OO4
Los Hwang no aceptaron cenar con los Lee, Por obvias razones prefirieron estar en las habitaciones que les dieron y no bajar a convivir con los Lee. Cosa que estos se negaron al principio pero terminando accediendo y aún más Chaewon que quería "pasar más tiempo con la familia Hwang".
Ya cada uno en las respectivas habitaciones, HyunJin miró por la gran ventana a la manada Lee incluso conocido como LeeYan era una ciudad demasiada pequeña a comparación de la suya o mejor conocida como Seúl. Ahora que lo pensaba, unirse con los Lee no traería nada de bueno.
Suspiro agotado al recordar a la alfa gruñona que les había atendido, el no quería una pareja así, él quería a alguien a quien dominar y marcar. Aunque la marca entre alfas tenía que ser renovada en cada celo.
Eso de los destinados era realmente frustrante.
HyunJin negó rotundamente, estaba considerando seriamente en tener una omega así como su madre tanto quería. El estaba empezando a entender que un omega es demasiado adorable.
Agotado por el día estresante decidió descansar. Rápidamente tomó una ducha y estaba listo para echarse a dormir, miró la hora en su celular 2:37 am. Era madrugada, oficialmente era su cumpleaños y eso le valía una mierda porque no podía ni celebrarlo bien en esa putrefacta manada.
Miro la gran cama que estaba ocupado por Yeji. La omega dormía plácidamente abrazando la polera de su padre, HyunJin sonrió por lo tierna que la omega llegaba a ser. Sin querer fastidiar a su hermana decidió echarse en el gran sofá cerca a la puerta de la habitación.
Cerró sus ojos tratando de conciliar el sueño, su lobo ronroneo plácidamente al sentir que por fin dormiría. Y el no evito suspirar complacido porque sus ojos pudieron cerrarse listos para descansar.
Pero su paz no duró mucho.
Un golpe seco, similar a una bofetada, le hizo volver a abrir sus ojos de golpe y alerta por el olor agradable que empezó a aparecer.
Su destinada o destinado.
—Te he dicho que no salgas de tu habitación—los susurros para nada discretos llegaron a los oídos del alfa.
HyunJin gruñó.
—P-pero tenía hambre—susurro otra vos, demasiado suave.
HyunJin gruñó al escuchar de nuevo otra bofetada.
—Nadie le importa, tenemos visitas y mi alfa está durmiendo plácidamente y no quiero que sienta tu asqueroso olor así que lárgate Felix, vete a tu habitación y no me hagas llamar a papá.
HyunJin quería reír por lo que dijo la alfa arrogante. Yuna si que era un grano en el trasero. Pero eso no fue lo que le llamo la atención sino el olor y la dulce voz que escuchó.
Su instinto de alfa quería salir y ayudar al omega, estaba seguro que era el omega del que San habló. Tan solo pensarlo le hacía gruñir de cólera.
Los pasos se oyeron lejanos lo que le daba por concluir que el omega se había ido, porque el olor dulzón y atractivo ya había desaparecido.
HyunJin espero unos minutos hasta que las luces del pasadizo estén completamente oscuras. Con cuidado abrió la puerta de su habitación y salió para proseguir a cerrarla con cuidado de no despertar a Yeji.
El olor se había dispersado, pero aún lo sentía débilmente.
Su alfa ronroneo y se guió por el olor.
Segundos después se hallaba subiendo unas escaleras viejas de madera, pero eso no le importaba.
El olor atractivo era más intenso.
Cuando llegó al último escalón logró divisar una puerta demasiado maltratada. HyunJin se negó a creer que el omega viviera en esa habitación.
Con cuidado empujo la puerta, el sonido de la madera vieja hizo eco.
Pero eso no le importaba. Ahora nada importaba.
Dio un vistazo a la habitación, el olor.
Joder ese olor lo estaba volviendo loco.
HyunJin miró a su alrededor, solo había una cama vieja con un colchón y solo una manta rosada.
Ingreso completamente a la habitación y miro el pequeño bulto que temblaba en la cama. Pequeños sollozos se oían y eso no era de agrado para HyunJin, no sabía cómo ni cuándo, solo sabía que por primera vez su lobo y el coinciden en algo y ese algo era la atracción al dulce olor.
—¿Hola?—se atrevió a hablar.
No obtuvo respuesta, solo el llanto desgarrador del pequeño bulto.
—Oye no, no pienso hacerte daño—el alfa se empezó a desesperar. Su lobo quería llorar al ver el pequeño cuerpo temblar.
No supo cuánto tiempo esperó, pero el llanto no paraba.
—Soy HyunJin, Hwang HyunJin—susurro aún sin moverse de su lugar.
El pequeño bulto se detuvo un momento, con cuidado el pequeño cuerpo se levantaba quedando sentado con la mirada baja en muestra de sumisión.
HyunJin sintió ternura al ver lo pequeño que era. Quería abrazarlo, su instinto protector salio a la luz, su lobo quería bajar y matar con sus propias manos a esos idiotas que se hacen llamar alfad, quería... quería muchas cosas.
—No te haré nada pequeño, tan solo vine porque quería conocerte—dijo con cautela.
El pequeño hombrecito en la cama levantó su mirada poco a poco.
La luz de la luna reflejaba la belleza del omega en todo su esplendor. El alfa quedó atónito al ver tan bello rostro, sus labios carnosos y resecos, los ojos rojizos por el llanto pero brillaban como diamantes y ese cabello castaño que se veía demasiado hermoso tampoco pudo pasar de vista los hematomas en sus piernas, pero a pesar de todo era un omega demasiado hermoso.
Definitivamente era el omega más hermoso que el alfa haya visto.
Su lobo y el quedaron anonados por la hermosa belleza y el agradable olor.
Pero le desconcertó saber que los Lee lo trataban mal, jóder quería matarlos.
—¿No me pegará?—Oh mierda.
Su voz era mucho más dulce y suave.
HyunJin simplemente no podía pensar con claridad al ver demasiada perfección en un cuerpo tan pequeño.
—No—fue lo único que pudiera articular.—Soy de la manada Hwamg, jamás te haría daño—se forzó a decir.
Había quedado impactado por el omega que solo quería observarlo.
El omega abulto su labio inferior amenazando con llorar.
—¿Pero que pasa?—el alfa lo miro alterado, no quería verlo llorar. No cuando descubrió que sus ojos eran hermosos como para que boten lágrimas.
—Yo baje porque sentí el olor de usted y me pareció atractivo—el omega bajo la mirada botando lágrimas.—Pero Yuna me golpeó.
HyunJin sonrió al escucharlo. Era demasiado tierno.
También mataría a Yuna.
—¿Como te llamas?—el alfa sabía la respuesta pero aún así quería escucharlo.
—Felix—susurro débilmente.
—Eres tan bonito Felix—HyunJin con más confianza se acercó al omega y acaricio el sedoso cabello.—No puedo creer que personas como ellos te traten mal—susurro.
Felix nuevamente soltó lágrimas.
Lágrimas de felicidad.
Cuando sintió el olor atractivo se imaginó que su destinado había venido por él y nada más pudo hacerlo feliz.
Porque si, su destinado era la única manera de salir de esa casa, era una única forma de ser feliz.
—Perdón Joven Hwang, no le he besado sus pies—Felix se levantó de la cama asustado con la intención de arrodillarse.
Pero HyunJin fue más ágil y le sujeto suavemente del brazo, le dio demasiada ternura al notar que el omega le llegaba al pecho.
—No tienes porque hacerlo—HyunJin trago seco al ver la belleza del omega más cerca.—Yo nunca te pediría eso.
Felix nuevamente botó lágrimas de felicidad, si HyunJin no era su destinado entonces ¿Porque su corazón se aceleraba?
HyunJin también sintió ese raro sentimiento. Tenia ganas de marcarlo ¿Que mierda pasaba con Él? Quería quedarse a mimarlo y judería tenia ganas de tantas cosas que no sabía exactamente con que empezar.
—Descansa pequeño.
El alfa se giró en sus talones con la intención de irse, pero su alfa rogaba por más contacto con el pequeño omega. Y el no se negaba porque quería ese contacto.
Se giró para ver a Felix y rápidamente dejó un beso en la mejilla de este.
¿Que demonios pasaba con él?
—¿Alfa?—la dulce voz se escucho con una sonrisa.
HyunJin sonrió.
—Dime pequeño—susurro aun sin apartar sus labios de la frente del menor.
—¿Se irá? ¿Me dejara solo? ¿No me cuidará en esta noche? ¿Sabe? Yo siempre espere por usted y ahora que esta en mi delante y-yo no, n-no quiero que se vaya—Felix nuevamente estaba llorando, pero esta vez no fue de miedo como siempre sino de tristeza.
Sus padres siempre le hablaban cosas feas y pensaba que encontrar a un alfa como HyunJin era lo mejor que le pudo pasar e incluso no le decía inútil o cosas así, le decía pequeño ¡Le dijo que era bonito! Le dijo cosas bonitas que su lobito estaba tan feliz de tenerlo.
—No bebé, no haré eso—HyunJin sintió su pecho doler al verlo así tan rato y destrozado.—Me quedaré contigo hasta el amanecer.
El alfa no evito y tampoco se resitio abrazarlo hacia el y mimar la pequeña cabecita, no paso mucho hasta que el omega se aferro a él.
—M-me dijo bebé—susurro en pequeñito.
HyunJin sonrió, probablemente moriría de ternura con ese omega y joder que no quería hacerlo y tampoco se negaba pero ese sentimiento nuevo en él le gustaba y mucho.
—Eres mi bebé—y ahí va nuevamente su instinto protector.—Descansa.
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