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Calma en el pasillo

Pasan los minutos y sigo pensando en lo que ocurrió en el sueño. El gato de mi hermana solo se echa en el medio de la cama para poder dormir al igual que el resto.

La habitación está a oscura y lo único que lo ilumina es el televisor que por alguna razón lo dejamos prendido. No hay señal, tan solo hay estática. Todo luce como la escena de un crimen. Con todo el desastre que hay en la habitación no siento la impetuosa necesidad de limpiar todo, ni siquiera me perturba ver tanto desorden.

Me vuelvo a acostar en la cama esperando que el tiempo pase y la madrugada termine, pero sin sueño es difícil ver como todo pasa tan lento entre tanta oscuridad. Imposibilitado en distraerme busco mi celular entre los restos de comida que hay que están desperdiciado por todo el lugar; Pizza, chocolates, frituras, refrescos, malteadas y muchísimas más cosas se puede conseguir tirado en suelo con solo mirar a un lado de la cama. Intento mover algunas cosas del piso pero no consigo nada que se parezca o sea mi teléfono y sin eso pasaré lo que quede de madrugada mirando Fiudorf que posiblemente se despierte en cualquier momento.

Mirándolo de cerca me doy cuenta que todo este tiempo el gato ha estado acostado encima de mi teléfono. El celular está brillando con la pantalla en blanco, haciendo un ruido al vibrar debajo de Fiudorf que al ver lo que pasaba lame sin cesar el aparato como para detenerlo.

Viendo donde se encuentra el teléfono decido sacarlo de las longas de la barriga que tiene el gato pero este al ver que acerco mi mano me muestra sus dientes en forma de advertencia.

- ¿No me lo vas a dar?

Este solo me mira para volverse acomodar encima del celular para seguir lamiéndolo. Viendo que no le queda de otra le meto la mano por abajo de él y saco el teléfono obteniendo varios zarpazos de su parte. Me arden las heridas que me hizo, pero al menos tengo mi aparato de nuevo en mis manos, lleno de baba pero en mis manos al fin.

Lo primero que veo en la pantalla es la hora: 2:26 junto con la primera alarma del día con su descripción.

Ya es hora de que te despierte

Sabes que si no te despierta ahora te esperará la misma pesadilla de siempre <3

Bueno al menos sé que la alarma funciona, tarde pero hace su trabajo. Viendo que todos están completamente dormidos decido salir del cuarto sin hacer mucho ruido. Levantándome con cuidado para no hacer mucho ruido y despertar alguno de mis dos amigos me dirijo a la puerta abriéndola con cuidado pasando del otro lado, cerrando la puerta levantándola un poco del suelo para no hacer ruido. Ya en el pasillo, me encuentro completamente a oscura, exceptuando por el corredor que da hacia las habitaciones que, al tener las ventanas que miran hacia la calle, todo se ve reflejado en la pared dando un lindo toque de nostalgia en el lugar.

Viéndome envuelto en está total oscuridad decido encaminarme hacia las ventanas para contemplar un rato las calles de la ciudad. Frente a la ventana me di cuenta que está nevando y el frío que lo acompaña entumece mi cuerpo al instante:

-Si la vie était toujours comme ça, je préférerais vivre toujours maintenant.

Me siento en el suelo para admirar a la sencillez del escenario. Todo se siente tan calmado y el sonido del viento surcando cerca de la ventana me trae a mi memoria recuerdos de la niñez. Ver caer las partículas de nieve caer es tan relajante que a cualquiera se le puede olvidar sus problemas de solo ver cómo estas se dispersan perdiéndose de vista.

Escucho paso acercándose a mí y parece que viene de algunos de los cuartos que están del otro extremo de la casa. Posiblemente sea Marión o Julia, mi hermana que tal vez se despertó en busca de algo. Se deja de escuchar los pasos y al asomarme no hay nadie que yo pudiese ver, a lo mejor solo son ideas mías causada por el cansancio. Mantengo la mirada sobre una pequeña mota de nieve que quedó atorada en la ventana y ya no puede bajar como el resto.

Nuevamente se escuchan los pasos y estos otra vez se escuchan en la dirección en donde estoy. Sea quien sea parece que está buscando algo. Pero por suerte para mis dudas, se asoma la persona de los pasos y se deja ver al pararse enfrente de la ventana

- ¿No puedes dormir otra vez?, ¿Acaso tuviste otra de esas pesadillas ocurrentes?

La miré y le contesté con una sonrisa:

-Por supuesto que no, Marion. Solo que está vez me desperté antes que sucediera lo mismo que todas las noches. Antes de padecer la pesadilla pude despertarme y ahora ando agarrando frío, viendo si así puedo conciliar de nuevo el sueño.

Ella me mira con delicadeza, como si yo fuese un ser pequeño y frágil; sabe que le estoy de mintiendo y en vez de reclamarme como suele hacerlo, se sienta a mi lado intentando hacer lo mismo que yo hago. Respirando profundo, me pongo cómodo para esperar la misma pregunta de todas las noches.

-Viste lo mismo que estos días, ¿verdad?

-No. La verdad es que está vez fue diferente. Ahora había lluvia. Todo está rodeado por las aguas. Fue algo extraño ya que no sentía temor como en otras veces, más bien: sentí calma en vez de esa angustia sofocante que siempre suelo tener segundos antes de despertarme.

-Entonces, ¿No te atacó la loba esta vez? -me pregunta una vez más.

-No para nada. Ni siquiera vi otro ser vivo en aquella "realidad". Ni animal ni humano así que no. No la vi por suerte.

Ella no me dijo nada más después de eso. En su mirada veo que no sabe que más decirme para que le cuente todo lo ocurrido. Buscando comodidad se acomoda en el suelo hasta estar a mi lado y mira como cae las pequeñas escarchas por la ventana. Marion siempre ha sido testaruda, cruel y justa al mismo tiempo por más disonancia que pueda provocar esta combinación. Siempre ha sido mi amiga desde que tengo uso de razón y no recuerdo haber estado en algún momento solo, sin su compañía. Todos estos rigurosos años que me han tocado vivir, lo he vivido con ella y siempre con algo bueno con que animarme.

- ¿No quieres dormir? -me pregunta con una pequeña sonrisa lánguida- Es todavía temprano. Después de todo no tenemos clases hoy ni este mes, ya que estamos de vacaciones.

-Siendo franco, me gustaría quedarme un rato más acá. Aquí hace frío, a lo mejor eso me ayude a volver a tener sueño. Aunque si tú quieres podemos ir al cuarto de nuevo si eso te parece

- ¿De qué te sirve querer volver a dormir si después de todo vas a volver a tener pesadilla? -dice en voz baja contradiciéndose-. Enserio...es que ya no sé qué hacer contigo; pareciera que todas las soluciones no sirviesen o empeorara tu estado. Ya te has vuelto hasta impredecible para mí...

Su voz se corta antes de que pudiera volver a decir algo. Su codo golpea mi brazo sin cuidado alguno provocando una reacción de sorpresa para ambos. En su expresión de sorpresa me doy cuenta en sus ojos cristalizados que no le ha sido nada fácil abrirse de esa manera.

-Vamos Mar, sé que no ha sido fácil para ninguno de los dos esto de los problemas que tengo, pero, ¡hey! Son solo pesadillas ahora, y siempre han sido así. Además que no es la primera vez que te he dicho que esto no es tu culpa. Las acciones que yo mismo he tomado es la que me ha dejado así. Tú no tienes nada que ver en esto. Y no quiero escucharte de nuevo decir que esto ha sido tu culpa, cuando en verdad ninguna decisión que he tomado ha sido influenciada por ti. ¿Captas?

-Lo capto-contesta ella asintiendo con la cabeza.

-Bien-le sonrío-. ¿Sabes? Ahora si me dio sueño con todo esto. ¿Quiere que te lleve al cuarto? -ella me niega con la cabeza-. Me parece bien. Quedémonos un rato más aquí.

Marion no me contesta, solo pierde su mirada entre las pequeñas partículas de nieve que cae de lo alto del cielo. Ver como toda esa escarcha cae y por la misma luz de afuera se pueda ver la imagen proyectada en nuestras caras de como la nieve cae lentamente me da una sensación de ternura. Todo me parece tan irreal, como si todo fuese un sueño o una película que se reprodujera automáticamente en mi cabeza. Está tan tranquilo el lugar que me parece hasta raro conseguir la residencia envuelta en tanto silencio.

Mis parpados se hacen cada vez más pesados, y mis ojoslo siento como... ¿secos? Mi propio cuerpo lo siento cada vez más cansado,hasta el punto que no puedo pararme para irme al cuarto con Marion, solo sé queya he caído bajo el yugo del sueño cuando todo es envuelto por la oscuridad.

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