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10: Mensaje, charla y foto

Querido Jeon Jungkook, espero que no te moleste quedarte con los huevos azules por un par de días, no puedo perdonarte fácilmente después de lo que me hiciste.

Yeobeen dejó a un lado su teléfono, intentando no darle muchas vueltas al mensaje que había mandado, pero era imposible si el chico parecía ser flash al responder tan rápido. Y es más, ni siquiera le estaba respondiendo por mensajes, directamente la pantalla del aparato se había encendido para mostrar una llamada entrante.

—Hola, querida Yeobeen. ¿Se puede saber qué hice mal para que me envíes ese mensaje?

Su voz se escuchaba tranquila, pero con un toque de gracia.

—Son las once de la noche, Jungkook. No todos vivimos solos para hacer una llamada a estas horas.

—Bien, bien. Lo lamento. En todo caso, no creo que tus papás estén detrás de la puerta escuchando si hablas con alguien o no... Pero no cambiemos de tema, ¿qué hice para que me envíes ese mensaje?

Yeobeen se tiró en su cama, quedando mirando hacia el techo. No entendía cómo el chico tenía la cara para decirle aquello. Por lo visto Jungkook podía hacerse el tonto cuando quería.

—Veamos... Podríamos empezar con el hecho de que no creo que sea normal meterle los dedos a alguien y que a los cinco minutos conozca a su familia y se quede a comer.

La carcajada a través de la línea del teléfono dejó a Yeobeen procesando lo que acababa de decir y también la respuesta que acababa de recibir. ¿Había hecho un comentario muy tonto para que le respondiera con una risa tan estruendosa? Realmente había sido vergonzoso compartir con la familia del chico y ella ni siquiera era una persona muy tímida. Le gustaba hablar y también comer, pero no había sido precisamente muy agradable quedarse en el lugar de Jungkook con su familia presente por mucho que todos fueran muy simpáticos.

—No creo que seamos los primeros a los que les pasa algo así —su forma de tranquilizarla definitivamente no era muy común—. Imagínate las parejas de novios, de seguro a veces hasta se desconocen con las cosas que hacen en la cama y al día siguiente van a almorzar con la familia de alguno como si ni siquiera se tomaran de las manos.

—Pero nosotros no somos novios para hacer esa cosas.

—Bueno, también existen los amigos. Somos como amigos con derecho, ¿no?

Yeobeen se quedó pensando en qué responder. ¿Amigos con derecho? Para partir ni siquiera lo consideraba como un amigo. Después de todo, en sus vidas tan solo se habían encontrado un par de veces y todo gracias a su conexión era Yoongi, pero de ahí en más, recién hace poco habían tenido su primera conversación más larga y de ahí directamente habían saltado a los besos y a los dedos de Jungkook. Tal vez se podía decir que eran conocidos. Sí, definitivamente ese tenía que ser el término correcto.

—Diría más derecho que amigos. No es como que nos conociéramos mucho en verdad...

—Conociste a mis padres, creo que con eso ya podemos decir que somos amigos. Por cierto, les caiste muy bien. Te encontraron una chica muy educada.

—Lo mínimo que podía hacer era comportarme de esa forma. Quiero decir, tenía que mostrar una buena imagen, no había manera de que diera algún indicio de que nos conocemos hace muy poco y se dieran cuenta de que no te había estado dando consejos.

Y Jungkook por su parte le había dado, pero con lo dedos. Yeobeen sacudió la cabeza intentando sacar de su mente esos recuerdos que estaban aflorando. No iba a recordar ese momento cuando el chico que había hecho eso estaba detrás de la línea del teléfono.

Entre ellos las cosas no eran incómodas. Era raro que fuera así, pero ambos estaban agradecidos de que hablar se les diera fácilmente.

—Ahora que lo mencionas, ¿cómo es eso de que te voy a presentar a Yoongi? Mi mamá tiene malos gustos. Por más que lo pienso, ustedes no calzarían como pareja.

—No culpo a tu mamá. Los padres de Yoongi y los míos han dicho que no nos vemos mal juntos. Una vez lo intentamos, pero no servimos como pareja.

Jungkook no esperaba esa respuesta. Más allá de molestarla, realmente no podía imaginarlos juntos. ¿Yoongi y Yeobeen? Nah, incluso los nombres de su ship no sonaban bien. ¿Yoonbeen? ¿Yeogi? O tal vez solo un poco... Pero muy poco.

Cada quién, pero para mí no combinan para nada. Cambiando de tema, ¿qué tal te pareció lo que hicimos antes de que llegara mi familia? Necesito retroalimentación para mejorar.

A Yeobeen eso la tomó por sorpresa. Había dicho que no quería recordar ese momento, pero tampoco quería dejar a Jungkook con la duda, después de todo, se había esforzado para hacer un buen trabajo.

El chico tenía habilidad con lo dedos.

—No estuvo mal. Se notó que ya tienes práctica en eso. Te felicito por hacerlo bien.

—En ese caso, deberíamos repetirlo. Me la pasé muy bien. Sería genial si te hubieras quedado, no hay nada mejor que dormirse tras un buen orgasmo —su voz fue ligeramente más baja, eso llamó la atención de Yeobeen—. ¿No te interesa la idea de una llamada subida de tono?

—En serio estás loco. Te tuve que dejar con muchas ganas para que recurras a esto.

—No lo niego —sentado en el sofá de su sala, recordó la forma en que se habían estado besando—. Ha sido difícil haber dado pero no recibido nada a cambio. Deberías darme un regalo para no pasarla tan mal.

Jungkook era un pillo, su carita de santo solo era un distractor para no llamar mucho la atención.

Claro que había disfrutado mucho haber complacido a Yeobeen, pero también le habría gustado que su familia no hubiera llegado para cortar el rollo. La química entre ellos había sido buena, lo suficiente para sentir que hubieran llegado hasta el final si no hubiera sucedido ese percance.

—¿El último besito no te gustó? —le molestó— Oh, verdad que luego armaste una tienda de acampar y se quedó de esa forma. A veces así sucede.

—La próxima vez que nos veamos me tienes que dar un beso pero en la cabeza de abajo.

Yeobeen casi se ahogó por el repentino comentario. Agradeció que el volumen no estuviera muy alto, porque de repente la figura de su padre despidiéndose desde el marco de la puerta casi hizo que se le saliera el corazón por la boca. Si hubiera escuchado lo que había dicho Jungkook, probablemente se habría ganado un interrogatorio.

—¿Con esa boquita le hablas a tu mamá?

—Sí, y con esta boquita también te comí la boca —se llevó una mano hacia su cabello, no entendía por qué estaba diciéndo esas cosas de forma tan normal. Él no era así— Mierda, estoy tan caliente que parezco un estúpido. Nunca me había pasado que me dejaran con ganas.

—Vaya, así que seré tu primera vez en más de una cosa. Me haces sentir importante.

Y aunque Yeobeen estuviera bromeando para que el ambiente fuera ligero, en el fondo también se estaba calentando por escucharlo hablar con ese tono adormilado y necesitado. Su madre se había ido a dormir hace varios minutos y su padre también ya se había despedido, por lo que estaba segura de que ya nadie entraría en su habitación.

—Yo ya me siento importante recordando la forma en que tomaste mis dedos.

Parecía que en la habitación de Yeobeen y el lugar de Jungkook estaba sucediendo simultáneamente una ola de calor, porque ambos empezaron a sentir como la temperatura de sus cuerpos comenzaba a subir a pesar de la distancia que los separaba.

—Yo no...

—Oh, vamos. Sabes lo que hiciste, envolviste mis dedos tan bien que parecía que no los querías dejar ir. Admítelo, también te dieron ganas de repetir.

—Tú solo me quieres hacer ceder, eh. Debes estar muy duro para hablar tan abiertamente sobre lo que hicimos.

Mañana ambos tenían clases temprano, e incluso así, parecía que ninguno quería cortar la llamada. Yeobeen estando acostada en su cama, pensó en lo bueno que sería tener a Jungkook junto a ella, y Jungkook sentado en su sofá, pensó en lo bueno que sería que Yeobeen estuviera ahí con él.

Y sí, estaba un poquito desesperado, o tal vez más que solo un poquito. Tras unos segundos de silencio, una notificación apareció en la pantalla de la chica.

Era un mensaje.

Un mensaje de Jungkook.

Y no era cualquier mensaje de Jungkook, era una foto.

Una foto que mostraba parte de sus abdominales y su entrepierna, en dónde claramente un bulto destacaba al presionar la tela de su pantalón.

—Parece que te quedaste sin palabras ante mi respuesta, eh. Buenas noches, Yeobeen, te quedará soportar esta noche sin mi compañía.

Y colgó.

Yeobeen solo se pudo quedar observando la imagen. Jungkook estaba loco, pero también le estaba gustando mucho su actitud. ¿Qué rayos pasaba con ella?

27/10/23

Capítulo dedicado a: Sageth09  hymgxp
zerozoneL Sei_jaku JoonieBree Jk97_J3 Valecandy_2018 kfn6851lol dariaroudjjj HelenaPhoenix4 Raco14_23  PatriciaNuez397 revivan 🤭❤️

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