//7° mes de embarazo//

Cada vez falta menos, y cada vez me siento peor. Las náuseas, vómitos y mareos me tienen harto... Yo pensé que éso ya había pasado y por lo tanto estaba libre de ello pero no. Han vuelto con más frecuencia desde que éste mes inició.

Y no es todo.
De vez en cuando me dan calambres y contracciones, es lógico pues la bebé está acomodandose para salir, ¿pero enserio tiene que hacerlo en la madrugada? ¡Duele horrible!

Bueno... Al menos agradezco que no me e sentido mal cuando me quedo solo, siempre aparecen los síntomas cuando Yoongi ya está en casa y así puede ayudarme.
Creo que hasta Soo ya le cuenta el tiempo.

Honestamente, me da miedo que llegue el día en que me sienta mal cuando mi esposo no esté.
Él me ayuda a recostarme cuando tengo alguna contracción, me prepara té caliente, me acompaña afuera del baño cuando las náuseas me ganan, me da ánimos, me da masajes cuando tengo calambres, en fin.

No sé que haría si él no estuviera cuidandome.

Aunque tengo el presentimiento de que sabré lo que se siente pronto... Hoy Namjoon lo llamó de nuevo, últimamente se va desde las 10 de la mañana y regresa pasadas las 11 de la noche. Entrena demasiado y aún no a tenido más peleas desde la última a la que asistí... Supongo que no falta mucho para que tenga otra.

No me gusta que esté fuera de casa tanto tiempo, pero tampoco me gusta decirle algo y que se moleste.
Es la única cosa que nos hace discutir, el estúpido boxeo. No lo odio ya como tal, pero como podrán ver, tampoco le haría un altar.

- ¿En serio debes irte otra vez? - hice un puchero - Ayer también saliste...

- Lo sé pero ya te dije, Nam dá las órdenes no yo. - cerró su maleta - Regresaré tarde recuerda.

- No tengo opción. - bufé y lo acompañé a la puerta - Te amo Yoonie...

- También yo. - me dió un beso en la mejilla y se fue.

Otro dato que deberían saber, es que desde hace dos semanas más o menos Yoongi de repente es algo distante.
Sí, me conciente en mis malestares y la mayoría del tiempo, pero siempre que su trabajo vuelve a meterse entre nosotros es como si olvidara como ser atento.

En fin, resignado a pasar otro día solo, me fuí al sofá y puse una película para entretenerme.
No me había dado hambre aún pero mi doctora dijo que aunque yo no tuviera mucho apetito, debía comer algo por el bien de Soo. Así que me levanté a calentar un poco de ramen, saqué una botella de agua del refrigerador por aquello de las náuseas y regresé a mi sillón lleno de cojines.

Todo estuvo bien durante varias horas, de vez en cuando le enviaba un mensaje a Yoongi para saber como estaba y él ocasionalmente respondía con un "sigo ocupado, te contesto luego". Yo sólo suspiraba ante éso.

- Bueno, al menos has estado tranquila. - ahora me dedico a platicar con Soo.

[...]

Ya era noche, me levanté una vez más del sofá con el afán de buscar más agua que beber y luego tal vez tomar mi acostumbrada siesta.
Pero bien dije al inicio, la enorme coincidencia de no tener síntomas feos estando solo debía acabar pronto.

- Auch... - sentí una breve punzada en la espalda baja - No Soo... No me hagas ésto ahora... - dije como si realmente ella pudiera controlar lo que hacía.

Más punzadas siguieron apareciendo, algunas soportables y otras tantas no. La doctora dijo que ésto era normal ya que estaba en el último trimestre del embarazo, y las pequeñas contracciones eran porque el bebé ya estaba más grande y sus movimientos podían llegar a lastimar. O algo así entendí.

Me sujeté de la mesa y respiré hondo repetidas veces, cosa que me llevó al siguiente síntoma, los mareos.
Mi cabeza simplemente no dejaba de dar vueltas, perdí el equilibrio en algún momento y sólo alcancé a caer de rodillas directo al suelo. Dolió siendo sincero.

Yoongi me hubiera sujetado antes de caer, pero él aún no llegaba ni llegaría hasta dentro de unas tres horas.

- Dios... Mis piernas... - como pude me senté en el suelo, alcé mi pijama que un rato antes me había colocado y ví lo rojas que estaban mis rodillas por el golpe - Ésto dejará marca...

El peso de Soo ya es mucho, es por éso que evito agacharme o algo parecido porque me cuesta demasiado trabajo levantarme. Y evidentemente en ésta ocasión tampoco tengo fuerza a mi favor.

- Tendré que quedarme aquí... - suspiré pesado - Yoongi, llega pronto...

Me quedé en el suelo junto al fregadero, los dolores continuaron un rato y las náuseas empezaron a llegar. En verdad me sentía terrible y ni siquiera podía pararme e irme a la habitación para descansar, en serio, aunque parezca exagerado de mi parte, no lograba ponerme de pie yo solo.

Y para colmo, mi celular lo había dejado en la mesa de centro en la sala, así que llamar a mi esposo o al menos a Tae no eran opciones tampoco.

Por éso me daba miedo no tener a mi esposo en un momento así, quedaría totalmente vulnerable a mis malestares. Soy débil, y por ésa razón estoy en el suelo esperando que Yoongi regrese. Solamente estoy aguardando el momento en que mis náuseas aumenten y acabe haciendo un desastre en la cocina.

[...]

Me quedé dormido intentando calmar mis múltiples malestares, y desperté cuando el sonido de las llaves entrando en la puerta resonó.

- Minnie, llegué. - habló con la voz algo alta - ¿Minnie?

- Yoonie, estoy en la cocina. - hablé adormilado.

- ¡Por dios santo ¿que te pasó?! - corrió hasta mi - ¿Estás bien, te lastimaste, necesitas algo? - dijo preocupado sujetando mi cadera para lograr levantarme.

- Sólo tuve dolores otra vez... Y mareos... - me sostuve de sus hombros y al fin dejé el frío suelo - Sólo me lastimé las rodillas cuando caí.

- ¿Cuando caíste? - asentí y él hizo una cara de arrepentimiento total - Cuanto lo siento amor, en verdad lo lamento... El trabajo no está ayudando para nada y... Agh, cariño, perdón por no haber estado aquí...

- Descuida... No siempre te tendré lejos... - sonreí levemente, él me estaba ayudando a caminar hasta la habitación - ¿Verdad?

- Si amor, no estaré lejos siempre. - sonrió e incluso el dolor en mis piernas aminoró.

Nota: Ahorita fue un problema pequeño, iran subiendo de nivel conforme los capítulos pasen... Aguas.

Los amo. ❤