Capítulo 3: ¡Que cambio tan radical Emi!
Emiliano
Pensé que si soy fotógrafo tengo que tener estilo ¿no les parece?. Al siguiente día, tuve mi primera cita con Salomé y después de eso, decidí que había llegado el momento de cambiar completamente de pies a cabeza, quería ser lo mejor para Salomé. Pues si formaría parte de su mundo tenía que lucir cómo tal. Los cambios siempre son buenos, y para este mundo tan cambiante tenía que verme más presentable. Salomé tiene una vida ejemplar, y yo... pues he sido un desastre estoy en el edificio Grattaccielo por casualidad. Así que fui a Vikingos Barber Club, mi sitio de confianza para hacerme el cambio de look que pedía mi cabello, esperé por un momento y cuando llegó mi turno con el Señor José Inocencio, mi barbero de años, solo le dije estas palabras:
— Emi: Sea amable conmigo José.
Me dolía perder mi cabello, pero tenía que dejar atrás muchas cosas si en verdad quería avanzar con Salomé. Así que José empezó a cortar con su tijera, en el espejo veía como caía el cabello también antes de comenzar le pedí que por favor me quitara toda la barba que tenía.
Habían pasado 20 minutos, y a la medida que José cortaba, menos me parecía a mi. Pero la verdad no me veía tan mal. Me realizó un corte moderno, ese que había evadido por años por andar con mi locura. Pero decidí que mi vida cambiaría a partir de ese momento, por eso ya había dejado de fumar, eso le hacía mal a mi cuerpo. Aunque estaba sufriendo de ansiedad también de esquizofrenia algunas veces, todo era por mi bien.
José hizo un trabajo fantástico, ese el de el espejo no era el mismo que se había sentado. Me veía más joven, podía observar mi perfil definido que estaba cubierto por el vello en mi cara.
Le pagué y le agradecí impactado por mi nueva imagen, pero por otro lado estaba demasiado nervioso por lo que Salomé pudiese pensar al respecto, ¿y si no le gustaba? ¿Y si le parecía raro este man? en fin ya tendría tiempo para pensar en ello, ahora debía deshacerme de esta ropa hippie. Como la locura había caracterizado mi vida no pensé en una idea mejor de pasar al callejón detrás de la barbería, donde estaban todas las puertas traseras de la cantidad de negocios que habían allí. Sin pensarlo dos veces me quité la ropa y la coloqué en la basura, y salí caminando como si nada por la calle.
Sentía mucha ansiedad en ese momento, por que todas las miradas estaban puestas en mi, por un momento me sentí incómodo pero cerré los ojos, mientras caminaba recordé aquella frase que papá me dijo alguna vez cuando me presenté en un teatro a cantar (un desastre por cierto) era solo un niño para ese entonces, pero antes de eso se me acercó me tocó el hombro y con una voz relajada me dijo:
— Papá de Emi: ¿Con que tienes miedo eh?
— Emi: Si Cucho, no sé cómo reaccionará la gente, ¿y si se burlan de mi? ¿Y si no les gusta? ¿Y si desafino?
— Papá de Emi: Oiga Emi, el valor no es la ausencia del miedo, si no el juicio de que algo es más importante que el miedo. Todos tenemos miedos, hasta yo... pero debes pensar que eres el único en esta sala, o si no que todos están desnudos, como si no estuviesen allí, sé que puedes hacerlo Emi. Demuéstrate a ti mismo que puedes hacerlo, pero si no lo haces, vete a casa con la satisfacción de que al menos lo intentaste, que este momento no quedó como un simple : ¿Y si lo hubiese hecho?
Cuando me paré en el escenario canté de una manera tan estrepitosa, y a pesar que me sentía humillado por las burlas que recibí en ese momento no me detuve hasta terminar, y bajé con la cabeza alta, gracias a las palabras que Papá me había dicho, lo mismo haría en este caso. Mientras caminaba un tipo me grita: "Hijo de puta vístete", o me dijeron términos ofensivos como: ¡Que pito tan chiquito estás exhibiendo carechimba!
A todo le hice caso omiso, y me dirigía hacia Emporium Group muy confiado. Varias calles después llegué hacia la puerta exterior, cuando analicé el movimiento de la entrada principal, habían muchas personas, que entraban y salían y para mi mala suerte había una policía, aunque le hice caso omiso e hice lo que sabía hacer mejor... ¡Improvisar! así que bajo los efectos de las sustancias raras, corrí como si mi vida dependiera de ello (Bueno... literalmente dependía) en él preciso momento me inmiscuí hacia dentro de la oficina burlando al de seguridad. Corrí como un loco ante la miradas de todos. La seguridad del edificio entró en alerta roja por mi presencia, por Dios que loco estaba, todos salieron tras de mi, aunque logré burlarlos hasta llegar al piso 8 que era el presidencial. Por un momento encontré a Salomé y nuestras miradas se cruzaron, ella sonrió pero de repente cambió de gesto cuando sin esperármelo un Gorila se lanzó tras de mí, caí al piso y por supuesto Salomé se desesperó gritando. Fue hacía donde yo estaba desesperada, y le gritó al Gorila ante la mirada de todos los trabajadores de ese piso perplejos:
— Salomé: ¡Rafa, déjalo ya!
— Rafa (Gorila de seguridad) extrañado: Pe...Pepe....ro
— Salomé: ¡Ya me oíste!
— Salomé: ¡El es mi novio, está drogado suéltalo y llévalo a mi oficina, siéntalo en el sofá rojo!
Salomé se sentía sumamente avergonzada que dirían los de su oficina, era la máxima autoridad en la empresa, y con este acto tan bochornoso, ella sabía que esto traería un gran manchón hacia su gestión, pero Emi era la persona quien más amaba en la vida. Paró su trabajo, bajó los efectos de las drogas en el cuerpo de Emi con un vaso de vinagre blanco que obligó a que se tomara a la fuerza. También le puso una Manta, que cubría lo suficiente su cuerpo. Y una vez que Emi estaba un poco más despierto y calmado, bajó apenada, y se marchó con él.
En la autopista
— Salomé: Es increíble que me hayas hecho esto, ¿que carajos te pasa Emiliano? ¿Así me demuestras lo que me amas? Te pregunto algo: ¿Realmente lo hiciste pensando en mi? O en ti?
— Emiliano: Uhm y..o y..o
— Salomé: ¡Mejor no digas nada!
Emiliano hizo un silencio sepulcral, durante todo el camino.
20 minutos después....
Llegaron a Mattelsa Barranquilla Prado, se estacionaron, y con una cara de muy pocos amigos Salomé se bajó y le pidió al Sastre afeminado un traje exclusivo.
— Emiliano: ¿Mire mijitico y cuánto cuesta una bobadas de esas?
— Hugo Sánchez: Uuuy pero como se le ocurre oiga, esto no es un traje cualquiera, niii para cualquiera, estuvo hecho por esta Queen divina, con creatividad, estilo, dedicación, ni usted tampoco me diga mijitico, ¿acaso yo jugué metras con usted? Que hubo mi amor pues despiértese, si no fuera por Salo lo echaría de una de este santuario de modas exclusivo para gente... bueno que no se parezca a usted.
— Salomé: Hugo por favor no le hagas caso a mi novio, está drogado.
— Hugo: Ay mi Salo como lo siento si, lamento que hayas caído en brazos de este patán, aunque ya veo por qué te gustó, es todo un papucho, ven pasa a mi templo. Tu Salo quédate aquí para que veas el cambio.
Así pasaron largos minutos, Emi probándose diferentes trajes, y ropa casual, quién ante la mirada atenta de la "Hugo Queen" como autodenominó aquel marica, y por supuesto de su amada Salomé que era la única razón por la que él estuviese humillándose de esa manera, bueno tal vez no humillándose, pero si pasando por aquel momento desagradable cuando "Hugo Queen" debía tocarlo para ajustar las medidas del traje. Afuera Salomé gozaba con las peleas que ambos, trajes van, trajes iban pero no se adecuaba a lo que ella quería para la imagen de Emi por lo que optó a vestirlo de manera casual, ese era el verdadero Emi, una camiseta blanca, unos Jeans ajustados, y unos zapatos, aunados al corte de cabello que se realizó y unas gafas, wow.
— ¡Pero que cambio tan radical Emi! dijo Salomé anonadada y era la verdad. No quedaba ni rastro de aquel hombre desaliñado y sucio.
— Salomé: Mucho..... mejor.... ahora verás que más nunca pasará lo que sucedió hoy!
— Salomé: ¿Cuánto te debo Huguito?
— Hugo Queen: 200.000 pesitos mi amor
Salomé saca de su cartera el efectivo, se despide de la tienda y ahora si, Emi parecía otro definitivamente. Y era hora de enseñarle a comportarse para poder presentarlo a la sociedad.
Mientras tanto, Maritza Salamanca una ejecutiva muy poderosa de Emporium Group S.A, se encontraba grabando desde lejos todo el show.
— Maritza Salamanca: ¡Veremos si esto te gusta Salomé! Esto va directo a Sir Thomas, el inglés dueño de la empresa y jefe inmediato de esta. Pum pum y Enviar!
Nota de autor:
¿Hambre de poder? ¿Caos?..........
Anuncio
Después de tanto tiempo aquí está el tercer capítulo de Omnipresente. Perdonen mi ausencia, no encontraba la inspiración adecuada para compartir con todos ustedes. Disfruten de este episodio! Por favor apoyen con un like y comentario a este capítulo y a la historia. Muy pronto estará disponible el Capítulo número 4: Un Placer Sir Thomas. Omnipresente vuelve al ruedo....
Fernando Fernández
Autor
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro