Capítulo 8
Jungkook.
-¿No es muy temprano para que estés levantado?
Me acerqué a Taehyung que se dedicaba a pintar un cuadro en la terraza de la mansión. Asomé mi vista descubriendo que retrataba el amanecer que resplandecía frente a nosotros.
-¿No es muy temprano para que estés molestando? -preguntó aún sin mirarme.
Intenté controlar la sonrisa que invadió mi rostro y llevé ambas manos a los bolsillos de mi pijama. Fue inevitable no deslizar mi vista del amanecer hacia Taehyung y a pesar que admitía la belleza que transmitían aquellos colores, pensaba que no tenían comparación con el rostro del omega.
La boina que llevaba puesta ocultaba casi por completo su cabello rubio y la camisa azul que usaba era tres veces más grande que su tamaño y parecía que tenía como propósito hacerlo lucir aún más adorable.
-¿A caso mi rostro es un imán? -Por primera vez, volteó y se encontró con mis ojos puestos en él- .Porque siempre atrae tu mirada.
-Bueno, no es mi culpa que seas tan guapo -defendí.
-Tampoco exageres, soy bastante normal -argumentó, pero le fue imposible contener una sonrisa.
-Por favor, no finjas humildad -rechoché entrecerrando mis ojos- .Jamás había visto una obra de arte retratar otra obra de arte.
-Vaya, ¿y así quieres que seamos amigos?
-No te estoy coqueteando, sólo digo la verdad.
-Pues entonces creo que lo mejor es que mantengas esos labios sellados, si queremos que esto funcione.
La felicidad se expandió en mi rostro.
-¿Hablas de...
-Sí, acepto ser tu amigo o lo que sea -dijo con tono desinteresado agitando su pincel.
-Me haces muy feliz -afirmé con sinceridad.
-Lo sé -devolvió con diversión.
Resistí mis inmensas ganas de acariciarle el cabello.
Amigos.
Repite esa palabra hasta que te lo creas, Jeon.
Amigos.
Mi visión reanudó a la pintura y por un instante se quedó hipnotizada por los detalles que agregaba Taehyung. Vaya, era muy bueno.
¿Cómo podía hacer que la belleza de su pintura opacara la vista de la vida real?
-¿Y así que te gusta pintar?
-A mí, nah -Hizo una expresión sarcástica- .Es que cuando vengo aquí mi mano es poseída por un espíritu y me obliga -Actúa como si batallara sosteniendo su muñeca- ¡Te dije que no quería hacerlo!
Le empujé el hombro para nada divertido con sus bromas.
-Ja, ja -pronuncié seco- .Veo que te despiertas gracioso por las mañanas.
-No lo suficiente para opacar tu malhumor.
Me sacó la lengua antes de pintar mi mejilla de rosa en el segundo que me descuidé.
-Vuelve a hacer eso y deberás atenerte a las consecuencias.
Esperaba que mis dientes apretados se vieran amenazantes, pero por la risa de Taehyung dudaba que fuera así.
-Uy, mira como tiembla mi mano -Sacudió sus dedos.
Meneé mi cabeza rendido.
-Como sea, sabes a lo que me refiero, ¿es tu pasión? -Señalé el cuadro.
-¿Cuál es la diferencia entre algo que te gusta y que te apasiona?
-Pues ya sabes cuando algo te apasiona te sientes lleno y con energía, como si hubieras comido una montaña de dulces -Extendí mis manos emocionado.
-Buen ejemplo.
-Vamos, debes usar tu imaginación. ¿Te ves a ti mismo pintando cuadros dentro de treinta años? ¿O exponiendo tus obras en una galería de arte?
Porque yo sí lo imagino, quería decirle, pero me retracté.
-Primero, a penas soy un principiante y segundo, Namjoon dice que no hay lugar para un omega como yo en esos lugares -Taehyung hizo una pequeña mueca de pena que me hundió el corazón.
¿Por qué Namjoon le había dicho aquello? ¿A caso no era consciente del talento que tenía?
-Entonces tú deberías hacerte un lugar allí. Tienes talento, pero no puedes explotarlo encerrado en estas cuatro paredes -determiné y señalé la estructura de la mansión.
Taehyung abrió sus ojos, tal vez aturdido por mis palabras.
-Algún día lo haré, lo prometo -Parecía decirlo más para él que para mí.
Ya más contento, evalué su obra como uno de esos ancianos que critican arte.
-Y por mientras no te vendría mal practicar un poco más.
Taehyung me miró de arriba abajo.
-¿Ahora también eres artista?
-Sí, pero el lienzo está pasado de moda -Sonreí para luego tomar un poco de pintura con mis dedos y manchar la ropa de Taehyung- .Yo prefiero rediseñar camisas.
La expresión desafiante de Taehyung me obligó a arrepentirme.
-No acabas de hacer eso, ¿o sí?
-¿De qué hablas? Fue mi mano poseída, ¡fuera demonio!
Taehyung hizo caso omiso a mi actuación y, como venganza, tomó más pintura rosa y la colocó en mi otra mejilla.
-¡Ey! ¡El rostro no vale!
-Ahora puedes casarte con la Pantera Rosa -Se burló.
Negué con la cabeza y riendo lo tomé entre mis brazos.
-¿Quieres jugar así? -Le puse más pintura en su pecho mientras él no paraba de reír.
No sé cómo habíamos terminado teniendo una guerra de pintura, pero no me quejaba porque todo en Taehyung me resultaba tan...
Especial.
...
-¡Jungkook, ¿dónde estabas? -Namjoon corrió hacia mí a penas entré al salón.
-En la ducha, necesitaba empezar fresco mi primer día de trabajo -dramaticé.
Genial, lo único que haría durante horas sería vigilar omegas peinándose. Que aburrimiento. Al menos la paga sería buena, eso quisiera creer.
-¿Por qué tienes pintura en las orejas? -Frunció el ceño.
Llevé mi mano al sitio mencionado y formé una sonrisa nerviosa.
-Ya sabes, sólo me retoqué un poco el... rubor.
-¿Te maquillas las orejas?
-¿Tú no?
Fingí tranquilidad y agradecí que haya optado por cambiar de tema.
-En fin, aquí está todo lo que necesitarás para hoy.
Namjoon me entregó un diario y ,al leerlo, noté que eran instrucciones. Demasiadas instrucciones.
-¿Qué es esto?
-Pues, ¿qué más? Todo lo que tienes que hacer hoy. Están sus horarios de comida, baño, limpieza, rato libre y clientes -enumeró.
-¿C-clientes? -Abrí mis ojos en pánico.
-Sí, tienen visitas bastantes seguidas y están bien coordinadas -Señaló la página seis de la agenda- .Casi todos son alfas muy importantes con un muy buen nivel económico. Hablo de empresarios, estrella de cine, atletas, así que no me hagas quedar mal.
Namjoon hablaba tan rápido que apenas podía entender sus indicaciones.
-En la página siete están indicadas las comidas a las que tienen acceso y las alergias de algunos de ellos. Recuerda darles los supresores antes del desayuno y que tienen prohibido salir de la mansión sin supervisión -ordenó al tiempo que tomaba su abrigo del mueble junto a la puerta- .Que Seugmin no se encierre en la biblioteca y vigila la música que escucha Yoongi.
-¿Algo más?
-Seguramente, pero no lo recuerdo bien -Namjoon me tomó de los hombros y sonrió- .Suerte y si tienes una duda, sólo pregúntale a SeokJin.
Namjoon me besó la frente y, dejándome con mi cuerpo al borde del infarto, me abandonó allí, a mi desgracia.
Taehyung bajó las escaleras y yo tragué en seco antes de preguntar:
-¿Tienes idea de quién es SeokJin?
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