twenty-eight;❃
*Flashback*
Cuando Jimin dijo que iría a casa de Tae vi mi oportunidad de descansar, no digo que me canse cuidarlo o que esté allí esperándome por las noches, pero creo que cualquiera necesita al menos un día para estar solo o al menos hacer lo que uno quiera.
Yo por ejemplo, usé mi día para entrenar hasta más tarde y ¿porque negarlo? beber algunos tragos con Namjoon, desde que Jimin quedó en cinta yo no he podido probar ni gota de alcohol porque él no puede, así que, ésa es mi razón.
-¿No te regaña tu esposo? - preguntó en tono burlón Nam cuando acepté su invitación a un bar.
-Sí, pero me da igual. - reímos - Él no va a controlar más mi vida.
- Uy, suena a que hay problemas por allí. - habló HyunJin, sí, aquel chico al que golpee más de la cuenta en el ring ahora trabaja con mi mánager también, así que somos compañeros y supongo que amigos o algo parecido. Aún no olvido sus palabras de aquella vez, pero en fin.
-No imaginas cuantos... - bufé.
-Ya no pienses en éso, el alcohol arregla todo. - sonrió abiertamente y Hyun lo imitó.
Fuimos a un bar cercano al lugar donde entrenamos, que más que éso era un club para hombres. Abarrotado de imbéciles con suficiente dinero de sobra para despilfarrar, viendo con caras morbosas a las bailarinas que daban vueltas en tubos. Yo por mi parte desviaba la mirada, realmente las mujeres nunca han sido de mi entero agrado, es evidente.
Nos sentamos en una zona VIP gracias a Nam, él y su dinero lo pueden todo.
Era noche de barra libre, por lo que teníamos permitido beber todo lo que desearamos solamente pagando la primer ronda.
Y yo no iba a desaprovechar.
Ni siquiera sé que clase de alcohol estuve bebiendo, básicamente porque omití la parte de preguntar, sólo tengo claro que de los tres yo era el segundo menos consciente al final de la noche.
Por mi no hubiera habido ningún problema en quedarme más tiempo, pero en algún momento de lucidez recordé que debía ir por Jimin.
- Chicos... Debo irme... - apenas tenía equilibrio - Jimin... Está con Tae...
- Que se quede con él. - rió escandalosamente Nam, él ya tenía a un chico sentado en sus piernas, no sabía ni quien era.
- No... Se enojará... - la voz se me barría.
- Si no estuvieras casado tu vida sería mejor. - bufó Hyun, el más cuerdo del momento.
- Créeme que lo sé. - respondí y a pasos torpes me fui del lugar.
Me preocupaba un poco el hecho de conducir en mi estado, pues honestamente nunca había manejado ebrio. Siempre tomaba un taxi junto con Jimin... Pero, nadie iba a llevarme y me acabé el dinero en apuestas con ése par de idiotas.
Tuve un par de dificultades para encontrar mi auto en primer lugar. Luego luché con mis llaves para abrir la puerta del piloto, tardé bastante en lograr entrar. Azoté la puerta y no le coloqué seguro, ni siquiera me puse el cinturón.
Aceleré a fondo, tenía el coraje atravesado por lo que Nam y Hyun habían dicho y solamente quería ir a casa y dormir. Aunque sabía que éso no sería posible, Jimin seguro que me haría gastar horas por estar reclamándome.
Me pasé un par de topes en el camino y por poco paso un alto, afortunadamente frené a tiempo.
Llegué a casa de Taehyung a la media noche, no quería bajar del auto y caminar hasta la entrada pues tenía presente lo mal que estaba mi equilibrio. Opté por tocar repetidas veces el claxon para que él saliera por su cuenta.
- Sube y vámonos. - ordené en cuanto lo ví llegar, venía con su amigo.
- Jimin, viene tomado. - susurró Tae, alcancé a escucharlo - ¿Seguro que te irás con él?
- Tengo qué, es ya muy tarde como para que me lleven ustedes. - éso me hizo enojar y me quitó la poca paciencia que tenía.
- ¡Que te subas ya! - grité y abrí la puerta bruscamente.
- Ya me voy TaeTae, nos vemos luego. - se despidieron y subió al auto con una mueca.
Se abrochó el cinturón especial que compré y arranqué nuevamente dejando las puertas sin seguro. Fue silencioso unos cuantos minutos, luego comenzó a hablar.
- Yoongi... ¿Bebiste? - bufé.
- Que pregunta tan idiota. - respondí - ¿Acaso no me ves? - mi voz seguía barrida pero según yo era entendible.
- Yo... ¿Porqué? ¿A dónde fuiste y con quién? - aceleré un poco.
- No te incumbe. - no quería ni podía despegar los ojos del camino.
- No me hables de ése modo, yo no te hice nada. - contestó molesto, y éso me molestó también a mi.
- ¿No me hiciste nada? ¡Eres el causante de que esté así! - dejé de mirar al frente.
- ¿Perdón? ¿Que demonios te ocurre? - se cruzó de brazos.
- ¡Tú me hartas! - pisé a fondo el acelerador.
- ¡YOONGI FRENA! - me ignoró, pero alcancé a parar el auto antes de estrellarnos de lleno contra un camión por no ver el alto.
Jimin alcanzó a sujetarse del tablero y no golpear su vientre, aunque si fue un movimiento demasiado brusco. El enojo hizo que éso no me importara.
- ¿Ves? Casi nos matamos por culpa tuya. - reclamé.
- ¿M-mía? ¡Tú fuiste el que aceleró! - casi lloraba.
Aguanté las ganas de responderle, solamente esperé que la luz roja cambiara a verde y aceleré, ésta vez no mucho, para entonces el efecto del alcohol había comenzado a pasar y estaba cada vez más lúcido.
Llegamos a casa, no lo ayudé a bajar, y como era de esperarse me reclamó.
- Yoongi... ¿Porque no me quieres ayudar?... - intentaba salir del asiento del copiloto.
- No lo volveré a hacer, estoy cansado de ser tu sirviente. - entré al departamento.
Unos diez o quince minutos después entró él, quejándose supuse que de dolor y arrastrando los pasos con mucha dificultad. No me levanté del sofá para ayudarlo.
- ¿Es... Cierto todo lo que dijiste?... - ya había derramado algunas lágrimas.
- Si. - aclaré mi garganta.
- Yoongi... - se sentó a lado mío - Yo... No fue mi intención hacerte sentir así...
- Aún así lo lograste. - lo miré serio - Todo empezó con éso. - señalé su vientre.
- ¡Con ella no te metas! - aumentó su llanto - Queríamos formar una familia... ¿Ya lo olvidaste?...
- ¡No, éso querías tú! - me levanté bruscamente - ¡Yo no quería tener un bebé y mira lo que hiciste!
- ¡No te atrevas a volver a decirlo! - me encaró... Y exploté.
Sabía que estaba consciente de mis acciones, sabía que me arrepentiría por la mañana, pero en ése momento, era lo que quería hacer.
- No me levantes la voz de nuevo. - Jimin tenía ambas manos cubriendo su mejilla izquierda, la cual ahora estaba muy roja por mi golpe - Iré a dormir.
Lo dejé en el sofá, y pasaron al menos dos horas hasta que sus lloriqueos cesaron. Creo que me excedí con la fuerza, puede que me odie, pero estoy harto de todo.
Actualice después de mil años, y si, yo les dije que iban a odiar a Yoongi a partir de ahora.
Los amo. ❤
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