40 - February 20
Abrió los ojos con mucha pesadez, pero rápidamente volvió a cerrarlos al sentir los potentes rayos de sol pegando sobre su rostro, mierda, ¿por qué demonios las cortinas no estaban corridas? Es más, ¿por qué demonios tenía un insoportable dolor de cabeza? Suspiró pesadamente y se levantó apoyando sus manos en sus rodillas, caminó hasta la ventana y corrió la cortina hasta que su habitación estuviera completamente dominada por la oscuridad. "Mucho mejor", pensó el mangaka regresando a su cómoda cama volviendo a cerrar los ojos.
Un momento.
Había algo ahí que no le cuadraba en lo absoluto...
Kyo se sentó rápidamente bastante desconcertado, ¿qué hacia él en su habitación? Poco a poco comenzaba a recordar todo, ayer en la noche se había puesto hasta el tope de borracho, la razón era por el simple pero muy significativo para él hecho de que el hombre de cabello plateado y penetrantes ojos de color amatista no sentía nada por él más allá que una simple amistad, eso ya lo tenía muy en claro, pero ahora había otra pregunta mucho más grande que debía responder, ¿cómo fue que terminó en su habitación? Lo último que recordaba era que se había quedado muy dormido en la mesa del comedor, pero de ahí, sus recuerdos estaban nublados.
—Ah, maldita sea, mi cabeza... —el mangaka se quejó en voz baja sujetando su cabeza con ambas manos, el haberse emborrachado la noche anterior era un error el cual se arrepentía rotundamente, no podía con la con la horrible resaca que lo estaba invadiendo, la cabeza le dolía y todo a su alrededor daba vueltas sin cesar, y para rematar, sentía una sed espantosa en su boca y la garganta la tenía reseca— Genial... Mil veces genial —el mangaka bufó mientras se sobaba la garganta, con pesadez se sentó al borde de la cama tocando el frío suelo con sus pies, cubrió su rostro con ambas manos antes de pasarlas por su cabello, tal vez lo único que necesitaba en ese momento era un buen baño con agua helada, lentamente se levantó de la cama para ir con los pies arrastrando al baño—
Una vez que el mangaka se desvistió, este le abrió a la regadera y dejó que el agua cayera por su cuerpo, cerró sus ojos por un instante, pero ese instante bastó para que un último recuerdo de la noche anterior llegara a su cabeza...
*******
—¿Qué tengo que hacer para que me quieras como yo te quiero a ti? Aunque sea solo un poquito... —murmuraba— ¿Qué tengo que hacer... Usami-san? —dicho esto último, nuevamente Ijuuin cayó profundamente dormido—
El hombre de cabello plateado, el cual estaba detrás de la persona con la cual compartía techo, abrió los ojos enormemente al escuchar esas palabras, ¿había escuchado bien? ¿O es que a sus oídos les faltaban una limpieza profunda? ¿Ijuuin... se había enamorado de él? Cubrió su boca con una mano queriendo evitar soltar una risa, esto debía ser una estúpida broma, le era imposible pensar en Ijuuin y él mismo siendo una pareja, por favor, ¡eso era patético! Muy patético, además, ¿qué le estaba pasando por la cabeza al dibujante al creer que le haría el mínimo caso de forma sentimental? Era una idea tan absurda.
Usami suspiró y se acercó a él con la intención de quitarle la botella, que a pesar de que Kyo se encontraba muy dormido, aún la tenía sujetada con las manos, justo en el momento en el que le arrebató la botella, el mangaka despertó, volteó a ver y en su rostro se dibujó una expresión de molestia.
—¿Q-Qué demonios crees que haces? ¡Hip! ¡Dame esa mierda de regreso! —habló el de cabello oscuro con el típico tono de un buen borracho, tambaleándose se levantó de la silla, provocando que esta junto a la mesa y las botellas que estaban sobre esta cayeran, luego alzó sus brazos con la intención de quitarle la botella, pero obviamente los ágiles movimientos del escritor le dieron la ventaja—
—No, demasiado alcohol para ti anda, vete a dormir. —como si de un costal de papas se tratase, Akihiko cargó a Ijuuin en su hombro, comenzó a subir las escaleras, ignorando por completo los reclamos, pataleos y altisonantes palabras que Ijuuin soltaba sin la intención de callarse, el de ojos lilas suspiró pesadamente, abrió la puerta de la habitación de Kyo, entró y lo tumbó a la cama, pero con lo que él no contaba es que el mangaka lo iba a jalar de la ropas y por lo tanto terminó encima del otro hombre— ¿Pero qué...?
Una suave risa interrumpió sus pensamientos.
—¿Pero que ocurre? —Usagi no supo en qué momento Ijuuin terminó sentando sobre su regazo con ambas manos sobre sus hombros— Te veo bastante tenso, conejito...
—¿"C-Conejito"? —el de cabello plateado podría jurar que se había sonrojado debido a ese apodo tan... ¿provocador? No sabía cómo describirlo—
Ijuuin, en ese momento, en el que su mente no estaba funcionando de la mejor manera debido a las enormes cantidades de alcohol que había consumido anteriormente, tomó al escritor de la barbilla, haciendo que sus miradas chocaran por una milésima de segundo, y sin pensarlo dos veces, lo besó lentamente en los labios.
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El rostro del mangaka pasó de ser un rojo intenso y carmín, a un color morado y así consecutivamente hasta que su tono natural de piel regresó, ¿qué demonios había hecho? Quería que la tierra se lo tragará en ese mismo instante.
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Kisa y Yukina estaban caminando tranquilamente por un parque, ambos tomados de la mano, después de su reconciliación, la pareja había decidido tomarse un tiempo a solas, cada quien por su parte, para pensar y así poder mejorar para que su relación se volviera mucho más sólida y llena de confianza. Ahora que habían regresado, estaban más enamorados que nunca. El de cabello tenía estaba lleno de intriga y curiosidad, su pareja le había dicho que le tenía una sorpresa preparada y eso le tenía con los nervios de punta, ¿qué sería? ¿sería algo bueno o malo? ¿lo pondría feliz o triste? Eran tantas preguntas que se formulaban en su cabeza, y ninguna tenía la respuesta que tanto anhelaba.
Después de estar varios minutos caminando, la pareja paró cerca de un bonito lago que estaba por ahí, el de más baja estatura se contenía las ganas de comenzar a brincar de un lado para el otro y comenzar a bombardear a su pareja de preguntas, él tenía que ser paciente, aunque en ese momento la paciencia no existiera en su diccionario.
Por el otro lado Yukina se encontraba muy nervioso, de vez en cuando pasaba su mano por sus pantalones, asegurándose bien que la pequeña caja de color negro con una joya dentro de esta estuviera en su lugar, sabía que lo que iba a hacer era un gran paso y al mismo tiempo una gran responsabilidad, pero él ya no tenía más dudas, amaba a Kisa-san con locura y lo único que quería era pasar el resto de sus días a su lado, adoptar a un niño y así formar una familia, envejecer a su lado y estar juntos en la otra vida. Quería hablar pero la lengua se le trababa, no sabía por donde comenzar el discurso que había practicado tan arduamente la noche anterior, y en ese momento, el de cabello color caramelo se quedó con la mente totalmente en blanco.
—¿Yukina? —el editor se acercó a su pareja y chasqueó los dedos cerca de él, pero no le dio ningún resultado, parecía como si estuviera en trance— Oye, ¿estás bien? —tocó muy suavemente su hombro, pero con eso fue suficiente para que el menor regresara en sí, Yukina parpadeó un par de veces antes de hincarse de rodillas antes su pareja— ¿Y-Yukina...?
—¿Sabes algo, Kisa-san? —comenzó a hablar— Te amo, jamás pensé amar a alguien así como te amo a ti, eres el amor de mi vida y la única persona con la que quiero pasar el resto de mi vida, contigo a mi lado, volviéndonos viejos juntos... —en ese momento Kou sacó una pequeña caja de los bolsillos de su pantalón, la abrió mostrando el interior de terciopelo rojo, dentro de la pequeña cajita había un sencillo pero muy bonito anillo color plateado, el mayor cubrió su boca queriendo retener las lágrimas que amenazaban con salir de sus ojos— Kisa Shouta, ¿me harías el gran honor de casarte conmigo?....
*******
20 de febrero del 2016, 7:30 AM.
—Ten, Onodera... —dijo Usami-san tendiéndole una taza de té caliente a su editor el cual reposaba en su cama, ya era el último mes de embarazo del castaño y parecía que en cualquier momento, este iba a dar a luz en el momento más inoportuno—
—Muchas gracias, Usami-sensei. —respondió el editor bebiendo un sorbo del líquido caliente, esa mañana era bastante fría, y estaba al cuidado del escritor por la simple razón de que Yokozawa había salido muy temprano a un viaje de negocios, soltó un suspiro, por alguna razón, el castaño comenzaba a creer que siempre que Yokozawa no estaba cerca de él, le pasaban todo tipo de cosas, sonrío para sí mismo al pensar esa tontería, seguro solo eran cosas que solamente ocurrían en su mente, si eso debía ser, en ese momento, Ritsu sintió como sus gemelos comenzaban a hacer acto de presencia—
—¿Puedo?... —preguntó Usagi esperando una respuesta afirmativa, y así fue, acercó su mano al vientre de su editor y lo tocó lentamente, sorprendiéndose al sentir las fuertes patadas que soltaban los gemelos— ¡Vaya! Si que patean fuerte... ¿cómo se sentirá?...
—No lo sé, pero puedes pedirle a Ijuuin que te embarace, yo te presto mis pastillas. —ante ese comentario, el de ojos lilas escupió el café que se estaba bebiendo, luego miró a su editor de mala manera, este comenzó a reír sonoramente—
—No digas tonterías, Onodera, Ijuuin y yo no somos nada.
—Por ahora... —murmuró dándole otro sorbo a su té—
Akihiko estaba a punto de abrir la boca para volver a reclamar, pero en ese momento tocaron la puerta, el escritor rápidamente se levantó a atender, cuando abrió, había una chica de 15 años en el marco de la puerta, la cual traía consigo una pañalera y demás cosas, Usagi supo rápidamente que se trataba de la hija adoptiva de Yokozawa y Onodera, por lo que la dejó entrar.
—Buenos días... —saludó Hiyori poniendo las cosas en el sofá— ¿Dónde está...?
Desde la habitación del castaño se escuchó un grito ahogado, tanto el escritor como la chica fueron velozmente a investigar, cuando entraron al cuarto vieron al castaño haciendo un intento en vano por levantarse de la cama, se percataron de algo peculiar, tanto como la cama y las ropas del editor estaban completamente mojadas.
—¡¿Qué ocurrió?! —exclamó Usagi perplejo— ¿Te hiciste encima?
—¡Claro que no, idiota! —gritó el castaño con fuerza sin saber que demonios hacer— Parece... que ya vienen en camino.
Akihiko y Hiyori compartiendo una mirada llena de preocupación, ¡¿Qué se supone que tenían que hacer en este tipo de situaciones?!
Continuará...
¡Hola! Hasta aquí el capítulo, espero les haya gustado nwn ♥
Bien, por lo que leyeron las cosas aquí se van a descontrolar demasiado jajaja xD
Y pues... hoy no tengo mucho que decir, solo que gracias por leer, comentar y votar, lo/as amo con mi kokoro ♥3♥
Les dejo este meme mal hecho para que rían... o sufran, no lo c (?)
Y pues así, dejen aquí algo, no lo sé, lo que sea...
Ahora si, me despido
Nos leemos
¡Bye!
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