OO8
El grito de Yuna resonó en la habitación en donde antes moraba Felix.
Chaewon miro enojada a su hija la cual estaba en el suelo por el reciente manotazo que recibió en su mejilla.
Ambas alfas se miraban confundidas y de cólera, el ambiente era tenso y se sentía lo pesado que se sentía. Yuna intento colocarse de pie pero no se espero la mano de su madre estamparse nuevamente sobre ella.
—¡Solo tenías que hacer una sola cosa Yuna!—grito Chaewon, ignorando que podría escucharse en las habitaciones de sus huéspedes.—Solo tenías que vigilar a Felix.
—¡Yo no tuve la culpa!—Yuna se defendió.—Cuándo vine, Felix ya no estaba—gruño al borde del llanto, no soportaba los golpes de su madre y menos si el culpable era Felix.
Yuna sabia perfectamente lo cruel que podría ser su madre y había sido testigo lo dura que era al enojarse. Lo había visto en Felix y ella no quería pasar por lo mismo.
—Jodida mierda—la alfa tenía unos ojos rojos intensos por la furia que sentía.—La jodida mierda de Felix escapó en nuestras putas narices.
Yuna quiso replicar, tenia ganas de lanzarse a su madre por humillarla.
Pero aun así no hizo nada. Simplemente se quedo callada.
—Esa escoria siempre fue una carga—Chaewon miro a Yuna. Su mirada era nuevamente normal.—Por lo menos ya no nos molestara.
Yuna subió la mirada hacia su madre.
—¿Enserio no te importa—preguntó lo obvio.
—No—le resto importancia.—Te aseguro que el único que se va alterar será tu padre.
—Claramente, sabemos que desde un inicio ama a Felix pero tu le obligaste a odiarlo y el como el idiota que es te hizo caso.
Yuna se coloco de pie.
—Pero aun asi—Chaewon sonrío irónica.—Piensa que se libro, pero lo buscare—la alfa mayor camino hasta la vieja ventana de la habitación y la tiro rompiéndola en el proceso.—Lo buscaré y lo matare con mis propias manos.
Yuna jamás había visto la maldad completa que poseia su madre, pero simplemente se sintió aliviada de no ser sirvienta de la familia. Iba a replicar sobre Felix pero se le fue la idea al recordar que HyunJin se iba ir y posiblemente jamás lo volvería a ver y su plan de tener poder y dinero se iba ir por la borda.
—Mamá ¿Que haremos con HyunJin?
—Pues al parecer tu no lo calientas lo suficiente como para que se case contigo—Chaewon gruñó.—Eres una puta Yuna, todos los hombres caen redonditos.
Yuna abrió sus ojos ofendida por lo dicho, era cierto que ella se insinuaba a los alfas para conseguir dinero y así poder complacer su codicia, pero su madre jamás le había hablado de esa manera.
—Debes intentarlo por una jodida vez más—Chaewon miro a su hija sin ninguna expresión en el rostro.
—¿Que sugieres?
—Dale una pastilla, de esas que uso para dárselas a San cuando no quería golpear a Felix o de esas que tomaba yo cada que me acostaba con tu padre.
Yuna sorprendida no evito preguntar:
—¿Que quieres decir?
—San ama mucho a Felix y yo no—la alfa habló con odio.—A pesar de ser mi hijo no lo quiero, nunca lo quise y solo lo tuve por San—se quedo un momento callada recordando las veces que su esposo defendía a Felix.—Yo conocí esa droga antes de tener a Felix, es muy efectiva. Produce cambios de actitud, exitación y demadiadas estupideces.
Yuna aun seguía sin procesar la información pero aun así sintió tristeza por lo mala que era su madre.
—Cuando nació Felix fue el pilar de San y fue ahí cuando me di cuenta que no debía permitir que Felix siga vivo. Intente matarlo e incluso con mis propias manos pero San siempre lo defendía, hasta que me arte y le dí la droga a tu padre. Primero el efecto duraba unas horas pero con los años, esa droga queda por meses en su cuerpo y antes que el reaccione como debe ser, me aseguro que no vuelva a la conciencia.
—Eso es muy cruel de tu parte, jamás pensé que papá quiera a Felix. Digo, siempre lo anda golpeando.
Chaewon miro sin ninguna pista de rencor.
—Después de todo, San aún lo sigue odiado.
la alfa miro a su hija con una sonrisa.—San aunque este consciente lo maltrata eso quiere decir que lo odia o aún es un idiota.
Yuna estaba asustada y se hizo una nota mental de no desobedecer a su madre.
—Pero Felix es un omega, recuerda que a papá le han hecho burla por eso.
—Eso no debe de importarte, ahora ve a darle una visita a HyunJin—la alfa saco a jalones a Yuna.—En mi habitación hay un vaso con la pastilla disuelta, solo iras y le darás y listo ¡Tendrás a tu alfa!
Yuna asintió emocionada de tener entre sus piernas a HyunJin, ella haría lo que fuera por tener dinero y poder. Mientras Jisung quien iba a hablar con Chaewon se detuvo y salió de lugar lo más antes posible.
. . .
Los autos estaban listos, las pocas maletas estaban en orden.
Solo faltaba que HyunJin y Jisung salieran de la casa de los Lee y volverían a su hogar.
—¿Estas seguro lo que escuchaste?—HyunJin miró sorprendido y confundido a Jisung.
—Al parecer te quieren drogar para que te acuestes con la alfa tonta—Jisung gruño.
El omega era tan sigiloso y no se iba a quedar de brazos cruzados. Jisung había escuchado toda la conversación y sintió asco por ellas, definitivamente visitar esa mansión fue un desastre total. Pero después de todo, Felix estaba a salvo.
—Vamonos ya—HyunJin no quiso imaginarse que podría pasar si se quedaba más minutos ahí.—San puede llegar y ver que Felix no esta—susurro agarrando su abrigo.
Jisung asintió y se giró para abrir la puerta, la grata sorpresa fue que Yuna iba llegando a la habitación. El omega sonrió.
—Hola Yuna y adiós porque ya nos vamos.
—Jisung ¿Me dejas hablar a solas con HyunJin?—Yuna dejo el vaso que traía en la mesa que reposaba en el pasillo.
—Lo le digas lo sabre yo y toda la familia así que dilo con confianza—Jisung no se quedaría atrás, quería un poco de diversión antes de salir de esa casa.
—Yuna, tengo cosas que resolver en mi manada—HyunJin habló.—Si fueras tan amable de decirme que cojones pasa.
Yuna gruño por lo bajo y señalo el vaso.
—Mi madre preparo este té para que puedas viajar bien, tómalo como unas disculpas por mi conducta infantil que tuve contigo.
Lo único que se escucho después fue la risa escandalosa y exagerada de Jisung.
—Lo lamento pero no acostumbro a ingerir algo cuando viajo—HyunJin sostuvo a Felix antes que tropiece por reír exageradamente.
—Pero...
—Lo tomaré yo—Jisung aun con las risas se acercó a Jieun arrebatandolo el vaso de las manos a la alfa.—¿Exitación y cambios de actitud?—susurro y solamente Yuna lo escuchó. La alfa se asustó y intento correr pero fue detenida por el omega.—No me subestimes alfa tonta, te aseguro que te arrepentirás si dices algo pero ojalá te mueras maldita perra.
Y lo siguiente fue muy rápido.
HyunJin solo supo que el vaso cayó al suelo y seguidamente Jisung lo arrastro hasta el auto que estaba esperando afuera de la casa. Ni siquiera prestaron atención a los llamados de Chaewon y simplemente se fueron.
HyunJin no quería admitirlo pero se sintió tan feliz en el momento que perdió de vista a la casa de los Lee.
Ahora solo se concentraría en Felix.
En su omega y nada más.
. . .
Felix suspiro relajado al momento que su cuerpo sintió el agua tibia.
Habían llegado hace unos treinta minutos a la mansión, Seungmin le había mostrado la cocina y le había presentado a los sirvientes y para sus sorpresa todos los sirvientes eran alfas y betas ¡No había ningún omega sirviendo como empleado!
Felix había conocido a todo y estaba maravillado por como le habían tratado.
Seungmin también le había enseñado la sala principal y rápidamente el patio de la mansión, era enorme y muy hermoso.
Felix había notado que la manada de su alfa era muy grande a comparación de la suya, era enorme y muchas tiendas. El omega se recordó que de ahora en adelante su manada será la de su alfa.
Sonrió.
Y por último, Seungmin le había mostrado el cuarto de su alfa.
HyunJin tenía todo ordenado, Seungmin le había dicho que era gracias a los sirvientes porque HyunJin era un desastre.
Seung tuvo la intención de llevarlo a comer, pero Felix sugirió que primero se bañaria y así se sentiría más cómodo.
Y así es como el omega ahora estaba mirando todo muy sorprendido las cosas que su alfa tenia en la ducha. Habia tantas cremas.
Felix sonrió y decidió utilizarlas todas para oler como su alfa ¡Amaba el olor de HyunJin!
—Es tan bonito—susurró mirando la crema de piel que tenia empaque de pollito.
Y así se paso jugando con el agua en la tina y las burbujas en las próximos cincuenta minutos.
. . .
HyunJin no espero a que el auto se estacione correctamente, simplemente abrió la puerta y bajo rápidamente rumbo a su habitación.
Su alfa le decía que su omega estaba ahí.
Podía sentirlo.
—¡Hwang HyunJin!—su madre dijo divertida a ver lo desesperado y emocionado que se veía su hijo.
—Lo perdimos—Jisung comento burlon al lado de su tía.
—Definitivamente—concordó Chris desde la entrada.—Ni siquiera me saludo.
Pero eso y lo demás no le importo a HyunJin.
No le importaba que prácticamente salió corriendo en busca de su omega, no le importaba ser el centro de las burlas de sus amigos por lo jodido que ahora estaba al enamorarse completamente de su omega.
Porque siempre pasaba cada que alguien encontraba su omega.
Eso le valía mierda.
Ahora solo le importaba encontrar a Felix y abrazarlo. Sentir su olor y...
Su habitación no estaba asegurada así que solamente entro, para encontrarse a Felix intentando ponerse el polo que el mismo le había dado.
—¿Alfa?—Felix paro sus movimientos al sentir el olor de su alfa y lo corroboró al ver a su alfa parado en la entrada de la habitación con una sonrisa en sus labios.—¡Alfa viniste!
HyunJin abrió sus brazos y sintió el pequeño cuerpo saltar a el, aferrándose como si fuera lo único el la vida.
—Bebé—el alfa beso las mejillas de su omega y bajo sus manos a los muslos del omega para sujetarlo y evitar que se caiga.—¿Llegaste bien?
Felix enredo sus piernas al rededor de su alfa con una sonrisa tímida, sus manitas posadas en el pecho de su alfa.
—El viaje fue rápido—dijo.—Minnie Hyung me enseño la mansión y es muy grande alfa.
HyunJin sonrió tiernamente.
El alfa quería mimar a su omega y era lo que haría en ese momento. Cerro la habitación con seguro y se encamino a su cama para echarse sobre ella.
Felix quedo sentado sobre él, pero rápidamente se abrazo de su alfa.
—¿Mimos?—preguntó emocionado.
—Mimos—confimo el alfa.—Cuentame que más viste.
Y Felix comento con tanto entusiasmo todo lo que sus hermosos ojos pudieron ver, el alfa gustosamente lo escucho con una sonrisa calmada de tenerlo salvo.
El alfa podía segurar que podría pasar horas y horas abrazando a su omega y jamas se cansaría.
Porque Felix era su omega de la luna, era el omega que siempre quiso aunque el jamas lo sabía.
De ahora en adelante, Felix era lo más preciado que tenía.
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