Mandarinas. Bellemere [Male!Reader]
━━━━━━✧♛✧━━━━━━
Bellemere
Mandarinas
━━━━━━✧♛✧━━━━━━
Lock tarareó levemente mientras una mochila colgaba desde su hombro y pasaba por las inusualmente caóticas calles de la villa Cocoyasi. Hace un par de días se había fugado de sus amigos dejando nada más que una carta diciendo que iba a ir a ver a una vieja amiga suya y que era mejor que no lo siguieran o les cortaría las pelotas.
Si, la mejor manera de espantar a sus amigos.
Silbando tranquilamente se fue a la casa de su bella amiga, la cual seguramente lo golpearía durante una hora y luego le regañaría por tres, para finalmente darle algo de comer con las exquisitas mandarinas que cosechaba, mmm como extrañaba la cocina de ella, no había nada mejor que esa comida deliciosa con tantas mandarinas.
Amaba las mandarinas.
Sus pequeñas y adorables figuritas redondas, el vibrante color naranja, el contraste con el verde del mandarino, la forma suave de la piel, el dulzor exquisito, lo jugosa que era y... le dieron ganas de comer mandarina.
¿Había dicho que amaba las mandarinas? Eran como mini naranjas realmente deliciosas.
—¿Bellemere? —preguntó Lock dejando caer su bolsa y mirando la situación en la que estaba ahora el pueblo.
—¿Lock...? —preguntó la pelirroja con los ojos abiertos como platos, mirando como su viejo amigo estaba a una buena distancia de ella.
—¿Quién te hizo esto? —preguntó suavemente él chico, tomado suavemente el brazo herido de la mujer la cual siseó levemente de dolor y miró al chico, ¿En qué momento se movió? Ella ni siquiera lo vio moverse— ¿Quién te hizo esto...?
—Y....
—Yo le hice eso, ¿Qué vas a hacer al respecto?
—¿Es eso cierto, Bell-chan? —preguntó suavemente el hombre mirando a la chica la cual asintió con cautela— ¿Quieres que me los lleve? —habló tranquilamente mientras se sacaba la chaqueta con suavidad y la ponía en el cuerpo de la chica.
—¿Un humano se atre...?
—Cállate —habló frívolamente el hombre, la temperatura pareció bajar diez grados bajo cero y su voz había bajado una octava de nota haciéndola muy, muy grave y peligrosa.
Y no ayudó que haya desviado su vista hacia el hombre que interrumpió a la chica, sus ojos desprendían tanta peligrosidad que por un momento el tiempo se detuvo, los tritones dejaron de golpear a los pobladores y los pobladores sintieron sus rodillas temblar.
El aire era tan pesado.
—Bell-chan, ¿No hay problema en que les dé una pequeña lección? —habló suavemente mientras sentaba suavemente a la mujer en el suelo que estaba frente a su puerta.
—¡Bellmere-san! —gritaron dos niñas y corrieron a la mujer sentadas en el suelo.
—¿Quiénes son estas dos dulzuras? —preguntó agradablemente el chico— Deberías presentarme después a esas pequeñas princesitas, tengo que deshacerme de las basuras.
—¡Son muy fuertes! —exclamó preocupada la mujer.
—Eres un humano bastante egocéntrico, no deberías de ignorarme —habló el tritón apuntando al hombre el cual acarició suavemente la cabeza de ambas niñas y le dio un beso en la frente a la mujer adulta que se aferró a su mano y él la soltó suavemente.
—Deberías elegir mejor a tus oponentes, tritón —tarareó levemente Lock y agarró el arma que poseía el tritón en sus manos desnudas y apretó.
Crack.
Crack.
Crack.
—No deberías tocar lo que es precioso para mí —habló suavemente el hombre de cabellos pálidos y empujó su pie contra el rostro del tritón, enviándolo a volar hasta la aldea.
Bellmere apretó inconscientemente a Nami y Nojiko contra su cuerpo mientras miraba volar a los tritones hacia el pueblo mientras que el responsable tarareaba levemente con una pequeña sonrisa y con los ojos cerrados, todos los tritones habían volado hacia el pueblo de una patada.
—Les recomiendo que no vayan al pueblo dentro de las próximas dos horas —tarareó el chico meneando levemente su cabeza y riendo jovialmente mientras iba a pasos sin prisa a la aldea.
Y después de unos minutos , odos escucharon gritos agonizantes, mientras Bellmere era atendida por el médico del pueblo junto con todos los demás, los habitantes del pueblo Cocoyasi escucharon gritos durante dos horas hasta que finalmente hubo silencio abrumador.
Lock miró tranquilamente como los tritones habían sido brutalmente torturados y arrastró sus cuerpos sollozantes hasta el barco en que habían llegado hasta que los arrojó en la proa del barco, el que estaba en peor estado sin duda era el jefe, Arlong, el cual apenas y respiraba.
El hombre miró el rastro de sangre que conducía hasta el barco y resopló levemente molesto, ¿Cómo ocultaría eso? esperaba que los de pueblo no vieran la sangre que cubría gran parte del pueblo y estaba esparcida por todos los lugares, así que simplemente cubrió con tierra los rastros de sangre y dejó todo lo que había desordenado como estaba, cuando cubrió la última gota de sangre con tierra, miró como los del pueblo se asomaban a los inicios del pueblo y agarró su espada antes de que lentamente la hoja se fuera tiñendo de negro y la balanceara suavemente, partiendo el barco perfectamente.
Si tuviera suerte tal vez mataría alguno de esos insolentes Gyojin, ¿Quién demonios se creían para atacar a su preciosa aldea y a su amada Bellemere?
Bellmere llegó justo en el momento en que el gran barco se hundía y miró con terror como la espada de su viejo amigo volvía a enfundarse.
—Te volviste fuerte... —fue lo único que salió de sus labios.
—¿Qué haces aquí? Deberías estar descansando, mira tú pobre brazo —el chico miró afligido el brazo dañado—. Y tú hermoso rostro —suavemente tocó la gasa que cubría su rostro—. Bebé, deberías dejar de ser tan impulsiva, ¿Qué hubiera pasado si hubiera llegado tarde? ¿Y si no me hubiera escapado de mi tripulación? —preguntó el chico acariciando sus mejillas con preocupación.
Bellemere rodó los ojos y jadeó en el momento en que fue cargada con facilidad en los brazos del hombre solo para golpearlo juguetonamente, puede que Lock ahora sea absurdamente fuerte, pero seguía siendo el idiota de siempre.
—Deja de ser tan quejica, sigo aquí, ¿No? —rodó los ojos la mujer y el soltó una pequeña risita.
—Estoy seguro que saltaste a intentar golpearlos.
—¿Y quién no lo haría?
—Obviamente, nadie cuerdo.
—¡¿Qué dijiste bastardo?!
—Mmm... pero si no fueras tan impulsiva y justa, no serías la Bellemere de la cual me enamoré.
—¡¿Q-qué?! —preguntó sonrojándose hasta las orejas.
—Mmm... —Lock la ignoró con una sonrisa calmada mientras tarareaba y esquivaba los golpes a su rostro.
Las dos niñas se miraron entre sí y siguieron silenciosamente a la pareja que estaba llamando la atención del todo el pueblo, el cual solo pudo soltar pequeños suspiros, mirando a ambos y algunas risitas divertidas.
Esos dos nunca cambiaban.
━━━━━━✧♛✧━━━━━━
Este oneshort lo había hecho a principios de año, no me maten, lo mismo sucede con todos los que subí hoy xD
Creado: 03/01/2021
Publicado: 08/10/2021
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro