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07| Descubriendo a la arpía

『—♣︎—』

Las Vegas NV, U.S.A.

El pequeño volvió a reír con las caras raras y graciosas de su mamá.

— Ahora el pez, mami. — Pidió entre risas y EunJi se colocó visca mientras abultaba los labios.

El pequeño se rio a carcajadas y aplaudió contento por las caras graciosas que habia hecho su mamá de varios animales que élle había pedido. EunJi se unió a sus risas y lo abrazó dejándole un beso en su cabeza.

— Te amo, mi niño. — dijo contra su cabeza mientras cerraba sus ojos aspirando el aroma suave del champú en la cabecita de él.

— Yo también te amo, mami. — respondió rodeándola con sus bracitos en el cuello.

— Quieres un caramelo ¿No es así? Por eso me abrazas así de fuerte. — le dijo juguetona y el pequeño apretó su agarre.

— De fesha, mami. — pidió entre risitas.

EunJi le hizo cosquillas y ambos rieron juntos para caer de espaldas a la acolchada cama de la rubia. Últimamente el pequeño dormía con ella y ya se le hizo costumbre.

— Mira travieso, te doy un caramelo si tú vuelves a dormir en tu cama — le pinchó la pancita con su dedo y el pequeño sonrió con falsa inocencia.

— Pedo mami, yo voy a domi contigo hata que papá vueva de la luna. — hizo un gesto con las manos, abriéndolas para explicarle a su mamá el porqué debe dormir con ella.

— ¿Qué? ¿Y por qué haces eso, travieso? — él con una sonrisa se sentó en la cama para ver a su madre desde su posición. EunJi aún acostada lo miró con una sonrisa suave.

Estaba enamorada de su hijo. Era la mejor experiencia que había tenido en su vida, su hijo era todo para ella. Allí viéndolo desde abajo lo detalló nuevamente: su nariz redondita, sus labios finos y de color durazno, sus ojitos redondos y grandes que se notaban muy expresivos, sus mejillas rosaditas y regordetas, su cabello negro y liso, y esa hermosa sonrisa que mostraba sus pequeños dientecitos blancos.

Su hijo era identico a su papá, y si JungKook nunca supo de su existencia verá lo muy guapo e inteligente que era su hijo.

¿Podrá tener el valor necesario para marcarle? Aún estaba dolida por lo que le hizo a ella, pero eso no es excusa para ocultar la existencia de su hijo. Aunque ella no tuvo culpa, ella creyó que él la había abandonado... pero Sook tenía razón, debió hablar personalmente con él sobre un tema de mayor importancia como lo es un hijo. Cometió ese error y JungKook no la perdonaría, pero ya todo estaba hecho.

— Mami, domide contigo podque papá etá en la luna, cuando vueva yo domide en mi cama pada que él te poteja. — explicó moviendo sus manitas y EunJi lo miró con ternura, se rió y lo atrajo a ella desde su bracito para estrecharlo escuchando sus risas.

— Contigo estaré más que protegida, mi niño. — le llenó de besos y el pequeño no dejó de reír en ningún momento.

Tenía que contactar a JungKook pronto, tenía miedo pero una personita la había motivado a hacerlo. Lo hará por YuGyeom.

『—♣︎—』

Busan, Corea Del Sur.

JongIn firmaba unos documentos que debía enviar a la empresa con la cual mantenía negocios para la importación de calzado. Pero su trabajo se vio interrumpido cuando una pelinegra que conocía muy bien atravesó la puerta de su oficina.

— Pase — indicó sarcástico con una sonrisa burlona. La chica lo miró con fastidio y se sentó en la silla frente al escritorio— Siéntate, estás en tu casa. — apuntó la silla con el mismo tono y la chica siseó cansada de los juegos del chico.

— Hoy tuve un encuentro 'casual' con Jk. — JongIn frunció el ceño y la miró curioso— Ujum~ ahora somos socios, pues compré acciones en su empresa. — sonrió amplio y JongIn se echó hacia atrás en su silla, escuchando cada cosa que decía.

— ¿Y qué ganas haciendo eso sí Jk no te hace caso? — una risa burlona se oyó cortamente de él y la chica lo miró con intensidad.

— Él tiene que estar conmigo. — dictó seria.

— Él ama a EunJi — le recordó pero la chica sólo se molestó aún más.

— Le dije a JungKook que la muy estúpida hizo su vida y se había casado. El muy imbécil me creyó y hubieses visto su cara, JongIn, te hubieras reído un montón. — se carcajeó y JongIn negó de inmediato.

— Ni siquiera así lo tendrás. Lisa... Jk no es estúpido. — volvió a recordar, pero a la pelinegra parecía no importarle.

— Hombre es hombre, él tiene el orgullo herido y su corazón partido. Será más fácil hacerlo caer ante mí así.

JongIn estaba aún más sorprendido, ella hablaba tan segura que le causaba escalofrío.

— ¿Cómo puedes estar tan segura? Digo, han pasado tres años y no ha ocurrido nada.

— Esta vez su hermano me ayuda — la miró sorprendido— así es, Jeon JungHyo es mi aliado ahora, así que ya no te necesito. — dijo indiferente— es más, no sé qué hago aquí.

— ¿Me hiciste perder muchas cosas por una estúpida venganza y ahora te vas?  — la incredulidad se reflejaba en su rostro y por eso Lalisa sonrió— Casi pierdo a mí novia por tu culpa, si mi familia se entera de esto seré totalmente odiado.

— No es mi problema — soltó una risa y se giró. JongIn cerró sus manos para volverlas puños en el escritorio y se levantó de improvisto.

— Haré lo posible por destruirte — amenazó y la pelinegra se giró nuevamente con un rostro más que serio.

— ¿Me estás amenazando? — ladeó su rostro con falso asombro.

— Por supuesto. — sonrió este y ella se acercó lentamente.

— No tienes cómo. — sonrió ella— además eres muy débil, tanto así que ya has caído ante las bragas de tu estúpida mujercita. — se burló y luego lo miró con odio— Yo sí tengo como destruirte, así que quédate calladito si no quieres sufrir un poco.

JongIn soltó una carcajada irónica y cruzó sus brazos.

— Ahora eres tú quien me amenaza — comentó con su sonrisa ladina y ella dió unos pasos hacia atrás— Ya van tres veces que lo haces... ¿Sabes? A este punto, ya no me queda la menor duda de que tu participaste o mejor dicho fuiste la causante de la muerte del padre de tu amado.

La chica lo miró con sus ojos abiertos como platos y este no borró su sonrisa. Al ver que no hablaba decidió continuar:

— ¿Crees que no recuerdo tu actitud de ese entonces? Estabas extrañamente cohibida y nerviosa... — la pelinegra llevó sus manos a sus oídos mientras respiraba aceleradamente.— Cuando te nombré el caso me desviaste el tema, cuando te pregunté por tu participación no quisiste responder... — cerró fuertemente sus ojos bien maquillados.

— Cállate — siseó y el rubio la miró extrañado.

— No me voy a callar — salió del escritorio y fue hasta ella, parándose a un lado con una distancia considerable.— No me voy a callar por que fuiste tú la que mató a Jeon HyunSeok. — dijo un poco alto.

Lalisa gruñó bajo y JongIn captó como tomó la escultura pequeña de su escritorio, y consciente del movimiento se echó para atrás cuando vio dicho objeto volar frente a él.

— ¡Sí! Fui yo — siseó y de pronto comenzó a soltar lágrimas— Pero fue un accidente... Sí, un accidente — dejó caer el objeto al piso de madera y llevó sus manos a la cabeza— Yo sólo... Quería detenerlo... No quería que se rindiera, quería que se trajera a JungKook a Busan, quería que lo separara de la zorra de EunJi — siseó lo último con odio— Ella no lo merecía, ella no merecía a JungKook... Yo sí, yo lo amo — murmuró y JongIn tragó fuerte, alejándose un poco más.

— No puedes obligar a que te amen, Lisa... Cometiste un error y por eso murió alguien ¿Qué no lo entiendes? Su hermano quedó en coma y por suerte salió de este, pero con consecuencias. — dijo con suavidad.

— No quería, yo no quería... — negó constantemente mientras lloraba a cántares— Fue un accidente...

— ¿Y por qué no te preocupaste y detuviste el auto? — preguntó con una extraña presión en el pecho.

— JungKook me iba a odiar... No me creería si le hubiese dicho que fue un accidente. — susurró y lo miró con súplica.

— Huíste de una escena del crímen, siendo tú la causante... Llamaron muy tarde al 911, el padre de JungKook ya había perdido mucha sangre, cuando lo operaron no resistió... ¿Entiendes lo duro que fue para JungKook? — dijo alto y Lalisa lloró aún más.

— Me iba a odiar... Yo no quería que me odiara porque lo amo, JongIn. — susurró ahogada en su tristeza, una que JongIn no sabía si era real o falsa.

— ¿Y crees que si se entera te va a amar? — reprochó molesto y la chica lo miró sorprendida— ¿Cómo puede JungHyo ayudarte sabiendo eso? Es un mal nacido...

— Porque nadie sabe... JungHyo no sabe... Lo conocí luego de eso. — la delgada lo miró con súplica nuevamente y se acercó a él, JongIn se alejó para ser precavido. Hace unos minutos quería golpearlo con quién sabe qué finalidad— Sólo tú lo sabes... Por favor no digas nada, JungKook me odiará. — suplicó y el chico frunció el entrecejo.

— Hace rato querías matarme ¿Qué te pasa? — preguntó totalmente molesto.

— Lo siento, pero te dije que te callaras y no lo hacías — dijo bajito— Por favor, tú eres mi aliado, no me puedes traicionar. — pidió y el chico miró a otro lado tragando fuerte.

— Hace rato te ibas de aquí con otro concepto ¿Ahora que sé tú secreto cambias de opinión? — entrecerró sus ojos y ella nerviosa miró a otro lado.

— Te conviene no traicionarme — la vio irse a la puerta mientras limpiaba sus lágrimas. Un cambio totalmente radical.

JongIn no dijo nada, simplemente la miró mientras esperaba que volviera a hablar.

— No me hagas deshacerme de tí. — y con eso último salió de la oficina.

El rubio soltó el aire en un suspiro, podía respirar tranquilo. Se sentó en su silla y colocó sus palmas en el rostro mientras sus codos estaban apoyados del escritorio.

¿Con qué clase de persona se había involucrado? Lalisa casi lo mata con un golpe, con una estatuilla de hierro. ¿Qué acaso estaba loca?

Descubrió su rostro y unió sus dedos frente a sus labios, desvió su mirada a la parte alta de la esquina de la oficina y divisó el punto rojo que parpadeaba constantemente. Suspiró nuevamente y buscó de inmediato en su computador, allí vio el archivo de vídeo y lo copió en una memoria USB. Al terminar retiró la memoria y la guardó en el bolsillo de su saco.

— No te vas a deshacer de mi, Lalisa. — pronunció con su voz ronca mientras se echaba en el espaldar de su silla. Volvió a suspirar y cerró sus ojos.

Debía hablar con alguien, con la persona indicada para saber este tipo de situación. Sí, aunque no quería tenía que hablar con esa persona. ¿Con quién? Pues iba a hablar con esa persona con la que creyó nunca hablar.

Iría a ver a Jeon JungKook.

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