XIII.
Ya despierto, Minho miró a su alrededor y encontró la cara sonriente de Jisung.
Eran las ocho de la mañana, el sol aparecía por las cortinas e iluminaba la cara del menor.
— Te quedaste dormido en la película que habíamos elegido.
Reclamó, Minho no pudo contenerse a esa mirada.
— Perdóname.
Jisung no pensó en nada más que no fuera la timidez con la que Minho pedía perdón, así que con una almohada que estaba a su lado, le golpeó en las piernas.
Minho soltó un "Hey!" y con otra almohada, también golpeó al atacante. Jisung agarró su brazo, pero Minho cambió la almohada de mano así seguía con su pequeño ataque.
Jisung tiró su almohada a alguna parte de la habitación y miró fijamente a los ojos de Minho.
Minho sintió sus mejillas arder y su corazón latir fuerte cuando Jisung le quitó suavemente la almohada y tomando su mano, la puso en su propia mejilla.
— Minho, puedo besarte?
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro