Somos una partícula diminuta en medio de la infinidad de un universo.
Somos seres miserables que buscamos el amor en medio del sufrimiento.
Somos un conjunto de memorias que se pueden borrar con un suspiro.
Somos humanos.

A veces vemos el placer en humillar y ver caer a nuestros adversarios.
Creemos estar en una burbuja donde reinamos flotando sobre el mundo,
pero en realidad estamos subyugados por nuestras propias invenciones.
Somos humanos.

Nos gusta llamar "amigos" a un manojo de hipócritas que saben sonreír,
porque no somos capaces de luchar contra la soledad de nuestro corazón.
Nuestras vidas vacías gritan agónicas para que les demos un sentido.
Somos humanos.

Y en nuestras manos está saber llevar todas aquellas cosas negativas.
Le rendimos pleitesía al pesimismo, porque pensamos que el bien no existe.
Nos hacen creer que la felicidad es una utopía y nosotros lo aceptamos.
Somos humanos.

Pero el mundo seguirá girando burlesco ante nuestras caras de tristeza.
Y algún día tendremos que aceptar que ser bondadosos sí es posible.
Solo en nuestros ojos está la capacidad de ver la belleza que se oculta tras las máscaras.
Somos humanos.

Somos humanos, pero se ha roto la copa de aquello que nos da humanidad.
Y nosotros dejamos que se derramara, para gozar de una fiesta grotesca sobre el suelo húmedo.
Porque puede que seamos aborrecibles, incoherentes y diminutos.
Pero también podemos ser ingentes, valerosos y felices.
Todo depende de nosotros.