four;❃
Como su pelea sería mañana hoy
debía entrenar bastante. Ya lo había hecho los días anteriores, pero según sus palabras no era suficiente aún.
Se presentaría frente a un público de doscientas personas, un número que nunca antes había escuchado en una pelea suya. Y yo estaba tan intranquilo como él, aunque no puedo decir que lo comprendo porque yo no soy el que estará sobre un ring peleando con doscientos pares de pupilas sobre mi. Pero siempre existe el apoyo moral...
- Jiminie no sé si estoy listo... Me estoy arrepintiendo. - me dijo mientras le colocaba las vendas en sus manos.
- No digas eso, es una gran oportunidad. - sonreí ajustando dicha tela blanca a su muñeca derecha.
- Si pero son doscientas personas viéndome, sabes que nunca me han visto más de veinte o si acaso cincuenta. - explicó con nerviosismo en su voz - Y ahora tendré a cuatrocientos ojos siguiendo mis movimientos...
- Hey, ¿me quieres poner celoso? - reí - No lo pienses tanto... Has esto, finge que sólo estoy yo ahí, concéntrate en la idea de sólo dos ojos mirándote, te será más fácil así.
- Eres mi ángel en serio. - se acercó a besarme y terminé de ajustar su venda izquierda - Tomaré tu consejo.
Lo miré entrenar y golpear el saco durante horas, y sin embargo nunca me cansaba de observarlo.
Ver como sus venas de los brazos se marcaban con cada puñetazo o lagartija que hacía. Su expresión siempre de concentración pura. Su cabello que comenzaba a pegarse a su frente luego de su sesión de abdominales. Simplemente él y todo lo que hacía era un arte digno de admirarse.
Y yo sabía bien como admirarlo en su totalidad.
Yoongi llevaba una dieta estricta desde que entramos a la Universidad y ahora con éste nuevo escalón en su carrera seguramente su régimen sería aún más intenso.
Los boxeadores profesionales deben mantenerse saludables por dentro y por fuera, sin antojos, y siempre conservando un mismo peso según su división. Tienen prohibido consumir chatarras o grasas, además de llevar una ingesta grande de proteínas puras.
Lo sé lo sé, ¿como sé éstas cosas si odio el boxeo y se supone que no entiendo ni su idioma?
En algún momento les contaré un poco más sobre mi vida.
Por ahora, estamos en la cocina de Yoongi, ya es de noche y le estoy preparando su cena. Créanme que es más difícil alimentar a un boxeador que a un niño mimado...
- No me gusta el pescado. - hizo una mueca, me habría reído si no estuviera actuando como un consentido sin remedio - No voy a comer eso.
- Yoongi, tu dieta lleva mucho pescado lo sabes. - rodé los ojos - Debes dejar de evitarlo.
- No, me niego. - se cruzó de brazos empujando su porción lejos.
- Min Yoongi, deja de ser un melindroso y come. - regresé su plato frente a él - Si no comes, no hay mimos.
- Ash... - hizo puchero - Me regañas más que mi mamá. - dió un bocado.
- ¿Ves? Está rico. - me senté a su lado, para apoyarlo en sus dietas yo como lo mismo que él.
No sería correcto de mi parte decirle "ahí está tu plato de vegetales y pescado, yo comeré bistec asado con papas fritas". Y de hecho lo agradezco, así yo también me mantengo sano y con una buena figura.
Yoongi también agradece lo último...
- ¿Te quedarás a dormir hoy? - me preguntó mientras seguía haciéndole caras a la comida.
- No si sigues haciendo muecas. - bufé - Si no cocino tan mal...
- Sabes que no es eso, tu comida la adoro. - sonrió - El problema es con el pez no contigo.
- Jaja... Vale, me quedo. - sonreí, otra cosa que debo agradecer es habernos independizado, así podemos decidir cuando dormir juntos sin pedir permiso a mi mamá o a mi suegra.
- Debo colocar la alarma para el último entrenamiento antes de la pelea, puedes quedarte a dormir más tarde si quieres. - luego de tantos remilgos acabó su porción.
- Despiertame cuando te levantes, quiero verte entrenar. - sonreí de lado, aveces me brota lo coqueto, pero sólo con él - Te vez muy sexy.
- Aish... No me sonrojes así. - desvió la mirada mientras reía - Está bien, entonces hay que irnos pronto a la cama o no despertaremos a tiempo.
- ¿Seguro que dormiremos nada más? - reí un poco.
- Tal vez no... - me levanté a dejar los trastes en el fregadero y sentí que me abrazó por detrás apegandome - Supongo que puedo quedarme más tarde... - besó mi cuello suavemente.
- Me alegra ayudarte con tu ejercicio nocturno. - me giré como pude para besarlo.
Entre besos y caricias fuimos caminando a pasos torpes por el pasillo hasta dar con la habitación de Yoongi, yo acabé debajo suyo sobre la cama individual.
Sólo diré... Que eran casi las tres de la madrugada cuando dormimos por fin, totalmente agotados. Dicen que esto también quema calorías, así que le ayudo con parte del entrenamiento...
Querían lemon a mi no me engañan... Sorry, no sé escribir ésas cosas del demonio v:
Usen su imaginación uwu.
Los amo. ❤
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro