12
Un día te vi destrozada llorando en el suelo, tenías tu ojo morado, tu bello labio hinchado y las gruesas lágrimas cayendo de tus ojos. No pude evitarlo y me acerque a ti lentamente, debía hacer algo al menos para que tu luz no se apagara ante ese demonio
—¡Hola! —salude lentamente intentando poner una sonrisa para alegrar tu día, aunque fuera fingida, aunque por dentro quisiera besar cada pequeña llaga, al menos animarte un poco. Fue entonces que note tu mirada asustada en mi. Mi corazón ardió ante esto, a mi no por favor, mira asustada a cualquiera pero no a mi...
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro