
Capítulo 5
Le ve suspirar, pasa su mano al frente, no parece reaccionar y aquello le parece tan extraño, Jaden no es de quedarse perdido en sus pensamientos, piensa preguntar la chica de cabello castaño claro pero antes de poder decir algo alguien más le gana.
—¿Te encuentras bien Jaden? —pregunta Sho Marufuji, un joven de cabello azul platinado quien viene llegando y al verle en ese estado no duda en preguntarle si le pasa algo, poco después le mira a ella ante su mutismo —¿Ha pasado algo Asuka? —la chica baja los hombros, aún no sabe que es lo que tiene a uno de sus mejores amigos así, se inclina a verle, truena los dedos, el ruido de estos le despiertan.
—¿Pasa algo? —sigue con el ceño fruncido el joven pero ahora su mirada de molestia se dirige hacia ella.
—Eso queremos saber Sho y yo, desde hace ratos pareces estar perdido ¿Acaso paso algo entre ustedes dos? —señala y al ver su gesto torcer comprende que ha acertado —¿Podemos ayudar en algo? —va directo al grano.
El chico suspira, ve a sus dos amigos al frente, no puede desmentir que algo ha pasado y a su mente vienen los recuerdos de la mañana cuando ambos se pelearon por las marcas que había dejado en su cuello.
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Asuka Tenjoin, saca el móvil ya escucho lo que debía y se siente un poco idiota al haber preguntado a sabiendas que la pareja que conforma su amigo y aquel joven mayor que él son simples y sus peleas más bien son malos entendidos que al principio le parecían tiernos pero al presenciar aquello por más de un año ya no le tomaba tanta relevancia a sabiendas que al final Jaden cedería y arreglaría el asunto de sus diferencias, lo cierto es que su amigo está completamente enamorado de ese joven y pareciera que nunca dejaría de estarlo.
Mira de reojo a Sho, amigo de la infancia de ella siendo que sus dos hermanos mayores son amigos y rivales a morir, al menos eso dicen ellos, vuelve a suspira lo cierto es que no entiende a los hombres.
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Yugi Mutou se siente incómodo, no es de usar cuello largo pero ahora mismo viste una camisa que jamás pensó usar, un regalo de su jefe y amigo de la infancia Seto Kaiba, una camisa negra de manga larga y cuello de tortuga, y el por qué se debe a las marcas que no quiere mostrar, siente la mirada penetrante de su jefe quien le ve un tanto extrañado, por lo regular siempre viste de traje pero esta vez usa el obsequio que le dio en navidad, piensa preguntar pero se abstiene al creer captar los motivos aparentes, al final resopla.
El tricolor le ve seguir su camino, se siente aliviado al no tener que contestar un interrogatorio por parte de su propio jefe, por otra parte Yusei Fudo, joven de cabello negro y algunos rayos dorados que pasan a través de este le mira un tanto curioso, puede notar el nerviosismo de su superior.
Le mira a detalle, ese chico aparenta ser menor pero no es así, a sus 23 años ha descubierto al hombre que podría engañar a la muerte siendo que es mayor que él por tres años y aun así aparenta no rebasar los 20.
—¿Sucede algo? —sonríe amable Yugi Mutou, Yusei Fudo se ve pillado, si bien su rostro es inexpresivo no puede evitar sentirse un tanto avergonzado ante su actuar, comprende que debe espabilarse, él ha sido confiado por el CEO de Industries Godwin, Jack Atlas. —¿Tienes hambre? —le pregunta, el afirma sin saber bien que contestar, solo mueve la cabeza de arriba hacia abajo, dicho esto el tricolor cierra la carpeta y apaga el monitor —¿Te parece ir adonde fuimos esa vez? —nuevamente Yusei Fudo se siente un tanto cohibido sin saber por qué.
—Si —afirma dando marcha también a colocar todo en orden.
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Le ven salir corriendo, alza la mano para despedirse, al tener la última hora libre el chico ha decidido ir por él al trabajo, ha tomado la opción de Sho de que salir a cenar afuera tal vez calme las cosas entre ambos.
Saca el móvil para mandarle un mensaje, desde aquella vez prefiere avisar que encontrarse desagradables visiones, aunque solo fuese el verlo comiendo con alguien más y no se lo haya dicho o sacado en tema de conversación.
Marca una y otra vez pero nada.
¿Estará en alguna junta? No lo sabe, pero eso es lo de menos, quiere disculparse y aclarar las cosas, no puede evitar sentirse celoso pero al menos pueden dialogar y así calmar sus ansias, al menos eso cree, además se siente emocionado ante la idea de cenar con él, no son de salir mucho y esto sería una buena oportunidad para probar.
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