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🌸 CAPITULO 2 🌸

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Nirei se encontraba doblado en el lavamanos, después de salir huyendo del salón debido a la gran cantidad de feromonas que había en el aire, se sentía asfixiado y su lobo se encontraba peor, por lo que no soportado más decidió que lo mejor era salir. Por eso ahora mismo se encontraba frente al espejo observando su reflejo, se había lavado el rostro por lo que volvía ser el mismo, es decir se sentía tranquilo y no ansioso.  

No podía evitar sentirse nervioso ante la presencia de aquel alfa que había ingresado, su lobo le había advertido que no se acercara a él, además de la extraña vibra que presencio en el aula, como todos sus compañeros parecían estar a la defensiva, vamos que hasta sacaron los colmillos y eso suele significar una cosa. No era un experto, pero probablemente se sintieron o sentían amenazados. 

"No puedo creer que no conozca a ese alfa, tendré que averiguar de quien se trata" pensó Nirei mientras secaba sus manos y salía del baño.

El transcurso de camino de regreso al aula, fue silencioso demasiado, no era normal, además de que el aire estaba cargado de feromonas de Alfa en todo su esplendor, miles de aromas inundaron la pobre nariz del omega que estaba haciendo un esfuerzo sobre humano por no salir huyendo del edificio, en el baño se había estabilizado pero al salir había sido como una bomba para su nariz, más no podía irse así como así o tal vez, aún no estaba completamente seguro, ya que nunca había presenciado algo como aquello.

Finalmente, había llegado al salón, pero no estaba muy seguro de querer entrar cuando la puerta se deslizo frente a él y un chico de cabello rosa casi melocotón apareció frente a él, su lobo chillo y se escondió entre sus patas, mientras que el rubio se sentía pequeño ante el aura tan amenazante del Alfa. 

—Hola, gatito —repitió el Alfa, su voz era suave pero cargada de una amenaza sutil que hizo que el rubio retrocediera un paso.

Nirei abrió los ojos sorprendidos ante el apodo, su corazón acelerado latía con fuerza en su pecho. Nadie lo había llamado así antes y aunque el tono del Alfa parecía inofensivo, había algo inquietante en él.

—¿Qué dijiste? —preguntó Nirei, su voz temblaba, mientras trataba de recuperar la compostura.

El Alfa de cabello rosado sonrió de lado, ladeando ligeramente la cabeza, como si disfrutara del efecto que causaba en él.

—Te dije 'gatito' —repitió con una tranquilidad que solo aumentaba la tensión en el aire—. Te ves tan asustado... casi como un pequeño gato perdido.

Nirei sintió cómo sus mejillas se encendían de vergüenza e indignación. ¿Quién se creía este Alfa para hablarle de esa manera?

—No puedes llamarme así —respondió Nirei aun con las mejillas sonrojadas.

—Quien lo dice —contesto divertido el alfa. 

—Yo

El Alfa sonrió aún más al ver una determinación brillante en los ojos del pequeño, sin embargo, le divertía como con cada paso que el daba este retrocedía, por lo cual comenzó a acercarse más a él de manera lenta, mientras que Nirei retrocedía instintivamente, sin saber qué hacer. El brillo en los ojos del Alfa le dejaba en claro que estaba divirtiéndose demasiado con su reacción, como un depredador jugando con su presa.

—¿Vas a seguir retrocediendo, gatito? —murmuró el Alfa con una sonrisa torcida, acortando aún más la distancia entre ellos.

—Yo... —Nirei no pudo responder ya que sintió como su espalda pegaba contra el ventanal del pasillo de la escuela, giro su rostro para ver y efectivamente, se encontraba atrapado, al regresar la vista al frente pudo notar como el alfa estaba enfrente de él. Su lobo seguía escondido, se negaba a enfrentarse a la poderosa presencia del Alfa. Las palabras de este parecían envolverlo, llenas de una mezcla peligrosa de burla y tentación. Nirei apretó los puños, intentando encontrar una salida, pero su cuerpo parecía no responderle del todo.

—¿Qué quieres? —logró preguntar con voz vacilante, mirando a los ojos del Alfa, sintiendo cómo su propio miedo lo consumía lentamente.

El Alfa sonrió más ampliamente, inclinándose hacia él, hasta que sus rostros quedaron peligrosamente cerca.

—Solo quiero ver hasta dónde puedes llegar antes de que dejes de huir, pequeño.

Karma coloco sus dos manos a los costados de la cabeza de Nirei impidiéndole un escape, aprovecho y se acercó aún más a él, estaba tan cerca que casi podía sentir el latir de su corazón, bajo la mirada y observo aquellos ojos color cielo, se veían asustados y eso le encanto.

—Apártate por favor —murmuro Nirei con un tono de voz tembloroso, sentía que lloraría en cualquier momento, su espacio estaba siendo invadido por un alfa. 

—¡Oye!

Ambos chicos giraron el rostro hacia la voz y Nirei suspiro aliviado al ver a sus amigos.

—¿Qué crees que estás haciendo? —preguntó Sakura con expresión seria. 

—Nirei ¿Estás bien? —pregunto Suo con un tono de voz calmado, pero con una expresión sombría. 

El resto de los chicos se mantenían al margen, pero parecían listos para intervenir en cualquier momento.

Karma se enderezó para luego girar su cuerpo y enfrentar a los alfas que habían intervenido en su diversión, frunció el ceño, visiblemente irritado.

—Esto no te incumbe —respondió con desdén, pero la tensión en el aire era palpable.

Sakura dio un paso adelante, con Suo siguiéndole de cerca.

—Sí que me incumbe —replicó Sakura con firmeza— Estas molestando a Nirei y eso no te lo voy a permitir. 

Karma sonrío con malicia, se giró sobre sus talones y tomo el mentón de Nirei con una firmeza que hizo que su piel se erizara de miedo. Nirei entró en pánico, sus ojos se abrieron de par en par mientras intentaba moverse, pero su cuerpo no respondía. Estaba paralizado ante la cercanía del Alfa y el control que ejercía sobre él.

—No he terminado contigo, gatito —murmuró el Alfa, acercando su rostro al de Nirei, su tono de voz estaba lleno de burla y posesión. Nirei tragó saliva, su respiración se encontraba agitada mientras el pánico lo envolvía. Su lobo interior seguía acobardado, incapaz de hacerle frente a la presión abrumadora que sentía. Pero antes de que el Alfa pudiera hacer algo más, una mano firme se posó sobre su muñeca, apartando su agarre del mentón de Nirei. Sakura lo había alcanzado en un movimiento rápido, sus ojos brillaban con una mezcla de ira y determinación.

—Suéltalo ahora —dijo Sakura, su voz fue baja pero cargada de advertencia. Suo también dio un paso adelante, poniéndose al lado de Nirei, mientras el resto del grupo se posicionaba detrás, creando una barrera protectora. El Alfa frunció el ceño, soltando a Nirei con una sonrisa irritada.

 —Nos veremos luego, gatito —dijo, lanzándole una última mirada antes de retroceder, como si no quisiera pelear, al menos no en ese momento. El grupo lo observó alejarse, mientras Nirei, temblaba aún por el miedo e intentaba recuperar el control de su respiración.

En cuanto Karma se alejó, los chicos no tardaron en acercarse a Nirei. Sakura fue el primero en llegar, inclinándose ligeramente para mirarlo a los ojos con preocupación.

—¿Estás bien? —preguntó, su voz más suave ahora que el peligro había pasado.

Nirei apenas pudo responder, aun temblaba por la experiencia. Sentía que el corazón se le saldría del pecho en cualquier momento y sus manos no dejaban de temblar. Suo le puso una mano en el hombro, tratando de tranquilizarlo.

—Respira, ya se fue —dijo Suo con calma—. No tienes que preocuparte más.

Los demás chicos se reunieron alrededor de él, mirándolo con expresiones de preocupación y alivio.

Nirei, finalmente recuperando algo de su voz, murmuro —Gracias... pensé que... —Pero no pudo continuar la frase. El miedo seguía presente, recordándole lo impotente que se había sentido bajo la mirada de Karma.

—No deberías haber estado solo con él —dijo Sakura con el seño fruncido—. Ese tipo es peligroso.

Suo asintió, su expresión era más seria de lo habitual. —La próxima vez, no salgas solo.

Los lobos de Sakura y Suo sentían la furia hirviendo bajo su piel, sus instintos reclamaban la cabeza de Karma. Ambos podían sentir la necesidad de saltar sobre Karma y arrancarle el cuello por haber puesto a Nirei en una situación tan vulnerable. Sus ojos, aunque se mostraban calmados en la superficie, reflejaban el enojo que compartían con sus lobos internos. Sin embargo, se contuvieron, sabiendo que ahora su prioridad era asegurarse de que Nirei estuviera bien.

Mientras trataban de controlar sus instintos observaban de reojo cómo Nirei comenzaba a tranquilizarse poco a poco y eso los tranquilizo, aunque la culpa y la frustración crecían en sus corazones. Kiryu y Tsugera, por su parte, intentaban animar a Nirei con sonrisas y bromas suaves, haciendo lo posible por distraerlo del miedo reciente.

—¿Ves, Nirei? Todo está bien ahora —dijo Kiryu con una sonrisa reconfortante—. Ese idiota no volverá a molestarte, te lo prometo.

—Exacto —añadió Tsugera, dándole una suave palmada en la espalda—. Y si lo intenta, estaremos aquí para ponerlo en su lugar.

Nirei esbozó una pequeña sonrisa, agradecido por el apoyo de sus amigos, aunque su corazón aún latía con fuerza. La presencia de Kiryu y Tsugera le ayudaba a calmarse, pero no podía sacarse de la mente el encuentro con Karma. No sabía porque él había reaccionado así, además de que estaba increíblemente impresionado de no haber soltado sus feromonas al sentir todo esa presión y miedo definitivamente tenía que darse un premio por haber soportado tanto. Claro que lo haría se lo merecía por haber sido valiente, bueno eso cree.

Mientras tanto Sakura y Suo seguían vigilando alrededor como si temieran que Karma apareciera nuevamente y pudiera lastimar a Nirei. Por otro lado, Kiryu y Tsugera se mantenían tranquilos, aunque en alerta, ya que sabían que este asunto no había terminado. 

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