HoSeok suelta una pequeña risa al ver como su hermana cuenta con entusiasmo la planeación de su cumpleaños, amaba ver como se emocionaba y le brillaban los ojos de felicidad. Su pequeña hermana era lo que más ama en el mundo.

— Es que no tienes idea de lo emocionada que estoy, Hobi, esta sin duda será la mejor fiesta de cumpleaños—. Suelta Jiwoo dando pequeños saltitos en su lugar.

— Claro que si, pequeña, tus veintiún años se celebrarán a lo grande, como lo mereces— HoSeok se acerca a su hermana y deposita un pequeño beso en su frente—. Y a ver si al fin nos presentas a ese novio tuyo, ya quiero conocer a quien le romperé la cara.

— ¡Hermano! Kookie es demasiado bueno, te prohíbo que le digas alguna grosería. Te conozco lo suficiente y sé que no serás agradable con él— hace un pequeño puchero haciendo reír al mayor.

— Si él realmente te ama peleará por ti.

— Me ama, yo lo sé, es el mejor novio del mundo. Demasiado sexy...

— ¡Jiwoo! No seas atrevida— suelta HoSeok indignado, era demasiado celoso con su pequeña hermana.

— Ya Hobi... Estoy a punto de cumplir veintiún años, ya no soy una niña.

— Para mi siempre serás mi bebé— la atrae hacia él y la envuelve en un amoroso abrazo.— Te amo hermanita, solo quiero lo mejor para ti.

— Lo séee, también te amo hermanito...— Se separan del abrazo y HoSeok revuelve con cariño el cabello de Jiwoo haciéndola enojar— Debo irme, quede de verme con Minha para ver algunas cosas de mi fiesta.

JiWoo se despide y sale casi corriendo de su casa. HoSeok suspira y camina rumbo a su habitación. Estando ya en esta se tira sobre la cama y toma su celular. Un escalofrío recorre su cuerpo al leer un mensaje en específico.

"Quiero verte"

Dos simples palabras que lo hacían calentarse.

Jeon JungKook, el único chico que lo ha hecho desearlo de una manera increíble, el único que lo ha hecho llegar hacia la puerta del infierno. JungKook era un chico sumamente atractivo el cual había conocido mediando una página para encuentros sexuales. Desde que estuvo con él por primera vez supo que quería que él lo follara por el resto de su vida.

HoSeok marca su número y no pasan ni cinco segundos cuando del otro lado se escucha la caliente voz del hombre.

— Hola, cariño... Supongo que ya viste mi mensaje— HoSeok muerde su labio inferior y asiente tontamente aunque el otro no pueda verlo.

— Así qué, ¿quieres verme?

— No sabes las ganas que te tengo en este instante, tengo tantas ganas de poseer tu cuerpo. Ven ahora mismo.

La llamada se corta y HoSeok sonríe ampliamente, con JungKook no necesitaba hablar de más. Se levanta de su cama y se dirige a su armario para cambiarse por algo más atrevido. Se coloca una camisa negra de seda, la cual descubre un poco su pecho haciéndolo lucir sensual, junto a unos pantalones de cuero que sabía volvían loco a JungKook.

Al terminar de vestirse sale apresuradamente de su hogar para dirigirse hacia el holtel que guardaba cada uno de sus encuentros.

Los besos en su cuerpo eran ardientes, desesperados, JungKook enloquecía cada vez que lo tenía cerca. Besaba cada una de sus partes, mordía y succionaba su piel a su gusto dejándole marcas de lujuria en ella.

No tenía ni siquiera cinco minutos de haber llegado y su cuerpo ya se encontraba completamente desnudo a merced del chico caliente y tatuado.

— Eres jodidamente hermoso, dulzura... una obra tan maravillosa y apetitosa para mi—. JungKook sabía como hacerlo caer tontamente, que no le importara ni un carajo lo que sucedía a su alrededor.

Sin embargo sabía de sobra que sólo eran encuentros casuales, que JungKook y él sólo se gustaban carnalmente. Pero sus sentimientos eran traicioneros, era algo que jamás le diría a JungKook.

— Sabes que este cuerpo sólo está a tu disposición, Jeon, ahora dame el mejor sexo que sólo tú sabes dar.— HoSeok jala el cuerpo del tatuado sobre el de él y se besan nuevamente con esa desesperación y gula que los caracterizaba.

Sus cuerpos desnudos juntos eran algo demasiado caluroso y exitante, una burbuja en la cual solo ellos dos cabían.

JungKook sujeta con una de sus manos las muñecas de HoSeok posicionándolas sobre su cabeza, comienza repartiendo suaves y calientes besos sobre el largo cuello del mayor, dejando un pequeño recordatorio de que había estado junto a él.

Llega hasta sus pesones y de igual manera los besa y succiona como si de su dulce favorito se tratase haciendo que pequeños gemidos salieran de su boca. Sigue su recorrido hasta llegar a su abdomendo donde también deja pequeños besos.

La entrada de HoSeok palpitaba por sentirlo dentro, se sentía en desespero con tan solo haber recibido besos en su cuerpo. JungKook lograba notar esa desesperación y eso lo hacía exitarse aún más. Saber que el mayor lo necesitaba tanto como él. Sube nuevamente a los labios de HoSeok y lo besa com fuerza, con su mano libre toma su miembro y lo dirige hacia la entrada mojada y palpitante de su amante. Deja un par de roces y finalmente lo penetra con fuerza callando el fuerte gemido que salió de la boca de HoSeok con sus labios.

— Eso bebé, gime para mí... Que todos escuchen lo que provoco en ti— HoSeok sonríe y encaja sus uñas en las espalda de JungKook sin lograr dejarle huellas.

JungKook comienza a moverse proporcionándole embestidas fuertes que hacían que tocara ese punto que lo hacía enloquecer, gemir y desear que ese lamento nunca terminará. Los gemidos de ambos eran atrapados en esa habitación de hotel que era testigo de cada una de las veces que Jeon lo había hecho suyo.

No sabía si agradecer al demonio o a algún Dios por que haya puesto a JungKook en su camino. Pero lo agradecía eternamente.

Las embestidas de JungKook se vuelven más rápidas y sus respiraciones un poco más agitadas. Los choques de sus caderas provocaban un fuerte sonido obseno que disfrutaban escuchar.

HoSeok aprieta más sus piernas en las caderas de su amante y aprieta un poco su entrada al sentir ese conocido cosquilleo en su abdomen. JungKook se percata que HoSeok ya estaba por llegar al orgasmo así que se separa un poco de su cuerpo y toma con una de sus manos el miembro del mayor comenzando a estimularlo. Sus miradas chocan y una pequeña sonrisa se les escapa a ambos.

Sin dejar de embestirlo sigue un movimiento de arriba hacia abajo en el miembro de HoSeok, logrando así que finalmente se corra en su mano y que su entrada se contrayera y apretara deliciosamente su miembro haciéndolo de igual manera llegar al extasis. Los cuerpos de ambos temblaban ante aquella sensación tan embriagante.

Sus respiraciones agitadas ahora era lo único que se lograba escuchar.

Después de un pequeño momento de silencio, JungKook lo rompe— Este fin de semana no podremos vernos, dulzura. Tengo un compromiso.

— No te preocupes, yo también tengo algo que hacer—. HoSeok le regala una sensual sonrisa que hace que se inevitable no robarle un beso más.— Entonces nos veremos hasta la próxima semana...

— Así es, dulzura, contaré los días para volver a verte.

Y ese era el jodido problema, que el único que contaba los días para verlo, era HoSeok, se había enamorado de su jodido y sexy tatuado amante.

Pero que podía pasar, seguro nada malo, ¿cierto?

Perdonen el GRAN retraso bebés, prometo actualizar más, hoy ando muy inspirada, espero que así continúe. Gracias por esperarme, espero les haya gustado el primer cap, próximamente viene la explosión del caus.

Lxs amooooo💕