Kanjori Mitsuri
Yūzā miró tiernamente a Mitsuri la cual estaba acostada a su lado luego de una pijamada de amigas, a su otro extremo estaba Shinobu, también Aoi y las niñas, la situación es muy tierna, pero a la vez triste
La chica suspiró y acarició suavemente la mejilla de la contraria, sus ojos demostraban amor y tristeza, Yūzā sabía que su amor no era correspondido, la pelirrosa estaba enamorada del azabache, era obvio, se veían demasiado bien juntos, eran como el día y la noche, el yin y el yang, el sol y la luna, encajaban como dos piezas de puzle
Si, Yūzā estaba locamente enamorada de su mejor amiga y sus sentimientos hacia ella eran más y más intensos cada día, quería declararse, al menos hacer algo lindo y significativo antes de que sus sentimientos no correspondidos la hicieran alejarse de la pelirrosa al no soportar verla sonriéndole al de ojos bicolores, no podía ver esa bella sonrisa dirigiéndose solo a él
Al día siguiente Yūzā empezó a mandarle flores a Mitsuri con una pequeña nota diciendo su significado, ¿De qué serviría si Mitsuri ya estaba con Iguro? Nada, pero al menos sería un lindo gesto antes de despedirse de su amistad al no poder superar su amor
Rosa rosa, felicidad
Mitsuri se sonrojó al ver un ramo de rosas rosadas, eran preciosas y rápidamente las puso en agua para que vivieran unos días más obviamente estaba emocionada por ver tan bello ramo de rosas, estaba segura que eran de las mejores, incluso llegó a chillar de la emoción
Yūzā, que estaba detrás de un árbol escuchando las palabras de la mujer e imaginándose sus recciones, sonrió de lado con los ojos cerrados. Sus manos estaban vendadas delicadamente, ella misma había comprado las flores, pero tuvo que quitarles todas las espinas una por una y en más de una ocasión se cortó mientras intentaba que ni una sola quedase y no echar a perder el regalo
Clavel rojo, enamorarse
La pelirrosa soltó un pequeño chillido emocionada cuando vio el significado de ese ramo, ¡Tenia un admirador secreto! Y esa persona era realmente romántica, lástima que ella ya tuviera ojos solamente para una persona, persona a la que le iría a contar sobre las flores
Yūzā sonrió con un pequeño bufido cuando escuchó los chillidos y saltos de su enamorada, normalmente la veía como una mujer ruda e intimidante, pero con la pelirrosa era dulce y suave. La chica se fue a su finca hasta que vio correr una emocionada pelirrosa hasta ella y contarle sobre los ramos de flores
Rosas rojas, amor
Mitsuri sonrió suavemente y acarició los pétalos de una de las tantas rosas que ahí había, estaba un poco preocupada por Yūzā, la había visto con las menos vendadas y leves rastros de sangre en sus palmas y dedos, había vendado con delicadeza cada dedo y centímetros de la piel de la contraria
Yūzā se encontraba sonrojada detrás del árbol con el rostro siendo cubierto por su mano cubierta de unas vendas que le puso la pelirrosa, menos mal que había entregado el ramo unos minutos antes, Mitsuri realmente casi la descubrió por su torpeza al abrirse nuevamente las heridas de las anteriores rosas con estas rosas
Peonias, sinceridad y sentimientos reales
Mitsuri miró el lindo ramo de peonias, tenía una gran duda y esa era ¿Quién gastaría su dinero para darle estos costosos ramos de flores e intentar demostrarle sus sentimientos? Cada ramo era hermoso y estaba cubierto por telas caras y que dejaban respirar mejor a las flores, también los lazos tenían diseños de cositas que a ella le gustaban
Yūzā sonrió dulcemente al mirar la tierna cara de duda de su amada, mañana se confesaría, tenía planeado darle esas flores y notas durante una semana, pero dentro de tres días más tendría una misión, obviamente como a cualquier otro pilar era dudosa su sobrevivencia si se trataba de alguna luna inferior o superior, pero haría lo mejor que pudiese para cumplir dicha misión, aún si debía morir
Al día siguiente Mitsuri se extrañó al ver que no había un ramo de flores como en los anteriores días, eso la hizo preguntarse si esa persona había ido a misión y por eso no tuvo tiempo de darle las flores
— Me pregunto quién será la persona que me da esas flores —habló al aire hasta que escuchó un ruido detrás de ella y chilló asustada
— ... —Yūzā estaba siendo cubierta por el ramo de tulipanes el cual le entregaba a la pelirrosa
— ¿Tulipanes? —habló sorprendida Mitsuri, entonces recibió suavemente el ramo de tulipanes
— Declaración de amor —habló a duras penas Yūzā, sus orejas estaban sonrojadas hasta las orejas y temblaba levemente
— ... —Mitsuri se sonrojó fuertemente al escuchar su significado y miró a la chica alta enfrente de ella, Yūzā medía un metro ochenta y cinco, era muy fuerte por lo que tenía músculos marcados los cuales presumía con su uniforme sin mangas y con el abdomen al aire, tipo Sanemi
— ... —Yūzā estaba que se moría de nervios, ¿Y si la rechazaba? Era obvio, pero no sabía porque esperaba otra respuesta
Lentamente Yūzā le dio la espalda a la pelirrosa y empezó a caminar, Mitsuri miró como la chica de cabellos azul y pelo bastante corto se iba, en un impulso soltó las flores y corrió hasta la chica poniéndose enfrente de ella para detener su paso
— ¡También me gustas! ¡Solo tenía miedo de que me rechazaras! —chilló Mitsuri
La pelirrosa saltó levemente y con sus piernas rodeó la cintura de la más alta y con sus manos tomó fuertemente las mejillas de Yūzā y plantó un fuerte beso entre ambas
Yūzā miró sorprendida a Mitsuri y luego sonrió suavemente y profundizó el beso llevando una de sus manos a la nuca de la pelirrosa y la otra sosteniendo uno de sus muslos para que no se cayera al suelo
Ambas empezaron una pequeña sesión de besos y abrazos, al final terminaron el día cenando en un pequeño local de comida, obviamente Yūzā miraba embobada como la pelirrosa comía más y más, incluso le daba de su propia comida con sus palillos
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