02
Había pasado un mes y medio desde que Hyejoo había visto a Chaewon.
Bien, eso era mentira. La menor había visto su rostro en los pasillos, Chaewon siempre le sonreía como si fueran viejas amigas y ella siempre apartaba la mirada apresuradamente. El verano había terminado y la escuela había comenzado, Hyejoo quería golpear su cabeza contra una pared, pero pensaba que probablemente no moriría por eso.
Quizás el daño cerebral era mejor que nada.
Hoy había una competencia de natación y, por lo general, había un par de estudiantes que iban a la piscina y miraban. Hyejoo nunca había sido una de esas personas, no le gustaba el agua, ni la idea de ahogarse, ni tampoco la gente.
Eso fue hasta que Kim Jiwoo se le acercó.
La mayor sonrió, y fue entonces cuando Hyejoo se dio cuenta de que no sabía por qué era amiga de la chica. Ella la enojaba. Sin embargo, para ser justos, en un mundo donde la mayoría de la gente la enojaba, Jiwoo la enojaba un poco menos. "¡Olivia!" exclamó cuando vio a Hyejoo, lanzando sus brazos alrededor de su cuello y haciéndola tropezar.
Hyejoo puso los ojos en blanco y apartó las manos de Jiwoo de su cuello. "No me llames Olivia, ¿entiendes?"
La esquina del labio de la mayor se levantó en una sonrisa perezosa. "Lo que digas, Liv"
Kim Jiwoo había sido una especie de amiga de Hyejoo desde octavo grado. Bueno, la verdad, Hyejoo no tenía otros amigos. Jiwoo era lo más cercano a un amigo que había tenido. Sin embargo, pensaba que estaba bien, porque la chica tampoco parecía tener amigos.
Aparecía de vez en cuando con la picardía brillando en sus ojos y una idea estúpida en su cabeza, una en la que generalmente hacía que la menor actuara con ella. De lo contrario, ella nunca se aparecía. Al principio, Hyejoo lo había encontrado extraño. No la veía en la escuela, en clases ni en ningún lugar, como si hubiera desaparecido. Y luego, después de una semana más o menos, aparecía una vez más con otro plan. Finalmente, Hyejoo se había acostumbrado a sus tendencias impulsivas y misteriosas, y tenían un acuerdo: Hyejoo no preguntaría y Jiwoo no tenía que preocuparse por contárselo.
No eran el tipo habitual de amigas, no se trenzaban el pelo ni se contaban secretos. En pocas palabras, la pelinegra era la compañera de aventuras de Jiwoo siempre que ella tenía ganas de emprender una.
La mayor colocó su brazo en el hueco del codo de la contraria. "Parece que es tu día de suerte". Dijo mientras la arrastraba, haciéndola caminar junto a ella por el pasillo.
"¿Otro plan?"
"Bueno, sí. Más o menos. Pero no te preocupes, no vamos a prender fuego a las plantas del señor Kang otra vez." Ella le lanzó una mirada de complicidad. El señor Kang fue su profesor de historia de primer año, y era, en pocas palabras, demasiado aburrido. "Verás ... estaba pensando en ti." Jiwoo continuó.
"Asco".
Jiwoo hizo un sonido de irritación en el fondo de su garganta. "No de esa manera. Estaba pensando en tu desesperación interior".
Las cejas de Hyejoo se arrugaron. "¿Mi ... desesperación interior?"
"Precisamente. Ya sabes, como estás todavía en el closet y así" Jiwoo le guiñó un ojo.
La pelinegra puso los ojos en blanco. Jiwoo era quizás la única persona que sabía sobre su secreto, y no fue porque se lo contó. Nunca había averiguado cómo lo sabía. Supuso que era porque probablemente la había sorprendido mirando a Chaewon boquiabierta en más de una ocasión. Aunque Hyejoo nunca lo confirmó ni lo negó, probablemente la mayor finalmente había captado la indirecta. Era demasiado perspicaz.
Hyejoo dejó escapar un profundo suspiro. "La respuesta es no incluso antes de que abras la boca".
"Relájate Olivia. No vamos a colarnos en la casa de otra chica de nuevo. Esta vez vamos a hacer algo perfectamente dócil. Aburrido, incluso". Tiró de la menor hacia atrás, lo que hizo que se detuviera junto a ella. "¿Qué te parece asistir a una competición de natación?"
El rostro de Hyejoo se arrugó. "¿Una competencia de natación? ¿Por qué querría asistir a una competencia de natación? Ni siquiera me gustan los deportes".
"Idiota." Jiwoo murmuró en voz baja. "Tu chica, Chaeyoung, es parte del equipo".
"Su nombre es Chaewon".
"Como sea. Te estoy ayudando. Puedes ver a Chaeyoung y babear, y tal vez incluso hablar con ella. Absolutamente infalible", explicó Jiwoo.
La menor entrecerró los ojos. Jiwoo nunca hacía las cosas en beneficio de otras personas. Por lo general, solo era para entretenerse. "¿Qué sacas de esto?" preguntó.
La más baja batió sus pestañas inocentemente, algo que fortaleció la creencia de Hyejoo de que ella era cualquier cosa menos inocente. "¿Por qué asumirías que quiero algo?"
"Jiwoo".
"Es un pequeño favor, en realidad, comparado con todo lo que estoy haciendo por ti". Ella le dijo.
"No estás haciendo nada por mí. Es un evento público. Cualquiera puede asistir. Si quisiera ir, podría haber ido, contigo o sin ti. ¿Qué quieres?" Le dijo estoicamente.
La mayor ignoró la descarada grosería de Hyejoo. Ella ya estaba acostumbrada a eso. Le sonrió. "Necesito que me lleves a un lugar."
El estado de ánimo de la menor se agrió de inmediato. Odiaba conducir. Se aburría fácilmente y su enfoque siempre cambiaba a otra cosa. La última vez que lo hizo había sido en su examen de conducir y estuvo a punto de fallar. "¿Dónde?" preguntó, solo por saber.
"Busan", dijo Jiwoo, haciendo una leve mueca.
Hyejoo se rió a carcajadas, llamando la atención de todos en el pasillo. "Busan. Tienes que estar bromeando. Son muchas horas de distancia".
La mayor guardó silencio.
Las risas de Hyejoo se apagaron y su expresión rápidamente se transformó en un ceño fruncido. "¿Lo dices en serio?" Jiwoo le sonrió en respuesta y la contraria apretó los dientes. "¿Por qué no puedes conducir tú?"
"Me quitaron el coche después de mi quinto accidente". La chica se rió entre dientes. "Además, dudo que pudiera sobrevivir al viaje gracias a mi historial".
"Ni siquiera tengo coche".
"Lleva el de tus padres".
"¿Quieres que muera?" La pelinegra preguntó. El solo pensamiento de ver las expresiones de sus padres la hizo temblar. "¿Por qué tienes que ir a Busan?" preguntó exasperada.
Jiwoo se encogió de hombros. "Parece genial." Hyejoo negó con la cabeza y comenzó a alejarse, pero su amiga la agarró por la muñeca ligeramente. "Por favor Oliviaaaa. Tengo muchas ganas de ir y nadie más me llevará. Es una gran oferta si lo piensas. Iré contigo a la competencia de natación, seré como tu cupido, y tú me llevarás a Busan".
La menor cruzó los brazos sobre el pecho. "Es un trato terrible. Ni siquiera quiero ir a la competencia de natación, y definitivamente no te quiero como mi cupido. Y odio conducir. Además, estoy bastante segura de que no estarías a salvo en un coche conmigo ".
Jiwoo hizo un puchero, empujando su labio inferior hacia afuera. "Oliviaaaa. Por favor."
Hyejoo se quedó mirando su expresión de cachorro. Sus hombros se hundieron. Era una completa idiota. "Bien. Pero solo si dejas de llamarme Olivia."
La mayor le tendió la mano para que la estrechara. "Tenemos un trato, Olivia".
***
Hyejoo estaba en la estúpida competencia de natación.
Diría que era en contra de su voluntad, pero un grupo de chicas en traje de baño no le sonaba tan mal. Sin embargo, solo quería ver a una chica.
Chaewon.
Jiwoo arrastró a la menor a las gradas frente a la gran piscina. Se sentó y tiró de la manga de Hyejoo, consiguiendo que se sentara a su lado. Había algunos otros estudiantes en las gradas.
Su amiga le dio un codazo y señaló con la barbilla hacia la derecha. Chaewon salía del vestuario con sus amigas, aunque Hyejoo solo podía reconocer a dos chicas que habían estado allí en ese fatídico día lleno de helados.
Sin embargo, si la pelinegra estuviese diciendo la verdad, diría que en realidad no estaba prestando atención a nada ni a nadie más que a Chaewon. Parte de eso se debe al hecho de que es su crush, la persona de la que ha estado enamorada durante casi tres años. La otra parte de eso era porque Chaewon, guapa, carismática e indefectiblemente perfecta Chaewon, estaba en traje de baño.
Hyejoo se puso de pie. "Me tengo que ir."
Jiwoo envolvió su mano alrededor de la muñeca de la menor y tiró de ella hacia abajo. "No te vas a ir solo porque estás caliente y hormonal, siéntate".
Hyejoo sintió un estremecimiento en el estómago; algunos lo describirían como mariposas, pero para ella, se sentía como una tormenta de granizo. Se metió las palmas sudorosas en los bolsillos. Sus ojos parpadearon por toda la habitación, mirando cualquier cosa menos al frente, cualquier cosa menos a Chaewon. Las chicas comenzaban a estirar las extremidades mientras Hyejoo admiraba la decoración de la pared lateral.
Mierda, pensó, soy patética.
Durante un segundo, dejó que sus ojos se posaran en Chaewon y sintió que el corazón le subía a la garganta. La peliazul estaba estirando sus manos sobre su cabeza, acentuando su muy lindo físico, todo mientras sonreía y reía despreocupadamente con sus amigas. Sus ojos estaban brillantes y felices, y una amplia sonrisa adornaba su rostro.
Ella era tan hermosa.
Jiwoo sonrió y le dio un codazo a Hyejoo de nuevo. "Tu homosexualidad está apareciendo. Cualquiera dentro de un radio de cinco kilómetros puede ver el amor en tu cara".
La menor frunció el ceño. "¿Puedes dejar de molestar?"
La contraria negó con la cabeza. "Parece que te lo estás pasando genial". Intentó reprimir una sonrisa.
Hyejoo no había mirado nada más que sus manos todo el tiempo que el equipo de natación se estiró y calentó en la piscina. Jiwoo la sacó de su ensueño, informándole que el encuentro estaba a punto de comenzar. Ella no sabía nada sobre natación o competencias de natación, pero supuso que todo lo que hacían era sumergirse en la piscina y nadar de un lado a otro.
Sonaba bastante fácil.
El equipo de la otra escuela había entrado y dejado sus cosas. Hyejoo suspiró. Nunca le habían gustado los deportes, y realmente no sabía qué podía ser tan interesante en ver a la gente hacer cosas. Lo mismo ocurría con los reality shows o los programas de cocina. No hay historia, simplemente siéntate y mira. Podría pensar en mejores cosas que hacer con su tiempo.
Un equipo estaba a lo largo de la pared en el lado derecho y el otro en el izquierdo. Una chica de cada equipo se acercó a sus correspondientes bloques de salida. La representante de su escuela era una de las chicas del camión de helados. Se pararon sobre la tabla elevada y se acomodaron. Cuando sonó el silbato, ambas chicas saltaron rápidamente al agua.
***
Chaewon era increíble.
Hyejoo no sabía lo que esperaba, pero de alguna manera, la mayor logró superar sus expectativas.
Era una de las nadadoras más rápidas del equipo: la resistencia y la energía parecían ser parte de ella. Definitivamente había ganado la carrera contra el otro equipo.
Cuando Chaewon tocó la pared de la piscina antes que el otro equipo, los pocos testigos que estaban en las gradas estallaron en fuertes vítores. Las demás chicas la rodearon, felicitándola y agradeciéndole. La chica de cabello azul puso ambas manos en el suelo frente a ella y se levantó, saliendo rápidamente de la piscina.
Hyejoo contuvo la respiración. No se había permitido admirar a Chaewon así antes, pero ahora era todo en lo que podía concentrarse. La mayor sonrió, esa sonrisa que iluminaba sus ojos y provocaba que la piel se arrugara alrededor de sus ojos. Todo su rostro daba un aura de felicidad, y la pelinegra sintió que su estado de ánimo se aliviaba con solo mirarla.
Era dolorosamente hermosa.
Chaewon no era hermosa como las rosas o la vista de un atardecer. No tenía el tipo de atractivo donde la gente explora kilómetros y kilómetros y toma millones de fotografías diferentes para obtener la correcta. Chaewon era hermosa en la forma en que los momentos felices son hermosos, o los coros o los sonidos constantes de los violines. Solo algunas personas podían apreciar su belleza sin esfuerzo. Chaewon le recordaba a un ángel, casi demasiado hermosa para mirarla. Casi demasiado perfecta.
Hyejoo habría estado celosa si no se hubiera dado cuenta de que una belleza como esa no le quedaba bien. Nunca sería hermosa sin esfuerzo, nunca sería la deportista estrella, o una persona infaliblemente educada, o una de las personas más inteligentes de la escuela. Ella nunca podría ser perfecta, porque a veces pensaba que la habían puesto en la tierra para hacer enojar a la gente. No era suave, ni apreciable, y nunca lo sería. Nunca sería como Chaewon.
Creció sabiendo que la gente no era perfecta, que ella no era perfecta y que nadie podía serlo. Sabía que la gente siempre estaba pasando por algo. Creció manteniendo ese pensamiento en la parte posterior de su cabeza cada vez que miraba a alguien, pero ni una sola vez había conocido a alguien como Chaewon.
La chica hablaba animadamente con sus compañeras de equipo mientras Hyejoo se levantaba para irse. No tenía sentido quedarse. En realidad, no tenía idea de por qué estaba aquí en primer lugar. Pensó que tal vez era porque quería hablar con Chaewon o alguna tontería como esa, pero no había forma de que realmente lo volviera a hacer, no a propósito.
"¿A dónde vas?" Le preguntó Jiwoo, siguiendo a la menor mientras bajaba las gradas.
"¿A casa?" La chica respondió, un poco desconcertada. "¿Qué esperabas que hiciera?" Ahora estaba abajo y caminaba junto a la piscina para llegar a la salida. La piscina ocupaba prácticamente todo el espacio de la habitación, por lo que era imposible no estar junto a ella, algo que inquietaba a Hyejoo e irritaba su falta de afinidad por el agua.
Jiwoo se abalanzó sobre la muñeca de la contraria para mantenerla en su lugar. La pelinegra se giró para encontrarse con su mirada oscura. "Háblale." Insistió Jiwoo.
Hyejoo tiró de su muñeca fuera de su agarre y cruzó los brazos sobre su pecho, frunciendo el ceño. "Esto es inútil Jiwoo, tú y yo sabemos que no voy a hablar con ella y que no tenía ninguna intención de hacerlo".
La mayor se mordió el labio mientras sus ojos revoloteaban por la habitación. "Bien, lo siento."
Hyejoo inclinó la cabeza hacia un lado, un pliegue formándose entre sus cejas. "¿Por qué?"
"Por esto".
Hyejoo sólo alcanzó a vislumbrar la expresión de disculpa de Jiwoo antes de que le pusiera las manos en el pecho y la empujara a la piscina.
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