Regalo de Pompeya

Gritos...

Habia gritos retumbando en toda la mansión y a sus alrededores.

Los Hatbots estaban escondidos en un armario, se las habian ingeniado para que cupieran todos.

Cambot se habia encerrado dentro de una caja en el sótano.

Los héroes pricioneros se estremecian en sus celdas y buscaban esconderse en la oscuridad de éstas.

Todo en la mansion parecia estar más oscura y tenebrosa de lo habitual. Incluso los cuadros de Black Hat parecian ser más sombrías y escalofriantes.

Habia sangre en el piso de la sala principal de la mansion de donde los gritos provenian.

Black Hat estaba castigando y descargando su ira sobre sus secuases principales. Ellos habian aido vencidos por un héroe mientras entregaban una gran cantidad de los pedidos y éste habia logrado destruir y robar toda la mercancia, logrando que ningún cliente pudiera tener sus productos, ocasionando quejas y grandes bajas en las ganancias

Llantos, lamentos y gritos se oian

Flug: P-por fav-or je-jefesito ch-chu-ch...- intentaba vanamente de hacer que su jefe parará la tortura

Bh: CALLATE

Black Hat no los mataba porque aún los necesitaba, pero si los hacia sufrir

Pasaron horas y finalmente los condenó a pasar 24 horas en la dimencion del eterno sufrimiento.

Caminó por los pasillos aún con la ira en todo su ser, salian chispas de sus ojos y de su cuerpo, sus pasos dejaban pisadas negras y chamuscadas mientras caminaba hacia su oficina

Destruyo 1... 2 ... 3 Planetas. Destruyó toda una galaxia, pero su ira no se apagaba.

Necesitaba ayuda, no podia perder los estribos así y hacer un berrinche rebajandose al nivel de los pateticos villanos de quienes él tanto se burlaba

La tierra empezó a temblar, su furia hacia estremecer la tierra. Tenia que calmarse

Corrio hacia su oficina y se encerró

Bh: Angie... -susurró- AnGiEeee... - su voz cambiaba de tono mientras sentia que su cuerpo de deformaba- ANGIEEE!!!

De su cuerpo empezaron a salir ojos y dientes, de su sombrero apatecio una boca con lengua

Bh: ANGIEEEEE!!

Su vista se nubló y en ese momento sintio que alguien lo abrazaba. Una aroma agradable llegó a él, sintio una especie de energía recorrer su cuerpo, calmandolo y haciendo que volviera en sí

-- Shhh... Tranquilo Black- una voz suave y amable se hizo presente

Black hat abrió su ojo al sentir caricias en su rostro.

Una mujer de apariencia joven estaba frente a él, con un brazo lo abrazaba y con otro le acariciaba su mejilla

El enojo no se había ido del todo por lo que aún estaba molesto, pero ya no sentia que iba a explotar y matar a medio mundo... O universo

Angie: Justo a tiempo, no?

Bh: Precisamente -cerró su ojo al sentir una caricia cerca de ésta, disfrutando

Angie: Tú voz era escalofriante, creo que toda la isla se unio en oracion para que no ocurriera ninguna catastrofe

Bh: Y sus oraciones fueron contestadas... -dijo con cierta molestia

Angie: Estás molesto?

Bh: Gracias a ti ya no tanto como antes

Angie: Entonces permíteme ayudarte con eso cariño - se acercó y beso breve los labios del demonio

Volvió acariciar su rostro con su mano, en el cual había un anillo de oro y un diamante en forma de sombrero lo adornaban

Black Hat pareció estar hignotizado, la mujer se levantó tomandolo de las manos y dirigiéndolo hacia un sillon rojo donde los dos se se sentaron

Angie: Ahora, cuentame tus penas querido -lo tenía agarrado del brazo izquerdo, estaba levemente recargada en él y le acariciaba el largo del brazo, haciendo movimientos suaves con su mano

Black Hat la miró y la contempló, llevaba un vestido rojo como la sangre, nada atrevido, pero elegante haciendola ver más hermosa. Su anillo de matrimonio brillaba en su mano y resaltaba

Bh: Un papetico héroe logró vencer a mis inútiles secuases. Ellos estaban llevando una gran cantidad de mis productos a mis clientes y ese pelmazo lo destruyó todo. Oh! Y eso no fue lo peor. Lo peor es que tuve que aguantar horas y horas de quejas y llamadas de ellos y....

Angie escuchaba todas y cada una de las quejas de su marido, no lo habia visto tan molesto desde que destruyó la ciudad de Pompeya hacia ya varios siglos.

Aun recordaba.. sentir el suelo temblando y el olor a azufre del volcán.

De todas formas allí fue donde él la encontró, talvez ella habia sido la unica sobreviviente de todo el lugar

Agradecia que no hubiera pasado lo mismo en esta situación

Angie: Siempre hay altibajos en la vida Black

Bh: Lo sé -bufó- Pero se supone que trabajan para mi ¡Por todos los infiernos! No debió haberlos vencido -su ojo cambio de color

Angie abrazó su brazo y acarició con el pulgar la mejilla de el del sombrero, logrando que volviera a calmarse

Angie: Deverias tomar una siesta, así lograras estar de buenas

Bh: No eh dormido en varios años

Angie: Todo gran villano merece una recompensa despues de su victoria en la maldad y en sus fracasos tambien

Bh: Me acabas de decir fracasado?- levantó una ceja. No lo dijo molesto, lo dijo con un tono de burla

Angie: Tu decides quien quieres ser

Bh: No respondiste a mi pregunta

Angie: Y tu no respondiste a mi peticion de dormir -lo miró desafiante

Bh sonrio y rio divertido

Bh: Sin duda. No me equivoque al escogerte -dijo sosteniendo el mentón de la chica con su mano

Angie: Por supuesto -declaró- Si te hubieras equivocado yo ya no estaria contigo

Bh: Eso dolio Angie -sonrió

Angie lo imitó

Angie: Soy la unica que te puede calmar con mi sola presencia, por eso me recogiste

Bh: Oh no, querida -la tomó entre sus brazos- No solo me fije en ti por tus cualidades magicas calmantes -acarició los labios de la mujer con su pulgar y se acercó mezclando sus respiraciones- La verdad es que tu fuiste especial desde el principio

Se acercaron y se dieron un beso.

Black Hat y Angie se acomodaron en el sillón. Black Hat se acostó apoyando su cabeza en el regazo de su esposa y esta le acarició

Angie: Malignos sueños, amor

Black Hat cerró los ojos y empezó a ronronear como respuesta a las caricias de su esposa

Ella era la unica que podia hacer que el grande y malvado Lord Black Hat ronroneara como un gatito mimado

Ella era muy especial. Algo bueno habia salido de haber destruido aquella cuidad de Pompeya

FIN