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Hyejoo generalmente ignoraba la incomodidad.
Siempre la rechazaba y la dejaba como nada más que una sensación confusa. Sus tácticas siempre habían funcionado; como cuando accidentalmente, o no tan accidentalmente, estaba hablando mal sobre Shin Ryujin mientras la chica estaba a medio metro de distancia, o cuando le dio like a la foto de Instagram de su crush, la cual tenía un año de haber sido subida, o cuando había entrado en...
No importa.
El punto era que Hyejoo era una profesional en el manejo de momentos incómodos, principalmente porque no le importaba una mierda. Simplemente seguía su alegre camino, fingiendo como si nada hubiera pasado. Y, a decir verdad, funcionaba. Era casi como si hubiera causado un efecto dominó: la incomodidad simplemente se disipaba en el aire.
Entonces, cuando se sentó a almorzar con Jinsoul, Heejin, Jiwoo y Chaewon, y la incomodidad no desapareció en absoluto, Hyejoo no tenía idea de cómo manejarla.
Tamborileó distraídamente con los dedos sobre la mesa. La peliazul, luciendo como si no se hubiera dado cuenta de que lo había dicho, soltó: "¿Tocas un instrumento o algo?"
La menor se quedó helada. Era la primera vez que hablaban desde que eran "amigas".
Estúpida amistad de mierda.
Hyejoo se aclaró la garganta. "En realidad no," mintió, tratando de mantener su voz en un susurro.
Jiwoo resopló. "Mentirosa", murmuró, mientras comía sus papas fritas.
"No estoy mintiendo", replicó Hyejoo, "en realidad no sé lo que estoy haciendo la mitad del tiempo".
Jiwoo sonrió a su lado. "Wow. Esta es la primera vez que te escucho mentir", dijo.
"¿Quién dice que es la primera vez?" la pelinegra replicó aburrida.
Jiwoo la ignoró y se inclinó sobre la mesa con entusiasmo. "Hyejoo toca la guitarra. Es bastante buena". Ella se volvió hacia la menor. "¿No tocas el piano también?" preguntó.
"Conocer uno o dos acordes no significa que pueda tocar".
"Como sea", dijo Jiwoo, "es más de lo que yo podría hacer".
Chaewon sonrió, no sorprendida sino intrigada. "¡Eso es genial! Intenté tocar el violín durante un tiempo antes de dejarlo, no era nada buena". Sus cejas se juntaron. "Siempre quise ser buena tocando un instrumento".
Hyejoo inclinó la cabeza hacia un lado. Podía imaginarla. Chaewon con la cabeza inclinada sobre un violín, un instrumento pequeño y delicado revestido del color del ámbar profundo; un arco largo en sus manos mientras suavemente lo pasa por una cuerda, produciendo una nota nítida y calmante. Su cabello sobre su rostro, luciendo suave y sedoso. Su rostro tranquilo, pasivo y hermoso.
Como un ángel.
"¿Por qué lo dejaste?" Hyejoo preguntó, porque esto era algo que no sabía, pero deseaba desesperadamente saber más.
La mayor se encogió de hombros. "Entre la natación y el violín, hubo mucha presión, y tuve que renunciar a uno. De todos modos, siempre fui mejor nadando. Mis padres estuvieron de acuerdo".
La pelinegra abrió la boca para hablar, pero Jinsoul la interrumpió. "Hablando de tus padres, ¿van a realizar esa cena este año?"
Chaewon puso los ojos en blanco. "Sí, pero no iba a mencionarlo. Es tan estúpido".
Jinsoul sonrió. "¡No es estúpido! Puedo pasar tiempo con tu hermana-" movió las cejas ante eso, "y tu mamá es una gran cocinera. Es una victoria total para mí".
Chaewon arrugó la cara. "Aléjate de mi hermana o le diré a Jungeun".
"Esperen", interrumpió Jiwoo, "¿qué es eso de la cena?"
La peliazul resopló. "Todos los años mi familia organiza una cena en nuestra casa para mis amigos. Los amigos de Yerim también están invitados, pero ella siempre 'se olvida' de decírselos. Ha sido algo anual desde cuarto grado. Sin embargo, no puedo conseguir que estas dos dejen de ir". Asintió con la cabeza hacia Jinsoul y Heejin. "Ustedes son bienvenidas este año".
"Yo-" Hyejoo comenzó, pero fue interrumpida.
"Allí estaremos", respondió Jiwoo por ella.
***
La piscina era su segundo hogar.
A Chaewon le encantaba. Siempre iba cuando se sentía estresada. Recientemente, ha habido mucho de eso. Pero en la piscina encontraba paz. Nadie la juzgaba. Y eso era lo que quería, Chaewon no tenía ganas de ser juzgada, especialmente ahora.
Los latidos de su corazón eran un sonido débil. Había un dolor distintivo en sus extremidades, pero se convirtió casi en un recuerdo, algo que podía dejar de lado por ahora. Sintió adrenalina. Corría por sus venas, entrelazándose con su sangre, dándole energía para superar el dolor. Respiró hondo y volvió a meter la cara en el agua.
Cuando era más pequeña, casi se había ahogado tratando de ver cuánto tiempo podía contener la respiración. No duraba mucho en ese entonces.
Ahogarse.
Parecía que fue ayer cuando Hyejoo casi se había ahogado. Cuando ella la había salvado.
Pero, de hecho, había sido hace poco más de un mes. Había pasado un mes desde que se había hecho amiga de la chica de cabello negro, pero habían pasado tantas cosas.
La respiración de Chaewon se aceleró. Solo hizo falta una persona para cambiar su vida. Hyejoo había entrado, actuando como un transeúnte aparentemente inocente, solo una amiga, y un beso después, la peliazul dudaba de lo que pensaba que ya sabía. Parecía que todo estaba sobre sus hombros, un gran peso presionado contra su frágil columna vertebral.
Era demasiado. Tenía que empezar a buscar universidades; había decidido especializarse en biología marina, aunque era una decisión de último minuto y hacer cosas impulsivas siempre la había puesto ansiosa, además de estudiar para los exámenes finales, quices, tareas, natación, clubes, sus amigas... y ahora Hyejoo. Toda su vida era caótica y parecía que no tenía ni un momento para respirar. No tenía tiempo para sí misma. Leer un buen libro, escuchar su disco favorito, simplemente sentarse y descansar.
Tenía que empezar a priorizar las cosas. Pensó que sería algo como:
1. Tareas y estudio.
2. Natación.
3. Clubes y responsabilidades extracurriculares.
4. Amigas.
5. ¿Ella misma?
Claro, no parecía completamente saludable, pero así debería ser. Siempre se pondría a lo último. Por mucho que quisiera, ¿Cómo podía darse un momento cuando había tanto que tenía que hacer? Su lista no se minimizaría si se sentara y no hiciera nada. Necesitaba actuar.
Podría pensar en si le gustan las chicas o no más tarde. Tal vez sentada en un dormitorio de la universidad, mirando al techo, en un día en el que se sienta particularmente mal con su vida, como suelen hacer todos los estudiantes universitarios. No tenía que preocuparse por eso ahora. No servía de nada. Otras cosas eran más importantes. Tenían que serlo.
Estaba tan perdida en sus pensamientos que su respiración se aceleró y los movimientos que le parecían tan naturales en el agua se perdieron momentáneamente. El agua le subió por la nariz y, como respuesta, Chaewon jadeó automáticamente, inhalando un poco más. Dejó de nadar. Tosió. No podía respirar. Sintió una mano serpenteando alrededor de su cintura, tirando de ella hacia la pared y llevándola fuera de la piscina. Siguió tosiendo, tratando de sacar los últimos rastros de agua de su sistema. Cuando lo hizo, Chaewon inhaló, llenando sus pulmones de aire fresco.
"¿Estás bien?" Preguntó Jinsoul.
"Estoy bien."
"Mierda, Chae" dijo Jinsoul con los ojos muy abiertos, "¿qué diablos fue eso?"
"No lo sé", jadeó la menor, "supongo que simplemente perdí la concentración".
Los ojos de la rubia se entrecerraron. "No eres una maldita aficionada, Chae. Sabes sobre esto, no puedes simplemente-"
"-'perder el enfoque ', lo sé. Fue mi culpa, no volverá a suceder". Ella respondió.
"Es mejor que no. No hay salvavidas para las prácticas del equipo de natación. Si no hubiera venido, podrías haber muerto".
"No habría muerto, Jinsoul, estás exagerando. Fue un poco de agua", razonó. "Sé nadar. No me trates como a una niña estúpida".
"Entonces deja de hacer cosas que sólo las niñas estúpidas harían", replicó Jinsoul. La peliazul soltó una última tos entrecortada. Las cejas de Jinsoul se arrugaron con preocupación. "¿Estás segura de que estás bien?"
"Estoy bien."
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Hola, sé que ya algunas personas vieron, pero por si acaso lo voy a anunciar por acá.
Al fin decidí publicar mi historia Lipsoul uwu. Se llama "Odd Front" y la pueden encontrar en mi perfil. Ojala que les guste :)
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