Cuando Tae llegó junto con Jungkook y Han, osea una hora después de que los llamé, me sentí feliz por verlos pero apenado porque nuevamente los tengo aquí por mis problemas.

- ¿Jimin, que pasó? ¿Le hizo algo a Soo? - preguntó Jungkook en cuanto llegaron.

- No... Sólo a mi. - Tae me abrazó de inmediato, yo correspondí.

- Ahora sí lo mato. - me quejé por el dolor del abdomen - ¿Donde te golpeó?

Ésa frase suena tan... Mal. Jamás creí tener que escucharla.

- Mi mejilla, de nuevo. - señalé mi cara - Y me empujó...

- Jiminie... - ambos me miraban con evidentemente tristeza - ¿Por que dejas que te trate como si no fueras nada?...

- No lo sé... Creo que lo amo demasiado aún... - los tres suspiramos.

Luego de la pequeña escena, los hice pasar completamente a la sala en donde tenía a mi nena, la había dejado en el sofá rodeada de muchos cojines. Tae casi muere de ternura al verla ya más grande, y Jungkook le empezó a hacer caras raras.

Hani, ella fue tan dulce. Se acercó a sentarse junto a ella y me preguntó si podía cargarla. Le ayudé con algo de miedo, porque ella también cuenta como bebé, pero me calmé cuando Tae le dijo que no se moviera junto con Soo. Dios, juro que vista más bella no existe.

- Es muy bonita. - habló con mucha claridad y sonriente, Soo se veía tan pacífica junto a ella.

- Lo sé nena. - sonreí con dificultad.

Un rato después las niñas se quedaron dormidas aún sin separarse, y entonces pude hablar con ellos. No me gusta tratar temas así con las pequeñas escuchando, sé que son muy chicas aún y no entienden nada de lo que ocurre, pero sí logran percibir los sentimientos.

- ¿Como fue que pasó de nuevo? - preguntó Tae.

- Discutimos... Yoongi fue a tatuarse con el dinero que tenía para los gastos médicos de Soo... Y me molesté... - empecé a sollozar - Un tema llevó a otro y acabamos peleando sobre... Mi pasado... Me empujó muy fuerte al piso luego de abofetearme.

- Supongo que le gritaste por mencionar éso. - asentí - ¿Y él quiso arreglarlo así? ¿Que carajos tiene en la cabeza?

- Si lo supiera te lo diría... - limpié mis lágrimas - No debí seguirle la pelea en primer lugar...

- No Jimin, no comiences a culparte. - me miró serio - Tú no tuviste la culpa de acabar en el suelo.

- Él dijo que me lo busqué. - me abracé más a Taehyung.

- Te ruego que no le empieces a creer... Si lo haces, ésto se irá por completo a la basura. - explicó mientras acariciaba mi cabello.

- Perdón por interrumpir, pero ¿a qué se refieren con el pasado de Jimin? No entiendo... - nos miraba confundido Jungkook.

- A cierto... Nunca te conté la historia amor. - negó.

- Debes saber que odio recordarlo... Pero te la diré para que comprendas el contexto. - asintió y yo largué un suspiro.

*Flashback*

Un semestre antes de conocer a Yoongi, yo tenía muchos problemas en la escuela, no tenía amigos ya que Tae llegó mucho después.
Me molestaban, me quitaban mis pertenencias, varias veces me golpearon, todo porque decían que era muy "niña" y por lo tanto "sólo éso merecía".

Me harté de la situación, y un día les pedí a mis padres que me inscribieran en clases de boxeo. Primero, fue sólo para poder defenderme y quitarme las etiquetas que me habían puesto en ése lugar. Después, me comenzó a gustar como vocación para toda la vida, y entrené con más ganas y frecuencia.

Estuve casi cinco meses en entrenamientos, me sentía bien, había aprendido a defenderme y ése deporte en verdad me hacía feliz. Puedo decir que amaba el boxeo.
Estaba haciendo las dietas necesarias, compré un saco para tenerlo en mi habitación e incluso comencé a buscar a personas que organizaran peleas.

Sin embargo, las cosas para mi acabaron cuando un día se me ocurrió hacer un simple comentario durante una cena con mis padres.

"Quiero ser boxeador profesional, estoy seguro que lo lograré en poco tiempo", lo dije con los ojos brillosos y emocionado. Pensando que me darían una respuesta positiva, pero no fue nada parecido a mis expectativas lo que recibí.

"¿Tú un boxeador? Por favor Jimin, no tienes lo necesario ni para los pesos pluma", contestó mi mamá.
"No pierdas el tiempo con éso, jamás llegarás a nada, te falta masculinidad".

Les reclamé por supuesto, culminando con un "¿entonces porque me dejaron seguir con los entrenamientos y mis sueños por tanto tiempo?".

"Creímos que tú solo te darías cuenta de que no tienes la capacidad para continuar y lo abandonarías", admitieron casi al unísono.

"No sirves para un deporte como el boxeo, eres... Diferente, y no estarás nunca a la altura de los verdaderos hombres que entrenan", añadió mi padre, además de la frase que más me dolió.

"Eventualmente romperían tus sueños y vendrías llorando, es mejor que lo hiciéramos nosotros antes".

Me encerré en mi habitación durante casi tres días, no quise comer más que sobras que quedaban en la cocina. No les dirigí la palabra a mis padres por un mes, y decidí dejar el boxeo por completo. Renuncié a todo lo que tuviera que ver con éso.

Me convencí de que el boxeo era el culpable de que mis padres pensaran ésas cosas de mi, y comencé a odiarlo.
Luego lo comprobé cuando entré a mis primeras clases de danza, pues ellos dejaron de molestarme. Éso sólo me hizo repudiarlo aún más.

Pero al parecer el destino tuvo un plan más cruel para mi, pues tan sólo un mes después de que todo aquello sucedió, llegó Yoongi.

La primera vez que terminé mi relación con él, fue porque no quise apoyarlo en su carrera. Más tarde me dí cuenta de en lo que me estaba convirtiendo, estaba haciéndole lo mismo que mis padres a mi. Me negué rotundamente a ser igual a ellos, por éso lo busqué y apoyé.

Un año después le conté toda la historia, en ése entonces me dió consuelo y dijo que entendía mi odio hacia ése deporte y que no me obligaría a aceptarlo nuevamente con amor.
Pero desde que iniciaron nuestros problemas, lo usa cuando quiere en contra mía, sin importarle lo mucho que todavía me duele.

*Fin del flashback*

- Así que ahora sabes qué pasa conmigo... - terminé.

- Wow... Yo... Lo siento. - suspiró pesado.

- No importa, no sabías. - sollocé - Por eso le dije ayer que si yo hubiera sido el boxeador y no él, haría todo muy diferente...

- Y de ahí siguió molestando. - asentí - Ése imbécil... No puedo creer que sea el mismo Yoongi con el que te casaste.

- Créeme que ni siquiera yo puedo. - suspiré - Ahora pienso que no debí contárselo.

- Jiminie... Le tuviste confianza, que él la esté usando mal no es culpa tuya. - me miró triste Jungkook.

- Si lo sé... En ése tiempo era muy distinto a como es ahora. - entre más hablaba con ellos, más se apretaba mi corazón.

- Minnie, te dolerá lo que diré. - lo miré y Tae secó mis lágrimas - Pero pienso que... Yoongi ya no te ama.

- Lo hace. - interrumpí - En una extraña manera...

- No Jimin, ésto no es amor. - pasó la mano por mi abdomen - Deberías considerar dejarlo...

- Podrías vivir en nuestra casa un tiempo. - sugirió su esposo.

- Por favor no te quedes más... - pensé en una respuesta, que más que promesa, era sólo habladuría vacía.

- Les prometo que sólo me quedaré una noche más con él, quiero ver lo que hace hoy. - suspiraron - Mañana me iré...

- ¿Seguro? - asentí dudando a más no poder.

"Una noche más", puede que sea cierto, puede que no.

Luego de 35 capítulos al fin revele la cosa central de la trama juju.

Los amo. ❤