Yoongi... ¿Me golpeó?...
Es que... Yo no puedo creerlo, jamás pensé que lo haría...

Me pasé la noche entera llorando, por que mi mejilla me dolía terriblemente, incluso me salió sangre de la nariz... Y porque me partía el alma recordar todas ésas crueles palabras que pronunció... ¿Hablará en serio?

Me recosté en el sofá, no quería ir a la habitación y que las cosas acabaran aún peor... Y aunque hubiera querido no podría, las piernas me punzaban, la cabeza me daba vueltas, la cara me ardía y la espalda y vientre estaban matándome...

- Él... Nos ama Soo, no... Te preocupes... - acariciaba mi pancita pues se había puesto muy inquieta, era lógico.

Nunca había dudado en decir ésa frase, pero ésta noche, las palabras dichas me cortaban la garganta y me hacían pensar de más.

Pensar en que tal vez mi esposo ya no me amaba...

[...]

Por la mañana una voz gruesa en demasía me asustó cuando me habló para despertarme, retrocedí en el sofá como primera acción.

-Minnie... - se sentó a mi lado, yo lo miraba con miedo... - Yo, lo lamento...

- Aléjate. - nunca creí decirle éso, pero en verdad me daba miedo tenerlo cerca ahora - Vete...

-Por favor, déjame explicarte... - intentó tomar mis manos, las quité bruscamente.

-¡No! ¡Me lastimaste, mira! - señalé mi mejilla, mover la mandíbula para hablar se sentía como una tortura - Tú... Prometiste que jamás lo harías...

-Es culpa tuya. - parpadeé varias veces intentando asimilar lo que había escuchado - Tú lo causaste.

-¿Ésa es tu maldita explicación? - intenté levantarme pero no podía, mis piernas dolían, y además él me sujetaba de la muñeca en contra de mi voluntad - Sueltame.

-No lo haré hasta que me perdones. - sujetó mi otra muñeca también.

- ¿En verdad piensas que lo haré? ¡Sueltame ya! - me removía sin éxito.

-Jimin por favor, tenemos una hija. - bajé la mirada.

-Sí, una hija que dijiste no querer. - empecé a llorar ligeramente - Tú mismo dijiste anoche que no deseabas un bebé...

-Aún así aquí está y no hay remedio, la tengo que querer. - por fin logré safar mis manos de su agarre.

- ¿La tienes que querer? Si te sientes obligado... Entonces no lo hagas... - me levanté como pude - Puedo solo con ella.

- No, no puedes solo ni contigo mismo. - se puso de pie frente a mi.

- Eres un idiota... - desvié la mirada - Ya... Largo de aquí...

Suspiró de forma sonora, tomó sus llaves y salió del apartamento azotando la puerta.
¿En serio a éso le llama disculpa? Pensaba perdonarlo, pero... Incluso me echó la culpa por haberme lastimado prácticamente de todo el cuerpo por el hecho de no ayudarme ni a caminar.

Yo... No sé que le pasa, aunque si todo lo que me gritó anoche es verdad... No tengo idea de lo que haré.
Puede que quiera separarse de mi, y... En algo tiene razón, yo solo no puedo...

Jimin me llamó, era bastante temprano. El tono de mi celular retumbó bajo mi cabeza causándome una punzada horrible, éso me pasa por beber tanto.

- Jimin-ssi... Son las ocho... ¿Que sucede? - respondí adormilado.

- ¿Crees que... Tú y Tae puedan venir?... - escuché que sollozaba - Necesito... Ayuda...

- ¿Que te pasó, estás bien? - incluso reaccioné al escucharlo así.

- No... Vengan, no puedo... Levantarme. - me alteré y bajé de la cama de golpe.

- Ya lo llamo, esperanos. - contesté preocupado y colgó.

Me arreglé rápidamente mientras llamaba a Jungkook, ambos se preocuparon tanto o más que yo y dijeron que vendrían por mi lo más pronto posible para ir a verlo.
Supusimos que había vuelto a caerse, o que el peso de su bebé ya lo había excedido.

- ¿Te dijo algo más? - preguntó Jungkook cuando ya íbamos en su auto.

- No, sólo me pidió ayuda. - contesté.

- Y... ¿Si Yoongi le hizo algo? - habló Tae con su hija en brazos.

- ¿Crees que... Haya sido capaz? - me asustó su comentario.

- Pues, a éstas alturas puede ser... - admitió Jungkook.

- No digan éso... - parecía que iba a llorar, y era lógico, Jimin es su mejor amigo.

Y bueno, también el mío...

Una media hora después llegamos al apartamento y Tae sacó su juego de llaves que Jimin le había dado para emergencias.
Entramos desesperados, pensando que lo encontraríamos en el suelo por alguna caída o en su habitación esperando.

Pero, no fue así.
Lo vimos sentado en el sofá, llorando de manera un poco inaudible y con su mano cubriendo la mitad de su rostro.

- ¿Minnie que pasó? ¿Todo en orden? ¿Que necesitas? - Tae fue el primero en acercarse totalmente a él.

- Abrázame... - su voz era muy baja, descubrió su cara y nos quedamos helados al ver lo que tenía...

- Dios... ¿Él... Te hizo éso?... - asintió comenzando a llorar de nuevo.

Los tres lo envolvimos en un abrazo, él no dejaba de derramar tristeza. Se quejaba del dolor, y se notaba que estaba afónico casi completamente.
Tenía sangre seca bajo su nariz, rastros de lágrimas en toda la cara y su mejilla se veía entre roja y morada e hinchada.

No imagino la fuerza con la que ése maldito lo golpeó, ni siquiera tengo una mínima idea del porqué lo hizo. Jimin es... Tan dulce, nadie querría hacerle daño...

- ¿Porque lo hizo? - me ganó a preguntar Jungkook.

- Porque... Dijo que... Lo tenía harto... Con mis cuidados y la bebé... - hablaba entrecortado y con dificultad.

- Ése imbécil, y justo unos días antes del parto se le ocurre hacer tremenda estupidez. - bufé.

- Yoongi... No quiere una hija... - sollozó - Dijo que... Iba a quererla... Porque tenía qué.

- ¿En verdad éso dijo? Pero cuando quedaste en cinta él se miraba tan emocionado. - comentó Kook.

- Creo que fingió... Para no hacerme sentir mal... - se aferraba a Taehyung.

- Pues no debió, mírate, te está destruyendo. - habló.

- Él no es así... Seguramente sólo fue un impulso... - acariciaba su pancita junto con la mano del contrario.

- Minnie, no lo defiendas, lo hizo una vez y lo hará de nuevo si lo desea. - lo miró algo serio Tae.

- Hablaré con él. - interfirió Jungkook - Tiene que entrar en razón.

- Te ayudo. - contesté - Iré a donde entrena hoy de todos modos.

- ¿Porque? - Jimin ya empezaba a tranquilizarse un poco, muy poco.

- Su mánager me invitó a salir... - reí ligeramente, luego corté el gesto - Me lo encontré anoche en el bar... A donde fue con Yoongi...

- Así que fue con él... - suspiró pesado - Lo sabía...

- Cuando lo ví ahí pensé que te había pedido permiso para llegar tarde a casa... - admití.

- Ja... Él nunca me pediría permiso... Sólo lo hace y ya... - imité su suspiro.

Tae se quedó con Han en el apartamento, dijo que él le haría compañia y lo ayudaría ya que sus piernas le dolían mucho como para ponerse de pie.
Jungkook y yo mientras tanto salimos rumbo a ver a Yoongi, y bueno, yo también iría por Namjoon.

- ¿Puedes creerlo? Otro poco y le rompe la mandíbula. - comentó a medio camino.

- Diría que exageras, pero honestamente estaría loco. - bufé - Yoongi no estaba pensando bien anoche, lo ví demasiado tomado cuando se fue del bar.

- Probablemente debiste detenerlo. - asentí con algo de culpa.

- Lo sé... - suspiramos - No creí que fuera a hacer algo tan... Grave...

Tardamos más o menos una hora en llegar al lugar, íbamos con unas caras de enojo que daban incluso miedo, y no era para menos.
Estaríamos dispuestos a golpearlo, pero siendo muy sinceros, ni siquiera Jungkook podría igualar fuerzas con él.

Entramos e inmediatamente lo buscamos con la mirada, hallandolo practicando con otro chico ligeramente más alto que él en uno de los tantos rings.

- ¡Hey tú, estúpido! - gritó - ¿¡Cual es tu problema con Jimin!? - si gritar a medio paso es hacer entrar en razón, me uno totalmente.

- Agh... Veo que fue con el chisme ¿o no? - pero que sin vergüenza - No le hice nada.

- ¿Que no? ¡Tiene la mitad de la cara inflamada por culpa tuya! - exploté.

- ¿Que pasa aquí? - intervino Namjoon con una cara sumamente confundida.

- Nada importante. - bajó del ring.

- Claro, si llamas golpear a tu esposo una cosa no importante. - ahora la discusión era entre cuatro.

- ¿Lastimaste a Jimin? - Nam lo miraba con desaprobación - Está en cinta inútil, pareces animal.

- Vaya, ahora estás de su lado, y ayer no parabas de insultar nuestra relación. - se cruzó de brazos excusándose.

- ¿Comprendes que no estaba cuerdo ni en dos sentidos? Tú estabas más consciente. - asentí - Se supone que pensarías mejor qué hacer.

- Ya le pedí perdón. - rodó los ojos.

- Culparlo y dejarlo solo llorando aún sabiendo que faltan tres días para el parto no es una disculpa. - Kook estaba cada vez más cabreado.

- Él no coopera tampoco. - su mirada continuaba inexpresiva.

- No sé cuando te volviste tan insensible y poco hombre. - casi escupí en su cara.

- Yoongi, si vuelvo a enterarme de algo así, quedas despedido y tu carrera a la basura. - habló serio - Te entreno para ser boxeador nada más, no para que seas una bestia con tu familia.

- Agh, bien. - bufó - Me iré a casa entonces, debo hablar con él.

- Largo. - señaló la puerta - Te veo mañana.

Yo decidí quedarme con Nam, de hecho ése era mi plan inicial de la mañana. Jungkook regresó junto con Yoongi al departamento, cada uno en su auto.
Según ví, y a juzgar por sus caras, ambos estaban reprimiendo sus impulsos de pelear entre ellos.

Pasé casi tres horas a solas con Tae y su nena, me costó mucho trabajo calmarme y sobre todo poder recuperar completamente la voz. Me había quedado prácticamente afónico por tanto llorar y gritar.

Taehyung cocinó para mi y Han, comimos en el sofá. Él estuvo ayudándome a ponerme de pie sólo cuando era muy necesario, y me prometió que estaría cuidandome aún más a partir de ahora.

Me colocó una bolsa de hielo en la mejilla y limpió mi cara, ya que tenía rastros de lágrimas y sangre que no me había podido quitar.

Estaba más tranquilo de alguna forma, y de pronto, llegó junto con Jungkook, ambos con expresiones hartas.

- TaeTae, hay que irnos. - trató de sonreír.

- Vale... - suspiró y me abrazó fuertemente cuando le entregó su niña a Jungkook - Cuídate mucho, llámame por la noche ¿de acuerdo?

- Claro. - sonreí débilmente.

Ambos se despidieron una vez más de mi y acariciaron mi vientre diciéndole adiós a Soo, incluso Hani lo hizo.

Cuando ellos se fueron, Yoongi se acercó a mi. Yo por reflejo, retrocedí un par de pasos sosteniendo mi vientre.

- ¿Podemos hablar? - dejó su maleta en el suelo.

- Yo no tengo nada que decirte. - me senté en el sofá.

- Bien, sólo escucha. - me crucé de brazos - Sé que me sobrepasé, no debí lastimarte ni decir toda ésa sarta de palabras... Perdóname...

- No lo sé... ¿Decías la verdad?... - negó, aunque se veía dudoso - ¿Lo volverás... A hacer?...

- Nunca. - aseguró y se sentó a mi lado - Confía en mi.

Suspiré pesado, y estiré ambas manos hacia él, las entrelazó con las suyas y sonreí levemente.

- Te perdono, sólo por ésta ocasión... - ni siquiera yo sabía lo que estaba diciendo, ¿en verdad lo estaba disculpando?...

- Gracias Minnie... - me abrazó.

Dios santo... ¿¡Porque carajos lo perdoné!?

Wa, casi 2000 palabras, nuevo récord. Siguiente capítulo habrá sorpresas buenas y malas juju.

P. D: La imagen de multimedia es un edit que hice uwu.

Los amo. ❤