Capítulo Tres: Dolor.
Un niño de dos años corría por el jardín lleno de flores entre risas, siendo seguido por su tío de cabellos anaranjados. El pequeño sabía que cada vez que veía a sus padrinos se trataba de días llenos de aventuras y locuras mientras su papi salía a ver a papá, aún no podía conocerlo, aún que habían fotos en casa y papi le dejaba conservar algunas.
— ¿Tío Hinata? —Murmuró al ver a un hombre en la puerta de su casa, el mayor alzó la cabeza y cargó al pequeño para charlar con él.
— Disculpa, ¿buscas a alguien? —Preguntó Hinata intrigado ante el porte del hombre frente a él, era rubio y jodidamente alto.
— Jirafa.
— Keiji, pequeño demonio no digas eso. —Murmuró Hinata tratando de regañarlo, mientras intentaba de manera fracasada disimular una risa.
— Hace poco me transfirieron a la universidad de Miyagi, ahí ví unas pinturas hermosas, me dijeron que fueron pintadas por Yamaguchi Tadashi y que vivía aquí. Quería hablar con él sobre las pinturas. —Se encogió de hombros el chico rubio, Keiji olisqueandolo de forma cero disimulada.
— Oh. Le diré que viniste, ¿tu nombre? —Preguntó Hinata tratando de controlar a Keiji quién parecía querer acercarse más al alto, éste elevó una mano y removió los cabellos rubios del niño, éste riendo suavemente.
— Tsukishima Kei. —Luego de eso se fué, sin decir más.
Padrino y ahijado quedando confundidos, pero poco después corriendo a molestar al tío Kageyama quién dormía plácidamente en el sofá.
Yamaguchi estaba sentado en el césped, miraba el cielo en silencio, frente a él una lápida con el nombre de su amado, muchas flores hermosas adornando ese lugar.
— De verdad intento avanzar, sabes... —Susurró, bajando su cabeza para ver la foto de Terushima. — es difícil para mí sin ti. —Sollozó abrazando sus piernas, las lágrimas corriendo poco a poco. Su corazón dolía tanto como el primer día que se enteró de la muerte de su alfa. — ¿Si me amabas tanto por qué me dejaste?
[Terushima salió corriendo de la universidad, gritaba a los que veía que sería padre, daba saltos y era felicitado por la amable gente de Miyagi.
Pasó a recoger unas flores en la tienda a la cual antes llamó, no iría sin antes llevar unas hermosas flores para el amor de su vida.
Miró las flores mientras cruzaba la calle para ir a tomar el taxi, alzó los ojos cuando escuchó un grito. Su vista se tornó borrosa y no entendía porque ya no sentía su cuerpo.
— ¡Una ambulancia! —Escuchó que gritaban, la amable señora que vendía ricos dulces.
Recordó que solía comprarle con Yamaguchi cada vez que tenían citas, no pudo evitar sonreír a sus adentros, recordaba cada momento que en su vida lo había hecho feliz.
Oh Claro... Estaba muriendo, Yamaguchi fué la última persona que pasó por su cabeza cuando su corazón dejó de latir.]
[— ¿Por qué Terushima aún no viene? —Murmuró Tadashi viendo a su hijo de un día de nacido en su cuna, su madre sólo suspiró y acarició su cabello suavemente. — ¿Tuvo problemas en la universidad al escapar?
— Oh, mi niño. —Sollozó la mujer abrazándolo. — Mi bebé, mi pequeño... Terushima ayer sufrió un accidente.
— ¿Qué? —Murmuró preocupado, se alejó de su madre para ver su rostro. — ¿Está bien? ¿Puedo ir a verlo?
— Tadashi, Terushima murió. —Susurró la madre, Yamaguchi se perdió rápidamente, las lágrimas saliendo por el omega dentro de él quién fué el primero en entender esas palabras.
— No... —Murmuró llevando sus manos a su cabello para jalarlo, la mujer tomando sus manos para evitar una crisis de pánico. — Mamá, no... Yuuji tiene que conocer a Keiji, él...
— Tadashi, reacciona. —Pidió con todo el dolor de su corazón. — Ayer un borracho conducía fuera de control, atropelló a Terushima y huyó, poco después también hizo lo mismo con una niña y chocó... Terushima fué el único muerto. —Explicó, tratando de hacer entrar en razón a su hijo. — Tadashi.
— Mi alfa... —Sollozó, sus manos temblaban mientras lloraba, sentía la necesidad de jalar su cabello.]
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro