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25| Ira reprimida

JungKook sentía que se desvanecía en cada segundo, parecía ser un momento eterno de angustia sin saber lo que estaba pasando. Había estado gritando su nombre por unos segundos sin respuesta, y eso lo tenía con los pelos de punta.

— ¡EunJi! — llamó alterado sin saber qué hacer.— EunJi nena... ¡Maldición contesta!

Al poco tiempo escuchó ruidos nuevamente y eso en parte lo alivió, sin quitarle esa preocupación que traía encima.

— ¡EunJi! — exclamó el mayor y escuchó su voz acercarse poco a poco.— Querida, despierta. — se oyó preocupado, dándole la confirmación que necesitaba: Su esposa se había desmayado.

Auelo Yuk... ¿Poqué mamá edta domida en e pisho? — preguntó y su voz se oyó temblorosa.

— YuGyeom, pequeño... — susurró JungKook queriendo abrazar a su hijo.

Mamá sólo se durmió un rato... Ve y llama a Martha ¿Si? Pero sin bajar las escaleras. — habló suave y se oyeron los pasitos de su hijo.

— ¡Madta! — se escuchó a lo lejos.

JungKook sin saber qué hacer presionó sus cabellos y respiraba entrecortado. No quería colgar y volver a llamar porque sabía que no le iban a contestar, y no quería hacerlo sin saber de su esposa.

Nuevamente escuchó ruidos y luego la voz del mayor más cerca.

— ¿Qué hace ésta llamada activa? — preguntó incrédulo y en su voz también se notó preocupado.

— ¡Señor JungHyuk! — exclamó más fuerte con la esperanza que le escucharan.

¿Hola? — dijo este y luego se escucharon voces detrás de él.— llame al medico, dígale que venga de inmediato.

— Señor JungHyuk. — volvió a decir JungKook muy preocupado.

¿JungKook? ¿Oíste todo? ¿Sabes qué pasó? — Preguntó confundido y preocupado.

— Ay Dios mío, al fin... Oí todo pero no sé qué pasa, estoy demasiado preocupado... ¿EunJi? ¿Que le pasó? Necesito saber por favor. — pidió nervioso.

Tranquilo... Al parecer se desmayó, pues mi nieto me dijo que se estaba sintiendo enferma... Tal vez sea el estrés, ha estado bajo este desde que te fuiste. — contó.— ¿Tú hablaste con ella? ¿Te dijo que se sentía mal?

— No... Hablaba con YuGyeom y él me dijo que estaba en el baño... Cuando terminamos me quedé un rato en la línea y escuché todo.

El médico ya viene y voy a buscar algo para despertarla. ¿Te parece si te aviso en cuanto tenga un diagnóstico? — le propuso y JungKook se quedó en silencio.

— Por favor, avíseme... Quiero saber qué tiene, estoy muy preocupado. — su voz temblorosa lo delató y llevó sus dedos a su frente para rascar esta.

Descuida, hijo. Estaré avisándole... — prometió y el menor asintió sin quitarse la preocupación de encima.

— De acuerdo, llamaré más tarde para saber de ella.— el mayor le dió un 'Ok' y colgó sin darle un poco de paz.

JungKook sentía que también se iba a desmayar. Él miedo de que le pueda pasar algo a su esposa lo tenía demasiado nervioso. No podía ponerse mal en estos momentos, no cuando él la necesitaba junto a él y junto a su hijo.

Su puerta se abrió y él suspiró.

— Yoona me dijo que me estabas esperando, que querías hablar conmigo. — dijo la voz profunda de su hermano. Se acercó al escritorio del menor y se quedó de pie frente a este.

— Será mejor que te sientes.

— Estoy bien así. — respondió serio y algo nervioso por lo que su hermano quería decirle. Lo conocía, y por su temperamento quizás y ésta vez si lo golpee.

— Créeme, te vas a caer de espaldas cuando me oigas. — habló con su voz profunda, queriendo camuflar sus nervios de hace rato.

JungHyo hizo caso y se sentó en la silla frente al menor, lo miró atento y nervioso cuando JungKook se acomodó en la de él y comenzó a hablar.

— Primero quiero que me respondas algo... — dijo con falsa suavidad para luego mostrar su verdadera intensidad en esa pregunta que lo dejó perplejo.— ¿Por qué mierdas estás ayudando a Lalisa?

La oficina se sumió en un profundo silencio lleno de intriga y respiraciones nerviosas.

— JungKook yo...

— No me lo niegues porque ya sé la verdad. — se inclinó hacia adelante y recordó de nuevo su rabia al mirarlo a los ojos.— JungHyo tu en complicidad con Lalisa se las ingeniaron para evitar que yo conociera a mi hijo, evitar siquiera que supiera de él... — el mayor bajó los hombros y suspiró.

— Ya te expliqué el porqué... No tengo nada contra ti o tu hijo, sólo quería quebrar la empresa, evitar que siguiera torturando nuestras vidas. ¿Si entiendes que alguno de los dos debía heredar esto hasta que tu hijo cumpliese la edad adecuada? — se exaltó y JungKook lo miró fijamente, recordando otra cosa que aún no había mencionado. JungHyo se exaltó.— ¡Yo no quería hacerlo, y estoy seguro de que tú tampoco!

JungKook levantó su ceja y lo miró molesto mientras mordía su mejilla.

— Algo se podría haber hecho si hubieses hablado conmigo. — le gruñó en respuesta y el mayor se recostó nuevamente en la silla.— JungHyo, eres mayor que yo por unos años ¿Cómo es posible que actuaras de esa manera tan inmadura y absurda? — le apuñaló con la pregunta y el mayor mordió su labio.

— Me cegó la ira, la cólera... Pensé con mi rencor y con mi odio. — miró un punto fijo en el escritorio y soltó unas pequeñas lágrimas.— Cuando me enteré de que SooHyun estaba embarazada todos los sentimientos dentro de mí se revolvieron, entonces pensé en ese sentimiento paterno y te recordé a ti, recordé que también tenías un hijo y que yo te lo había arrebatado... Eso lo hice yo solo, Lalisa se enteró cuando fue detrás de tí a Estados Unidos. Se volvió una fiera cuando se dió cuenta de que yo sabía. — suspiró fuerte y prosiguió.— fue un acto erróneo de mi parte, y aunque no me lo merezco te pido perdón.

JungKook suspiró también, sin lágrimas que salieran por ya haber llorado mucho. Y pensó que fue mucho tiempo llorando por el amor de su vida que ya no vale la pena llorar más.

— Primero... ¿SooHyun? — preguntó confundido.

— Era un trato...

— ¿También está en contra de mí por rechazarla? ¡Hombre! ¿Qué les pasa a las mujeres hoy en día? No entienden que yo estoy enamorado de EunJi, tengo un hijo con ella, ya basta, maduramos con el tiempo. — suspiró cansado y se echó hacia atrás recostando su cuerpo en el espaldar.— JungHyo... — llamó suave en un murmullo.— Un hijo es lo más hermoso que le puede pasar a un hombre tanto como la mujer. — se erigió y lo miró relamiendo sus labios, pensó en EunJi en ese instante... Ella posiblemente debe estar pasando algún trago amargo para que estuviera así ahora, y sus palabras llegaron a su mente en ese momento. No debe vivir con rencor.

— Yo amo a mi hijo, a pesar de no haber nacido... SooHyun y yo planeamos mudarnos lejos por un tiempo, no quiero que Lalisa la lastime...

— ¿Dónde está ella? — preguntó interrumpiendo, sabiendo que debería mantenerla segura así como él dejó segura a EunJi, aunque ahora lo traía preocupado.

— SooHyun está en casa de su padre, le pedí que la protegiera y he colocado vigilancia en su casa.

— ¿Tuviste un problema con Lalisa? ¿Dónde está ella? — preguntó interesado con el tema. JungHyo tragó fuerte.— Escucha JungHyo. Si de verdad estás arrepentido ayúdame... Debo encontrarla, esa maldita ha hecho mucho daño. — murmuró inclinándose al frente nuevamente.

— JungKook ella está huyendo. No sé porqué, no ha querido decirme. — se encogió de hombros y rascó su cabeza.

— Por la policía ¿No? — el mayor asintió y luego lo miró sorprendido.— ¿Cómo lo sé? Porque yo les estoy ayudando a buscarla.

— No entiendo... ¿Por qué? — preguntó con total confusión.

— Ah~ JungHyo... Te has sumido tanto en tí y en tu odio que has ignorado tantas cosas en este tiempo. — negó con lentitud y el mayor resopló insistente.— ¿Qué no te has enterado que la están buscando por homicidio?

JungHyo abrió los ojos de más y su boca hizo una 'O' en respuesta a lo sorprendente. ¿Ha estado ayudando a una asesina todo este tiempo?

— Ella está completamente desquiciada pero... No creí que tanto. — susurró con su vista perdida.— Claro hasta que...

— ¿Hasta que, qué? — golpeó el escritorio con su bolígrafo constantemente y esperó.

— La vi hace poco... En una casa deshabitada que tienen sus padres a las afueras de la ciudad. — le dió pista a JungKook que asintió conforme.— allí se esconde... Escucha, JungKook, si quiero huir con SooHyun es simplemente porque me amenazó a mí y a ella con matarnos; incluso hoy no había parado de llamarme, seguro quiere dinero... Pero no soy capaz de volver cuando me amenazó con una navaja. — JungKook abrió los ojos de más pero sin sorprenderse, ya se esperaba cualquier cosa de ella.

— Hay algo más que debes saber JungHyo... — el mayor lo miró atento y esperó.— Fue Lalisa quien chocó el auto de papá y se dió a la fuga... Por ella papá murió en ese accidente.

JungHyo paralizado solo pudo pensar. «No es posible.»

— JungKook ¿Estás seguro de lo que dices? — preguntó aún sin creerlo y el menor asintió.

— Lalisa lo confesó en un video que la policía ya observó. ¿Por qué crees tú que está huyendo? — se rió seco y cruzó sus brazos.— Ahora ya basta de eso... — hizo un gesto de fastidio y dió un pequeño golpe al escritorio.— ¿Dónde está? — El mayor no respondió, se encontraba con su vista perdida y sin habla, casi sin moverse.— JungHyo... Mírame. — exigió en un gruñido mientras golpeó más fuerte el escritorio.— Si estás arrepentido demuestra. Dime dónde está Lalisa.

— Espera... — parpadeó varias veces y tomó un papel de su click con notas, y con un gesto le pidió el bolígrafo que tenía el menor en sus manos. Luego de escribir en la nota la dirección del lugar en donde vio a Lalisa la última vez lo miró.— JungKook, no te aseguro si está allí, pero la última vez que la ví fue en ese lugar.

— ¿Te ha llamado? — preguntó interesado y el mayor asintió.

— Muchas veces, pero no le he atendido. — confesó y JungKook se quedó pensativo.

— Si te vuelve a llamar contéstale, y dile que estoy aquí. — dijo seguro y JungHyo negó.

— Está loca, JungKook... No dejaré que sepa que estás aquí. — le negó seguro mientras pensaba en que no podía arriesgar a su hermano de esa forma.

— No pienses en mí ahora, Lalisa no me puede causar daño. El daño más fuerte fue conocer tarde a mi hijo y perderme sus primeros dos años. —recordó nuevamente y JungHyo suspiró intranquilo.

— No me va a alcanzar la vida para pedirte perdón. — cabizbajo y molesto consigo mismo soltó bajito.

— Eso ya no importa. — se levantó y tomó el pequeño papel con la dirección para observarlo.— Voy a ir.

Cuando caminó hacia la puerta su hermano se levantó y fue más rápido deteniendo el paso del menor.

— Si llegas allá sabrá que fui yo quien te dijo... Lalisa es capaz de todo. — lo tomó del brazo y lo separó de la puerta para colocarse él, impidiendo así su salida.— Ve con la policía. — le aconsejó y JungKook rodó los ojos.

— No es tan peligrosa si está sola. — se quejó y su hermano resopló. Su hermano menor era demasiado terco.

— Es peligrosa si se lo propone. ¿Que no entiendes que no está bien de la cabeza? — exclamó y JungKook aspiró profundo para soltar el aire fuertemente.

— Lo sé, pero necesito verla y hablar con ella. A mí no me hará nada porque soy a quien quiere. — dijo sin miedo y JungHyo chasqueó su lengua.

— Que no, hombre. — reprochó.— te tendrá seguro en sus manos si vas a ella. — nuevamente intentó convencerlo, pero JungKook negó y agachó la cabeza.— Tienes un hijo, te conviene estar vivo para él.

JungKook bufó una sonrisilla ladina e incrédulo e intentó apartar a su hermano mayor; pero no pudo.

— ¿Sabes qué es lo irónico de todo? ... Que tu ahora pienses en mí hijo cuando no lo hicistes desde que supiste de su existencia... — hizo una pausa en la que JungHyo se vio incómodo y continuó.— Yo soy capaz de hacer todo por él. Y su vida siempre estará por delante de la mía, si para que él esté tranquilo yo tengo que sacrificarme, lo hago... Me sacrifico por mi hijo. Porque eso para mí es ser padre. — dijo suavemente y aprovechó la distracción de su hermano para terminar de salir.

JungHyo se quedó sumido en una burbuja de tristeza por todo lo que sus actos trajeron como consecuencias. Él estaba arrepentido a pesar de ser tarde pero solo quería y debía ayudar a su hermano ahora, era lo menos que podía hacer. Aunque en su mente la tristeza abarcó gran espacio al recordar a su padre; a pesar de todo lo que pasó de joven, el cariño de su padre no lo podría olvidar.

En cambio JungKook que ya llegaba al elevador marcó en su teléfono el número de YoonGi y aspiró profundo.

— Prepara el auto. Iremos a las afueras de la ciudad. — soltó la respiración en un suspiro escuchando la confirmación de su guardaespaldas.

Quería acabar con eso de una vez por todas.

~*~

Las Vegas NV, U.S.A

EunJi en su cama carraspeó un poco cuando atrajo a su pequeño hacia ella. Despertó de la inconsciencia y lo mejor fue verlo a él primordialmente.

— Mami ¿Poqué te domite? No me llevate al chiidco — se quejó y EunJi le besó la cabeza.

— Tenía mucho sueño mi amor. — le susurró con su voz débil por lo agotada que se sentía.— Te prometo llevarte luego ¿Si? — el niño asintió desganado y el mayor que observaba desde el marco de la puerta sonrió.

— El doctor dijo que tenías la presión algo baja, mañana mismo iremos al médico por unos exámenes de hematología completa para descartar algún desajuste en tu organismo. — le dijo con seriedad y la rubia no pudo negarse por estar tan débil y porque nunca podía llevarle la contraria.

— Está bien, iremos temprano. — asintió de acuerdo y giró su rostro a su derecha para darle un beso a la frente de su pequeño retoño.

— Por ahora te suministró un suero para hidratarte un poco. Martha te fue a preparar un jugo de manzana. — contó y el pequeño a su lado se exaltó.

— ¿Me da juguito e manshana, mami? — preguntó su hijo y ella asintió.— ¡Shi! — alzó sus bracitos contento y soltó una risita para darle un beso en la frente a su mamá.— Yo te cuido, mami, ya no va a edta efemita. — negó con un puchero y EunJi le acarició su mejilla rojita.

— Tranquilo mi amor, tú me cuidarás muy bien. — murmuró suave y lo acostó a su lado para llenarlo de mimos.

— JungKook está muy preocupado, por suerte logré calmarlo un poco pero dijo que llamaría luego para saber de ti. — habló con pesar y EunJi resopló.

— ¿Abuelo, por qué le dijiste? — preguntó quejándose y él negó.

— No lo hice... YuGyeom dejó la llamada activa y él escuchó todo. — dijo con sorpresa y EunJi hizo una 'O' con sus labios.— no me imagino su sufrimiento por la impotencia.

— Luego le hablo... o mañana luego de los resultados — mencionó segura y YuGyeom se removió en sus brazos. EunJi lo miró y sonrió con ternura.

El niño no había aguantado el sueño y cayó profundamente sobre el pecho de ella.

— Desde hace buen rato no dejaba de bostezar, estaba esperando a que despertaras, estaba decidido a esperarte. — mencionó el mayor y EunJi sonrió feliz.

— Es mi vida entera. — murmuró ella volviendo a besarle la frente cuando liberó ésta de los cabellos con su mano.— Te amo, mi niño. — Susurró y con su índice le presionó su pequeña nariz respingada antes de dejar un casto beso en ésta.

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