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13- First Day

Miró el pedazo de papel que tenía entre sus manos por millonésima vez, este contenía la dirección del escritor del que estaría a cargo a partir de ese día. No le mencionaron nombres ni nada por el estilo, solo le dieron la dirección y alguna clase de llave con la que podría entrar al hogar de su nuevo autor a cargo.

Todo fue tan repentino, recién regresó a su trabajo como editor de manga Shojo, y en pocos minutos se convirtió en editor de literatura, todo eso y aún no era ni medio día.

No podía mentirse diciendo que se sentía del todo aliviado por haber abandonado Emerald después de estar trabajando 3 años allí; por una parte, así era, pero, por la otra tenía una sensación de vacío por dejar a las personas que lo apoyaron y ofrecieron su amistad en ese lapso de tiempo; Kisa, Mino y Hatori.

En su mente aún permanecían las expresiones de tristeza de sus compañeros cuándo se despidieron de él...

*Flashback*

Había salido de Literatura después de haber escuchado atentamente todas las indicaciones de, según él, era la editora en jefe de dicho departamento. Con suma lentitud comenzó a guardar sus cosas en su bolso, ya hecha esta acción caminó hasta el elevador y presionó un botón, una vez abiertas las puertas el castaño se adentró; cerradas las puertas volvió a presionar otro botón. Este era para llegar a la planta baja.

Después de unas cuántas pausas de unos pocos segundos, Ritsu llegó a su destino, salió del elevador y caminó hasta la salida de la editorial; casi cruzaba la puerta cuando escuchó que alguien gritaba su nombre.

-¡Ritchan!

El recién nombrado volteo para encontrarse a Kisa, el cual venía acompañado de Hatori y Mino.

-Chicos... -murmuró suavemente-

-Ritchan... ¿te irás sin despedirte de nosotros? -el mayor se acercó a Onodera para luego abrazarlo con fuerza, este abrazo fue correspondido por el castaño-

Ambos amigos permanecieron en la misma posición durante varios minutos, hasta que él menor intentó romper el abrazo.

-Kisa-san... -forcejeo un poco- ¿Puede soltarme? -preguntó-

-¿En serio tienes que irte? -el de cabello negro se separó y miró al ojiverde fijamente, su voz tenía un matiz triste-

-Y-Yo... -tartamudeo nervioso- Si, Kisa-san. -soltó finalmente- Estas ya no son circunstancias para estar en Emerald. -sentía que su corazón se estrujaba a ver las miradas de sus ahora ex-compañeros, aunque Kisa parecía ser el más afectado-

-Pero... seguiremos siendo amigos, ¿verdad? -Shouta estaba a punto de romper en llanto-

-Claro que si. -sonrió levemente-

-No tengo mucho que decir, Onodera... pero, mucha suerte en literatura. -dijo Hatori con un intento de sonrisa en sus labios-

-Lo mismo digo, espero que te vaya bien en tu nuevo trabajo. -comentó Kanade con su típica sonrisa-

-Gracias chicos. -Ritsu estaba conmovido-

Los cuatro siguieron hablando, haciendo un intento de "fiesta de despedida" para el ojiverde, pero claro, ni siquiera estaba cerca de serlo.

-¡Hatori! ¡Mino! ¡Kisa! -los integrantes de Emerald escucharon sus nombres a la lejanía, y esa voz no era de nadie más que de Takano, el cuál cambiaba hacía ellos y no se veía para nada contento- ¡Dejen de holgazanear y vuelvan al trabajo! -ordenó con voz severa-

Todos los nombrados rápidamente dejaron de platicar con el heredero para dirigirse de nueva cuenta a su departamento, dejando a su jefe y ex-compañero solos. Masamune le miró de forma despectiva, dicha mirada no pasó por alto para el castaño, pero decidió ignorarla en su totalidad, finalmente, cruzó la puerta de Marukawa.

*Fin Flashback*

Su caminar paró instantáneamente al percatarse que ya había llegado a su destino; la casa de su nuevo autor a cargo, de su bolsillo sacó la llave que Aikawa le otorgó cuando fue a Literatura, la pelirroja era su antigua editora, eso era lo que él tenía entendido y, por lo tanto, tenía una copia de las llaves de dicha casa. Rápidamente abrió la puerta y entró, quedándose boquiabierto al ver el interior. La casa era enorme, nada comparado con su pequeño apartamento. Cerró la puerta que estaba tras su espalda.

Dejó su bolso en una pequeña mesa que estaba ahí. Pero, ¿dónde estaba el escritor? Aikawa no le había dado detalles de su apariencia, solo dijo que: "Era un completo irresponsable y tenía un humor de mil demonios". Tragó saliva al recordar la descripción, acto seguido se sobo el cuello.

Escuchó unos pasos acercarse, cosa que lo puso alerta, volteo su cuerpo y su vista quedó en frente de las escaleras; vio una silueta masculina bajar.

-¿Aikawa? -preguntó con voz adormilada-

Un minuto, esa voz, ese cabello plateado, eran inconfundibles, ese hombre no era ni más ni menos que el gran Usami Akihiko. Onodera estaba bastante sorprendido por lo que único pudo hacer (o mejor dicho, decir) fue.

-¡¿U-Usami-sensei?!

El escritor levantó su cabeza, encontrándose con la mirada de un ojiverde muy desconcertado, ese chico le era familiar de algún lado, su memoria reaccionó.

-¿Onodera? -bajó rápidamente las escaleras muy confundido- ¿Qué haces aquí?

-Y-Yo... -El castaño aún no salía de su shock- ¡Seré su nuevo editor!

El de ojos color amatista parpadeo un 0ar de veces, ¿su nuevo editor? ¿Dónde estaba Aikawa? Todo esto era muy repentino.

-Ya veo... -susurró, definitivamente algo le olía muy mal- Bien, iré por el manuscrito. -dejó el tema de Aikawa a segundo plano y su lado "responsable" se activó-

*Horas más tarde*

Editor y escritor soltaron un gran suspiro al unísono, después de arduas horas de trabajo, habían terminado la edición de la nueva obra del escritor.

Usami se colocó un cigarrillo en su boca para luego encenderlo, dio una gran bocanada y expulsó.

Por otra parte, Onodera se sentía emocionado, su primer día como editor de literatura (otra vez) y todo había salido a la perfección, al parecer nunca perdió su experiencia en dicha área. Revisó la hora en su reloj de muñeca, eran casi las seis de la tarde, el tiempo pasó muy rápido.

-Misaki no ha llegado. -musito el escritor para sí mismo, pero Ritsu logró escuchar-

-¿Eh? -susurró-

-Oh... -Usami salió de su trance- Misaki es mi pareja. -sonrió y miró fijamente a su acompañante- De hecho, ambos tienen cierto parecido, bueno, Misaki es mucho más lindo, sin ofender, pero estoy seguro que ustedes se llevarían de maravilla.

Ok, ese comentario le había dolido.

Como por arte de magia, la puerta de la lujosa casa se abrió, bajo esta estaba un chico castaño y de ojos verdes.

-Usagi-san, estoy en casa. -habló Misaki cerrando la puerta-

-Bienvenido, Misaki. -Usagi se levantó de su asiento para recibir a su pareja con un abrazo y luego besarlo sin importarle que su editor lo estuviera observando-

El heredero sintió una gran incomodidad al ser espectador de esa muestra de amor, rápidamente bajó su cabeza mirando al suelo. Esta acción no duró mucho tiempo pues el recién llegado habló.

-¡U-Usagi-san! Nos están viendo. -velozmente fijó su mirada en el castaño menor al escucharle hablar, sus ojos se abrieron de manera enorme cuando lo reconoció-

Ese chico... era por quién Takano-san lo había dejado, entonces, eso significaba que...

¿Misaki estaba con Usami-sensei y Takano-san al mismo tiempo?

El estudiante no notó la presencia del editor, hasta después de quitarse de encima a Usagi-san, su reacción fue casi igual a la de Onodera, quedando shockeado al verle ahí sentado; ¿Qué hacía él ahí? Se preguntó mentalmente.

-Misaki. -habló el de ojos lilas- Quiero presentarte a Onodera Ritsu, mi nuevo editor a partir de ahora, Onodera, él es Takahashi Misaki. Mi pareja.

Ambos castaños se miraron de manera mutua por un considerado tiempo, Misaki comenzó a ponerse nervioso, después de tanto tiempo ocultando su secreto, alguien lo descubrió. Y eso era una muy mala señal.

Ritsu confirmó lo que el escritor había dicho momentos atrás, pues, él tenía toda la razón, el tal Misaki era lindo, demasiado, y joven, todo lo contrario, a él, que ya estaba brincando a los treinta. Cabía mencionar que el estudiante era más abierto con sus emociones, de seguro por eso Takano lo dejó, era patético.

Eso si, los dos estaban de acuerdo en algo, que, si las miradas mataran, ellos dos ya estarían veinte metros bajo tierra, yendo directamente al Inframundo para ser juzgados por el dios Hades.

-Mucho gusto, Takahashi-kun. -devolvió el saludo casi por obligación, sus labios formaron un intento de sonrisa que parecía más una mueca-

-Igual, Onodera-san. -era realmente incómodo- Iré a hacer la cena.

Cena, cena, cena; esa palabra llegó a la cabeza de Ritsu, luego recordó a que se debía, hoy tenía que cenar con Yokozawa-san. Velozmente guardó sus cosas, se colocó el abrigo gigante que traía consigo, pues este era de unas cuántas tallas más grande (y que su propietario no era nadie más que Yokozawa).

Sin tomarse la molestia de despedirse, el heredero salió despavorido de la lujosa casa con dirección a Marukawa Shoten, joder, era un completo impuntual.

*Editorial Marukawa*

Revisó la hora por quinta vez consecutiva, suspiró, ya era de noche y Onodera ni sus luces, fue a buscarlo a Emerald pero no había rastros del castaño, parecía que la tierra se lo tragó. Comenzaba a desesperarse.

No tardó mucho en resignarse, no iba a encontrar al ojiverde por ningún lado, le dejó plantando, hizo una mueca de molestia tomando sus cosas y saliendo la de editorial. Iba a tomar rumbo para su hogar hasta que alguien le tomó de la manga de su chaqueta. Volteo para encontrarse a un Onodera respirando con dificultad.

-¡Lo siento! ¡Lo siento! ¡Lo siento! -el castaño se disculpó repetidas ocasiones-

La expresión del peliazul se suavizo rápidamente, ver al castaño con el rostro rojo hizo que su molestia desapareciera.

-Vámonos. -el mayor comenzó a caminar, miró para ver si Onodera lo seguía y así fue-

Llegaron a la estación de metro, donde esperaron por unos cuantos minutos hasta que él tren paso; las puertas del transporte se abrieron y los dos entraron, para fortuna de ambos, había asientos disponibles. Se sentaron.

-¿Dónde estabas? -interrogó el de ventas-

-En casa de mi autor a cargo... hoy empecé en literatura.

-Ya veo...

Ya no hubo más conversación, estaban en total silencio, pero no era para nada incómodo.

Takafumi sintió algo de peso caía sobre su hombro, volteo y vio como la cabeza del ojiverde descansaba en su hombro. Se había quedado dormido.

Una sutil sonrisa se formó en sus labios, tener al castaño así le hizo sentir una calidez que hacía ya mucho tiempo no sentía.

Su mano se entrelazo con la de Ritsu sin querer, al darse cuenta de aquello un leve rubor invadió sus mejillas, pero no lo soltó.

Definitivamente esa noche iba a ser muy larga.

Continuará...

¡Hola! Lamento la tardanza pero no me sentía del todo inspirada :'v pero finalmente aquí está, espero les haya gustado :3

Favor de no malinterpretar la última frase (?) El lemmon aun no llega xD

Nada que ver, pero, ¿quieren ver algo sad?

Si alguien entendió favor de llorar conmigo (?) :'v

Ok ya xDDD

Gracias a Yesy_18, Vika Nikiforov, eamoon, Izumi31, LucesitaGomez, KurenaiNee, Haruka Alvarado, RenRen801, Borealis28, Barbara Cardenas, Taylor Kohai, Fer Potter, Loxas32, Bemuuu, SariaTakano07 y a vkooklove1064 por comentar y votar, las amo <3

Weno, les dejaré algunas preguntas que tienen que ver conmigo, a ver quien adivina :v *asdfghjklñ*

-¿Que creen que soy, Hombre o Mujer?

-¿Mi Edad?

¿Mi País?

Y ahora yo les pregunto

-¿Que son? ¿Seme, Uke o Suke? Yo soy... adivinen ewe

Ok, ahora sin más que decir me despido, aun les debo el detrás de cámaras pero no se me ocurre nada u.u

Ahora debo pensar si el próximo capítulo será de Navidad o San Valentin :3 ¿que opinan ustedes?

Ahora si, me despido

Nos leemos luego

¡Bye!

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