03| Consumido por las emociones
『—♣︎—』
Busan, Corea Del Sur.
Frustrado nuevamente a consecuencia de su hermano, así se sentía JungKook hoy en la oficina que diariamente era su sitio de trabajo.
— Señor... Podría ser en otro momento — la voz de SooHyun intenta darle algo de calma, pero sabía que para JungKook era imposible teniendo a su hermano en la misma empresa.
Aún no entendía qué ocurrió entre ellos, ambos eran unidos, muy unidos, y de pronto todo cambió, ahora parecían, literalmente, enemigos.
— SooHyun, sabes que eso no ocurrirá si mi hermano sigue aquí. — con su mano izquierda frente a sus labios resopló.
— No se estrese tanto señor. Eso no es bueno. — le brinda una sonrisa que él le devolvió de inmediato.
— Gracias SooHyun. — el vibrar de su teléfono le interrumpió.
Miró allí una foto enviada desde el teléfono de EunRa. Jackson se veía mucho mejor de lo que imaginaba.
«— Aún tiene dificultades para recordar algunas cosas, pero se encuentra mucho mejor.»
Sonrió mirando la foto y un carraspeo lo sacó de su órbita.
— Es primera vez que lo veo sonreír tanto, señor.
La timidez y vergüenza se notaba en su rostro. El chico conocía los sentimientos de la castaña hacia él, pero aunque no le había comentado nada al respecto él prefería dejarlo así y no causarle ningún tipo de sentimientos que le hagan creer que le corresponde o se niega. Simplemente hacia como que no los veía y así se evita un mal momento que luego los lleve a una relación incómoda en el trabajo. No sería capaz de despedirla si algo salía mal, porque la chica hacía realmente un gran trabajo como secretaria.
Tal vez sus sentimientos le ayuden un poco, ya que era más atenta a todo lo que de él se tratara. No quería aprovecharse, pero en verdad... Ahora no le importaban mucho los sentimientos ajenos, no desde que seguramente destruyó los de la mujer que en realidad amaba.
— Nunca lo hago de más, pero hoy lo merece. — contestó seco y la chica asintió.
— ¿Podría... — no terminó cuando se vio interrumpida por el fornido nuevamente.
— ¿SooHyun podrías dejarme solo? Quiero llamar a alguien. — le dijo suave y ella incómoda asintió para luego salir.
JungKook hizo una mueca ya que no quería ser algo grosero. Pero como había mencionado anteriormente, ya a él no le importaba nada más.
Desabrochó su saco de color plomo, una vestimenta muy elegante y empresarial para el día de hoy que tenía dos reuniones más adelante. Con su dedo peinó el mechón de cabello que le caía por su frente y llevó el teléfono a su oreja.
『—♣︎—』
Las Vegas NV, U.S.A.
— Choi, detente un momento — la rubia le pidió al pelinegro que caminaba más adelante de ella.
— Buenos días, hermosa ¿Cómo estás? — preguntó MinHo para luego colocar su mano en el brazo descubierto de ella y darle un beso en la mejilla.
— Por ahora estoy bien ¿Tú? — preguntó y el chico sonrió.
— Estoy bien... — contestó simple.— hace mucho no te veía, ya te extrañaba, hermosa. — su hermosa sonrisa de nuevo hizo acto de presencia y EunJi quiso en ese momento apretarle una mejilla.
MinHo aún se sonrojaba con ella. A pesar de todo lo que pasó su relación laboral y su amistad no se vio afectada, y eso lo agradecía de sobremanera.
— ¿Cómo está YuGyeom? — preguntó antes de que ella contestara el comentario y esta sonrió levemente.
Recordó la conversación con su abuelo la noche anterior y lo que tuvo que inventarle a YuGyeom para que dejara de preguntar; al menos por un tiempo.
"Tu papá está en un viaje a la luna para buscar un tesoro oculto por unos marcianos".
No podía negar que le dio mucha risa la expresión de asombro de su pequeño, pero la tristeza también se apoderó de ella al ser consciente de que tenía que mentirle a su hijo sólo porque su padre no estaba. Le causaba tanta molestia.
— Tremendo... Es un niño muy curioso e imperativo — abrió los ojos en un gesto de cansancio.
— A de ser muy agotador tener un niño pequeño en casa... — Comentó con una risita.
— Sí, pero también es lo más hermoso... No sabes la alegría que trajo a la casa, sus risas y sus sonrisas lo son todo para mi abuelo y para mí. — resaltó con una expresión soñadora.
— Y créeme que te envidio. — dijo entre risas cortas para luego recibir un golpe suave en su brazo.
— Cuando tengas tú familia verás que te sentirás como yo — habló con una sonrisa mientras llegaban a la puerta de la sala de reuniones.
— No lo niego — contestó de igual forma mientras abría la puerta frente a ellos.
Ambos pasaron a la sala y allí se encontraron con un pelinegro ya muy conocido para ambos.
— Buenos días mis chicos — sonrió ampliamente cuando desvió la mirada de su teléfono.
Sí, al pasar la mayoría del tiempo juntos, Taehyung, MinHo y EunJi se volvieron más cercanos, sin embargo los dos pelinegros seguían siendo como agua y aceite.
— Buenos días, Taehyung — le saludó EunJi y este sonrió ladino.
— No me llames "Mí chico" ¿Quieres? — Taehyung soltó una carcajada.
Al estar ya los tres sentados en aquella amplia mesa de debate, se dispusieron a poner en discusión sus ideas y opiniones.
— Taehyung ¿Tienes los libros contables? — preguntó la rubia para luego recibir un asentimiento de este mientras le entregaba lo pedido.
『—♣︎—』
Busan, Corea Del Sur.
— ¿Y? ¿Lo pensaste? — MiYoung le preguntó a su novio que permanecía en la cama mirando hacia el techo, se veía pensativo.
El chico suspiró algo estresado con el tema y luego la miró fijamente.
— El tema de Lalisa me tiene cansado, MiYoung — se quejó y ella lo miró mal.
— Este tema no es de Lalisa, se trata de EunJi. — le corrigió en un reproche. Se levantó de la cama y cubrió su cuerpo con la sábana.
— MiYoung ¿A dónde vas? — le preguntó en una queja.
— A bañarme, no me sigas... Luego me voy de aquí, ya me tienes cansada con tu "Necesito tiempo para pensar" — lo miró molesta y caminó al baño.
— MiYoung... espera — alargó.
— ¡No, JongIn! — exclamó.— estoy harta, o haces lo que te digo... O me pierdes definitivamente. — entró al baño y cerró la puerta con pestillo.
El rubio se sentó en la cama y con sus manos en el rostro lo masajeó suavemente mientras suspiraba.
Lalisa estaba consiguiendo lo que quería, eso a él lo tenía pensativo. Si ella conseguía lo que quería ¿Qué ganaba él? No estaba ganando nada, es más, estaba perdiendo poco a poco a su novia.
Soltó un gruñido y volvió a pensar.
Empezó esto para vengarse de EunJi por no corresponder sus sentimientos... Pero encontró a alguien más y... ¿Ahora qué razón tenía para seguir ayudando a Lalisa? Aunque... Lo único tormentoso que tenía ahora en su mente era el que su familia y Sook se enteraran de lo que hizo en contra de la peliplateada que ayudó a su padre y era la mejor amiga de su hermana.
Se dió un facepalm al pensar en eso último: ¿Qué había estado haciendo?
Sí, se había dejado llevar por el odio en ese momento, pero luego de conocer a MiYoung su sentimiento de venganza fue reduciendo con el tiempo, y ahora se arrepentía de todo.
— Ya me voy — había estado pensando tanto que no se dio cuenta de cuando la castaña salió del baño ya vestida.
— MiYoung espera. — se levantó y se acercó a ella aún en bóxers tomándola de su brazo.
— ¿Qué? — preguntó seria.
— ¿Qué quieres que haga? — le preguntó suave.
— Di la verdad, dile a EunJi lo que hiciste y pídele perdón... Se sincero de una vez JongIn — lo miró fijamente siendo directa.— Primero habla con tu hermana. Será más fácil si ella lo sabe primero. — sus miradas conectadas les transmitió el sentimiento de cada uno.
MiYoung estaba preocupada por JongIn, lo amaba y quería lo mejor para él. Por otra parte JongIn se sentía mal con lo que había hecho, sólo debía buscar la forma de solucionarlo.
『—♣︎—』
Las Vegas NV, U.S.A.
— EunJi, a la empresa Food&Soul Gastronomic se le ha terminado el contrato, pero no desean renovarlo, dicen que es muy agotador el trabajo en Las Vegas. — MinHo llega a su escritorio y le extiende el contrato.
— ¿Por qué tomaron esa decisión tan apresurada y no nos consultaron antes? — preguntó totalmente confundida.— que poco profesional de su parte — abrió el contrato y comenzó a leer.
— Según su director han conseguido un nuevo contrato en un restaurante de Nueva York. Les es más fácil estando allá, supongo. — sonrió burlón.
— ¿De qué te burlas?
— Es que además de ser poco profesionales son poco inteligentes. — soltó entre risitas y EunJi le arqueó una ceja.— Ambas ciudades son conocidas como la ciudad que nunca duerme. No le veo el caso de que se hayan cambiado por eso.
— Si, bueno...
— Ah... EunJi ¿Qué harás el cinco del próximo mes? — preguntó con una sonrisa inocente y EunJi frunció el ceño para luego sonreír igual.
— Eso es en dos semanas... Mm~ es jueves así que trabajar en el día, en la noche pues nada, estaré con mi hijo. — el pelinegro asintió algo pensativo. Ya se estaba arrepintiendo de la mención.— ¿Por qué?
— Ah~ es que... Quería preguntarte si querías ir al cumpleaños de mi prima. Es ese día. — propuso algo nervioso. EunJi lo pensó por un momento.
Hace mucho que no salía. No es como si fuera una cita ¿No?
¿Y si salía un rato? No le caería mal darse un tiempo para ella luego de tres años. Pero... ¿Y YuGyeom?
— MinHo verás... Mi hijo...
— Podemos llevarlo, no te preocupes. — interrumpió nervioso. En verdad quería volver a intentar acercarse a ella ahora que estaba soltera y había pasado el tiempo.
— ¿En serio? — preguntó con una sonrisa para verlo asentir.— Entonces genial, acepto.
— ¿De verdad? — preguntó asombrado.— pensé que me rechazarías... — rascó su nuca avergonzado.— Bueno, para ese día ya estás ocupada ¿bien?
EunJi asintió entre risas para luego negar con burla hacia la reacción de MinHo.
Tal vez no sería tan malo intentarlo.
『—♣︎—』
Busan, Corea Del Sur.
— Debemos buscar la solución a este problema. Mi hermano está haciendo todo para destituirme del cargo... Y ahora que YongSuk venderá sus acciones va a hacer lo posible por comprarlas. — contó con molestia.— Yo quisiera comprarlas, pero no tengo el dinero suficiente, papá por poco estaba quebrado y JungHyo destruyó todos mis tratos.
El pálido frente a él lo miró con pesar, pero luego una idea llegó a su mente.
— Jóven, dijo que iría a Seúl por una reunión de trabajo ¿Por qué no habla con su amigo Jimin? Quizás le pueda prestar dinero del taller mientras lo soluciona. — JungKook lo pensó.
— No quiero molestar a mi amigo por dinero luego de tres años, sería absurdo. — negó agobiado. Todo estaba saliendo contrariamente a lo que tenía planeado.— además no creo viajar a Seúl, tal vez mande a ChanSoo en mi representación.
— Jóven, sabe que no puede hacer eso. — negó YoonGi.— ¿Por qué no quiere ir?
— Ir a Seúl es recordar y revivir mi pasado, no quiero volver a ello. — contestó sin más.
— Osea que nunca volverá por ella — YoonGi alzó su ceja y JungKook lo miró.
El pálido conocía la historia del pelinegro frente a él, incluso ha sido su paño de lágrimas muchas veces, hasta se emborrachó junto a él sólo para que no se sintiera solo como viene sintiéndose todo este tiempo.
— Me debe odiar, YoonGi. — murmuró sin ganas.— Puede que la extrañe aún y que la ame todavía, pero no podría soportar el hecho de verla odiándome por haberla dejado de la forma en que lo hice. — soltó sincero y YoonGi notó como casi se quiebra la voz en lo último.
— Sé que no fue muy bonita su forma de despedirse, pero... ¿Por qué no habla con ella para explicarse? Haga lo que no hizo hace tres años, la comunicación siempre es lo importante. — aconsejó y JungKook resopló.
Una risa salió seca de su garganta y YoonGi frunció el ceño.
— Conozco a EunJi de pies a cabeza, literal y metafóricamente... No querrá oírme, no hallaré la forma de explicarle que me fui pensando que sólo sería un tiempo corto, como máximo un año... — suspiró y se giró en la silla como método antiestres.— Pero la situación de mi padre era peor, y hasta ahora llevo tres malditos años sin lograr nada.
YoonGi sólo se le quedó mirando cuando luego el menor golpeó con ambas manos los reposabrazos de la silla y se levantó, él sabía que tenía que dejarlo desahogarse ya que estaba soportando mucho.
— Y que además mi madre tuvo la osadía de irse con su amante tan sólo cinco meses después del fallecimiento de papá... Son tantas cosas, tanta farsa YoonGi, estoy cansado de esto — su voz se quebró y cubrió su rostro con sus manos, se sentó nuevamente y apoyó los codos en el escritorio con sus manos en el rostro.— Te juro que quiero largarme y dejar esto de una vez por todas... — dijo aún en la misma pose.— Pero se lo prometí a papá, no puedo dejar que JungHyo tome la empresa... además tengo que ayudar a Jackson.
JungKook se levantó y fue a la encimera para tomar un cigarrillo de la caja con etiqueta rosa.
El mayor rascó su barbilla y volvió a hablar.
— ¿Qué piensa hacer? — preguntó con seriedad.
JungKook encendió el cigarrillo y dió la primera calada sintiéndola a ella. Cerró los ojos para deleitarse con el placer que le daba ese tipo de cigarrillo.
— Buscaré un trato con una empresa, uno que ni siquiera JungHyo pueda negar, uno que convenza a los socios de que es un buen trato. — dijo con sus ojos aún cerrados.
『—♣︎—』
Seúl, Corea Del Sur.
Sook iba casi corriendo a la puerta luego de escuchar el timbre.
— No te muevas ¿Eh? — le apuntó a JaeHyun que estaba en la alfombra con sus nuevos juguetes que le fueron comprados en Disneyland.
El pequeño asintió frenéticamente mientras veía a su mamá llegar a la puerta. Miró con curiosidad y logró ver a una figura conocida.
— ¡Tío Kai! — se levantó y corrió hacia él, quien lo recibió con los brazos abiertos, sintiendo así el aroma suave de su cabellito.
JongIn amaba a su sobrino como si fuera su propio hijo, aunque se pareciera demasiado a su papá, era su clon en miniatura a decir verdad.
Cuando Sook le dió el pase a su casa no pasó mucho para que ambos se sentaran en el sofá y platicaran un poco antes de irse con el tema por el que en realidad JongIn había viajado hasta Seúl.
Cuando el pequeño JaeHyun fue a su habitación ambos mayores se miraron serios y fijamente.
— En verdad esto es muy serio Sook.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro