Falta una semana para llegar al noveno mes, y saben algo, aún no estoy listo mentalmente para NADA.

No sé que haré cuando las verdaderas contracciones aparezcan.
No sé cómo se sentirán ni que tanto dolerán, ni siquiera puedo imaginarlo.
No tengo idea de la cantidad de sentimientos que vendrán cuando diga "el bebé va a nacer".
Dios, no sé tan siquiera si la anestesia en realidad funcionará o si llegaré a sentir cuando me abran. Me siento muy asustado...

Estoy en ceros, y creo que ni leer diez mil blogs en Internet o veinte mil libros me ayudarán a saber con exactitud todo lo que me pasará. Sólo tengo clara una cosa, dolerá como el infierno cuando empiece y luego me sentiré feliz cuando acabe.

Okey, creo que ésta información nadie la quiere saber pero tengo que contársela a alguien.
En éstos momentos me siento como cuando era puro y santo, osea virgen.

Tenía miedo, demasiado a decir verdad.
No quería que me doliera. No quería enfermarme de nada. Mucho menos quería salir a la primera con un bebé.
Estaba asustado porque no sabía hacer nada, mi experiencia era totalmente nula y sabía que decepcionaría a la persona con la que estuviera.
No tenía conocimiento sobre nada más que lo básico, osea la protección. Ni siquiera sabía con exactitud lo que sentiría ya estando en la situación, simplemente fue un martirio para mi cabeza el pensar en perder mi virginidad.

Pero, tuve la fortuna de tener a una pareja comprensiva, que si bien tampoco tenía experiencia, se informó más que yo con tal de no lastimarme y evitar cualquier error.
Me ayudó a no tener miedo y simplemente dejar que sucediera.

¿Adivinan quien fue aquel primer chico? Sí, Yoongi. Ahí pueden notar la cantidad de tiempo que llevamos juntos.

Él estuvo conmigo en ésa primera vez y gracias a su corazón dulce todo fue perfecto, me dolió como el infierno al inicio pero acabó siendo agradable para ambos. Es lo mismo que pasará en ésta ocasión.

Ahora sólo espero que en ésta situación, mi primera vez dando a luz, él también esté presente para apoyarme y así mi miedo disminuya.

Claro que necesito prepararme yo mismo para lo que vendrá, porque bueno, mi mente lo requiere.
Dejé de recurrir a Internet porque lo único que logran ésas páginas y videos es asustarme aún más... Así que tomaré mi segundo camino de consejos, Taehyung.

Él tuvo cesárea también, y Jungkook estuvo allí.
Ellos seguro podrán darme consejos sobre todo lo que tengo que hacer en el tan esperado día, y me darán ánimos para no estresarme o ponerme más nervioso de lo que debería.

Para hablar con ellos le pedí a Yoongi que me llevara a su casa antes de irse a su entrenamiento mañana.
Dato rápido: Ganó la pelea de éste mes, la cual le abrió la puerta a contratos internacionales nuevos. Lo festejamos con unos pastelillos y con maratón de películas a elección mía.

- ¿Te quedarás allá todo el día? - preguntó luego de habérselo pedido.

- Pues si, tú llegas tarde y sólo si pasas por mi podré regresar. - expliqué.

- Cierto... - suspiró - Vale, al menos así no estarás solo aquí metido. - sonreí emocionado - ¿Ya los llamaste para confirmar?

- Sí, hoy en la mañana. - le mostré mi celular con los mensajes que envié, aunque ni se molestó en verlos - Dijeron que no tenían problema con que estuviera allá.

- Okey, te llevo temprano entonces. - ya estábamos por dormir - Descansa amor.

- Igual tú, te... - se giró dándome la espalda, se durmió al instante por la cantidad de cansancio con la que lidia - Te amo...

Extraño las noches en que se quedaba despierto conmigo, me daba cariño y nos la pasábamos sonriendo hasta quedarnos dormidos juntos.
Aunque tuviera trabajo al día siguiente, le quedaban energías para mi. Y ahora... Ya no...

//Al día siguiente//

Yoongi me despertó temprano, dijo que debía irse y que no quería llegar tarde por pasar a dejarme con Tae.
Así que ahí me ven a las 8:30 poniéndome mi suéter y saliendo prácticamente en pijama por sus prisas.

- Yoonie relájate... No es necesario ir tan rápido. - le pedí con algo de miedo, casi clavaba su pie sobre el acelerador.

- Lo es si quiero llegar a tiempo con Nam, y aún debo ir a dejarte. - bufó y tocó bruscamente el claxon cuando una camioneta se cerró en su camino - ¡MIRA POR DONDE VAS IMBÉCIL!

Por mi mente pasó decirle "amor perdón, pero el imbécil que no se fijó en la carretera fuiste tú". Pero no quería empezar una discusión, ni empeorar su ánimo, pues no creo que le hubiera causado mucha gracia en éstos momentos.

- Hace mucho no gritabas así... - sentí un mareo horrible cuando frenó tan de repente.

- Más bien ya no habías estado aquí para escucharme. - resopló con el coraje aún ahí - Por favor no me estreses más con tus comentarios de acuerdo, sé lo que hago. - dijo levantando la voz.

- Vale... - suspiré y a partir de ahí me dediqué a ver mi ventana intentando no llorar.

Nunca me había hablado en ése tono, ni por más molesto que estuviera. Y es que ¿que culpa tengo yo? La gente es idiota y ya, no es cosa mía. Odio ser tan sensible, juro que poco me faltaba para romper en llanto por su manera de hablarme.

Cuando llegamos con Tae, él ni siquiera bajó del auto conmigo. Simplemente quitó el seguro de la puerta y me dió un corto beso antes de que yo empezará a salir, lo sentí muy frío siendo honesto...

- Ay Yoongi ¿Ya te vas? - preguntó cuando me ayudó a bajar.

- Sí, tengo que arreglar algunas cosas con Namjoon. - contestó serio - Pasaré en la noche por Jimin.

- Claro. - sonrió Tae, pero antes de que nos despidieramos Yoongi arrancó y se fue - Vale adiós...

- Lamento éso. - suspiré, me sostenía de sus hombros y él me tomó de la cintura - Parece que anda de mal humor todo el tiempo últimamente.

- Ash, es odioso cuando se pone así. - asentí.

- Bueno, al menos hoy estarás con nosotros. - me sonrió desde la puerta Jungkook con Han en brazos.

No tengo idea de que le pasa, pero ya no me está gustando.
Aveces es el mismo Yoongi de siempre, el que es cariñoso, atento y sonríe apesar del cansancio que carga.
Pero hay días en que amanece siendo otro, una versión seria e indiferente que no me agrada para nada.

Sea lo que sea... Sé perfectamente cual es el factor malo aquí. El maldito boxeo.