castaño —Ya estoy arto Bii, no quiero que me vuelvas a decir de esa manera...
Ese apodo hizo que en los ojos del pelinegro se formara una fina capa humedad, tenia tiempo que no lo escuchaba, mucho menos con esa profunda y ronca voz que siempre había hecho que sus piernas temblaran, pero no pudo encontrar su voz para decirle algo, solo sintió como era levantado del suelo y era llevado hacia su condominio sin derecho a protestar.
Para cuando se quiso dar cuenta, ya habian ingresado y Mew lo tenia sobre la mesa del comedor, podia sentir el olor del castaño mezclándose con el suyo propio, había extrañado ese olor tan masculino y picante, de verdad lo había extrañado pero no podia dar su brazo a torcer, había tomado la decisión de separarse por una razón.
—No... No puedes estar aqui...— su voz fue apenas un susurro.
Lo tenia atrapado contra su propia mesa de comedor, sus fuertes brazos impidiendo cualquier salida, sus ojos, por dios, sus ojos parecían que le quemaban con la mirada que le estaban dando, su respiración se volvio irregular y su corazon palpitaba sin parar.
—Eso no es lo que decias hace dos meses, antes te encantaba que estuviera aqui— le susurro al oido.
Gulf abrió la boca, nervioso y sorprendido, sus ojos ya estaban húmedos y un inevitable sonrojo se extendía por sus mejillas —Phi Mew...
—¡Para ya! ¡Deja de llamarme así!— hablo molesto haciendo que toda replica que fuera a salir de sus labios se quedara solo en sus pensamientos.
—Pero...
—Sabes muy bien como me gusta que me digas cuando estamos los dos solos— le susurro nuevamente —¿Lo has olvidado?
—¡No!, pero...
—¡Pero nada!, desde que me dejaste solo me llamas asi... No quiero oir que me vuelvas a llamar de esa forma...
Se acerco a su rostro dejando que su aliento rozará sus mejillas, estaba mirándolo directamente, sus frentes estaban pegadas, solo se escuchaban sus respiraciones en todo el departamento, sus labios comenzaban a hormiguearle a la espera de algo, con sus manos lo tomo de la cintura, haciendo que el pelinegro ahogara un gemido, mientras apretaba con sus manos el borde de la mesa.
—Boo— murmuro muy cerca de su boca — Boo... asi es como me llamabas— para finalmente unir sus labios en un beso apasionado.
Haciendo que Gulf se derritiera sintiendo esos labios contra los suyos propios, no sabia cuanto tiempo había estado anhelando estar de esa manera nuevamente, cuantas noches había soñado con tenerlo nuevamente entre sus brazos, gimiendo en la oscuridad mientras se complacía a si mismo, anhelaba algo mas que sus propias manos sobre su cuerpo, pero no de esa manera, no lo quería asi.
Su Mew se había vuelto un adicto en los últimos meses de su relación, lo deseaba, deseaba todo de él, no se permitía tener solo una parte, lo quería al completo, por eso habian tenido muchas discusiones, se ponía celoso si apenas hablaba o tocaba a algun compañero de trabajo sabiendo que ambos vivian de eso, eran actores, tenían que convivir con otras personas, debian actuar, no podían seguir de esa manera.
El castaño se despegó para ver a los ojos a Gulf, allí con sus labios entreabiertos, sus mejillas completamente rojas se veía tan apetecible, lo adoraba, lo necesitaba, lo añoraba y por supuesto lo amaba como a nada en esa vida.
—Phi Me....
—¡No!
Dijo rápidamente antes de que esté pudiera decir algo, acallando cualquier réplica con sus propios labios en un beso violento en el cuál demostraba a quien le pertenecía, muchas veces lo había sorprendido de esa manera, cuando quería silenciarlo solo tenía que agarrarlo de la cintura para comenzar a besarlo, solo que esta vez era más violento que aquellas veces, Gulf jadeo permitiendo que su ex introdujera su lengua saboreandolo por completo entrando en un completo frenesí con sus lenguas.
El beso se hizo más intenso, más caliente, más profundo, con su lengua saboreando todos los rincones que lograba alcanzar, gruñendo con satisfacción cuando él pelinegro comenzó a gemir y enrrollo sus piernas fuertemente a su cintura, estaban teniendo sexo solo usando sus lenguas.
Cuando Gulf se dio cuenta de lo que estaba haciendo intento separarse, tenía los ojos húmedos, los labios hinchados y rojos, estaba temblando de excitación, era incapaz de moverse o romper el contacto visiual de su opresor.
—Detente Phi Mew....
—¡No!
Volvió a decir ahora dirigiendo su ataque al blanco cuello del pelinegro, besándolo, usando sus dientes y lengua dejando marcas a su paso, no le importaba que al día siguiente el chico tuviera trabajo y tuvieran que taparlas con maquillaje, quería demostrarle a quien le pertenecía, conocía de memoria en donde estaban los puntos que lo hacian delirar de placer, no se iba a detener en su cometido, ese día le demostraría que haber roto con él había sido un error.
—No dejare de hacer esto hasta que me llames como acostumbrabas hacerlo... Entiéndelo bien... yo soy tu Boo y tú eres mi Bii.
Con eso sus manos se movieron por primera vez de dónde las tenia puesta para tomarlo de la cintura, recorriendo su espalda, sus costados, llegando al inicio de sus nalgas en donde le dio un buen apretón, haciendo que Gulf tratara de separarse de él nuevamente.
—Por fa..vor... Phi Mew... Tú y yo... Ya no somos....
Esas últimas palabras hicieron que la irá que hasta ahora había estado conteniendo el castaño explotara, lo tomo de las muñecas y lo apreso hacia la parte de atrás de la mesa, el pelinegro se le quedó observando con ojos asustados y llenos de lágrimas, por primera vez no sabía que hacer, Mew estaba actuando como un loco.
—Phi Mew...
—Ese es el maldito problema Gulf— grito molesto.
—No entiendo...
—¿Has pensado en como me siento desde que me dejaste? ¿Cómo me siento cuando dejas que otros te toquen? Se que me vas a decir que es trabajo y que yo también lo hago... Pero me enferma ver cómo otro toca lo que es mío...¿Sabes cuántas veces he querido ir a dónde estás y dejarles claro a quien perteneces? ¿Lo sabes?.... Yo no puedo vivir sabiendo que te perdí, TE AMO maldita sea.
Mew estaba gritando para ese momento, estaba dejando salir todas las frustraciones que había estado conteniendo desde que el pelinegro lo había dejado y Gulf dio gracias que su condominio fuera insonorizado, porque sino todos sus vecinos ya se hubiesen enterado de lo que sucedía allí dentro.
—¿Te olvidaste tan rápido de mi?, ¿No te mostré lo suficiente cuánto te amo? ¿O fue que no te hice el amor lo suficiente para que supieras todo lo que provocas en mi?
Una vez más Gulf intento liberarse del fuerte agarre al que estaba sometido, ¿Que podía decirle?, Claro que sabía que lo amaba, pero las circunstancias no eran las idóneas para su relación, Mew tenía miedo de que lo dejara y por eso lo celaba a cada rato, el no poder hacer público lo que tenían hizo que todo lo bonito que habían vivido se fuera deteriorando, la presión pudo más que él y por eso tomo la decisión de separarse.
—¿Acaso ya me conseguiste un reemplazo?, ¿Es Kao?, ¿Brigth?, ¿Krist?... ¿Quién?— el castaño estaba fuera de si.
Esas preguntas solo lograron que las mejillas de Gulf se encendieran de la rabia, todos los nombrados solo eran sus compañeros de trabajo, su estómago se sentía pesado el tan solo pensar salir con alguno de ellos, no los veía de esa manera, el único hombre que había llamado su atención lo tenía en frente de él, antes solo había salido con mujeres, ¿Cómo podía decirle esas cosas?, Se estaba comportando como todo un energúmeno.
—¿Cómo puedes pensar eso? Yo no estoy con nadie, ellos son solo mis compañeros de trabajo... Pero tampoco puedo volver contigo, no quiero esto, no quiero vivir en la sosobra de estar cuidando mis movimientos por miedo a que te molestes, no puedo seguir así....
Y antes de que pudiera decir algo más Mew lo había soltado, solo para romper la botones de la camisa que llevaba y sumergirse en su torso dándole lenguetazos a sus pezones queriendo excitarlo; el pelinegro abrió los ojos de la sorpresa, por puro acto reflejo arqueo su espalda dándole más acceso al hombre que tenía frente a él, este no perdió tiempo y de sus pechos se dirigió hacia su cuello en donde dejó nuevas marcas, su boca mordía, lamía y chupaba esa blanca piel que siempre se le había negado, no había ningún espacio entre sus cuerpos tanto así que podían sentir la erección del otro al frotarse sobre los pantalones.
—Por favor Phi Mew, debemos detenernos... No podemos...— lo tomo de las manos tratando de separarlo.
—Deja de resistirte, yo sé que tu también lo quieres— retiro su boca de su piel, estaba tomando todo de si para contenerse, sentía que en cualquier momento iba a estallar dentro de sus pantalones.
Las protestas de Gulf se hicieron cada vez más débiles, ya no podía resistirse a lo inevitable, el también lo quería, así que sin más se dejó quitarse los pantalones, Mew estaba recorriendo cada centímetro de su piel como si lo tocara por primera vez, reconociendo cada parte con renovado deleite, casi había olvidado lo sueve que era para ser un hombre, su olor, ese olor que siempre lo volvía loco y que solo le pertenecía a Gulf.
—Mew— gimió el pelinegro dándole acceso a su cuello para luego sentir como sus labios eran tomados nuevamente en un beso intenso, su lengua había vuelto a recorrer cada recoveco sin ningún tipo de contemplación, sin dejar de besarlo el castaño comenzó a bajar las manos hasta el trasero del chico para comenzar a masajearlo por encima de su ropa interior, ganándose un nuevo gemido de satisfacción, sus labios se separaron, con sus lenguas aún tocándose dejando un hilo de saliva que recorría la comisura de sus bocas, imagen que los estaba excitando a ambos y no sabían por cuánto tiempo más aguantarían.
El juego previo se estaba haciendo cada vez más intenso, Mew había bajado un poco a la brusquedad con la que lo había tocado, para comenzar a depositar besos inocentes sobre el cuello de Gulf , esos que sabía que tanto le gustaban, para luego seguir su camino por su torso delineando cada músculo con su lengua.
—¡Ah!— gimió el pelinegro al sentir como el otro tomaba uno de sus pezones entre sus dientes, estaba demasiado sumido en su placer que no se dio cuenta cuando el castaño comenzó acariciar su erección sobre sus boxer, ya no podía negar lo excitado que estaba con la situación, así que solo hecho la cabeza hacia atrás y se dejó llevar jadeando y gimiendo por todo lo que estaba sintiendo.
—Ah Boo— por fin lo dijo, lo llamo como siempre lo había hecho en la intimidad, abrio los ojos dándose cuenta de lo que había dicho, pero no hubo tiempo de arrepentirse porque inmediatamente sintió como Mew tomaba su pene entre sus manos y comenzaba a masturbarlo.
—Ah Dios... No puedo más...
Mew solo soltó una carcajada sin dejar de hacer su labor, más bien con su mano busco en el bolsillo de sus pantalones y saco un tubo de lubricante que dejó sobre la mesa para luego proceder a quitarle por completo la ropa interior, dejándolo como dios lo trajo al mundo frente a sus ojos, se bebió esa imagen como un hombre sediento en el desierto, verlo allí con las mejillas rojas jadeando de placer, no podía creer los sensual que se veía.
Así que sin más se lanzó nuevamente a tomar sus labios en un nuevo beso apasionado mientras tomaba un poco de lubricante y se lo colocaba en sus dedos, era momento de empezar con la preparación y para horror de Gulf no pudo dejar de pensar en lo mucho que había extrañado estar de esa forma con Mew.
La preparación fue rápida ambos estaban cegados por el deseo, se daban besos apasionados, se tocaban todo lo que sus manos alcanzaban, Gulf ya se había desecho de la camisa del contrario, susurrando sus apodos entre jadeos, no se dieron cuenta ni siquiera en qué momento Mew quedó en las mismas condiciones que el pelinegro; Gulf solo bajo la mirada y vio la caliente erección, que hace algunos meses no veía y había extrañado, no recordaba lo grande y dura que se sentía dentro de él, situación que hacia que su moviera incómodo sobre la mesa.
—Boo...—jadeo Gulf al sentir la punta de la erección en su entrada que ya estaba lista para recibirlo.
—Eres mío, no lo olvides— le susurro en el oído —Eres completamente mío— y en un movimiento brusco termino de introducirse por completo en su cavidad con una sola palabra repitiéndose dentro de su cabeza, mío, solo mío, únicamente mío.
El era un controlador y un celoso, por supuesto que lo sabia, pero con mucho gusto lo aceptaría si eso significaba estar de esa manera todos los días, no iba a dejar que se volvierá a separar de él.
—Tan apretado como siempre, tal como me gusta— jadeo comenzando a moverse, siempre había sido así, apretandolo, tomándolo por completo, estaba ansioso empujando sus caderas para encontrarse con sus embestidas, jadeando mientras enterraba sus dedos en sus hombros, sus paredes se aferraban a él con fuerza, sentía que podía correrse en cualquier momento.
Se inclino para lamer su labio inferior antes de empujar nuevamente con renovadas fuerzas, apuntaba todas sus embestidas a un solo lugar, Gulf solo se estremeció en sus brazos sorprendido, haciendo que él se riera entre dientes.
—¿Creías que me iba a olvidar de ese lugar dentro de ti?— el pelinegro no contesto solo se dejó hacer.
Así que empujó sus caderas gruñendo de satisfacción al saberse dentro de su hombre, lo agarro de las piernas e hizo que las envolviera alrededor de su cintura, él no se había equivocado su Gulf quería ese encuentro tanto como él, apretó los dientes, el sudor ya empezaba a recorrer su frente mientras seguía embistiendolo con todo lo que tenia, se hundió con más fuerza dentro de su interior, haciendo que la mesa se moviera de su lugar, podía recordar hacer eso en otras ocasiones en ese mismo departamento.
Para ese entonces la mente de Gulf solo estaba llena de Mew, de lo bueno que se sentía tenerlo nuevamente en su interior, de sus manos recorriendo su cuerpo, de su voz jadeante cerca de su oido, el placer era enorme, su piel rozándose con la de él, sus embestidas llevándolos al paraíso, estaba completamente perdido en la lujuria.
Mew aprovecho ese instante para levantarlo de la mesa y recostarlo contra la pared, sosteniendo todo el peso del pelinegro que solo había gemido al sentir el frío recorriendo su espalda, en esa posición el castaño podía penetrarlo más profundamente que antes, lo cual hacia que los gemidos fueran en aumento.
Empujó duro y desesperado dentro de él, sintiendo como sus piernas comenzaban a aflojarse alredor de su cintura, cosa que hizo que regresarán a la posición inicial sobre la mesa sin dejar de golpear ese punto especial que lo hacía delirar, su chico estaba cerca, no podía soportarlo más.
—¡Boo!
Este solo lo miro de reojo —Oh no amor... Esto todavía no se va acabar — se inclino para susurrarle —¿Te acuerdas de nuestro juego?.... No te vas a correr hasta que yo lo diga— le lamió el lóbulo de la oreja.
—Pero... Ya no aguanto — cosa que a Mew no le importo mientras tomaba impulso y lo embestía más fuerte, las gotas de sudor comenzaban a rodar entre ellos, ahogandolos en su mundo de placer.
—Después de que esto termine, yo voy a ser el único hombre de tu vida, así que cuando Kao venga a buscarte le dirás amablemente que no puedes salir con él o con quien sea que te vayas a ver más tarde, te quiero solo para mí esta noche, quiero demostraré quien es el hombre de tu vida— empujó con más fuerza haciéndole ver su punto.
—Pero...
—Pero nada... A partir de este momento tu y yo hemos vuelto y no quiero un no como respuesta— lo volvió a embestir fuertemente.
—Ah no Mew no tan duro— jadeo Gulf agarrándose fuertemente a los brazos del castaño.
—No gastes tu saliva, yo sé muy bien que es lo que te gusta— se salió por completo hasta que lo único que quedó en su interior fue la punta de su pene, para luego volver adentrarse de una sola estocada, haciendo que Gulf gritara y se arqueara apretandolo de una manera placentera en su interior.
—Dilo, di que regresaras conmigo..
—Yo... Yo lo haré... Regresaré contigo — se rindió finalmente.
Esas palabras fueron recompensadas con un beso caliente, para comenzar a moverse de nuevo a un ritmo frenético, martillando en su interior justamente en el punto donde estaba su próstata, siendo el golpeteo de piel contra piel lo único que se escuchaba en el departamento, aparte de sus gemidos y gruñidos.
Dando una imagen de pieles sudorosas y labios pegados dándose besos salvajes, en donde demostraban a quien pertenecían, Mew tomo la erección contraria comenzando a masturbarlo al ritmo de sus embistes para luego con voz jadeante decir:
—Dejate ir, déjate ir comigo mi Bii...
Y con una última embestida se enterró en su interior descargando todo el semen que había guardado el tiempo que habían estando separados, él al sentirlo tuvo uno de los orgasmos más fuertes de toda su vida.
—Boo— gimió dejando caer su cabeza hacia atrás con los ojos en
blanco y la boca abierta buscando aire...
Unas horas más tardes un pelinegro ajeno a todo lo que había sucedido dentro de esas cuatro paredes tocaba el timbre del apartamento para buscar a su amigo e ir a cenar como habían quedado, solo para ser recibido por un Gulf con los labios hinchados y un sweater cuello tortuga diciéndole:
—Lo siento Kao, pero a la final no podré ir con ustedes, lamento mucho no haberte llamado para avisarte, discúlpate con Up de mi parte— para inmediatamente la puerta ser cerrada en su cara dejándolo completamente desconcertado.
Pero se alejo rápidamente cuando escucho un gemido que venia desde el interior, haciendo que una sonrisa adornara sus labios sabiendo muy bien lo que estaba pasando, él no era tonto sabia que su compañero de trabajo estaba con Mew y que habían estado separados, ese era un secreto a voces en su medio, pero al parecer ya todo se había arreglado, Up estaría feliz cuando le contara, pues esa salida que se habían inventado solo lo habían hecho para distraerlo,pero al final no hizo falta e iba a tener tiempo de estar a solas con su propio chico.
Bien ese fue el one shot Mewgulf que tenía listo espero que les hasta gustado, puede que suba otros en lo que resta de mes, todo dependerá de si tengo tiempo de escribir porque ideas hay🤭🤭
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