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Día 21: "Lo que tú quieras"

Shipp: Manigoldo x Regulus

Universo Alterno.// Modern AU.// Cambio en las edades.

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Había sido un día difícil. Esas fechas por sí solas eran algo melancólicas, estando Navidad tan cerca...

Toda su vida dió mil giros en esos últimos meses... Desde graduarse y tener que decir adiós a varios de sus amigos del instituto a quiénes quizás no volvería a ver, pasando por cumplir la mayoría de edad y ahora ser un adulto ante la sociedad, y sus problemas emocionales que parecían estar peor que nunca. Siendo ésta última, la razón por la que prefirió tomarse un año de descanso antes de ingresar a la universidad.

Tenía apenas 18 años, y a veces se sentía demasiado sólo, incomprendido, sin importancia... No sabía identificar exactamente lo que sentía, pero ver en esas fechas a todas las familias reunidas, las fotos que sus amigos subían a redes sociales con sus madres, le provocaban un pequeño nudo en la garganta.

Su madre había fallecido años atrás, cuando él era aún bastante pequeño, casi no la recordaba. ¿Cómo podría?, a duras penas pasó 3 años con ella, antes de que aquella enfermedad se la arrebatara.

Lo que hacía aún más triste la temporada decembrina, era que su madre falleció por esas fechas, apenas un par de semanas después de celebrar la que fue su última Navidad en familia.

Desde entonces, su padre se había encargado de cuidarlo, y cumplir el rol de padre y madre para un pequeño Regulus que a diario preguntaba por su mamá, y cuándo volvería, incapaz de procesar que ella se había ido para jamás regresar.

Su humor era horrible en esas fechas, pero una pequeña promesa en ese año lo había hecho tratar de mantenerse positivo... Hasta que todo se le volteó en contra.

Su padre estaba ocupado trabajando todo el día y muchas veces toda la noche. Durante su infancia, su tío, quién en ese tiempo era apenas un adolescente, solía cuidarlo mientras su padre trabajaba, así que pasar tiempo juntos era algo que rara vez pasaba, pero que siempre añoraba.

Ese año, cuando supo de un evento de fuegos artificiales, no dudó en ir corriendo con su padre para pedirle que fueran juntos. Ilías dijo que sí, y prometió que asistirían.

Regulus estaba muy emocionado y felíz, pero el hecho de pasar todo el día en casa, que el atardecer apareciera, y ni rastro de Ilías, lo hizo empezar a perder las esperanzas.

Al escuchar el timbre, fue corriendo a abrir, pero solo se trataba de su tío, quién también iría con ellos. Sísifo parecía sorprendido por la ausencia de Ilías, y de inmediato le llamó para saber dónde estaba.

Regulus ya se veía venir lo que sucedía, pero que Sísifo le confirmara que Ilías no iría, y que había olvidado su compromiso, le rompió el corazón... Otra Navidad sólo.

Su tío intentó consolarlo, pero fue inútil. Regulus tomó su abrigo y su teléfono, y salió corriendo de su casa, sin un rumbo fijo, completamente desconsolado.

No le importaba a dónde iba realmente, solo corrió y corrió, mientras las lágrimas salían sin control, hasta que sus piernas se cansaron. Hasta entonces redujo la velocidad, y continuó su camino a paso lento.

Llegó hasta un parque, dónde las familias se divertían juntas. Niños haciendo guerras de bolas de nieve con sus padres, otros siendo abrazados por sus madres, todos riendo y disfrutando de la noche.

No recordaba muchas escenas así. Rara vez, Ilías pasaba Navidad con él, y cuando lo hacía, era solo por unas horas, tan solo para salir corriendo al hospital en medio de la cena, dejándolo a cuidado de su tío.

Se sentó en una banca algo apartada, y apagó su teléfono. Su tío no iba a parar de buscarlo, y no estaba de humor para dar explicaciones. Por el momento quería estar sólo.

Solo se quedó ahí por quién sabe cuánto tiempo, abrazándose a sí mismo y llorando en silencio. Hasta que una voz conocida llamó su atención.

- Sabía que estarías aquí.

No respondió nada. Solo se talló los ojos y mantuvo su vista agachada.

- ¿Qué fue lo que pasó?- Preguntó Manigoldo, sentándose a su lado.- Sísifo está como loco, buscándote por todos lados, y tu padre también.

- Ahora resulta que le importo...- Murmuró débilmente.

- Ey, enano. No seas tan duro con él.- Le dijo el peli-violeta, abrazándolo.- Sé que quizás no puedo entender lo que sientes, pero si sé que necesitas sacar eso que te está lastimando. Así que cuéntame, ¿qué pasa? Sísifo ya me contó su versión, pero ahora quiero saber la tuya.

Regulus no pudo soportarlo más, y terminó llorando en su pecho, aferrándose a Manigoldo. El mayor solo le acarició la espalda y el cabello, mientras lo dejaba desahogarse.

Cuando finalmente se calmó un poco, le contó lo que había pasado. Hasta él sabía que era una tontería, y que quizás Manigoldo lo tacharía de inmaduro o egoísta, pero realmente le había dolido que su padre volviera a romper una promesa.

- Yo solo quería una Navidad juntos...- Sollozó al terminar su relato.- Solo eso... Y él... Cómo siempre, rompió su promesa...- Añadió.- Y... Sí. Sé que es egoísta, y algo tonto, pero...

- No lo es.- Lo interrumpió Manigoldo, acariciándole las mejillas.- Si te duele, es por una razón y tú sabes porqué, y es válido sentirte mal por eso. Ya te lo dije, Regulus, yo jamás te voy a juzgar por sentirte triste o si tienes ganas de llorar. Estoy aquí para apoyarte siempre, sin importar qué.

- Y yo siempre lo arruino todo...- Murmuró con un nudo en la garganta.- Dejaste sola a tu familia por venir a buscarme... Y...

- No te preocupes por eso. Hakurei, Shion y todos los demás están de visita. El viejo ni se entera si me voy, está muy ocupado bebiendo sake con su hermano.- Bromeó Manigoldo, tratando de relajar el ambiente.

- A veces quisiera ser tan fuerte como tú.- Suspiró el Omega.- Yo... Tengo a mi padre al menos, tú sólo a tu abuelo. Igual que Shion, Yuzuriha y Tokusa.

- Eres más fuerte de lo que crees, enano.- Le sonrió el Alpha.- Eres muy inteligente, fuerte, gracioso, noble y cariñoso. Eres capaz de lograr todo lo que te propongas, solo debes encontrar tu camino.

Regulus solo suspiró y volvió a buscar refugio en los brazos de Manigoldo. Incluso para él a veces era difícil entender cómo Manigoldo lo soportaba cuando se ponía así, y cómo llevaba ya 3 años aguantandolo.

- Tu papá no es perfecto y jamás lo va a ser, Regulus. Pero hace lo mejor que puede con lo que tiene, y eso es lo más importante.- Añadió Manigoldo, abrazándolo.- Él tampoco ha tenido una vida fácil. Perdió a sus padres y quedó a cargo de su hermano menor cuando tenía apenas 20 años. Desde esa edad tuvo que cuidar de un niño de 7 años, trabajando y estudiando al mismo tiempo. Después tuvo la suerte de encontrar una buena mujer que lo amaba y aceptó con todo y su hermano menor.

Conoció a Manigoldo por su tío, después de todo, ambos trabajaban en la misma empresa. Así que por eso Manigoldo sabía todo eso.

- Para él no debió ser nada fácil perder al amor de su vida, y tener que ser padre y madre al mismo tiempo. Aún con el apoyo de su hermano menor.- Siguió el peli-violeta.- Él te ama demasiado, Regulus. Solo quiere lo mejor para tí, y tu bienestar siempre será su prioridad. Y sí, a veces se equivoca y sus decisiones no siempre son las mejores, pero lo intenta. Y ahora está preocupado por tí, tratando de encontrarte.

De alguna forma, las palabras de Manigoldo lograron hacerlo reflexionar y pensar mejor las cosas. Quizás sí había sido demasiado duro con su padre.

- ¿Te llevo a casa?- Sonrió el mayor.

- Vamos.- Respondió, devolviéndole la sonrisa.

Ambos se levantaron, para después tomarse de la mano y comenzar el camino. Les tomó unos minutos llegar en la motocicleta, pero al llegar a casa, su padre y su tío finalmente pudieron respirar tranquilos de nuevo.

Ilías, apenas vió a su hijo, corrió a abrazarlo, casi haciendo caer a Manigoldo en el proceso.

- Regulus... Lo siento. No debí dejarte plantado.- Sollozó el Alpha, abrazando a su hijo.- Lo lamento mucho. No debí restarle importancia.

- Perdóname tú por habermelo tomado tan a pecho, y haber reaccionado como un tonto.- Suspiró Regulus, abrazando a su padre.- Debí entender que hay cosas más importantes que unos fuegos artificiales, como las personas que necesitan un médico.

- En resúmen: los dos la ca-

La voz de Kardia, un amigo de Sísifo, casi rompe el momento, de no ser por la intervención de los demás presentes.

- Aqua in bocca, asino!*- Le reprochó Manigoldo al Omega peli-violeta.

Ilías y Regulus se separaron después de aquel abrazo, y se acercaron a los demás.

- Gracias por traerlo de vuelta, Manigoldo.- Dijo el Alpha mayor a su yerno.

- No fue nada, suegro.- Bromeó el peli-violeta.- Por su hijo cruzaría el Atlántico nadando.

La pareja intercambió una mirada y una pequeña sonrisa. Ilías solo pudo suspirar y sonreír, Regulus ya no era un niño, y era hora de dejarlo emprender el vuelo poco a poco. Hasta ahora se daba cuenta de que los años se habían ido volando. Apenas ayer, Regulus era un pequeño de tres años, y ahora ya tenía 18... Quizás debió aprovechar más los primeros años de su hijo. Pero, bueno, nunca es tarde para cambiar, ¿no?

- Si nos damos prisa aún podemos llegar a ver el espectáculo final del evento.- Mencionó Ilías.

- ¡El último en llegar es un huevo podrido!- Gritó un enérgico Kardia, antes de tomar de la mano a Asmita y Sísifo y salir corriendo, seguido de los demás, contagiados por el entusiasmo del Omega.

Manigoldo y Regulus se tomaron de la mano y siguieron a los demás, subiendo de nuevo a la moto de Manigoldo, iniciando una pequeña carrera con los demás. Logrando llegar todos, tal y como dijo Ilías, justo a tiempo para el gran cierre del evento de fuegos artificiales.

- ¿Algún deseo que tengas por Navidad, amore?- Preguntó Manigoldo, mientras observaban las luces, en compañía de todos los demás.

- Tengo todo lo que quiero.- Sonrió Regulus, más tranquilo, acurrucándose en su pecho.- Todo lo que quiero por Navidad, eres tú.

- Mio cuore è tuo.*- Respondió con una sonrisa el Alpha en su idioma natal, dándole un pequeño beso.- Per davvero.*

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Aqua in bocca: Es una expresión usada en Italia para invitar a alguien a callarse. Un equivalente a "cierra el pico" o "cállate".

Asino: Asno/Burro. Se usa tanto para referirse al animal, cómo a una persona poco inteligente. Igual que en el español.

Mio cuore è tuo: Significa literalmente "Mi corazón es tuyo."

Per davvero: Es el equivalente italiano a algo hecho “de veras”. Es una expresión que se usa para reforzar y afirmar lo que se dice.

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