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🔞🍸𝘖𝘯𝘤𝘦🍸🔞

Estaba realmente harto. Llevaba más de seis horas encerrado en la pequeña sala de practica y no lograba terminar con ese horrible bloqueo artístico. Todavía le quedaba un minuto y medio para terminar la coreografía para su proyecto de graduación, estaba a dos meses de presentarse y todavía no lograba acabarlo.

El tiempo estaba encima suyo y ya no sabía que más hacer para que algo se le ocurriera.

Se dejó caer cuando sintió que sus propias piernas fallaron, ahora no le dolían, pero sabía que en cuanto sus músculos se enfriaran, le dolería todo el cuerpo de una manera horrible. Se acostó en el suelo con la respiración agitada, pensando en que más podía hacer.

- Veo que sigues en las mismas. - Jimin suspiró, sentándose y asintiendo hacia su amigo, tomando la botella de agua que le ofrecían. - Déjalo por hoy, llevas aquí desde que llegaste a la universidad, además, puedes lastimarte. No quieres terminar con con carrera de bailarín sin antes comenzarla, ¿No?

- Es lo último que me faltaría, Taehyung. - Respondió, dándole un gran sorbo al agua y escuchando la risa del menor. - No te burles, te lo digo de verdad.

- ¿Namjoon te molestó de nuevo? - Preguntó, dejando de reír.

- Namjoon siempre me molesta, Taehyung. Y ahora, cada vez que me topó con Seokjin no pierde oportunidad para restregarme en la cara que me lo ha quitado. - Sonrió levemente. - Aunque no me lo haya quitado realmente, claramente yo se lo di, porque-

- Porqué el que se lo queda, pierde. - Se sonrieron con complicidad.

Taehyung le ofreció la mano a Jimin, quién la aceptó y se puso de pie. Le pidió que lo esperara un momento para ducharse y poder irse.

Entró a los vestidores, las clases habían acabado dos horas atrás por lo que, probable, estaría sola absolutamente toda la universidad.

Se dio una ducha rápida porque le aterraba estar solo en ese lugar y se cambió la ropa, estaba totalmente sudada, así que decidió llevarla a casa para poder lavarla, dejando así, su casillero vacío.

Al salir, Taehyung estaba sentado en el piso mientras miraba su celular, pero su atención de inmediato se desvió a su persona en cuanto lo escuchó salir. Se puso de pie de inmediato y salieron juntos del edificio hasta llegar al estacionamiento para por fin, poder ir a casa.

- ¿Tienes hambre o quieres que te lleve a casa ya? - Le preguntó, encendiendo el motor y fue un gran dilema para Jimin.

- Uhm... Estoy muy cansado y quiero dormir ya. - Ladeó la cabeza. - Pero, también tengo hambre y no quiero ver a la casera del edificio, me va a cobrar la renta de nuevo. - Taehyung lo miró brevemente.

- ¿Aún tienes problemas con eso? - Jimin asintió.

- Jin perdió al quedarse con Namjoon, pero yo perdí al idiota que pagaba la mitad de la renta. - Taehyung soltó una risa nasal, parándose en un semáforo en rojo.

- Te puedo ayudar, sabes que no me es problema. - Jimin negó de inmediato.

- Sabes que no puedo aceptar, no insistas. - Taehyung suspiró, arrancando cuando la luz cambió al verde. - Le diré a papá que terminé con Namjoon, así me madará más dinero de nuevo.

- También es buena idea. - Apuntó Taehyung. - Entonces, ¿Cena o dormir?

- Ambas. - Le respondió. - No te acepto dinero para pagar la renta, pero si te acepto una cena. - El castaño sonrió de lado.

- Me parece bien, entonces.

Cambió la dirección del hogar del pelinegro hacia un McDonald's, sabía que Jimin le iba a reprochar por llevarlo a "comer calorías extras" pero también sabía que a penas pusieran su orden frente a él y diera el primer mordisco, haría su bailesito de felicidad.

Justo como lo imaginó, arrastró al mayor hasta la mesa donde se sentaron bajo sus reclamos.

- Oye, mañana se presentará Agust D en el bar al que suelo ir. - Le dijo para que su amigo dejara de quejarse.

- ¿Él rapero que te gusta? - Taehyung asintió. - ¿Y a mi qué? - Jimin sonrió ante la mala cara que el menor le puso.

- Vamos, Jimin. Solo será un rato. - El pelinegro echó la cabeza para atrás. - Necesitas distraerte. Por eso tienes ese bloqueo, porque solo estás pensando en eso. Ocupas ver otras cosas, bailar como loco en medio de una pista de baile y la inspiración llegará a ti.

- No lo sé, Taehyung.

- Anda, si no te sientes cómodo, nos vamos y listo. - Jimin cruzó los brazos sobre su pecho, lo pensó por unos segundos baja la atenta mirada de Taehyung y terminó chasqueando la lengua.

- De acuerdo, pero si te desapareces de mi vista, te castro, Taehyung. - Él castaño celebró, haciendo reír al mayor.

- Te encantará, el bar tiene un buen ambiente y con la presentación de Agust D, se pondrá mejor.

Jimin estaba por soltar cualquier comentario contra el rapero para hacer enojar a Taehyung, pero el mesero dejando su hamburguesa frente a él se lo impidió. Hizo un rostro algo extraño mientras pensaba si tenía tanta hambre para comer eso, porque no podía subir más de peso si quería hacer bien la presentación inconclusa para el proyecto de graduación, sin embargo, ver a Taehyung darle un mordisco y después poner cara de placer lo hizo actuar sin pensar.

Un mordisco y casi suspira satisfecho, era todo lo que necesitaba y comenzó con su pequeño bailecito de manera inconsciente mientras tomaba una papa para comerla. Taehyung lo miró enternecido.

- ¿Te gustó? - Jimin asintió con las mejillas llenas. - Tierno. - Murmuró, limpiando las mejillas llenas de salsa de tomate.

Una vez terminaron, Taehyung lo llevó a su casa. Jimin logró esquivar a la casera y subió corriendo por las escaleras hasta el primer piso para esperar el ascensor, prefería esperarlo ahí que quedarse en recepción con la consecuencia de que la señora lo viera.

Las puertas se abrieron al mismo tiempo que su celular sonó, el nombre de Papá alumbró la pantalla de su móvil y respondió con una sonrisa, sin fijarse en la mirada fija que el chico que salía del ascensor le dio.

- Estaba por llamarte. - Dijo a penas respondió, dándole al botón con el cuatro para poder llegar a su cama de una vez y viendo los ojos del chico por a penas un segundo sin darle importancia.

Habló con su padre por unos minutos mientras le explicaba la situación y después de unas cuantas amenazas con ir a golpear al ahora ex novio de su hijo, colgó el teléfono ya estando en su departamento. Aventó su ropa por cualquier lado de la habitación y se aventó a la cama para poder dormir, no sin antes poner su teléfono a cargar en su escritorio y cerrar las cortinas para que el molesto sol de la mañana no le despertara un sábado tan temprano.

A penas puso la cabeza en la almohada, cayó dormido, sin siquiera haber sido capaz de cobijarse, lo que hizo que medio dormido, a mitad de la noche, estirara la sábana, pues aún era invierno y su casa se enfriaba en la madrugada.

En cuanto despertó, sintió dolor en cada parte de su cuerpo. Sabía que pasaría, y malamente, se estaba acostumbrando a que eso pasara a diario. Se estiró y después se sentó sobre la cama, entornando la vista por su habitación mientras trataba de abrir por completo sus ojos.

Se levantó y desconectó su celular pero frunció el ceño al ver que no tenía el cien por ciento de carga, si no que tenía el sesenta y cuatro por ciento. Había pensado en ir a comprar un cargador el día anterior pero por estar tan metido en su ensayo, lo había olvidado.

Lo conectó de nuevo y la notificación de un mensaje de Taehyung apareció, recordándole que esa noche saldrían y que no aceptaba un cambio de opinión.

Suspiró rendido, ahora se arrepentía de haber aceptado porque lo único que quería era dormir durante todo el día.

Buscó entre sus medicinas algo para tomarse y un par de parches de calor para el dolor muscular, tomándose las pastillas al terminar de desayunar y colocándose los parches también.

Se pasó el día limpiando su hogar y re acomodando la ropa de su closet, aprovechando el momento para decidir que se pondría ese día en la noche.

A medio día, su padre le informó que le había depositado dinero suficiente para pagar la renta y para todo lo que llegara a necesitar durante dos semanas, sintió que la cara se le iluminó y salió de inmediato para sacar la mitad del dinero.

No se topó con la señora Lee de nuevo y logró salir para ir a la tienda de enfrente y sacar el dinero, pero al llegar, le dijeron que la maquina estaba fuera de servicio, caminó hasta el centro comercial, pero el banco estaba cerrado porque acababan de asaltarlo.

¿Qué más podía salirle mal ese día?

Volvió rendido al edificio, y como el destino lo amaba, esta vez no pudo evitar a su casera.

- Joven Park, ¿Cómo está? - El menor le hizo una leve reverencia y le sonrió.

- Señora Lee, ¿Puedo hacerle una transferencia para pagar la renta? Acabo de ir al cajero de enfrente y al banco, pero no pude sacar dinero. - La señora asintió con una sonrisa.

- Claro, si me lo hubieras dicho no hubieras tenido que ir a ningún lado.

Cierto, Jimin no recordaba que hace poco el dueño del edificio había facilitado una terminal para poder pagar la renta. Apretó los ojos y suspiró, dándole la tarjeta a la mayor.

Comió a penas un poco de sopa instantánea y se metió a la duchar, Taehyung pasaría por él en una hora y sabía que si lo hacía esperar, se enfadaría con él.

Se puso un pantalón de mezclilla y una camisa sin mangas rozando lo transparente junto a unos zapatos negros, encima de la playera iría una chaqueta, también de mezclilla con brillos esparcidos por las mangas.

Peinó su cabello y se maquilló levemente, tapando sus ojeras y usando delineador. Fajó su playera para colocarse la chaqueta, justo a tiempo para recibir el mensaje de Taehyung avisando que ya estaba esperándolo.

Tomó sus llaves, celular y billetera, guardando la tarjeta de crédito porque no tenía dinero en efectivo encima. Bajó y salió al estacionamiento, viendo el auto de Taehyung y caminó hasta subirse.

Le contó la mala suerte que había tenido durante todo el día y le advirtió que si no se iba a querer ir a penas pusiera un pie adentro, no duraría más tiempo que las dos de la madrugada en el bar.

- No seas aburrido, Jimin. - El mayor se limitó a rodar los ojos, viendo por la ventana cuando llegaron al bar.

Ambos bajaron, Jimin no tardó en engancharse al brazo de Taehyung cuando más de un idiota lo miraron con morbo.

Al entrar la música hinundó sus tímpanos junto con los birotes de todos en el lugar, entornó la mirada encontrando lo que buscaba. La barra.

Taehyung lo tomó de la mano cuando Jimin caminó con apuro hacia allá, lo último que quería era que alguien toqueteara a su amigo y que se peleara.

Al llegar, se sentaron uno al lado del otro, Jimin pidió una cerveza para comenzar y Taehyung, siendo el impaciente de siempre, pidió vodka.

Estaban en medio de alguna plática cuando los gritos se intensificaron coreando el nombre de la persona por la que le habían obligó a ir, Taehyung volteó a ver el escenario con ilusión en el momento en el que su ídolo salió.

- ¡Jimin, ahí está! - El mayor sonrió con diversión mientras Taehyung lo sarandeaba con emoción. - Min Yoongi, nacido en Daegu el 09 de marzo de 1993, el único piscis que me agrada. - Habló rápidamente sin despegar la vista del rapero. - Formó parte de un grupo de rap underground en nuestra ciudad natal y ahora está escalando como solista en su carrera, ¡Míralo, Jimin! Es fantástico.

- Ve a besarlo. - Le dijo con diversión.

- No, tiene auras de gay activo, lo nuestro no funcionaría.

- ¿Es gay? - Taehyung asintió.

- Vamos, Jimin.

Y Taehyung lo arrastró hasta llegar a el centro de la pista. El castaño comenzó a bailar con alegría, Jimin solo lo veía con diversión hasta que lo tomó de las manos para obligarlo a mover su cuerpo, comenzó a bailar por sí solo.

Al terminar de una de las canciones, Jimin miró al escenario, conectando su mirada con aquel rubio que Taehyung tanto admiraba. Sintió que esos profundos ojos vieron hasta la parte más recóndita de su alma. Le sonrió de lado con algo que coquetería. El mayor alzó una ceja y la siguiente canción comenzó a sonar.

Jimin sabía que había sido su imaginación, sabía que él famoso Agust D no lo había visto y sabía que su mente estaba jugando y queriendo haciéndolo creer que lo volvió a mirar fijamente cuando reapeó algo así como, "Se excitan por mi lengua tecnológica"

Rompió su fantasioso contacto visual con el rapero cuando una mano tomó su muñeca y lo alejó de la pista.

Chocó contra el pecho de alguien y bufó molesto, no le podía pasar eso.

- ¿Qué haces en un lugar como este, bebé? Pensé que no te gustaba salir. - Jimin se separó de él más alto con brusquedad.

- ¿Qué quieres, Namjoon? - Preguntó entonando la vista, buscando a Taehyung. - ¿Dónde está tu novio, eh? No le gustaría verte hablando conmigo. - El mayor rió un poco, tratando de acercarse a él.

- No seas celoso, Jimin. Jin no vino hoy. - El menor no le prestó atención, estaba muy ocupado maldiciendo mentalmente a Taehyung cuando lo vio besuqueándose con un chico tatuado sin prestarle atención a él para que pudiera ayudarlo.

- Pensé que había sido totalmente claro contigo, Kim. No quiero que me hables. - El más alto lo volvió a pegar a su pecho.

- Vamos Jimin, Jin no se va a enterar. - Le pidió tratando de besarlo, el menor logró separarse de nuevo mientras reía.

- Yo no soy como Seokjin, Nam. - Le aclaró. - Yo tengo suficiente amor propio como para no permitirme ser el cuerno. - Le guiñó el ojo con burla y se dio media vuelta para alejarse.

- Volverás, Jimin. - Le gritó el mayor a su espalda.

- Lo dudo. - Le dijo de vuelta, dando por finalizada la conversación.

Caminó de nuevo hasta la barra, donde pidió un shot de tequila, necesitaba algo fuerte para pasar el mal rato que el idiota de su ex le hizo pasar.

Estaba por tomarse el tercero, cuando alguien se sentó a su lado, pidiendo un vaso de whisky.

- ¿Problemas en el paraíso? - Le preguntó el desconocido a su lado con una voz ronca que le hizo erizar la piel.

- Problemas con la jodida vida en general. - Respondió, tomando el cuarto y último shot de la noche. Volteando a ver al chico y sorprendiéndose en cuanto lo reconoció.

- No me imagino que tan jodida debe ser la vida de alguien tan precioso como tú. - Le dijo, mirándolo fijamente mientras tomaba de su vaso. Jimin dejó la sorpresa de lado.

- Bueno, tal vez sería más fácil si un montón de gente ebria coreara mi nombre en un bar. - El rubio le sonrió.

- Soy Min Yoongi.

- Lo sé. - Recargó su codo sobre la barra y después acunó su mejilla izquierda sobre su mano, sin dejar de ver los ojos del contrario. - Mi amigo me contó tu biografía completa hace un momento. - Yoongi alzó una ceja con diversión. - Soy Jimin.

- Jimin... Tu amigo no se pondrá celoso porque vine contigo, ¿O si? - Jimin desvió su mirada del mayor hacia donde había visto a su amigo, ya no estaba.

- Creo que ahora está demasiado ocupado como para preocuparse por eso. - Yoongi se acercó lentamente, hasta que sus rodillas quedaron entrelazadas mientras se terminaba la bebida.

- Ya veo... - Murmuró cerca del rostro del menor. - ¿No te gustaría ocuparte tú también? - Jimin sonrió con coquetería, ladeando su rostro.

- Depende, ¿Me divertiré? - Preguntó sin llegar a deshacerse de los pocos sentimientos de separación entre él y el mayor.

- Te lo aseguro. - Las manos de Yoongi viajaron a sus muslos, apretando levemente.

Jimin sonrió un poco más y el mayor no lo soportó más, se paró y se metió entre las piernas del pelinegro y atacó su boca en un beso salvaje, desesperado y desordenado. El menor rodeó el cuello de Yoongi con sus brazos para apegarlo más a él, sintiendo escalofríos cuando las manos frías del chico se colaron por abajo de su playera hasta posarse en su cintura. Apretó el cuerpo entre sus piernas con desesperación y Yoongi se separó para bajar al cuello.

- ¿Vamos a otro lado? - Murmuró, dejando varios besos en la piel del menor, quien asintió.

- Solo será una vez. - Le advirtió, Yoongi dejó su trabajo para mirarlo fijamente.

- Cariño, serás tú el que terminé pidiendo por más.

Jimin no comprendía porque ese simple comentario le hizo sentirse aún más caliente.

Yoongi lo tomó de la mano y lo arrastró a la salida trasera hasta llegar a su auto para irse rápidamente de ahí.

El camino se le hizo eterno a Jimin, quería deshacerse de la estorbosa ropa de ambos y que Yoongi recorriera su cuerpo entero si así lo desaba. Iban tan ensimismado en su mente que no notó el familiar recorrido por las calles. Yoongi estacionó rápidamente y bajó, arrastrando nuevamente a Jimin al edificio para entrar al ascensor y subir a su piso, presionó el número uno y cuando las puertas se cerraron, estampó al menor contra la pared, apretando la cadera contraria con fuerza mientras volvía a meterse al cuello del menor, succionando por varias zonas y besándolo, amando los jadeos que Jimin soltaba en su oído.

La puerta se abrió y corrió a la puerta con el menor tras él para abrir apresuradamente, entrando con el chico entre sus brazos.

Jimin se quitó las zapatos como pudo, sin separarse de los labios del rubio, amando la sensación de las manos frías sobre su abdomen. Yoongi lo guió hasta su habitación separándose por a penas dos segundos para quitarse su playera y para quitarle la chaqueta al menor, amando como se notaba su piel aún con la playera, notando un tatuaje en su costilla. El pelinegro, con desespero, se quitó la playera dándole una mejor vista a Yoongi de aquel tatuaje y de su abdomen plano.

Lo tomó por los muslos y Jimin dio un pequeño salto para enredar sus piernas en la cadera del mayor, quien cerró la puerta con el pie y después pegó la espalda del chico sobre la madera.

Llevó sus manos al trasero de Jimin, apretando con fuerza, el menor se separó de sus labios para soltar un gemido y echó la cabeza hacia atrás hasta dar con la puerta, Yoongi aprovecho que ahora su cuello estaba totalmente expuesto para seguir besando la zona.

- A-Ah... - Jadeó al sentir la lengua del rubio sobre su piel. - Y-Yoongi~

El mayor sonrió ladino y se separó para caminar hasta su cama donde se sentó. Fue el turno de Jimin para besar su cuello, Yoongi soltó un ronco gemido al sentir la boca del pelinegro succionar y chupar su piel. Estampó el cuerpo de Jimin sobre el colchón y se deshizo por fin de las últimas prendas.

Yoongi llevó sus labios a uno de los pezones de Jimin, quien abrió la boca y soltó repetidos jadeos mientras arqueaba la espalda sobre la cama, tomando el cabello del mayor para pegarlo más a él. El rubio dejó el pezón para bajar por su pecho y su abdomen, besando y dejando más marcas sobre su cuerpo, hasta llegar al miembro erecto del menor, lo tomó con su mano y se acercó a él, bajó la desesperada mirada de Jimin, pasó su lengua por el glande, el pelinegro apretó los ojos y cuando pensó que Yoongi metería el miembro a su boca, el rubio le sonrió.

- Lo siento precioso, pero eso no lo hago yo. - Jimin quería golpear el colchón con su puño, pero tuvo una mejor idea.

- Pero yo si lo hago. - La lujúria en sus palabras hicieron que Yoongi sintiera algo tan malditamente exquisito en su miembro.

Jimin cambió las posiciones, dejando a Yoongi abajo de él, para después sentarlo a la orilla de la cama, el menor se arrodillo entre sus piernas y comenzó masturbando el gran miembro del mayor, sacándole un gran gemido. Sin más que esperar, Jimin metió el glande a su boca, succionando un poco sin meterlo más y presionando su lengua ahí, Yoongi apretó las sábanas entre sus manos cuando sintió los gruesos labios deslizarse por su pene y después sintió la lengua recorrer una vena exaltada.

El menor metió todo lo que pudo y volvió a subir su cabeza, repitiendo los movimientos lentamente y con una mano, masturbó lo que no alcanzaba a meter a su boca, mientras que la otra mano la llevó a los testículos del mayor.

Yoongi se dejó caer de espalda a la cama, la boca de ese chico lo estaba mareando, probablemente le estaba dando la mejor felación que había recibido en su vida.

Jimin, con la excitación cegando sus sentidos, se atrevió a meter toda la extensión del mayor a su boca, apretando los ojos al sentir una arcada pero sin sacar el miembro, soltó un jadeo, logrando que Yoongi sintiera aún más rico por la vibración.

Lo tomó del cabello y fue él quien lo terminó separando de su miembro, si lo dejaba seguir, acabaría por venirse y si algo no podía permitir, era ser el primero en llegar al orgasmo.

- Mierda, si que sabes usar esa boquita, Jimin. - El menor le sonrió aún en el suelo, sintiendo la mano del mayor estirar su cabello.

- Y tú, Yoongi, ¿No me dijiste que tu lengua me haría exitarme? - El mayor alzó una ceja ante la provocación.

Hizo a Jimin que se parara y estampó su pecho contra la cama, alzando su trasero y apretándolo entre sus manos, para después separarlo, dejando a la vista su rosada entrada. Pasó su lengua a penas un poco cuando se separó.

- Uhm... No... - Jimin se quejó al escucharlo, haciendo su trasero hacia atrás para que el mayor siguiera. - No, mejor siéntate en mi cara.

Jimin no tenía tiempo para sentirse tímido, se arrodilló sobre la cama y aventó a Yoongi para que se acostara. Una vez el mayor le asintió, se subió sobre él. Yoongi volvió a tomar su trasero y lo dirigió a su rostro, el pelinegro recargó sus manos en el filo de la cabecera de la cama y se empujó levemente hacia abajo, sintiendo por fin la lengua de Yoongi entrar lentamente a él.

Las estocadas que recibía se sentían tan deliciosas, tenía el amago de hacer el trasero más para abajo, pero tenía que ser prudente y no ahogar al mayor. Sin embargo, sintió las grandes manos tomar su cadera y fue él contrario el que lo empujó más hacia abajo, Jimin apretó la madera entre sus manos.

- Yoongi... Uhm... M-Más~ - Le pidió, echando la cabeza hacia atrás.

Yoongi quiso complacerlo un poco más y metió su lengua un poco más en la entrada de Jimin, haciéndolo un poco más rápido. Llevo su mano al miembro del menor y comenzó a masturbarlo a lo misma velocidad con la que metía su lengua, Jimin era un total desastre ahora, estaba siendo estimulado de una manera tan deliciosa, por todas sus zonas sensibles.

Y llegó al primer orgasmo de la noche, manchando su abdomen y el pecho de Yoongi, quien sacó la lengua cuando sintió que Jimin había terminado por completo.

Lo levantó con cuidado, pues sentía como las piernas del chico temblaban en cada uno de sus lados y lo acostó de nuevo.

- ¿Y bien? - Preguntó, rozando sus labios en la mandíbula del menor.

- N-No... No seré el que aumente tu ego con un halago, Min. - Le respondió con la respiración agitada, Yoongi rió, separándose para verlo desde arriba.

- Eso es suficiente, Jimin. - Le aclaró, volviendo a besar sus labios.

A Jimin le constó un poco igualar el ritmo una vez más, estaba demasiado agitado y cansado por el recién orgasmo, pero sentir la lengua de Yoongi en su boca hizo que olvidara todo eso, sintiendo su miembro levantarse una vez y sabía que ahora vendría la mejor parte.

- Yoongi, anda... - Murmuró, parando el beso.

- ¿Qué quieres, Jimin? - Preguntó, dejando varios besos en sus labios entre abiertos. - Pídemelo... - Él pelinegro apretó la sábana entre sus manos, amando la voz ronca del mayor.

- Mierda... - Murmuró. - Cógeme, fóllame ya, Yoongi.

El rubio sonrió victorioso, se metió entre las piernas de Jimin y metió dos dedos abruptamente, confiando en la previa dilatación que ya había hecho antes con su lengua. Entraron fácilmente, sacándole y gemido más al chico. Yoongi analizó su rostro, era jodidamente precioso. Sus mejillas estaban rojas al igual que sus labios que ahora se veían aún más hinchados, gruesas gotas de sudar bañaban su rostro y lindas pecas salpicadas con timidez por todo su rostro.

Llevó su mano libre a su propio miembro y se comenzó a masturbar sin dejar de ver el rostro de Jimin, quien al darse cuanta, sonrió de lado mordiendo su labio inferior. Yoongi alcanzó un condón en uno de sus cajones de los lados de la cama, lo abrió con cuidado y se lo puso rápidamente.

Sacó los dedos del interior de Jimin y alineó su miembro a su entrada. El menor suspiró al sentir el glande presionándose contra él y una vez más, se empujó hacia abajo alcanzando a meterlo un poco. Yoongi al sentir como lo apretaban, se desesperó y lo metió de una sola estocada, ambos soltaron un alto jadeo en sincronía.

Jimin llevó sus manos a los hombros del mayor y Yoongi puso sus manos a cada lado del rostro del chico y comenzó con las estocadas lentas.

- Ábre los ojos. - Le ordenó sin parar de moverse. - Quiero que me veas, Jimin. - El menor, con toda la poca fuerza que le quedaba, abrió los ojos, luchando por no cerrarlos y sintiéndose más exitado ante el aura dominante de Yoongi.

- Ah~ Yoongi... Más r-rápido... Yoongi... - Le pidió entre gemidos.

El rubio metió una mano entre su nuca y el colchón y se movió más rápido, buscando el punto para hacer delirar aún más al menor, encontrándolo en seguida y causando que Jimin se retorciera bajo su cuerpo.

- ¡Ah, Yoongi! - El mayor sonrió de lado y bajó su rostro para meterse entre su cuello.

Besó y succionó una vez todo a su pasó, subiendo a su mandíbula para marcar ahí también, Jimin lo abrazó por los hombros y ladeó la cabeza para darle más acceso, enrredando sus piernas en la cadera de Yoongi para tratar de sentir más a fondo sus estocadas.

- Jimin, me aprietas tan delicioso. - Murmuró sobre su mejilla, el menor sonrió cerrando los ojos, pero los abrió de inmediato recordando que Yoongi se lo había ordenado así. - M-Mírate... Tan obediente... - Juntó su frente a la del menor, sin cortar el contacto visual.

- Y-Yoongi... Espera... - El mayor se detuvo en ese instante, preocupado por pensar que había lastimado al menor.

- ¿Estás bien? ¿Qué pasó? - Preguntó agitado, Jimin no supo interpretar el cosquilleo en su pecho.

- Te quiero montar. - Le dijo sin más, ignorando aquello. - Siéntate.

Yoongi se relajó, le sonrió con coquetería y se sentó, Jimin no tardó en subirse a él, tomó el miembro del mayor con su mano y lo alineó de nuevo, dejándose caer sobre él. Echó la cabeza hacia atrás al sentir como volvía a golpear su próstata con más facilidad debido a la posición, Yoongi rodeó su cuello con una mano y sintió que el orgasmo lo golpearía solo por eso.

El rubio lo estiró hasta que volvió a conectar su mirada, y Jimin comenzó a saltar sobre su miembro, Yoongi hizo el amague de soltar su cuello, pero el pelinegro se lo impidió, volviendo a dejarla ahí.

- Cada vez me sorpendes más. - Murmuró, apretando la cintura del menor para ayudarlo a dar saltos con más velocidad.

- S-Si me aprietas... No me enfado, Yoongi... - Le dijo, mordiendo su labio inferior. El mayor sentía que se desmayaría.

El rubio le hizo caso, apretó solo un poco su cuello, viendo como Jimin volteaba los ojos, tal vez, de forma inconsciente. Llevó su mano libre a un pezón y con sus labios atacó el otro.

Jimin iba a explotar en cualquier momento, estaba seguro. El pene de Yoongi golpeando su próstata, su mano entre su cuello y estimulando sus pezones... él chico sabía dónde tocar para hacerlo sentirse malditamente bien.

- Yoon-Yoongi~ - Jadeó, echando su cabeza hacia atrás. - Voy a... - Se quedó a medias, tratando de tomar su propio miembro, pero el mayor no se lo permitió.

- Oh no, Jimin. - Dejó el pezón del menor para hablarle. - No hace falta que te toques cuando soy yo en el que estás brincando. - El pelinegró soltó un jadeo alto, si Yoongi le hubiese estado hablando así desde un principio, probablemente llevaría cinco orgasmos.

Yoongi tomó con fuerza la cadera del menor y aumento considerablemente la velocidad en la que daba las estocadas, al igual que el volumen de los gemidos y gritos de Jimin.

Y el tan esperado segundo orgasmo golpeó su cuerpo, apretando su entrada y con eso, el miembro de Yoongi, ayudándolo así a alcanzar su clímax también.

- ¡Ah, Yoongi! - Gimió en alto cuando terminó.

Se quedaron en la misma posición en lo que recuperaban el aliento, Jimin se sentía mareado por todo el placer que acababa de sentir, no sabía si era por el alcohol o de verdad acababa de tener el mejor sexo de su vida.

Yoongi suspiró con pesadez, besó su cuello un poco y acostó a Jimin para así, comenzar a salir de su entrada.

- Eso... Estuvo... - Trató de hablar recostándose al lado del menor.

- Genial... - Completó el menor. - ¿Quieres... otra ronda? - Yoongi soltó una risa, volteando a ver al menor.

- Jimin, te estás quedando dormido. - Le dijo, él menor sonrió con flojera.

- Uhm... Me tengo que... Ir... Taehyung debe de estar... - Bostezo, recostándose de lado. - Preocupado... - Y se quedó dormido.

Yoongi rió, le parecía adorable. Se levantó y limpió el semen sobre el cuerpo del menor, dándose cuenta que el condón se había roto cuando vio resultados de su orgasmo entre sus muslos, no se preocupó, no era como que pudiera embarazarse y estaba totalmente limpio. Tiró el condón y las toallas que uso para limpiar y se volvió a acostar. Se recostó de costado mirando el rostro pacífico de Jimin, tan relajado e inocente que no creería que hace menos de treinta minutos le había pedido que lo ahorcara. Con una sonrisa más, se quedó dormido también.

Jimin no sabía que pasaba, el siempre cerraba las cortinas para evitar que el sol no lo despertara de esa forma.

Se movió un poco sin abrir los ojos, sintiendo un fuerte dolor de la cintura para abajo y lo recordó. Restregó sus manos sobre su rostro y trató de despertar rápidamente. Era hora de huir.

Se sentó con cuidado de no despertar al mayor a su lado y comenzó a vestirse sin hacer ruido, peinó su cabello solo un poco para no verse tan mal y quiso salir de la habitación. Con la mano en la perilla, no evitó voltear a ver al chico dormido sobre la cama.

Era tan atractivo, y lo había hecho sentir jodiamente bien. Pero no podía faltarle a su regla, un acostón de una noche no llegaba a nada más que eso.

Salió por fin, su cerebro comenzó a carburar cuando notó que esa sala se parecía mucho a la suya. Salió del departamento y notó algo.

Notó que estaba en el edificio donde vivía.

Entró en pánico y picó rápidamente el botón del ascensor, hasta que por fin se abrió, y subió a su piso. En cuanto las puertas se cerraron, sacó su celular para llamar a Taehyung.

- ¿Jimin? - Le respondió con la voz adormilada. - ¿Dónde estás? ¿Estás bien?

- No te hagas el preocupado cuando se nota que te desperté. - Taehyung bufó.

- Lo siento, me ocupé con alguien anoche y te perdí de vista. - Le explicó.

- Lo sé, lo noté... Uhm... - Murmuró, saliendo del ascensor cuando llegó a su destino. - ¿S-Sabes si... Agust D vive aquí, en Busan? - El menor soltó un bostezo para después responder.

- No, él es de Daegu, creo que ayer fue su última presentación aquí. - Le respondió, Jimin suspiró aliviado. - ¿Porqué? ¿Tanto te gustó que lo quieres ver de nuevo?

- ¿Q-Qué? - Preguntó entrando a su departamento. - N-No, yo-

- Su presentación, Jimin. No seas tonto. - Le aclaró riendo. - ¿Qué pasó contigo anoche? ¿Volviste a casa?

- A-Ah... Si, si. - Le dijo quitándose la ropa para meterse a la ducha. - Te vi ocupado, me tomé una cerveza más y me fui. - Abrió la regadera y puso el teléfono en alta voz. - ¿A ti como te fue anoche? ¿Te has vuelto pasivo? - Se burló entrando a la regadera.

- El chico se podía ver muy intimidante, pero era una masita.

- ¿Lo verás de nuevo? - Preguntó mojando su cabello, disfrutando del agua caliente.

- Nah, sabes que un acoston de una noche...

- No llega a nada más que eso. - Taehyung rió levemente.

- Tenemos unas reglas de mierda, Jimin. - El mayor rió con los ojos cerrados mientras lavaba su cabello.

Siguieron hablando por dos horas más en las que Jimin salió de la ducha, desayunó y se puso a hacer las tareas faltantes de la universidad.

Pasó el fin de semana, pasaron dos semanas más y después un mes. No había vuelto a ver a Yoongi. Supo que se había ido de Busan cuando publicó una foto en sus redes sociales indicando que ahora estaba en Seúl.

Supo que así era mejor, además eso no iba a llegar a más porque Yoongi solo estaba de paso en Busan. No se ponía triste por eso. Tuvieron una gran noche juntos y con eso estaba más que conforme.

Y le costaba admitirlo, pero después de ese encuentro tan intenso, su bloqueo desapareció. Logró terminar por fin la coreografía del proyecto y ya estaba todo listo.

Al final, Taehyung si se encontró nuevamente con ese chico, se lo presento tiempo después y para su sorpresa, Jungkook y él ahora eran una pareja muy estable y feliz. Se alegró mucho cuando su mejor amigo le contó con tanta ilusión de su relación.

Y el día por fin había llegado, el día del festival donde presentaría la coreografía que hizo con tanto esfuerzo y ensayó con dedicación.

Estaba terminando con el leve maquillaje tras bambalinas, Taehyung le platicaba por mensaje lo flojas que eran las otras presentaciones, mientras que Jimin lo regañaba por decir esas cosas, Jungkook le mandó un audio animándolo y diciendo que no, las presentaciones no estaban mal pero que la de él, sería la mejor.

- Jimin, es tu turno. Suerte. - Avisó Hoseok. El pelinegro suspiró, tratando de relajar sus músculos y se puso de pie para irse al podio.

Se posicionó en medio y el telón se abrió después de escuchar su nombre por el micrófono. La música comenzó a sonar y Jimin cerró los ojos, comenzando a bailar con tranquilidad y sin querer ver a la multitud de estudiantes que en ese momento lo estaban viendo.

Acabó la coreografía a la perfección, sintió que incluso mejor que todas esas veces que la había ensayado a solas en la sala de práctica. Hizo una reverencia cuando los aplausos resonaron por la sala, y al erguirse de nuevo, abrió los ojos.

Había tenido una clase de Déjà Vú.

Su mirada se conecto con esos ojos felinos que hace dos meses no veía pero que seguía soñando de vez en cuando con él dueño de ellos, su rostro se tornó con sorpresa, tratando de descifrar si lo que veía era de verdad a era producto de su imaginación.

Yoongi le sonrió enormemente, y alzó ambos pulgares. Jimin le devolvió la sonrisa de igual forma hasta que el telón se cerró.

Corrió a cambiarse y guardó sus cosas para salir del auditorio, vio a Taehyung y Jungkook esperándolo, pero siguió entornando la mirada por el lugar hasta que lo vio de nuevo.

Sonrió hasta que sus ojos desaparecieron y corrió hasta Yoongi, quien lo recibió con un enorme abrazo, apretándolo entre su pecho.

- ¡Yoongi! - Le saludó con ánimo, el mayor rió con felicidad.

- Te encontré. - Jimin lo miró sin dejar de sonreír. - Park Jimin, tenía tantas ganas de verte de nuevo.

- ¿Cómo supiste-

- Supongo que notaste que me quedé en el edificio donde vives. - Jimin asintió, Yoongi bajó sus manos a la cintura del chico y él las puso sobre sus hombros. - Le pregunté a la casera por ti al día siguiente, me dijo donde estudiabas y cuando terminé el pequeño tour, vine aquí a buscarte. - El pelinegro alzó sus cejas con sorpresa. - Vi que habría este evento y me dijeron que tu participarías, así que... Aquí me tienes. - El menor volvió a abrazarlo con fuerza.

- No tenías que hacerlo, Yoongi. - Le dijo, recargándose sobre su hombro y haciendo dibujos inexistentes sobre la espalda del mayor.

- ¿Y perderme de tan maravillosa presentación y tú hermosa sonrisa al verme? Claro que tenía que hacerlo. - Le dijo, Jimin rió levemente con nervios. Yoongi se separó para mirarlo. - Uhm... ¿Quieres ir a algún lado? Ya sabes, para celebrar. - Jimin sonrió, ladeando la cabeza.

- Me gustaría, Yoongi. - Aceptó, el mayor tomó su mano entrelazando sus dedos y Jimin volteó hacia un lado, topándose con la cara asombrada de Taehyung y Junkook.

- J-Jimin... - Le habló Taehyung con asombro. - Es... Agust D. - El pelinegro agachó la cabeza con pena al escuchar la risa de Yoongi.

- Mucho gusto, debes de ser el que me ayudó dejando solo a Jimin en el bar ese día. - Le saludó. - Gracias a ti tuve el mejor sexo de mi-

- ¡Yoongi! - Le regañó, el mayor se carcajeó al ver aún más sorpresa en el amigo del chico y al ver el rostro rojo de Jimin.

Jimin tenía que aceptarlo, ese pensamiento de un acoston y listo estaba totalmente equivocado. O tal vez no, la equivocación estuvo en pensar que Yoongi era de ese modo. Porque después de ese día en el que supo que Yoongi buscó la manera de verlo de nuevo, después de dos meses saliendo y cuando le pidió ser novios con ese tierno nerviosismo, después de un año de noviazgo, después de verlo debutar como idol y seguir buscando aunque sea cinco minutos para compartir con él, Yoongi le demostró que no había sido cosa de una vez y listo, le demostró que era para la vida entera.

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