✴ Mi Tesoro
Un día más, un día más en el que llegaba a casa y su hermano mayor no estaba en casa
Suspiro con tristeza y fue directo a su cuarto para dejar su mochila, segundos después entro al antiguo cuarto de su hermano y se acostó en su cama, aún conservaba un poco de su loción, el mismo se encargaba de rociar el cuarto con aquella fragancia
Cómo dejo la puerta abierta su padre entro en el cuarto y se sentó al lado de su hijo
-Lo que hizo no fue justo- apenas susurro Leonardo con la voz rota, cumpla del llanto silencioso en el que se encontraba momentos después de haber puesto su cabeza en la almohada
-Lo se hijo mío, tu madre tuvo sus razones para hacerlo- lo consoló poniendo una mano sobre su hombro
-Todos sabemos sus razones, ella es la única que no acepto la realidad-
-No es fácil para ella Leonardo, tu madre sabes bien que tan apegada está a la religión, y lo que pasó es muy duro para ella-
-Pero no para ti padre- quedó sentado para poder ver de frente a Splinter
-Claro que sí, quizá tú hermano y tú solo sean hermanastros, pero los criamos como hermanos, ustedes son mis hijos y fue difícil para mí hacerme a la idea de lo que pasaba, pero para tu madre es aún más difícil-
Soltando un pesado suspiro Leo giro su rostro hacia la pared viendo un póster de la banda favorita de su hermano mayor -Lo sé, pero no tenía derecho a mandarlo al otro lado del mundo- estaba por volver a llorar cuando su padre lo abrazo con fuerza dándole el apoyo que necesitaba
-Ya no llores hijo, es tu cumpleaños, salgamos a divertirnos tú y yo, qué dices?- el menor asintió y se levantó para seguir a su padre al auto
Salieron de casa y Leo sonrió más cuando se dio cuenta que se dirigían a la playa, uno de los muchos lugares favoritos del menor
Se sentaron en la arena y cerro sus ojos cuando el viento golpeo su rostro, era verdad, extrañaba con el alma a Raphael, y creyó que alucinaba pues había logrado percibir con gran fuerza la colonia que este usaba
-Gracias por traerme padre-
-No agradezcas hijo mío, como padre solo quiero verte feliz, a ambos-
-Y yo agradezco eso padre- aquella voz hizo que Leo abriera los ojos de golpe y volteara solo para empezar a llorar con alegría pura
-¡Raphael!- se levantó rápido y se lanzo a los brazos del mayor quien lo recibió en un apretado abrazo llorando de igual forma. Habían sido cinco largos años lejos del amor de su vida, claro que no se querían separar
Escondieron su rostro entre el hombro y cuello contrario, Leonardo era tan ligero que Raphael no tuvo problemas en levantarlo y cargarlo haciendo que las piernas del menor rodearan su cintura quedando como un koala aferrado a su árbol favorito
-Te extrañe tanto- pronuncio entre sollozos el menor
-Igual yo, no hubo dio que no pensara en ti, eras mi cordura en ese lugar- aflojaron un poco su agarre para poder besarse, suspiraron con gusto cuando sus labios se tocaron por fin después de tanto tiempo
Se besaron con paciencia, eso era una tortura, pero querían hacerlo con calma, era un premio estar juntos otra vez
Al cortar el beso juntaron sus frentes y se sonrieron, con cuidado el mayor dejo que su pareja tocara la arena con sus pies, pero no quito sus manos de sus caderas, era verdad que no lo iba a dejar alejarse mucho ahora
Splinter estaba conmovido por aquella escena llena de un sentimiento tan puro y genuino, cuando se entero de la relación que tenían sus hijos le costo creerlo, pero ahora no tenia más dudas, su amor esa sincero y más que correspondido
Se acerco a ellos y abrazo al de ojos verdes, estaba feliz de verlo -Es bueno verte hijo mío-
-Digo lo mismo padre, también te extrañe, y te agradezco por lo que hiciste, mama se pondrá muy molesta cuando se entere-
-Espera, papa tu sabias que Rapha llegaba hoy?-
-Pero claro, haberte traído no fue coincidencia Leonardo- le sonrió a su hijo y le acaricio la cabeza
-Padre- dio un paso al frente Raphael -En la llamada me dijiste que tenia tu consentimiento, significa que-
-Si Raphael, puedes hacerlo, también por eso quise traerlos aquí-
-Siento que me he perdido media vida, que se traen?- observó curioso a su padre y a su pareja
Soltando todo el aire que pudo el pelirrojo tomo ambas manos del de ojos azules y lo miro a los ojos estando lleno de amor
-Leo sabes mejor que nadie que lo de nosotros es genial, nos han ocurrido tantas cosas que yo se que estoy tomando la decisión correcta, déjame estar a tu lado toda la vida- se arrodillo y saco una caja de terciopelo morado
El menor se llevo las manos a la boca para ahogar un grito, ¡¿Esto estaba pasando en verdad?! ¡¡El amor de su vida, su media naranja le estaba proponiendo matrimonio el día de su cumpleaños!!
-Leonardo, ¿Quieres ser mi esposo?- abrió la cajita dejando ver un anillo con un diamante, las lágrimas no tardaron en salir de sus ojos y su garganta se cerró, ya no pudo pronunciar alguna palabra, a si que se limito a asentir con la cabeza
-S-S-Si... Si Rapha..-
El contrario sonrió aun más grande y tomo el anillo para ponerlo con un cuidado extremo en el dedo anular de su ahora prometido y lo beso con desespero siendo correspondido
Al separarse el de ojos verdes le susurro su frase favorita, aquella que le prometió decirle cuando se volvieran a ver
-Eres mi tesoro, el más grande que tengo~-
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