(Multimedia de Hámsters Kawaii para su deleite (?))

La luz del sol le pegaba en la cara, con enfado abrió los ojos debido a la molestia que la bola amarilla le ocasionaba. Talló sus ojos con ambas manos y se levantó lentamente. Observó todo a su alrededor, estaba en un lugar completamente desconocido. Un dolor insoportable llegó a su cabeza, ahí fue donde recordó todo.

Yokozawa se había puesto hasta el tope de borracho la noche anterior, todo porque el estúpido de Takano se había burlado de su fallecida pareja. Retiró la manta que lo cubría mientras se sentaba al borde de la cama, estiró los brazos lanzando un bostezo al aire.

Se puso de pie y comenzó a caminar hacía la puerta, parando en seco a ver semejante desastre que había en aquella habitación.

-¿Qué demonios es esto? ¿Un nido de ratas? -no dudaba en l0 que había dicho, ese lugar estaba más sucio de un basurero-

Se agachó recogiendo la ropa que estaba tirada en suelo colocando esta misma en un cesto que encontró por ahí. Paró su labor de levantar el desastre al escuchar el sonido de un cristal rmesandose, tiró todo al suelo de nueva cuenta y abrió la puerta, salió. Caminó hasta la cocina, lugar donde según él, provenía aquél ruido.

-Onodera...

El antes mencionado estaba de rodillas en el suelo levantando los pedazos que un vaso de vidrio que se le había caído de las manos hace unos momentos; levantó su cabeza y encontró a Yokozawa-san con una expresión de confusión en su rostro.

-Veo que ya despertó, Yokozawa-san -habló el castaño con voz apenas audible-

-¿Qué haces aquí? -interrogó el de ventas-

-Esta es mi casa -guardó silencio y se sobó el cuello- La verdadera pregunta sería, ¿qué hace usted aquí? -tiró los pedazos de vidrio al contenedor de basura-

-Yo... no lo sé, recuerdo haber tomado demasiado pero solo eso -intentó hacer memoria pero no logró mucho, luego miró fijamente a Ritsu- ¿Tú sabes algo?

-Eran las tres de la mañana y alguien estaba tocando a mi puerta como un loco, ese alguien resultó ser usted, venía tomando y fumando, lo llevé a mi habitación dónde comenzó a decir algunas cosas extrañas...

-¿Qué clase de cosas? -Yokozawa se escuchaba suplicante-

-Decía que Takano-san era malo -dudó por un segundo si continuar hablando o no- Porqué, él se había burlado de Kirishima.

Abrió los ojos de la impresión, las palabras que Masamune le había dicho debían quedar entre ellos dos solamente, pero el efecto del alcohol lo hizo hablar de más, quería que la tierra se lo tragara, suspiró con frustración.

Onodera observó a su acompañante y el semblante que este había formado en su rostro, era una mezcla entre tristeza y vergüenza, optó por no decir más.

El tenso y silencioso ambiente fue interrumpido por el sonido de un celular, específicamente era de Yokozawa, el de ventas contestó.

-¿Hola? Si, bien, voy para allá. -colgó-

Sin dirigirle la palabra al menor, Yokozawa se arregló la ropa que traía puesta el día anterior, así saliendo del departamento del editor. Ritsu soltó un suspiro de alivio, al parecer el mayor no recordaba en lo absoluto que lo había utilizado de almohada y tampoco se dio cuenta de las quemaduras que adornaban su cuerpo; se sobó la garganta, debía obedecer al doctor de una buena vez, él no mentía al decir que esforzarse en hablar dolía y mucho, no quería quedarse mudo para toda la vida.

Fue a su cuarto y se puso la primera camiseta que vio, era una prenda bastante vieja, la tela era delgada y tenía unos cuántos agujeros.

Regresó a su sala, se sentó en comedor apoyando los codos sobre la mesa.

Toc! Toc!

Escuchó que alguien golpeaba a su puerta, no le hizo mucho caso y continuó sentado, volvieron a golpear su puerta, esta vez con más fuerza; eso hizo que el castaño se asustara. Se puso de pie y caminó hasta la entrada de un hogar, tomó el picaporte con algo de temor pensando que se trataba de Takano-san, giró lentamente el artefacto que tenía sujetado y abrió.

Al ver quién estaba frente a él su temor se había esfumado.

-¿Annchan? -miró a su amiga de la infancia algo confundido- ¿Qué te trae por aquí? -la invito a pasar-

-Vine a ver como estabas, Rit... chan -quedó paralizada al ver la apariencia del ojiverde, pero lo que más le llamó la atención fue, si, aquella dichosa venda que era muy notoria- ¡¿Pero que te pasó?!

El joven heredero suspiró, él sabía que tarde o temprano llegaría ese día.

*En Marukawa*

Todos los integrantes del equipo doncella parecían trabajaban en completo silencio, nadie decía ninguna palabra; pero eso si, Kisa Mino y Hatori no dejaban de pensar en aquella escena que se formó en Emerald el día de ayer.

El editor en jefe se levantó se su asiento, al parecer iba a una junta, esperando pacientemente que Takano estuviera lo más lejos posible, Kisa fue el que habló.

-¿Habrá algo entre Ritchan y Takano-san?

-Kisa, eso no es de nuestra incumbencia, póngase a trabajar. -Hatori seguía revisando su manuscrito-

-No lo creo -ahora Mino fue el que habló- Ya viste como abrazó al chico castaño ayer, ¿cómo se llamaba? Masaki, Mikasa, Mizuki...

-Misaki. -habló Hatori de nuevo, pero ahora dejó su trabajo a un lado- Yo tampoco lo creo, aparte de lo que dijo Mino... -calló por unos minutos, recordó como encontró al oso gruñón de Marukawa encima de su ausente compañero, un ligero rubor invadió su rostro, sacudió su cabeza- Olvidenlo.

-Deberíamos ir a la casa de Ritchan -sugirió Shouta-

-Deberíamos que huele a manada -dijo Hatori-

-¡No sean así! -el de cabello azabache hizo un puchero- Algo pasa con Ritchan, desaparece tres semanas, cuando viene, su ropa se tiñe de rojo, además le dice "Saga-sempai" a Takano, aquí hay gato encerrado, aparte es nuestro amigo.

-Por mi no hay problema -sonrió Kanade-

Hatori rodó los ojos.

-Bien, iré con ustedes, pero solo porque debo hablar con Onodera.

Los tres hombres siguieron su platica de forma animada, hasta que alguien entró a Emerald.

-Disculpen... -una chica castaña habló- ¿Está Takano Masamune?

-No. -contestó Mino- Pero si gusta lo puede esperar.

-Gracias. -sonrió-

Pasaron los minutos, los integrantes de Emerald seguían charlando de forma tranquila, la chica seguía esperando al editor en jefe pacientemente.

Entonces llegó Masamune.

-¡Dejen de parlotear y pónganse a trabajar! -ordenó entrando a su respectiva sección, antes de sentarse vio de reojo a la castaña, volteo su cuerpo 180 grados para encararla- An, vaya, ¿qué haces por estos lados? -preguntó sin interés-

-Bueno, Takano-san -Annchan se acercó al mayor, ella tenía una sonrisa algo sospechosa dibujada en sus labios- Vine a esto.

El ojimiel sintió un dolor punzante en su parte baja, la ex-prometida de Ritsu le había dado una patada en sus partes nobles, cayó de rodillas en el suelo, con una mano cubría su boca y mantenía los ojos cerrados con fuerza para no llorar, aunque claro, unas pequeñas lágrimas salieron de sus ojos.

Los demás observaban aquella escena totalmente estupefacto, y An, ella tenía una expresión algo molesta.

-Esto es por hacer sufrir a Ritchan. -dicho esto, la castaña salió de Emerald-

Todos estaban callados, pero el silencio no duró mucho debido a que alguien comenzó a reír, este alguien era Kisa el cual reía a carcajadas nada discretas. De ahí le siguió Mino, y finalmente, Hatori pero este cubría su boca con una mano.

Masamune los fulminó con la mirada pero poco les importó ya que la risa nadie se las quitaba, ni su tirano jefe.

*Horas más tarde*

Ritsu revisaba unos cuántos manuscritos que aún tenia sin corregir, era lo único que podía hacer estando encerrado en su casa, el doctor también le había prohibido salir con mucha frecuencia, y eso le frustraba de una u otra forma.

Alguien tocó su puerta, rodó los ojos, era la segunda vez en el día, tomó su libreta y bolígrafo, caminó hacía su puerta y la abrió.

-¡Sorpresa! -enfrente suyo estaban cuatro personas, tres de ellas eran sus compañeros de trabajo y la última era Shinobu-

"Chicos" Escribió en el cuarderno.

-¡Venimos a ver como estabas, Ritchan! -sonrió Kisa, Onodera los dejó pasar-

-Toma. -Shinobu le extendió un bote-

"¿Qué es esto"?

-Crema de repollo. -respondió con simpleza-

El ambiente pesado y triste que había en su departamento desapareció con la pura presencia de sus amigos, ahora era un ambiente cálido y un tanto alegre, sonrió internamente, aunque sabía que sus compañeros venían con otra intención; y esa era hablar del espectáculo que hubo ayer en el trabajo, pero su compañía lo hacía sentir aliviado, Kisa, Hatori, Mino y Shinobu eran sus verdaderos amigos.

Continuará...

¡Hola! Espero que el capítulo les haya gustado, aunque haya sido relleno, no los quería dejar sin capítulo:3

Ya en el próximo capítulo saldrán los románticos :3

Díganme, ¿Takano merecía la patada?

Gracias a Haruka Alvarado, Lucesita, Fer_Potter11 (mi prima favorita del world(?)), Izumi31, Yezy_18, Shiro Fox, Fernanda Vergara y a Imaosyko por comentar y votar, las amo (?)❤❤❤

Sin más que decir, me despido.

Nos leemos luego

Bye!