✴ Hermanito
Nunca lograron comprender del todo el porque su padre había cambiado tanto, antes solía ser amable, comprensivo y un ejemplo a seguir
Pero desde que su esposa había fallecido en un asalto a su propia casa el alcohol lo consumió, ya no era amable, era grosero, ya no era un modelo, ahora era un demonio
Ambos hermanos sufrían sus ataques de ira con y sin alcohol, pero no podrían hacer mucho, además de tratar de esconderse
-Vaya amigo, se ve que otra vez pasaste mala noche en tu casa-
-No lo menciones, mi padre rompió unos floreros intentando hacernos daño, por un día quisiera descansar de sus maltratos-
-La oferta de venir a mi casa sigue en pie-
-Gracias Usagi, pero si llega a encontrarnos tu también estarás en problemas- tomó su mochila y guardo un par de libros en su casillero
-Pero tu dijiste una noche, hoy haré una fiesta en mi casa, mis padres salieron de vacaciones, anímate Leo-
-No lo sé, no quiero dejar a Raphael solo con ese maldito-
Su compañero todo los ojos cansado de insistir, eran buenos amigos pero las circunstancias ya estaban rebasando su nivel de paciencia
-Sabes que es adoptado, y ya tiene 13 tu tienes 18 deja que se las arregle solo-
Un poco molesto volteo a verlo -Raphael es mi hermano menor, y no pienso dejarlo a merced de un adulto borracho solo por irme a una fiesta-
-Como quieras, al final tu serás quien sigue recibiendo los golpes y pagando los platos rotos- cerro su casillero y se fue
Eso había puesto a pensar a Leonardo, su hermanito siempre necesitaba de él, no era muy fuerte para poder defenderse solo, pero tenía el teléfono de emergencia... Tal vez una sola noche no le haría mal que estuviera solo
Camino apresurado para entrar a su salón de clases y se sentó junto a su amigo
-Usagi iré a la fiesta-
Su compañero sonrió -Perfecto, vayamos a mi casa después de la escuela-
Pasadas varias horas Raphael había llegado a su casa siendo cuidadoso de no despertar a su padre quien era probable que estuviera en la casa
Dando pasos pequeños subió hasta su cuarto y soltó un suspiro al ver que el adulto aún no llegaba a casa, pero algo que lo preocupo fue que Leo no estaba en casa, ya eran serca de las 5 de la tarde
Angustiado tomó el teléfono y pensó en llamarlo, pero decidió mejor no molestarlo, tal vez estaba en casa de un compañero haciendo tarea
Mientras en casa del conejo el volumen de la música estaba muy alto, ya había jóvenes ebrios entre ellos el dueño de la casa
Leonardo se había bebido un par de vasos pero en cuanto se empezó a sentir mareado dejó de tomar, aunque muchos de sus compañeros le acercaban vasos llenos de bebida
-Eres un abuafiessstasss- la ebriedad del orejas largas se le notaba en su hablar
Al joven de ojos azules se le acercó una de las muchas muchachas sexys del lugar, logró perderse tanto en su bonito cuerpo que ignoro las primeras llamadas que recibió a su teléfono
En casa Raphael estaba escondido en su clóset, su papá había llegado ebrio una vez más, asustado solo escuchaba como tiraba cosas y gritaba su nombre con mucho odio
Llamó una vez más al teléfono de Leo siendo esta vez respondida
-Que es lo que quieres ahora enano?- ese tono lo preocupó, acaso había bebido?!
-L-leo por favor vuelve a casa, papa llegó y-y esta rompiendo cosas.. Tengo miedo- estaba por romper en llanto, aunque resistió pues eso le daría pistas al adulto para saber dónde se encontraba
-No me importa, y no me vuelvas a llamar, logre librarme de ti por una noche, dejame en paz maldito adoptado- y corto la llamada dejando a un Raphael envuelto en un mar de llanto
Esas palabras lo golpearon muy fuerte y profundo, dejó caer el teléfono y con ese sonido Yoshi pudo encontrar lo
No pasaron más de dos minutos y Leonardo comenzo a sentir mucha culpa de lo que había hecho, no lo dudo y salió corriendo en dirección a su casa
Faltaban dos casas para que llegará cuando escucho unos gritos, su rostro palidecio y apuntó aún más el paso tropezando justo cuando llegó a la puerta, la cual fue derribada
Los gritos se escuchaban aún más fuertes acompañados del sonido de los golpes
Leo quedo horrorizado al ver aquella escena; Yoshi arriba de Raphael con una mano sujetando su playera mientras que con la otra lo golpeaba sin sesar, un pequeño charco de sangre se había formado debajo del niño quien estaba inconsiente
-Basta ya dejalo!- lleno de ira tacleo a su padre apartando lo del pequeño, que fue la siguiente persona a la que se acercó para abrazarlo, cargarlo y salir corriendo
-Vuelvan aquí malditos hijos de puta!-
Tuvieron suerte ya que gracias a los vecinos muchas patrullas y unas ambulancias habían llegado al lugar, arrestaron al adulto pero aún buscaban a los chicos
El de ojos azules corrió lo más lejos que pudo hasta que llegó al parque donde serca de unos arbustos se detuvo y se sentó para acomodar el cuerpo de Raphael quien estaba despertando
-Perdoname, de verdad perdóname, no debi dejarte solo- sus lágrimas se deslizaban por sus mejillas y mojaban la ropa del pequeño de ojos verdes
-L-leo... A-ayudam-me.. - no estaba del todo consiente, eso alarmó mucho al mayor quien sujeto su rostro entre sus manos
-Raphie aquí estoy, mirame aquí estoy-
Nada, volvió a cerrar sus ojos y dejó caer su cabeza.... Parecía muerto
-No! Raphael no te mueras! Rapha por favor aquí estoy!-
Eran desgarradores aquellos gritos, pero fue gracias a ellos que los policías lograron encontrar los, pero Leonardo se negaba a soltar a su hermano pues temía que los separan
-No se acerquen, no se atrevan a tocar lo-
-Chico tranquilo, queremos ayudarlos- guardo su linterna y se arrodilló para estar a su altura -Ese mutante es tu hermano verdad? Necesita que lo llevemos a un hospital-
-No no lo dejaré, no voy a dejarlo- abrazo más el cuerpo inerte contra su pecho
-Eres Leonardo verdad? Tus vecinos hablaron para denunciar un maltrato infantil, tu padre fue llevado a prisión, pero tu hermano debe ir a un hospital, o morirá-
Ante aquellas palabras el cuerpo de Leonardo tembló y miro el rostro del menor
-Tu irás con el en la ambulancia, pero debe ser ahora-
Sin más lo dejó sobre una camilla y entró a la ambulancia, el efecto del alcohol en su cuerpo se había ido hace varios minutos
Habían pasado casi 3 horas desde que habían llegado al hospital, y Raphael se encontraba en una cama en un cuarto con Leo a su lado observando lo
Tenía la pierna derecha rota, un ojo tenía un gran moretón, además de un par de costillas rotas.. Y su caparazón destrozado
Durante horas Leo lloró, y se culpó, de no haber sido tan malo pudo haber evitado que todo eso le pasará al menor, pero ya todo estaba hecho
Eran las 2 de la mañana cuando Raphael despertó, busco en la habitación para familiarizarse, y en el proceso vio a su hermano mayor dormido en una silla a su lado, sosteniendo su mano
Con mucho cuidado intento quitar su mano pero el dolor ante la pérdida de su caparazón hizo presencia y lo hizo retorcer se de dolor y gimotear; esto despertó a Leonardo y se preocupó al ver cómo su hermanito se retorcia
-Rapha que pasa que sientes?-
-Me duele aah! Duele mucho- debido a sus gritos varios enfermeros entraron al cuarto sacando del lugar a Leonardo pues buscaban como tranquilizar al menor
En ese momento unas señoras se acercaron a Leonardo, eran parte de un orfanato, le querían quitar a Raphael de sus manos, el no podía dejar solo a su hermano
Lucho pero consiguió un plazo de dos meses para encontrar trabajo y mantener de forma estable a Raphael, con mucho esfuerzo logro pagar la cuenta de hospital y el tratamiento necesario para que el menor pudiera tener una reconstrucción total de lo que fue su caparazón
Claro no lo hizo solo, como empezó a trabajar una chica de su salón Karai gran amiga desde el jardín de niños lo apoyo y ayudo, ella ya trabajaba y estudiaba a la vez por lo que establecieron una rutina bastante agradable para la tortuga de ojos verdes
En las mañanas Leo cuidaba de el, jugaban y convivían como los hermanos que eran, por las tardes Karai llegaba de la escuela y Leo se iba a trabajar dejando que Rapha le ayudará a la chica de cabello negro con su tarea
Los dos meses se cumplieron y el orfanato acepto que Leonardo fuera el tutor legal del menor, se hizo una gran fiesta entre ellos tres, pues había una pequeña sorpresa que los muchachos querían darle a Karai
-Que tu quieres que?- dijo ella atónita ante un Leonardo arrodillado frente a ella que sujetaba sus manos
-Que seas mi novia, me has ayudado mucho, y desde hace mucho estoy loco por ti, y te quiero a mi lado-
-Si Leo si quiero ser tu novia-
Se abrazaron y Leo pudo soltar todo el aire retenido mientras veía a un sonriente Raphael adentro de su casa
Quién hubiera pensado que a su Hermanito se le ocurriera ayudarlo con su situación amorosa, pero se merecían ser felices después de todo lo malo que tuvieron que pasar, pues ya estaban juntos y nada los iba a separar
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