Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

54 - Stalker

Si, otro capítulo, ya sé que enfado mucho xd están acostumbrados a mis largas ausencias

Advertencias: Secuestro.

Enjoy it!

Takano Masamune.

Ah... ¿Qué más podíamos decir acerca de este hombre? Jefe del Departamento de Manga Shojo, 30 años, bastante atractivo tanto para chicos como para chicas, un hombre ideal a simple vista.

Claro, y también era un jodido loco.

Era bien sabido que las cosas con Ritsu no habían terminado para nada bien, ¿Por qué lo harían? Él había sido el culpable de todo, él fue quién había traicionado la confianza y amor del castaño al haberse metido con Takahashi; (aunque nunca lo aceptaría) era por eso por lo que su amado Onodera ya no estaba a su lado; pensó tontamente que con darle una lección al castaño él aprendería, que sería más sincero y que se arrastraría por su perdón, claro y cómo él era tan bueno, botaría a Misaki y todo volvería a ser como antes.

Pero las cosas no fueron así

Contempló la mesa de su departamento la cual estaba cubierta de un sinfín de fotografías de Ritsu, material que se le estaba siendo proporcionado por un detective privado, dicho susodicho seguía a todas partes al castaño, sabía todo de él y lo que hacía, a que horas comía, dormía y hasta cuantas veces al día se cepillaba los dientes.

Se había convertido en un Stalker.

Jamás lo aceptaría, no podía asimilar que SU Ritsu ya lo había superado y que estaba teniendo una vida con alguien más. Y ese alguien más no podía ser otro más que aquel tipo que se decía su mejor amigo.

Aquel bastardo... Que le arrebató todo lo que por derecho le pertenecía, a Ritsu; esos engendros que habían nacido fruto de aquella relación tuvieron que ser suyos, a él le tuvo que decir "Te amo", no a Yokozawa. Masamune arrugó las fotografías donde salían la feliz familia para posteriormente romperlas en miles de pequeños pedazos, en un arranque de furia tiró la mesa y todas aquellas imágenes volaron hasta caer al piso; aquel hombre estaba completamente desquiciado, soltando fuertes gritos de ira y frustración comenzó a destruir todo su departamento, tiró los muebles, las sillas y todo lo que se le cruzara en su camino hasta que esa habitación quedó hecha un desastre.

Una vez que su ataque pasó, se tranquilizó, si es que a eso se le podía llamar tranquilidad, encendió un cigarro y lo puso en su boca el cual ser terminó rápidamente y volvió a encender uno tras otro hasta acabarse la cajetilla de la semana; sentando en el suelo desbloqueó su celular y buscó un vídeo en específico.

Aquel vídeo dónde aparecía su Ritsu teniendo sexo con Takafumi.

Como si de un ritual sagrado se tratase, veía aquel contenido audiovisual todos los días sin falta alguna, solo para ver como el castaño gemía y se retorcía de placer y pensar que era él quién lo hacía sentir así al mismo tiempo que se masturbaba una y otra vez hasta el cansancio; y aquella vez no fue la excepción.

Se tocó a sí mismo y se corrió tantas veces hasta que se cuerpo le dijo no más, fue entonces que se detuvo y una, según él, brillante y retorcida idea se le vino a la cabeza. Haría que Ritsu volviera a ser suyo.

Si... aquel idiota no le quitaría tan fácil lo que por derecho de antigüedad le pertenecía, entre sus manos tomó una de las muchas fotos que tenía del castaño, en especial una donde se le veía feliz y radiante como cuando tenía la tierna edad de 15 años y la acarició con la yema de sus dedos, mientras susurraba.

-Ritsu, Ritsu, Ritsu... -se detuvo entrando en un tipo de trance, y volteó hacia un punto fijo- No creían que me quedaría de brazos cruzados, ¿o sí? -una sonrisa macabra se dibujó en sus labios y luego una sonora carcajada salió de su boca- Esto apenas comienza... Ritsu volverá a ser mío, y nada ni nadie pondrá detenerme, ni el imbécil de Takafumi, ni siquiera ustedes... es más, ustedes serán testigos de mi plan... -volvió a reír de forma maquiavélica, todo para empezar a poner en marcha aquel malvado plan-

Masamune había enloquecido completamente, y ahora su propósito era deshacerse de toda la felicidad que rodeaba a la feliz pareja.

No descansaría hasta lograrlo, así lo haría, aunque eso sea lo último que haga.

**********

-No.

-Si.

-¿Por qué siempre tienen que pelear por estupideces? -se preguntó un muy frustrado Ijuuin Kyo mientras miraba a sus parejas discutir, ¿el motivo? Estaban peleando acerca de que días tendrían sexo con él y que días estarían los tres juntos, suspiró pesadamente mientras su bebé jugaba con los botones de su camisa; anteriormente había investigado como era que funcionaba una relación poliamorosa, y lo que estaba teniendo era cualquiera cosa, menos un poliamor-

Solo estaba en un complicado y seguramente cómico triangulo amoroso con dos medios hermanos que solo se toleraban por que estaba él de por medio (y por qué también ya tenía una hija con uno, y esperaba un bebé con el otro).

-¿Entonces tú lunes, miércoles y viernes?

-Ajá, y yo martes, jueves y sábados, y los domingos nos toca a ambos.

-Bien.

-¿Ya terminaron? Gracias al cielo, hay que pedir comida, muero de hambre. -ambos hermanos no tardaron en querer tomar el teléfono para llamar, pero otra el espíritu de competitividad de los hermanos les ganó, iniciando una nueva pelea, Kyo solo pudo suspirar con pesadez y él fue quien terminó haciendo la llamada pidiendo comida para los tres.

Aunque no negaría que a veces le parecía bastante gracioso ver aquellos enfrentamientos, y a Kiseki parecía también gustarle ver como sus dos papás casi siempre estaban como perros y gatos, miró de reojo su vientre, este ya se estaba notando un poco, y la ropa comenzó a apretarle, por lo que tarde o temprano volvería a la ropa de maternidad; algo dentro de él le decía que ese bebé sería un niño, estaba seguro de eso y no aceptaría ninguna réplica ni para el nombre que ya tenía planeado.

Se llamaría Usami Ainosuke.

Les dio una ultima mirada a los hermanos y miró a su pequeña.

-Sin duda seré yo quien organicé los viajes.

**********

Chiaki Yoshino salía del supermercado junto con varias bolsas del mandado, ese día se sentía bastante animado, había tenido su manuscrito a tiempo y por lo tanto decidió darse el tiempo de ir a hacer las compras y hacer un intento de preparar la cena para Tori (aunque estaba la alta posibilidad de terminar quemando la cocina), pero aun así, no perdía nada con intentarlo.

Eran alrededor de las 6 de la tarde y se dirigía a la estación de trenes, traía consigo bastantes bolsas pero tampoco quería pedir la ayuda de Yuu, él podía demostrar que también era independiente... aunque claro, eso no le quitaba lo torpe. Entró al tren sentándose en uno de los asientos libros, pensando con alegría y energía en que podría preparar para Hatori.

"Tal vez algo de pasta esté bien... ¿o sería bueno algo más tradicional? Hm, puedo buscar en internet recetas fáciles y que no me quiten mucho tiempo, también quiero limpiar un poco, no puedo cargarle la mano a Tori todo el tiempo..." pensaba el chico completamente emocionado al punto de parecer un chico de 15 años enamorado de su primer amor y al cual quería conquistar a base de comida y detalles simples.

Cuando llegó a la estación bajó y caminó unos pasos más hacía su casa, la noche era cada vez más notoria y la poca iluminación no ayudaba en mucho, río de forma baja entrando en nervios; por favor... Japón era bastante seguro, no era la primera vez que salía de noche, no le pasaría nada malo.

¿Verdad?

Los pasos del mangaka cada vez se hacían más rápidos, el corazón le latía con fuerza y sentía que este se le iba a salir del pecho en cualquier momento, un sudor frío recorrió su frente; apretó las bolsas entre sus manos, dispuesto a defenderse a base de bolsazos si era necesario y fue en ese momento cuando sintió que alguien tocó su hombro, Chiaki solo giró su rostro encontrándose con una mirada de completa locura a la cual su cuerpo respondió paralizándose por completo.

Quiso gritar pero un fuerte golpe en la cabeza lo calló al dejarlo completamente noqueado.

Un hombre encapuchado cargó el cuerpo de aquel pobre desdichado y lo colocó en la cajuela de su auto no sin antes amarrarlo de pies y manos, y claro, también vendar su boca para que no gritara, le miró con completo desinterés guardando el arma con la que lo había atacado y sonrió con maldad.

-Tú solo eres parte de mi plan... Si Hatori se porta bien no te hare nada malo, o tal vez sí, depende de como te comportes, jeje~ -cerró la cajuela y entró a su auto para escapar a gran velocidad de ahí-

A las horas Hatori llegó al departamento que compartía con Chiaki pero para su sorpresa este no estaba ahí; estaba dormido, pensó él y se dirigió hacia la habitación, nada, tampoco estaba ahí, decidió marcarle pero este lo mandaba a buzón y fue cuando le marcó a Yanase para preguntarle si estaba con él.

"No, él no está conmigo, dijo que iría al supermercado, de ahí cada quien tomó su rumbo". Fue lo que el otro chico le respondió, no negaría que tuvo sus motivos para dudar de las palabras de Yuu, pero ahora él estaba con otra persona que lo hacía feliz y había comenzado a llevarse un poco mejor con el amigo de Chiaki, por lo que quedó descartado de su corta lista de sospechosos.

Yoshiyuki se quedó dormido en el sofá, esperando que a la mañana siguiente Chiaki estuviera de vuelta.

Pobre iluso.

*********

Una semana pasó y aún no había rastro alguno de Yoshino, aquellos días habían sido de completa agonía, los carteles de "se busca" junto con la fotografía de Chiaki no se hicieron esperar, el editor estaba dispuesto incluso a dar su alma de ser necesario, todo para que su querido prometido volviera a casa sano y salvo; pero nada parecía funcionar, era como si la tierra se lo hubiera tragado. Estaba tan afectado que ni siquiera podía concentrarse en su trabajo, era tan inaudito el simple hecho de haber aceptado la ayuda de Yanase, ¿cómo era posible que Chiaki hubiera desaparecido sin ni siquiera haber dejado rastro. No había día en que no se lamentara y quisiera llorar, si tan solo hubiera llegado un poco antes...

Era un nuevo día y debía volver al trabajo, no sabía sin pedir permiso para unos días de descanso, quería tener algo de disponibilidad para seguir con su búsqueda, pero con la fecha de entrega a la vuelta de la esquina no se podía dar dicho privilegio.

Su cansancio era bastante obvio, con grandes ojeras y demacrado de no haber comido por días, su higiene tampoco era la mejor; no le importaba nada pero debía mantener la fachada de que todo estaba bien y que era el mismo Hatori serio y dedicado al trabajo de siempre.

Al medio día la oficina quedó completamente sola, por lo que, tratando de despegar su mente, se fue a tomar un descanso, tal vez comería algo pues su estomago ya se lo estaba pidiendo a gritos, así que dejando sus cosas esparcidas por la mesa de trabajo, se levantó y salió de ese lugar.

Luego de una hora volvió, solo para encontrar todo como lo había dejado anteriormente, pero notó un detalle, un sobre que decía su nombre.

Aunque dudoso no tardó en abrir el sobre, que tenía dentro de él una carta y un disco, tomó un suspiro comenzando a leer el contenido de la nota, la cual era impresa:

"Hola Hatori, ¿sabes? Yo soy quién tiene a Chiaki, él está bien por si te lo preguntas, pero el mantenerlo a salvo solo depende de ti, mira el vídeo". La nota era más larga, pero al leer eso Tori no dudó en colocar el disco en su laptop, las manos le sudaban y temblaban, comenzaba a temer lo peor, el vídeo comenzó a reproducirse, era un fondo negro que cambió al prenderse una luz, lo que sus ojos vieron le rompió el corazón.

Ahí estaba su amado Chiaki amarrado a una silla y con la boca amordazada, claramente se veían los signos de maltrato y tortura, la ropa rasgada, los golpes y cortadas que tenía por todo el cuerpo, sobre todo una gran tajada que tenía en la mejilla derecha, el mangaka gritaba con desesperación, sus ojos estaban rojos de tanto llorar; en aquel vídeo solo salía él, más no había rastro del victimario, sintió sus ojos humedecerse y apretó el puño con rabia e ira asesina; no sabía quién era el culpable, pero lo pagaría muy caro. Volvió a leer la carta.

"¿No crees que es divertido? Dime, ¿qué se siente que te quiten al amor de tu vida? Te sientes destrozado, ¿no es así? Si lo quieres de vuelta solo debes obedecerme, de ti depende la vida de tu amado. Atte.: Tu jefe."

"Atentamente tu jefe". Aquello retumbó en su cabeza a la vez que sintió su sangre helarse por completo, no lo entendía, ¿qué tenía que ver Chiaki en esto?

Una risa lo sacó de sus pensamientos, una risa que conocía muy bien, rápidamente se giró y se acercó a él a una velocidad casi inhumana soltándole un fuerte puñetazo en el rostro. Estaba realmente furioso.

Masamune cayó al suelo con la nariz ensangrentada, pero nada le quitaba aquella estúpida sonrisa.

-¡¿A qué quieres llegar con esto?! ¡Él no te hizo nada! Libéralo ahora.

-Ya te lo dije... su libertad y su vida está en tus manos.

-¿Qué es lo que quieres...? ¿Dinero acaso?

-No... quiero algo más valioso, una esmeralda robada.

-¿Esmeralda...? Esto no es una joyería... No estamos hablando de piedras preciosas.

Masamune volvió a reír. -¡Has acertado! Querido amigo, no quiero una esmeralda de forma literal, quiero a Ritsu de vuelta a mi lado.

-¿Y por qué me estás involucrando?... Pudiendo ensuciarte tú las manos por cuenta propia... Estás loco, Onodera está siendo feliz con alguien más, además...

Antes de que pudiera seguir hablando, Masamune le mostró un directo, donde se veía a un tipo con máscara pasando un cuchillo por el cuello de Chiaki mientras este solo chillaba y rogaba por no morir.

-No te atreverías... Él es inocente.

-¿Quieres ver que si lo hago...? No es nada personal contra ti ni contra él, tú me ayudas a obtener lo que es mío, yo dejo a tu tonto prometido libre e ileso... casi, es un ganar-ganar, ¿no?

-Bastardo...

-Te conviene aceptar... Tienes mañana a la media noche para que tengas tu respuesta, y nada de llamar a la policía, no si quieres ver como tu amado muere frente a ti; el reloj corre, tic tac, tic tac...

Quería replicar, pero Mino, Kisa y Tsukishima volvieron a la oficina, por lo que tuvo que actuar normal frente a ellos, ocultado aquella evidencia. Siguió trabajando, intentando actuar con total normalidad y naturalidad, aunque en realidad se estaba muriendo por dentro, su cabeza era todo un lío, y aquello solo por el capricho de un idiota que jamás aceptaría que se había equivocado al engañar a su expareja.

Lo odiaba, quería hacerlo pagar y matarlo de la forma más cruel e inhumana que a su cabeza se le imaginó, pero no podía... la integridad de Chiaki estaba en juego.

No podían culparlo, las personas hacían locuras por amor y él no sería la excepción. Tendría que aceptar el trato de Takano.

"No quiero hacerlo... pero lo hago por amor, hazlo por él, Tori, solo por él"

************

-¿Ya me puedo quitar la venda? -preguntó un castaño bastante impaciente- Llevo así desde que salimos de casa.

-Solo ten un poco más de paciencia. -Takafumi reía enternecido al ver la actitud un tanto infantil de su pareja, aunque por dentro se encontraba bastante nervioso, había estado planeando eso por varios meses, todo tenía que salir perfecto-

El auto se detuvo en el muelle, donde un yate los esperaba a ambos.

-¿Ya?

-Casi...

-¡Takafumi!

El antes mencionado soltó una pequeña carcajada saliendo de su automóvil y le abrió la puerta para posteriormente ayudarle a salir y guiarlo hacia el muelle donde tomarían la nave marítima; ahí fueron recibidos por el capitán que los llevó dentro del yate, hacia la cubierta.

-¿Por qué nos estamos moviendo? Me estás asustando...

-Vamos Ritsu, ¿no confías en mí?

-Lo hago, pero estoy comenzando a preocuparme.

-Tranquilo mi amor, estoy aquí para cuidarte, siempre.

El barco comenzó a moverse alejándose del muelle, ambos comenzaron a sentir la brisa marina tocando su rostro, Onodera rápidamente se quitó la venda y contempló asombrado la gran belleza de aquel azul océano.

-Es... Maravilloso... Mucho mejor que en las fotografías.

-Y aún no terminan las sorpresas.

-¿Ah no...?

Niega con la cabeza. -También iremos a bucear.

-¡¿De verdad?! -Onodera se veía cada vez más asombrado, aunque rápidamente comenzó a sospechar- Estás siendo demasiado esplendido, ¿acaso me engañaste y no quieres que me entere? -le pregunta arqueando una ceja-

-Últimamente has visto demasiadas novelas, Ritsu. -ambos comenzaron a reír, les trajeron los respectivos equipos de buceo a cada uno y una vez que estuvieron listos entraron a las profundidades del océano-

Estaba de más decir que la vista era asombrosa, hermosos corales y peces de todos colores y tamaños, era como un sueño idílico perfecto, tan místico y fantástico que era demasiado bueno para ser verdad.

Aquello era mejor que todos los acuarios a los que había ido a lo largo de su vida y ver aquel hermoso arrecife de coral solo hizo que la experiencia se hiciera mucho mejor. Las horas pasaron tan rápido que la pareja no se percató que ya era hora de volver; la amorosa pareja volvió a su yate, donde se vistieron con ropa seca, el sol comenzaba a ponerse, y nuevamente Takafumi volvió a cubrir sus ojos para llevarlo a la cubierta; al destapar sus ojos esmeraldas vio como la cubierta estaba adornada con hermosas luces de color blanco, pétalos de rosas rojas y una mesa exclusivamente para dos personas.

Ritsu veía aquello tan maravillado, sintiéndose como en esas novelas rosas que leía cuando nadie lo veía (era un gusto muy culposo y que jamás lo confesaría). Takafumi lo llevó a la mesa, donde los esperaba una cena que a simple vista se veía de lo más costosa; chocaron copas y comieron pasando un momento muy agradable, ameno y romántico, como un sueño hecho realidad, todo parecía tan irreal.

Finalmente la luna salió de su escondite e iluminaba el oscuro cielo junto con las luces del yate, Takafumi y Ritsu estaban recostados viendo el inmenso cielo cubierto de estrellas.

-Es precioso... -dijo Ritsu es un susurro para sí mismo, la luz del yate se apagó, dejando todo en oscuridad-

-No tanto como tú, cariño. -respondió Takafumi acariciando su rostro- ¿Sabes algo?

-¿Qué?

-Hubo veces... demasiadas, en las que pensé que esto no funcionaría.

-¿Por qué dices eso?

-Para empezar, tus padres dan miedo, tú eres el heredero de una gran editorial y yo solo un simple oficinista, creí que ellos nunca aceptarían lo nuestro y que me alejarían de ti, que nuestra historia de amor terminaría igual de mal como la de Romeo y Julieta...

-Takafumi...

-Aún no termino, quiero decir, si es algo parecida, aunque sin la tragedia, ¿sabes? Donde ellos terminaron felices, creo que hay una canción que habla de eso*.

-Huh... No estoy entendiendo mucho, pero yo también te quiero, Takafumi. -sonríe un poco y se levanta al escuchar el ruido de una pirotecnia que estaba a punto de comenzar- Ah... ¡fuegos artificiales! -el castaño se puso de pie y se acercó para mirar el inicio de aquel espectáculo de luces, Yokozawa rápidamente lo siguió revisando el bolsillo de su pantalón.

-Ritsu yo... -se puso de rodillas frente a él y sacó un anillo, Ritsu volteó a verlo aunque no logró distinguirlo por la oscuridad-

Los fuegos artificiales comenzaron a iluminar el cielo, el castaño pudo ver lo que su pareja estaba haciendo. -Y-Yokozawa...

-Onodera Ritsu... ¿te casarías conmigo?

Continuará...

(*) Yoko habla de Love Story de Taylor Swift, nada más que decir xd

Y si, hay otra portada cutre de 10 pesos

Por fin, después de 53 capítulos y 5 años, la pareja principal se va a casar, y pues... Takano volvió a la acción, lo peor de todo es que enredó a dos inocentes en su sucio plan.

Bueno, ya fue mucho tres capítulos seguidos en un mes, toca otro descanso de un año (¿) Ok no JAJAJAJA, últimamente me he sentido inspirada para seguir escribiendo, el fic está en su recta final, espero soportar el tramo que falta

Si les gustó voten y comenten uwu espero les haya gustado

Nos leemos pronto, si mi inspiración sigue.

¡Bye!

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro