Tres meses habían pasado con mucha rapidez, tres meses en los que no había publicado ninguna obra ni avanzado en alguno de sus manuscritos, ¿por qué? Porque después del despido de Onodera, el idiota de Isaka-san se negaba rotundamente a asignarle un nuevo editor a cargo, eso era algo que el no lograba comprender, a pesar de darle el motivo por el cual despidió a Ritsu, el director de la editorial seguía negándose a su petición.

El escritor de cabello plateado sacó un cigarrillo y lo encendió, lo coloco en su boca para después soltar una ligera nube de humo, se acomodó mejor en el sofá e hizo su cabeza para atrás, viendo como Misaki bajaba las escaleras con un bolso de un tamaño considerable entre sus manos, soltó un bufido con molestia; otra vez se iba a desaparecer por quien sabe cuantos días, dejó de observar a su pareja cuando vio que este se dirigía a la cocina, acomodó su cabeza de vuelta, dejando que el cigarro se apagase en el cenicero; algunos minutos pasaron hasta que Misaki salió de la cocina y comenzaba a caminar hacía la entrada.

—¿Vas a salir? —Interrogó el escritor desde su asiento, apoyando su barbilla contras sus manos—

—Si, necesito ir a la casa de un compañero para hacer un proyecto. —mintió, pues el sabía que eso no fallaría en lo absoluto— Volveré dentro de unas horas.

"Mentiroso" fue el único pensamiento que llegó a la mente de Usagi, quería tenerle toda la confianza a su castaño, pero con cada día que pasaba, Takahashi le daba menos motivos para otorgársela. Akihiko sacudió su cabeza, como queriendo darle un Control Y a ese pensamiento y deshacerse de él, puso sus manos sobre sus rodillas y se levantó, caminó lentamente hacia su pareja y antes de que este saliera por esa puerta, lo capturó entre sus brazos.

—Te amo. —le susurró al oído, luego le dio un suave beso en la mejilla—

Misaki se sonrojó bastante ante aquella muestra de afecta, hizo unos cuantos movimientos hasta que logró zafarse del agarre de Usagi-san, sin ninguna palabra de despedida, salió del pent-house. El de ojos lilas lo observó partir sin más, suspiró pesadamente regresando al sofá donde estaba sentado momentos atrás; del pequeño buró que estaba al lado del sillón tomó un libro, lo abrió al azar, empezó a leerlo, así permaneció por varios minutos hasta que se hartó, volvió a hacer su cabeza para atrás y con ese mismo libro cubrió su rostro por completo, lo dejó ahí mismo y bajó sus brazos para cruzarlos.

Ese ambiente tan silencioso fue interrumpido por el sonido de un celular, pero lo curioso es que ese celular no era el suyo, era el celular de su Misaki, cambió su posición en el sofá y el libro cayó sobre sus piernas; el ojilila giró su cabeza, buscando el lugar de donde provenía tal ruido, se levantó de la comodidad del sofá y por cada pasó que daba, el tono de llamada o lo que fuera cada vez se hacía más fuerte, Usami llegó al comedor y en la mesa vio el celular de su pareja, aparentemente olvidado, agarró el pequeño aparato entre sus manos, observándolo por un momento, presionó uno de los botones y la pantalla se encendió, relevando que tenía un mensaje, el escritor miró para todas partes, como si fuera a cruzar una calle, una vez asegurado que nadie lo estaba observando desbloqueó el celular, lo cual fue una tarea bastante fácil ya que el PIN que su castaño tenía de clave era algo tan sencillo.

—1, 2, 3 y 4. —tecleó esos números, después presionó el botón Enter—

Rápidamente fue a la bandeja de mensajes de su novio, el mensaje que estaba en primer lugar era uno que estaba en letras muy marcadas, el nombre del contacto lo dejó completamente helado. Ese contacto se llamaba "Amor" y a un lado de esa palabra estaba el emoticón de un corazón, la respiración del escritor se detuvo en ese instante, después de todo, ¿es que acaso sus sospechas eran ciertas? Aquello no podía ser comprobado hasta que leyera toda la conversación, sus manos comenzaron a temblar y a sudar al mismo tiempo, estaba tan nervioso, sentía terror por descubrir la verdad, seleccionó ese mensaje y lo leyó.

"Cariño, ¿ya vas en camino?"

Cariño, cariño, cariño, eso fue lo único que procesó su cabeza, Usami se dejó caer en el suelo, una mano la colocó sobre su boca mientras que con la otra seguía sosteniendo el celular, cerró los ojos con fuerza, no quería seguir leyendo esos mensajes, pero él sabía que con solo leyéndolos llegaría a la verdad; tomó aire, tratando de tranquilizarse a sí mismo, levantó el celular y continuo con la tarea de leer la conversación.

Por cada mensaje que leía, el escritor sentía como una daga atravesaba cada parte de su cuerpo, cada texto era peor que el anterior, sobre todo aquellos mensajes que insinuaban que SU Misaki se había entregado a ese hombre misterioso voluntariamente. Akihiko ya había llegado al límite, aventó el celular del castaño muy pero muy lejos de él. No podía creer lo que acababa de leer.

¿Cómo demonios fue ser tan ciego? ¿Cómo fue que no se dio cuenta antes? Esos "proyectos en equipo", esas "salidas con amigos". Ahora entendía todo perfectamente, esas solo eran malditas excusas para largarse con su amante, luego se preguntaba porque había días en los que no aparecía por su hogar, finalmente la venda se le había caído de los ojos. Había descubierto la traición de Misaki.

El escritor ya sabía que Misaki lo engañaba, que le era infiel, pero en ese momento otra incógnita se formuló en su cabeza.

¿Quién era el despreciable amante de Takahashi?

Usami pensó en todos los posibles sospechosos y solo uno quedó como la única opción. Un sentimiento de furia incontrolable lo poseyó, ese asqueroso mangaka se las iba a pagar muy caro.

Ijuuin Kyo.

***

Misaki llegó al edificio donde Takano vivía, el guardia ya lo conocía así que ese no fue ningún inconveniente, el castaño subió al piso donde el editor de manga vivía, llegó al respectivo piso, dando unos pasos más quedándose frente a la puerta de su amante, titubeo por unos segundos si tocar o no, optó por la segunda, justo en ese momento en el que tocó la puerta, esta se abrió, dejando ver a un Takano muy contento por la visita de su pareja, el menor entró al pequeño apartamento, los brazos de Masamune lo rodearon en un fuerte abrazó que no dudó ni un segundo en corresponder.

—Misaki... no sabes cuanto te he extrañado. —dijo el de ojos miel acariciando la cabeza del chico de ojos verdes—

—Yo también te extrañé demasiado. —respondió con un tenue sonrojo en sus mejillas, cosa que lo hacía ver bastante adorable, el de ojos miel no perdió la oportunidad y besó al estudiante—

Dicho beso empezó siendo suave y tierno, pero conforme pasaba el tiempo este se volvía más desesperado e intenso, Takahashi rodeó el cuello del mayor con sus brazos, Takano lo sujetó de las piernas, cargándolo, la pareja cayó sobre el sofá de tres espacios, se separaron debido a la falta de aire, se miraron fijamente por unos instantes, para luego sonreír, el ojiverde agarró la nuca del editor, acercándolo a su rostro volviéndolo a besar, Masamune pasó sus manos por debajo de la camisa de su pequeño amante.

Y pasó lo que tenía que ocurrir...

***

El par de amantes ahora estaban en el parque, disfrutando de un buen tiempo de calidad como una "pareja" normal, el de ojos verdes apoyó su cabeza sobre el hombro de Masamune, el antes mencionado lo tomó de la cintura para acercarlo aún más en su cuerpo.

—¿Por cuánto tiempo te quedarás? —preguntó Takano viendo a su acompañante—

—Hum, no lo sé, tres o cuatro días. —respondió aún dudoso por su respuesta, tocó los bolsillos de su pantalón, percatándose de algo curioso, no traía su celular, eso lo alarmó, pero decidió no darle la mayor importancia, seguro se quedó guardado en su bolso y eso era bueno, no quería que ese aparato sonara cada cinco minutos, él sabía muy bien que era Usagi-san preguntando acerca de su paradero—

El hombre de ojos miel lo dejó sentado en una banca, y se fue por unos segundos para luego regresar con dos conos de helado en la mano, el estudiante tomó su helado y con una sonrisa le agradeció ese gesto. Misaki comió su helado con total calma, este no fue el caso del editor ya que ese cono no le había durado ni cinco minutos, se río en un tono bajo y continuó con la tarea de saborear el frio postre.

Takahashi terminó de comer su helado, el chico no se dio cuenta que aún había cierto rastro del mismo en sus labios, pero su amante si lo notó.

—Amor. —lo llamo, el recién mencionado giró su mirada hacía el atractivo hombre de cabellos oscuros—

Una vez que tuvo su atención, tomó la barbilla del ojiverde, acercando su rostro lentamente al del menor, Misaki cerró sus ojos por un momento, queriendo disfrutar el beso, beso que no fue dado debido a que fueron interrumpidos.

—¡Misaki! —gritó una voz ajena a ellos dos, con notables tintes de molestia, la pareja se separó de golpe, el menor al ver la persona que dijo su nombre perdió todos los colores del rostro—

La persona frente a ellos no era nadie más que Usagi-san, esto no podía estar pasando, después de todo este tiempo, ¿había descubierto su infidelidad?

Continuará... 

¡Hola! Aquí el capitulo de hoy, espero les haya gustado :3

Esto es debido a que los quiero preparar psicológicamente para lo que viene, ¿qué quiero decir? Vamos a ver un Usagi depresivo, más depresivo de lo que fue Onodera al principio.

Gracias a todas las personas que comentaron y votaron, la/os amo ♥♥♥ *flojera mode on*(?)

Y como no tengo mucho que decir, díganme, ¿qué quieren ver en el próximo capitulo?

Tomaré sus sugerencias en cuenta, eso quiere decir que el cap que sigue será más largo, esto se puede considerar como relleno o no lo sé xD

Bien, sin más que decir, me despido

Nos leemos

¡Bye!