Cuando me quedé solo en la habitación decidí llamar a Tae, necesitaba un consejo o al menos consuelo. Y cuando escuché que Yoongi estaba viendo por enésima vez las películas de Rocky supe que no vendría a la cama pronto. Suele desvelarse hasta ver la saga completa.

"Llamada"

- ¿Minnie? ¡Hola, milagro que estás despierto aún! - contestó feliz - ¿Insomnio?

- No, yo diría más bien tristeza y coraje. - suspiré.

- Vaya... ¿Que sucedió? - ahora sonaba preocupado.

- Es Yoongi. - comencé la historia, y él tuvo la misma reacción que yo.

- ¿Como se atreve? ¡Es el parto, no puede preferir su estúpido trabajo! - escuché un "shhh, Han duerme" proveniente de Kook - Perdón Kookie, pero si supieras lo que yo también estarías gritando.

- Pareciera que no entiende la importancia que tiene. - respiré hondo intentando parar de sollozar - Pero en fin... ¿Algún consejo TaeTae?

- Rompele su saco de boxeo en la cabeza. - solté una pequeña risa - Es enserio. - rió conmigo.

- Mira Jiminie. - intervino Jungkook - Yoongi te ama mucho, si sabe diferenciar prioridades, moverá cielo, mar y tierra con tal de no faltar al nacimiento.

- ¿Tú crees? - me dió un poco de esperanza.

- Lo conozco, no más que tú obviamente. - reímos un poco - Pero sé que tan importante eres para él, mantente tranquilo ya verás que no pasará nada malo.

- Vale... Confiaré en éso. - limpié mis mejillas y sonreí levemente - Gracias a ambos, me siento mejor...

- Me alegra Minnie. - habló Tae - Debes estar de buen humor por tu bien y el de Soo, recuérdalo.

- Lo sé. - contesté ya en un tono más calmado - Lo haré.

- Ésa es la actitud. - luego de unos minutos más de plática tuvieron que colgar, al parecer Han se había despertado y ahora debían intentar dormirla otra vez.

- De nuevo gracias, y lamento haber despertado a Hani. - dije ya de último.

- Descuida, sabes que estoy para ayudarte en cualquier momento. - nos despedimos con un "tranquilo, todo saldrá bien".

"Fin de la llamada".

Puse mi celular debajo de mi almohada y largué un último suspiro. Tal vez ellos tengan razón, Yoongi siempre a sabido ver y ordenar cuales son sus prioridades, y si aún lo conozco bien, puedo confiar en que ésta ocasión no será la excepción.

Por fin me quedé dormido, con hambre aún pero ya no pensaba pasar el suplicio llamado caminar. Además la comida después de llorar y enojarse nunca cae bien al estómago. Preferí aguantar hasta la mañana, esperando que Yoongi guardara mi comida en el refrigerador y no se la acabara.

[...]

No sé cuanto tiempo había pasado desde que me dormí, pero desperté cuando sentí caricias lentas en mi mejilla y vientre. Supuse que era Yoongi, y que probablemente ya era media madrugada.

- Odio ver tus ojitos así... - susurró cuando me vió reaccionar - Deben brillar de felicidad, no por culpa de las lágrimas...

- Casi no puedo verte. - comenté y sonrió levemente, estaban bastante hinchados por haber llorado tanto rato.

- ¿Puedes perdonarme? Fuí un completo imbécil... - sus caricias en ningún momento cesaron - Te prometo, que no importa lo que pase, estaré contigo cuando Soo nazca.

- ¿Seguro? - imité su acción acariciando su mejilla.

- Lo juro. - me besó cortamente - Confía en mi...

- Lo haré. - sonreí un poco.

Aún tenía un pequeño nudo en el pecho, y creo que es entendible. Pienso que a nadie le gustaría escuchar lo que yo ¿o sí? Pero en fin... Es mi esposo, lo amo y él me ama, así que confiaré en que sabe lo que hace y que enserio verá a Soo desde el primer segundo en que esté aquí.

Volví a dormir, ésta vez con Yoongi abrazándome, en una posición complicada considerando el tamaño de mi pancita, pero lo intenta.
Demonios, amaneceré con los ojos pegados seguramente, por éso no me gusta llorar.

Aveces hago capítulos cortos jaja, sorry not sorry.

Los amo. ❤