twenty-seven;❃
- Bueno, al menos hoy estarás con nosotros. - le sonreí desde la entrada cargando a Han.
La verdad me había sorprendido demasiado la actitud de Yoongi, según recuerdo él nunca se había comportado así, mucho menos con Jimin.
Siempre lo ayudaba a bajar del auto y llegar hasta la entrada, y cuando no tenía un bebé aún así era caballeroso al abrirle la puerta. Hoy solamente arrancó y se fue apenas vió que Jimin estaba fuera del coche.
Fue bastante raro para mi, pero preferí no demostrarlo.
Supuse que Jimin ya tenía suficientes cosas en su cabeza como para llegar yo a meter más.
Además, Tae ya se encargó de poner tantita más leña al fuego...
- ¿Tienes hambre? ¿Yoongi te dió de desayunar? Seguro que no, es un insensible. - ya habíamos entrado a casa.
- Tae no empieces. - reí por sus caras de "molestia" que comenzó a hacer.
- Jaja... - sonrió levemente - No, no desayuné así que tengo hambre...
- ¡Ves Kookie! Te lo dije, tenía razón, el gato boxeador es insensible. - su comentario hizo reír hasta a Han - ¿Tú de que te ríes niñita? - se acercó a hacerle cosquillas.
Han intentaba hablar o algo así, pero con la risa que traía no podía ni decir su clásico "papi".
Paró cuando Jimin se quejó un poco, supusimos que era alguna pequeña contracción como las habituales o simplemente había reído demasiado.
- ¿Estás bien Minnie? - se agachó a su altura, él estaba en el sofá.
- Si... Otra contracción, no pasa nada. - sonrió sin mostrar los dientes.
- Vale, ¿Kookie que hay de desayuno? - sonreí nervioso - Ni siquiera has revisado el refrigerador ¿cierto? - me regañó con la mirada poniéndose de pie.
- Perdón... - Han imitó la carita de Tae con el ceño fruncido, ambos se miraban tan tiernos que olvidé que el regañado era yo - ¡Ay son idénticos! ¿Verdad Jiminie?
- ¡Si! Son dos gotas de agua. - me apoyó mientras sonreía.
- No te salvaste con éso eh. - Tae ahora tenía un leve sonrojo y Hani reía.
- ¿Me dejas cargarla? Hace mucho no lo hago. - pidió Jimin extendiendo los brazos.
- Claro que si. - sonreí y se la pasé con cuidado - Hani ten cuidado con la bebé.
- ¿Bebé? - repitió - ¿Omde? - preguntó intentando hablar claro.
- Ahí en su pancita nena. - expliqué con ternura, amo el tono tan chiquito de su voz.
- ¿Ati? - puso ambas manitas sobre el vientre ya muy grande de Jimin, haciendo que él sonriera con la misma ternura que yo.
- Si Hani, ahí está. - habló y puso las manitas de ella justo donde se vió movimiento, Han se emocionó al sentirla - Se llama Soo.
- Es tu prima. - añadió Tae parado detrás del sofá.
- Hola Soo. - sonrió acercándose más, de nuevo se vió como la bebé pateó - ¡Me saudo!
- Exacto. - Jimin ya no podía ni ver por tan grande que era su sonrisa.
Dejamos a Han con Jimin mientras nosotros nos fuimos a la cocina, ninguno había desayunado así que era mejor apresurar el paso.
- Kookie ¿crees que todo esté bien? - preguntó mientras sacaba platos de una repisa.
- ¿A que te refieres? - yo sacaba cosas del refrigerador.
- A Yoongi y Jimin. - bajó la mirada - Se ve que no la están pasando nada bien...
- Puede que tengan problemas, todas las parejas los tienen. - intenté no poner la situación en un nivel de gravedad alto, ya que la verdad no sabíamos con exactitud que tan malo era.
- Pues si... Pero ¿tanto así? Kookie, Jimin llamó llorando diciendo que creía que Yoongi no estaría en el parto ¿recuerdas? - asentí - No creo que sea un problema de pareja normal.
- Okey puede que tengas razón, ¿pero nosotros que hacemos? Realmente no hay mucho que podamos arreglar. - admití.
- No... - suspiramos - Pero yo no dejaré a Jimin así, le hará daño sentirse triste.
- ¿Porque no vamos a visitarlo más seguido éste mes? Tal vez éso le mejore el ánimo. - sugerí con una leve sonrisa.
- ¡Buena idea! - sonrió - En tu día libre podríamos ir. - asentí.
Acabamos de preparar waffles y una jarra de leche chocolatada, además de sacar la avena para Han. Aún teníamos la misma mirada cabizbaja y preocupada antes de ir por Jimin y la niña a la sala. Debíamos tratar de que no lo notara, repito, no pienso que quiera hablar mucho del tema, al menos no en el desayuno.
- Ven Minnie ya está listo. - Tae cargó a Han y yo lo ayudé a él.
Se sostuvo de mis hombros y yo lo tomé de la cadera para poder tener mejor agarre, no quería tirarlo a medio camino.
- Son muy lindos, gracias. - sonrió cuando llegamos al comedor.
Todo transcurrió con normalidad, supimos ocultar nuestras caras largas un buen rato.
Unas horas más tarde, más exactos después de la comida, Han tomó su siesta y entonces creímos que sería bueno hablar con Jimin. No queríamos vernos tan involucrados pero es que era importante, y sobre todo imposible no meternos.
- Jiminie, ¿que dijo Yoongi sobre el parto? - desde ahí nos habíamos quedado, ya que luego de ésa noche no supimos a ciencia cierta si la situación se había solucionado.
- Pues... Prometió hacer lo posible por ir. - suspiró - Pero a como veo sus humores, lo estoy dudando mucho.
- ¿Lo crees capaz de faltar? - me miró con algo de obviedad - De acuerdo mala pregunta...
- ¿Han tenido problemas últimamente? Es decir, fuera de ése tema. - preguntó Tae, ellos bebían té y yo café.
Si, convencí a mi tigre de que comprara café para mi, pero éso no es un asunto relevante ahora.
- Supongo que no... Todas las discusiones siempre son de su trabajo y mi embarazo. - admitió cabizbajo - Es lo único que nos hace pelear.
- Vaya... - las partes más grandes e importantes de su relación eran las que estaban fallando, evidentemente era más grave de lo que llegamos a creer.
- ¿Has tratado de hablar con él? No sé... Sobre... ¿Dejar el boxeo quizás? - rodó un poco los ojos.
- Lo e intentado, pero no... Él siempre va a negarse. - explicó.
Tae y yo nos dirigimos una mirada de tristeza, y como si fuera telepatía asentimos levemente, marcando con éso que dejaríamos el tema.
De nada serviría traer a Jimin hasta aquí sólo para empeorar su ánimo.
- Oye... Dijiste que tenías preguntas de la cesárea ¿verdad? - Tae se encargó de cambiar la conversación, al menos dentro de lo posible.
- ¡Si! Son muchas... - mostró un semblante un poco mejor.
Pasamos el resto del día y noche hablando sobre éso, la cesárea y todo lo que implica. Tae lo tranquilizó un poco asegurando que la anestesia siempre era efectiva, por lo que no sentiría nada. También yo le expliqué que las medidas que pidió se harán al pie de la letra, ya que con mi esposo así fue.
Una a una fuimos resolviendo sus dudas, e incluso acordamos que nosotros estaríamos allí. Ellos estuvieron con nosotros cuando Haneul nació, así que era obvio que sería mutuo.
Todo estuvo bien, el ambiente mejoró mucho y Jimin se veía de mejor humor y sobre todo tranquilo. Bueno, éso hasta que a media noche llegó Yoongi tocando el claxon como loco.
- Ya llegó... - le entregué a Jungkook a Han, se había quedado dormida encima de mi pancita.
- ¿Porque no baja y viene hasta aquí? - Tae miraba por la ventana.
- Viene cansado. - excusé - Ya me voy.
- Te ayudo. - Tae me tomó de la cintura y así pude levantarme del sofá.
Agradecí por todas las atenciones que me dieron durante todo el día, y me ayudó a salir hasta el auto.
De inmediato sentí un aroma a alcohol algo fuerte provenir de Yoongi, y ahí entendí el porqué tocó de ésa manera tan desenfrenada el claxon.
- Sube y vámonos. - lo sentí más como órden que como petición.
- Jimin, viene tomado. - susurró Tae - ¿Seguro que te irás con él?
- Tengo qué, es ya muy tarde como para que me lleven ustedes. - respondí al mismo volumen.
- ¡Que te subas ya! - abrió la puerta bruscamente.
- Ya me voy TaeTae, nos vemos luego. - nos despedimos con un beso en la mejilla y subí al auto con duda.
*inserte meme de "esto se pondrá feo"*.
¿Pensaban que no se podía odiar a Yoongi? ¡Pues estaban mal! :v
Los amo. ❤
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