Dios, ya no sé que hacer, ¿que me ha pasado? Estoy estresado, pero empiezo a dudar que sea sólo por éso que me he portado así con Jimin.

Durante mi trayecto iba pensando en todo lo que pasó anoche, lo lastimé de nuevo, tal vez más que la primera ocasión, y me siento un poco mal. ¿Lo merecía? Realmente no lo sé.
Tenía sangre en la boca y nariz, me pasé... Pero quise ayudarlo y me corrió del cuarto, cosa que me hartó.

Lo peor es que no tengo con quien hablar sobre mi coraje, si Nam se entera pierdo mi carrera -por culpa de Jimin-, si Hyun lo sabe probablemente irá de chismoso, y los demás ni siquiera son amigos míos. Gracias vida, me arruinaste todo con el matrimonio.

En fin, llegué a entrenar, y Namjoon me recibió con una botella de licor y una cajetilla de cigarros. Si mi esposo me recibiera así, habría menos problemas.

- ¿Qué celebramos? - dije extendiendo ambas manos para recibirlos.

- Que tengo pareja, idiota. - sonrió - ¿Me haz puesto atención últimamente? Te he hablado mucho de él.

- Ah sí... El amigo de Jimin, ya capto. - suspiré un poco nervioso, realmente no he estado prestando atención a sus conversaciones las últimas semanas.

- Hoy no hay entrenamiento, es día de festejar mi relación. - apenas me había percatado de que el lugar estaba vacío, sólo estábamos nosotros tres allí.

Varias horas después Nam recibió una llamada de su nuevo novio, Jin, diciendo que quería verlo y que lo esperaba en su departamento. Él, claramente, aceptó.

- Nos vemos. - ésta vez no estaba tan ebrio como otras ocasiones.

- Iré a casa ¿de acuerdo? - asintió.

- ¿Te espera tu esposo? - cuestionó curioso Hyun.

- Ya sabes que sí, y no debe estar de tan bien humor, así que no quiero llegar tarde. - dije con una mueca.

- ¿Acaso pelearon? - pero que chismoso es...

- Algo así, un par de gritos, nada grave. - ¿se habrá notado que mentí?

- Te ves estresado, ¿seguro que sólo fueron gritos? - me miró raro - Se nota que hay más problemas que éso.

- Los hay, sin duda. - contesté con un suspiro - Entre las cosas que estaban mal antes, sumado a la niña, es bastante duro siquiera el estar ahí.

- ¿Haz considerado dejarlo? El divorcio es a veces la mejor opción. - tomó mi hombro amistosamente.

- ¿Y que haría él sólo con nuestra hija? Ni siquiera a podido regresar a trabajar. - bajé la mirada.

- Tiene padres, y dos amigos muy entrometidos, seguro que tiene a quien acudir. - aseguró - Piénsalo Yoon, ésa relación te está acabando.

Puede que sea cierto, debido al estrés incluso he comenzado a fumar, cosa que no hacía antes. Estar con Jimin ya no es tan maravilloso como hace meses, más bien, es un círculo bastante vicioso de "estar bien" un rato y después pasar a lo cruel.

¿Culpa de quién es? Seguiré diciendo que suya, pues él me dió un bebé cuando claramente no lo quería ni estaba listo para cuidar de una vida más. Las cosas iban perfecto, hasta que llegó un día con aquella noticia.

Quiero mucho a Soo, es mi sangre después de todo, y es una niña encantadora. Sin embargo, no quita el hecho de que no fue deseada por mi...

- Lo pensaré, te veo mañana. - dije avanzando algunos pasos.

- ¡Ah Yoon! Mañana no hay entrenamiento, Namjoon estará ausente. - sonrío de lado.

- No me digas éso... No quiero estar en casa. - rodé los ojos.

- ¿Te parece ir a un bar? Así sales de tu apartamento y te relajas. - sugirió.

- Vale, acepto. - dicho ésto acabé por irme.

Eran cerca de las 11 cuando llegué a casa, no se veía luz, pero supuse que Jimin aún seguía despierto igual que cada noche. Entré intentando no hacer ruido, aún traía mi cigarro encendido para entonces, así que por más silencio que lograra mantener mi aroma me delataría.

- ¿Yoongi? - y no me equivoqué.

- Ah, hola. - cerré la puerta - Deberías considerar dormir temprano.

- Hoy en particular no podía... - bajó la mirada - Me duele el abdomen cuando me acuesto.

- Sí... Lo siento por éso... - suspiré sabiendo a qué se refería - Sabes que te quiero, no fue mi intención lastimarte. - vale, lo primero es más mentira que verdad.

- Sí, lo sé, pero aún así lo hiciste. - suspiró - Ya... No importa, Tae me ayudó a curarme.

- Ah, ¿vinieron a verte? - asintió - Que bien... - muy oportunos.

- Yoongi... Ellos me hicieron dudar de algo... ¿Puedo preguntarte una cosa? - afirmé con la cabeza mientras nos sentabamos en el sofá, supuse que Soo ya estaba dormida en su cuna.

- Dime qué ocurre. - lo miré sacando el humo del cigarro por mi boca.

- Primero... ¿Puedes apagar éso? Le hará daño a la bebé. - bufé - Por favor Yoon...

De mala gana apagué el cigarrillo sobre la mesa, tampoco le gustó que hiciera éso pero no me importó mucho la mueca que formó. ¿Era lo que quería no? No gastaría energía llendo a la cocina y echándole agua encima.

- Vale... Cielo, Tae dijo que... - respiró hondo - Dijo que tal vez tú ya no me amas...

- Y ahora dudas de si es verdad o no. - asintió levemente - Jimin, yo... - gracias Taehyung por ponerme en ésta situación que trato de evitar cada noche.

- No es tan difícil responder ¿o sí? Sólo dime si aún me amas o no... Es importante que lo sepa... - insistió.

- Me casé contigo, ¿no es suficiente prueba? - desvié la mirada.

- Puede ser pero... - lo interrumpí un poco harto.

- ¿Entonces? Deja de dudarlo, y sobre todo, ya para de preguntarmelo, se está volviendo cansado. - justo cuando venía con ganas de dormir y ya.

- Lo lamento, no creí que una simple pregunta matrimonial te afectara. - se levantó - Iré a la cama, si quieres venir, estará la puerta abierta.

Dicho ésto se fue con una cara seria, y yo me quedé un rato en el sofá fumando un nuevo cigarro, pensando en que mis palabras eran cada vez menos sensibles.

Al final el sueño me venció, y como el sillón me lastima a veces tuve que ir a la recámara, Jimin ya estaba dormido sin haberse cubrido con nada. La imágen simplemente me regresó el sentido común, debía dejar de ser tan indiferente con mi esposo... Pero no sabía cómo lograrlo por más fácil que suene.

- ¿Por qué tienes que ser tan bello? - susurré mientras le ponía la sábana encima - No puedo dejarte así...

Y es verdad, puede que no lo ame como antes, pero sigue teniendome apegado a él como si fuera un hechizo raro. Soy adicto a estar con Jimin, a pesar de que mi corazón me grita que debo parar de mentirle.

Aunque, tenemos una familia ahora, y por más cruel que sea con él, aún no tengo el valor para dejarlo solo sin sustento y abandonar a Soo...
Lo cuál, probablemente me haga quedarme más tiempo aquí.

- Minnie... - le hablé cerca del oído, despertó lentamente.

- Creí que... No vendrías... - me miró adormilado.

- Siempre vendré contigo. - admití - ¿Puedes perdonarme por lo que hice? - acaricié ligeramente su abdomen, fue cuando sentí el vendaje que portaba.

- Sí... Pero por favor... No vuelvas a repetirlo amor... - soltó un par de lágrimas, éso me estrujó el corazón.

- Trataré... De mejorar mi carácter... - lo besé cortamente - Te quiero, ¿lo sabes no?

- Lo sé... - sonrío un poco - Yo te amo Yoongi...

Una noche más, no estoy seguro cuantas resten por pasar de ésta forma.

Aquí podemos ver que Yoongi es horrible con Mimi desde su punto de vista, sorry.

Aviso SÚPER importante para que vayan preparándose: Del capítulo 37 al 40 más o menos, habrá un problema grande y un desarrollo algo más rápido.

Los amo. ❤