Sentía nervios, Diosa, jamás me había sentido tan nervioso en mi vida como ahora.

Esperar a Jungkook en la entrada de su escuela es algo normal en mi rutina diaria pero ahora es diferente en todos los sentidos, incluso llame a la mamá de Jungkook para pedirle permiso para ver a Jungkook, ella me lo dio pero me advirtió de que no abrumara a Jungkook con mis feromonas.

Para mi aún es difícil controlar mis feromonas y no es que pueda tomar un supresor ya que el doctor nos dijo que eso podría ser contraproducente para mi y mi lobo. Parezco una bomba de feromonas cada estímulo que recibo ya sea el más leve hace que inunde el lugar con mi aroma.

Por eso mi mamá me recomendó que no fuera a ver Jungkook hasta que pueda controlar un poco mis feromonas pero me niego a pasar otra semana sin saber de Jungkook. Me siento ansioso y mi lobo siente las mismas ansias que yo, Jungkook es una persona indispensable en mi vida es por eso que tengo tantos nervios.

¿Y si Jungkook ya no me quiere? No veo siendo capaz de dejarlo ir. Eso asusta.

A lo lejos veo a Jungkook salir con sus amigos, vienen riendo, cuando Jungkook sonríe se le hacen pequeños los ojos, haciendo ver su bonita sonrisa de conejito. Verlo así de feliz hace que mi corazón se derrita y que mi lobo suelte un aullido de júbilo.

Puedo ver que sus amigos se dan cuenta de mi presencia a lo lejos y me saludan algunos con reverencia y otros con la mana yo correspondo a sus saludos con una sonrisa.

Jungkook me mira tímidamente, se despide de sus amigos y se acerca a mí con la mirada en el piso. Eso hace que yo y mi lobo nos preocupemos y hagan crecer mis miedos de ser abandonado por un niño de diez años.

- Hola Kookie - le digo entregandole el pequeño ramo de flores que le traje.

- Hola hyung - lo escucho susurar tomando las flores, veo el sonrojo en sus mejillas y la pequeña sonrisa que trata de ocultar con las flores.

Esa reacción me confirma que le gustó mi regalo, me doy las gracias por haber comprado las flores.

Puedo sentir a mi lobo brincar de felicidad al ver a Jungkook cerca nuestro.

- Vamos - le digo empezando a caminar puedo sentir que camina unos pasos detrás de mi.

Vamos en completo silencio, lo cual es nuevo ya que mi Jungkook es por naturaleza muy parlanchin.

Al acercarnos a un parque aprovecho para desviarme aún lugar mas alejado donde Jungkook y yo podamos hablar, lo encuentro al lado de un frondoso árbol. Jungkook me sigue en silencio y mira a las flores que le regale.

- ¿Aún quieres casarte conmigo? - le pregunto directamente.

Jungkook por fin me mira con sus ojitos llenos de estrellas, con un sonrojo en las mejillas. Me mira con una ilusión infantil para después asentir con la cabeza con entusiasmo.

- Si quiero.

Este niño me va a matar de la ternura.

- Hyung- la voz de Jungkook me saca de mis pensamientos.

- Dime bebé.

- Me gusta tú aroma - dice con una sonrisa tímida

Puedo sentir a mi lobo correr de felicidad, siento que mis feromonas se vuelven locas y empiezan a invadir el lugar. Sin soportarlo más atraigo a Jungkook para darle un fuerte abrazo.

Jungkook pone su nariz en mi cuello donde esta mi glándula de olor y aspira con fuerza y suelta un suspiro gustoso.

Esa acción hace que mi lobo y yo inchemos el pecho con orgullo.

A nuestra pareja le gusta nuestro aroma.

A mi Jungkook le gusta.

No puedo creer que esta historia ya tenga 1K de lecturas, estoy llorando de felicidad por eso les traigo este capitulo que espero les haya gustado.

Gracias por leer, me hacen muy feliz

❤️