Takano y Misaki se habían conocido en una fiesta de Marukawa, ambos estaban prácticamente abandonados por sus respectivas parejas, Usagi estaba en una entrevista y Onodera se escondía del editor jefe de Emerald, al verse totalmente solitarios el uno al otro se acercaron y entablaron una conversación; la estaban pasando fantástico hasta que cierto escritor de cabello plateado tomó del brazo a Misaki, Takano no le tomó importancia a lo que acababa de ver, se despidió del menor no sin antes darle su número de teléfono sin que el escritor se diera cuenta de eso. Los observó partir, sonrió, ese chico le había llamado la atención; le recordó bastante a Onodera, ambos eran castaños y tenían ojos verdes claro, tenían sus diferencias, si Takano no conociera a su subordinado podría apostar que él y Misaki eran hermanos.

Hablando de Ritsu, ¿dónde estaba? Se preguntó levantándose de su asiento para ir a buscarlo. Lo buscó por todos lados y no había rastro del joven heredero por ningún lado, suspiró con resignación, salió de Marukawa abordando su auto para irse a su departamento.

Pasó una semana y Masamune no recordó que tenía el número de Misaki en su celular, hasta que revisó los contactos de su celular, ahí fue dónde encontró el número del más joven; ese chico había llamado si atención y quería conocerlo más a fondo, dudó por unos momentos si llamarle o no, presionó el botón de llamar.

Después de unos pitidos, se escuchó una voz.

-¿Hola?

-Takahashi-kun -una sonrisa involuntaria se formó en los labios de Takano-

-¿Takano-san? -la voz de Misaki de escuchaba extrañada- Pensé que nunca llamaría, aún tenemos una platica pendiente -río-

-Entonces... ¿te molestaría salir conmigo? -preguntó-

-Para nada. -respondió- ¿en dónde nos vemos?

Continuaron hablando hasta quedarse sin palabras, Misaki colgó la llamada, Takano dejó su celular en la mesa y se recostó en el sofá con esa sonrisa de idiota que aún permanecía en sus labios.

...

Misaki aprovechó que Usagi no iba a estar en casa todo el día para ir a ver a Takano, desde el instante que hablaron le había agradado, aunque tenía cierto aire misterioso.

Recién duchado y vestido, entró a la cocina del departamento para preparar algo por si su escritor regresaba temprano, colocó la comida en recipientes de plástico y metió estos mismos al refrigerador; tomó hoja y papel escribiendo una nota:

"Usagi-san, la comida está en el refrigerador, solo tienes que calentarla en el microondas, voy a salir, regreso luego.

-Misaki"

Dejó aquella nota en un lugar visible, estando seguro que nada le faltaba, salió de aquél lujoso departamento con dirección a la cafetería dónde había quedado con aquél hombre llamado Takano Masamune.

Llegó al lugar y a lo lejos visualizo una silueta que reconoció al instante, era Takano, este levantó la mirada encontrándose con la verde mirada de Misaki, le dedicó una sonrisa algo coqueta causando que el menor se sonrojara.

-Hola -saludó el castaño acercándose a la mesa donde estaba Takano-

-Takahashi-kun... que gusto volver a verte.

-El gusto es mío -Misaki sonrió y se sentó-

Hablaron, comieron, pasearon, rieron y bromearon, las horas pasaron como si fueran minutos ninguno de los dos se dio cuenta que ya estaba anocheciendo.

-Ay no... -susurró Misaki al percatarse de la hora-

-¿Ocurre algo, Takahashi-kun? -Masamune lo miró con preocupación-

-Es tarde... -dijo- "Usagi-san me va a matar" -pensó- Será mejor que me vaya -se levantó de su asiento, Takano lo tomó del brazo-

-Mi casa queda más cerca, si gustas puedes pasar la noche ahí -ofreció el azabache-

-¡No, no, no! Para nada, no quisiera ser una molestia -respondió rápidamente, su celular sonó, era un mensaje del escritor-

"Misaki, no podré volver hasta dentro de una semana, extrañaré todo de ti... Te amo"

Al terminar de leer aquél mensaje el rostro de Misaki literalmente parecía un tomate.

"¡Usagi Idiota!" pensó guardando el aparato en su bolsillo, dirigió su vista hacia Takano.

-Está bien, acepto. -dijo finalmente, Masamune le sonrió tomándolo de la mano para guiarlo hasta su hogar.
...
Conforme iban pasando los meses, Takano y Misaki se hacían mucho más cercanos, el castaño siempre que podía (y Usagi no lo vigilaba) iba a la casa del mayor, comían juntos, compartían cosas y hasta dormían en la misma cama.

Ninguno de los dos sabía que estaba pasando, Takano por su parte comenzaba a ver a Misaki con otros ojos, ya no lo miraba como un amigo, aquél castaño había entrado en su ser por completo, y poco a poco también sacó a Onodera de su corazón. Había comenzado a querer a Misaki.

El menor se sentía extraño al estar cerca de aquél hombre de negros cabellos, su presencia lo hacía sonrojar, cada que le acariciaba el cabello Misaki no podía evitar ponerse nervioso, se perdía por completo en esa mirada color miel que lo cautivó desde la primera vez que la vio; estaba confundido, amaba a Usagi con todo su ser aunque no se lo dijera muy seguido pero, Takano también le hacía sentir cosas.

Como ya era costumbre para este dúo, se reunieron en la casa del editor para comer, pero ambos estaban completamente en silencio ni Misaki ni Masamune decían palabra alguna, ambos se sentían nerviosos por la presencia del otro.

De pronto, Takano dejó caer el cuchillo con el cuál estaba cortando algunas verduras en la mesa.

-¿Huh? ¿Pasa algo, Takano-san? -preguntó el chico de ojos verdes volteando a ver a su acompañante-

Masamune cargó a Misaki, este se sorprendió ante aquella acción.

-¡T-Takano-san! ¡Bájeme! -exclamó sonrojado el castaño-

No tuvo éxito alguno, había sido ignorado olímpicamente, el mayor llegó a su habitación, dejó caer a Misaki sobre su cama y se puso encima de este.

-¿Q-Qué está hacien... -no terminó la oración, Takano lo estaba besando-

Se quedó en completo shock durante un periodo prologado de tiempo, reaccionó rápidamente intentando quitarse a Takano de encima, lo cuál no funcionó para nada, el mayor solo profundizaba aquél beso; el ojiverde dejó de forcejear por la simple razón que el sabor de los labios de su acompañante era bastante adictivo, correspondió el beso. Mantuvieron el beso por varios minutos, se besaban de forma apasionada y desesperada como si nunca hubieran besado a nadie en su vida.

Tuvieron que separarse por la falta de aire, un delgado hilo de saliva se formó en las bocas de ambos.

Misaki tenía la respiración agitada y las mejillas sonrojadas, tocó sus labios recordando que su amigo había posado los suyos ahí mismo hace instantes atrás.

-No sé que demonios me has dado, pero he caído rendido ante ti... -le susurró Takano al oído, este se estremeció-

-¿Q-Qué está diciendo? -río de manera nerviosa-

-Te quiero, Misaki -tomó el rostro del menor con sus manos- Y no sabes cuánto... -volvió a besarlo, pero ahora el beso era suave y lento, el castaño correspondió-

La ropa comenzó a estorbarles, así que poco a poco fueron retirando las prendas de sus cuerpos, solo los cubrían una sabana bastante delgada.

Al diablo con el mundo, pensaron ambos, ahora solo importaban ellos dos, nunca se habían sentido de esa manera, ni siquiera con sus respectivas parejas.

¿Parejas? ¡JA! Es más, Usagi-san y Onodera se podían ir por un tubo, esa noche era de Takano y Misaki nada más, nada ni nadie les iba a arruinar tan mágico momento.

Besos, caricias, gemidos, jadeos y sudor eran los únicos que estaban presentes en esa cama donde yacían dos hombres jóvenes, entrenándose en cuerpo y alma.

...

Se despertó lentamente, observó detenidamente dónde se encontraba, era la habitación de Takano; además alguien lo tenía abrazado de la cintura, Misaki volteo y encontró a Takano durmiendo profundamente, sonrió al verlo de esa manera, era realmente un hombre hermoso, tanto dentro como por fuera, levantó la sabana que los cubría y su rostro se puso de mil colores, ambos... estaban... ¡completamente desnudos! Se levantó de golpe, pero fue atraído nuevamente hacía el lado de la cama donde el estaba durmiendo.

-Misaki, ¿por qué te vas? -Masamune lo acercó demasiado hacía si cuerpo y lo abrazó- Odio que te vayas, más cuándo hicimos el amor...

¿Qué acababa de oír? ¿hacer el amor? No entendía nada, pero luego algunas imágenes se hicieron presentes en la mente de Misaki, Oh por Dios... ¡había engañado a Usagi-san! Tomó su celular y lo encendió, una expresión de horror se formó en si rostro.

100 llamadas pérdidas: Usagi-san.

200 mensajes: Usagi-san.

300 correos de voz: Usagi-san.

En ese momento se quería morir, no podía y no quería imaginar como le iba a ir al llegar a casa, sintió una opresión en su pecho, ¿era culpa quizá? ¡Por supuesto que sí! Tenía que ir a casa y explicarle todo a su escritor, pero tampoco quería dejar a Takano solo. No lo podía negar, le había fascinado estar entre los brazos del azabache, esa noche no sintió remordimiento alguno, pero ahora... tenía los nervios de punta. Observó a su acompañante el cual aún dormía, apagó su celular y se recostó a su lado, este lo abrazó.

-Te quiero... Misaki -susurró Takano dormido, sonrió-

-"Y creo qué..." Yo a ti... -dijo levemente sonrojado-

Continuará...

¡Hola! Aquí está el capítulo de hoy, y bueno este capítulo habla más de como Takano y Misaki terminaron juntos... ¿se dieron cuenta que Misaki anda con los dos? Y ni Usagi ni Takano lo saben xDDD esto se va a descontrolarrrr(?) ok no jajaja xD

Muchísimas gracias a Izumi31, Haruka Alvarado y a Yesy_18 por leer y votar ❤

Y le quiero agradecer a Yesy_18 por tan lindo comentario que dejó en el capítulo anterior, sabes? Me morí de amor al leerlo de nueva cuenta gracias ❤

Una pregunta, ¿les gustaría ver a Onodera embarazado de Yokozawa? ... Si, muy loco, me estoy bastante tentada a poner mpreg :'v ya tengo el motivo perfecto (?)

Pd: Ignoren la imagen fea de la multimedia, quería una imagen TakaSaki (?) y como no encontré hice esta algo improvisada ;-;

Sin más que decir me despido

Byeee!!!