₇. ₒ𝚍ᵢₒ 𝚝ₐ𝚗gᵢ𝚋ᄂₑ
⋆┊ ┊ . ┊ . ┊✩.𝕺𝖒𝖊𝖌𝖆𝖛𝖊𝖗𝖘𝖊 ✫ ┊° ☪⋆ ✯. • ° ⋆ ┊
No podía ver llorar a Jeon más sin embargo ahora era lo único que quería; verlo rogar perdón sin obtenerlo.
La huida
Después de la primer semana en casa de Jin, empezó a hacerse una rutina el despertar, revisar que estuvieran bien los niños, hacer el desayuno, esperar a que terminaran, regresar y limpiar la cocina, enseñarles lecciones de escritura, lectura y dibujo, jugar con ellos, prepara la comida, darles de comer; salir a hacer un ejercicio de estiramiento; esto solo al jardín y vigilados por todo mundo; terminar de hacer algunas cosas en la cocina; preparar la cena, comer juntos, bañarlos y arroparlos para dormir; cada una de estas actividades añorando que fueran sus hijos; los hijos de su Alfa y los de él; soñaba con eso cada día desde pequeño; una persona a su lado con la cual poder criar a un pequeño; en cierto día de esa semana escucho a Jin hablando con otra persona, "Obligarlo a anudar", "Si lo toco; Taehyung ya no lo querrá de vuelta, lo va a repudiar", "Debe ser la próxima semana".
Su corazón estaba angustiado por ese hecho; debía sacar a los cachorros de ese lugar y rezar para que volvieran a casa a salvo, así que preparó todo. Un día antes de sacarlos de allí, Jin se encontró con él en uno de los pasillos de la enorme casa.
—¡Omega hermoso! ¡Tenía una semana sin verte!
—Estoy ocupado cuidando de mis hermanos más pequeños.
—¡Sí eso he visto! ¡Estás haciendo el trabajo de mamá de maravilla, cariño!, una bonita y atenta mamá.
—Debo irme; dejé a los niños solos mucho tiempo.
—¡Espera! Debo decirte algo. —Tenía miedo de sus palabras a pesar de saber a dónde iban sus intenciones.
—Dímelo.
—Tenemos un trato: dejarte cuidar y no herir a esos mocosos, mientras te cases conmigo.
—¡Lo sé! Que con eso.
—¡Quiero hacer válido ese trato! ¡Es decir! Quiero que nos casemos mañana por la noche.
—¿Mañana? ¡Yo, es muy pronto!
—¡Entre más rápido me des cachorros, mejor! Necesito un descendiente tuyo.
—Pero yo no... —Sus manos empezaron a sudar y su piel a picar de la conmoción que tenía; era muy pronto, ¿Cómo haría para traer a Taehyung a tiempo?
—Sin peros, será mejor que lo hagas o esos tres serán nuestro banquete principal.
—¡No se te ocurra tocar a mis niños!
—Entonces haz lo que te conviene y no provoques más conflicto; te llevarán el traje mañana temprano; te verás aún más hermoso en el de como imagino. —Dando un pellizco en su mejilla, salió de casa y se perdió.
En vista de que su poco tiempo era casi nada, se preparó con loncheras, donde puso a cada uno la comida suficiente para todo el día; en varias loncheras más hizo comida y le puso una hierba que, gracias a su abuela, tenía la capacidad de dormir a la gente, hacerla descansar por horas; salieron al jardín con la excusa de querer desayunar, comer y cenar juntos y fuera mientras arreglaban lo de la boda; así que cuando llegó la hora del desayuno, les repartió a los guardias la comida; se sentó con los niños y esperó paciente a que diera resultado.
Al cabo de media hora los guardias habían terminado y recogido todo, agradeciéndole al Omega, pero de un momento a otro todos se quedaron dormidos; los hermanitos sonrieron y salieron corriendo montaña abajo.
—¡Vamos, Kookie! ¡Vamos! ¡Estamos cerca, un kilómetro más y llegaremos!
—Deténganse, estoy cansado; no puedo seguir más, tengo días con malestar en el estómago y me canso muy rápido.
—Hermanito Kookie, ¡estás esperando bebé! —El comentario lo hizo marear.
—No, no, preciosa; no he comido bien últimamente, solo eso.
—No, no, hermanito, tu aroma ha cambiado y se ha hecho más fuerte; y podemos sentir y escuchar cómo laten sus corazones fuerte y rápido.
Los otros dos niños movieron la cabeza efusivamente. ¡Jungkook tenía semanas de gestación! Los niños corrieron a poner la oreja en su vientre plano; se reían entre ellos mientras decían "Allí está", "Allí está". Él sintió un extraño miedo que lo hizo erizar la piel: ¡un bebé en camino! Sonrió tocándose el estómago; con razón tenía tantas náuseas y mareos, con razón anhelaba ver al lobo ALFA, necesitaba sentirlo cerca, oler su aroma a miel.
—¡Kookie, debemos seguir, si no te van a casar a la fuerza!
—No puedo seguir; si nos vamos, estarán en peligro. ¡Deben irse y llegar hasta donde Taehyung está! Díganle lo que sucedió, por favor; deben llegar bien.
—No te preocupes; a partir de aquí podemos hacerlo solos, mantente bien y ¡cuida a nuestros sobrinos!
Los niños lo abrazaron y, cambiando su forma, se perdieron en la lejanía. Ahora solo rezaba para que no los descubrieran en el camino, que llegaran a salvo, que llegaran a tiempo.
Regresó a la casa sin ser visto, se metió en la recámara y vio en la cama una caja; dentro estaba el traje que iba a usar; no le tomó importancia, se dejó caer en la cama donde permanecía el aroma de los pequeños; cerró sus ojos vencidos por el cansancio.
—¡Joven Jeon!, ¡joven Jeon! —Despertó alarmado por los golpes en la puerta; se levantó viendo que ya era de noche y se escuchaban las risas y música del jardín; se apresuró a ver la hora: 7:00 pm; se levantó y asomó la cabeza por la puerta.
—¡Joven Jeon!, el amo Jin me manda por los cachorros, dice que los cuide hasta que pase la ceremonia.
—No, los niños ya están durmiendo; no quiero perturbar su sueño. No hay razón para que presencien algo así; de todas formas, no deberían.
—Pero yo.
—Dígale a Jin que decidí que se van a quedar a dormir aquí; mañana veremos quién se hará cargo de ellos después.
Cerró la puerta, dejándose caer en el piso presa del miedo por la semejante mentira; ¿Qué haría si mientras estaba en la celebración entraban a buscarlos?, ¿Qué pasaría si se enteraban de esto? Después de un tiempo se levantó, se bañó y después comenzó a arreglarse; se veía hermoso, ¡sí!, pero no para la ocasión que él quería. Debía casarse con el padre de sus bebés, no con un extraño que solo quería tener su cuerpo a merced de sus fantasías.
Una vez listo, salió de la recámara; afuera ya lo esperaban, pero no dijo mucho. Salió de la habitación, cerró con llave mirando el asombro de los guardias y dando una severa indicación: "Nadie entra ni sale". Se encaminó al jardín principal donde solo faltaba él para terminar los preparativos.
—¡Allí estás hermoso! ¡Ven aquí!, solo mírenlo, parece que el estar entre nosotros le ha pintado un bonito semblante de nuevo a nuestro Omega. —Los expectantes sonrieron y brindaron por él, mientras caminaba entre la multitud para llegar hasta donde Jin se encontraba. No se sentía bien, los nervios lo estaban traicionando y en cualquier momento caería al piso por los mareos que sentía. "Dónde estás, te necesito", un fuerte deseo por ver a Taehyung lo abordó, mojando sus ojos con lágrimas gruesas, sus pensamientos ahora solo enfocándose en que tal vez los niños no lo lograron, tal vez estaba a punto de perder para siempre a Taehyung.
—¡Jeon Jungkook! —Ese grito lo trajo de regreso a la realidad y delante de él vio a Jin, casi tan cerca de tocar sus labios, haciendo que se moviera con violencia tangible.
—¡Qué estás haciendo! Detén todo esto, no puedes casarte con alguien que ya está tomado y emparejado con un destinado. —Se movió de su lugar optando por usar la violencia, un impulso del miedo que estaba sintiendo.
—¡Lo prometiste! ¿Quieres acaso que esos mocosos paguen por tus acciones?
—Mis hermanos no tienen la culpa de tus retorcidos deseos; hablas de anudarme y preñarme como si fuera cualquier pedazo de carne; no quiero casarme contigo y, en este momento, me voy a ir con o sin tu aprobación. —Se arrancó la estola del traje y tirándola dio vuelta, pero antes de siquiera moverse, una fina punta con filo se instaló en su garganta. Se congeló meditando la situación, mientras Jin reía detrás de él y lo tomaba por el cabello haciéndolo girar.
—¿Crees que puedes venir y aprovecharte de mi hospitalidad? ¿Acaso no sabes que con un Kim no se juega? Eres estúpido al pensar que vas a irte de este lugar. ¿Sabes por qué? —Los ojos de Jin se obscurecieron tanto o más que de costumbre; el viento de repente se impregnó de peligro. El Omega de Kook empezó a sentir miedo y a extenuarlo una vez que se vio atrapado por el Alfa delante de él.
—¡Señor Kim, los trillizos no están! —La sorpresa de Jin solo le daba a entender algo a Koo; los niños pudieron llegar a salvo y no los volvieron a capturar. Sus ojos se encontraron en el silencio y una tenue sonrisa tiró de los labios del Omega.
—El estúpido eres tú al pensar que podrías obligarme con ellos; una vez lejos de ti, me importa un carajo lo que me hagas; no me voy a casar ni ahora, ni nunca.
Durante toda la vida de Jung, nunca tuvo un problema tan serio como para llorar amargamente; es decir, lo golpearon muchas veces, le castigaron muchas más a pesar de ser el mejor en muchas cosas, si no es que en todas. Siempre se las arreglaba para meterse en problemas; su abuela decía: "Entre más creces, más difícil es criarte". Cada que lo decía era porque él ya se había metido en algo nuevo y causaba desorden. Es por eso que mientras era forzado por el cabello a caminar dentro de la habitación de Jin, el llanto en ese momento fue desbordante, doloroso, agonizante, solo teniendo algo en mente: "Resistir por sus cachorros".
—Voy a borrarte esa marca, voy a anudarte y ¡me darás cuantos hijos quiera Jungkook!
—Por favor, detente. ¡Ah!, ¡me haces daño! —¡Por favor, no me obligues! —La puerta se cerró de golpe y él fue a dar contra la cama; su cuerpo dolió con el golpe tan brusco; sus lágrimas eran amargas y su corazón se iba a salir del miedo que sentía. Su voz interior, esa que siempre le hablaba, se escondió y no le aconsejó más; siendo la parte humana la dominante en él.
—Cuanta menos fuerza hagas, más fácil será para ti recibirme. —Se lo decía mientras desabrochaba su propia camisa y pantalón.
—Detente, Jin, no lo hagas, ¡no puedo! Por favor. —Su pecho quedó expuesto una vez que fue jalado y la camisa fue hecha tiras por la fuerza; acto seguido su pantalón fue jalado con fuerza se sentía tan expuesto; siempre pensó que una mujer sufría bastante al ser obligada; su propia madre fue obligada por su padre y por esa razón se odiaban, o eso creía él; así que en este momento el sentía la misma amargura de su madre, incluso tenía miedo de hacerle daño a sus pequeños, estaba vulnerable y odiaba sentirse así; tenía miedo y él odiaba el sentimiento del miedo; miedo a ser violentado, miedo al dolor que traería no solo a él sino a Taehyung; Taehyung sin duda lo odiaría y lo olvidaría por haberse dejado; su llanto creció y su desesperación por alejarse de él; lo mordió recibiendo un fuerte golpe que lo dejo casi semiinconsciente.
—Qué bonita piel, qué bonitas curvas, me provocas hacerte daño. —El aroma fuerte de Jin en la habitación lo orilló a las náuseas.
—¡Detente! ¡No puedo darte hijos! —¡No puedo! —Jin entonces lo supo; una vez que analizó a Kook, se dio cuenta de que ese abdomen plano ya no era tan plano; en su lugar, una pequeña y casi imperceptible masita de carne empezaba a formarse. ¡El Omegaya estaba en cinta!
Lo siguiente que escucho fue un gruñido y la puerta abriéndose de golpe; Taehyung estaba enfurecido, su primer instinto tomar a Jin y golpearlo con fuerza repetidas veces hasta que otros más entraron y lo sostuvieron de los brazos; kook se escondió en las sábanas cubriendo su cuerpo y llorando por la vergüenza, después solo silencio que se sentía agonizante; Taehyung apretando los puños mirando a Jin con odio puro; kook llorando en silencio observando a los alfas y Jin; Jin siempre iba un paso adelante en todo; era mayor sabía mucho más de la vida por miles de décadas más, así que lo siguiente que dijo no fue más que la gota que derramo la cordura en Taehyung, a partir de ese momento comenzaba la verdadera agonía de sus destinados; haciendo que en el proceso se corrompieran sus almas y se olvidaran de que alguna vez se amaron.
—¿Cómo te atreves a tomar mis cosas a la fuerza,, Jin?
—Está bien, está bien, lo acepto, fue así, pero te tardaste mucho en llegar, ¿sabes por qué?
—Eres un asco de hombre para tu manada...
—¿Sí? Dile eso al bonito Omega que ahora mismo carga a mis cachorros en su vientre.
Odio: Eso fue lo que Taehyung sintió desde el fondo de su pecho; el cuerpo se calentó tanto que podía jurar que su sangre hervía en coraje. Su mente se nubló incluso más que si estuviera en peligro. Jamás había sentido esa sensación que le provocaba incluso náuseas del desorden emocional que había comenzado a experimentar unos segundos después de que había dicho aquello SeokJin.
Jungkook lloró desesperado, viendo con asombro a Jin y girando en negación a Taehyung; mientras Taehyung se quedó en silencio mirando el suelo. Algo en su interior se despertó, algo que jamás había sentido, ganas de romper el mundo, ganas desmesuradas de destrozar lo que tenía en manos, ganas de herir a su enemigo; ganas intangibles de romper a Jungkook.
—Se entregó a mí al siguiente día de traerlo; fue voluntario, es por eso que no sientes dolor o aversión, sin embargo, míralo; ahora se hace la víctima, pero en ese momento solo podía pedir más, llorar más, rogar más, suplicar por mí...
"¡Todo lo que incluso estando conmigo la primera vez también hizo!"
—¡Cállate! Eres un mentiroso; ¿Cómo puedes decirle algo así? Yo en ningún momento...
—¡Cállate ya, Jungkook! —Las palabras de Taehyung se ahogaron en llanto y odio porque odiaba tener que romper lo que pensó era el mejor regalo destinado para él; odiaba con todas sus fuerzas ese sentimiento de odio a lo que quería. Desde que estuvo más joven y se enamoró por primera vez y después vio cómo ella se besaba con alguien más, la rompió; se encargó de que ella sintiera su odio y llorara amargamente. No podía ver llorar a Jungkook; sin embargo, ahora era lo único que quería: verlo rogar perdón sin obtenerlo.
—Pero yo no... —Sus palabras se estancaron cuando los dedos de Taehyung tomaron su garganta y presionaron hasta dejarlo sin aire.
—¡Dije que cierres la puta boca! —Lo soltó aventándolo y haciendo que golpeara en la base de la cama de nuevo; manchones morados se pintaron en su espalda y brazos; Taehyung se giró a ver a Jin sin pensar bien en matarlo o mandarlo a juicio; pero en realidad no quería que se enteraran que su primo había tomado a su destinado y ahora estaban engañándolo; así que dio orden de llevarlo a los calabozos donde nadie, ni siquiera el viento, pudiera escuchar su voz.
—Señor de su orden.
—Llévenlo a la celda del claustro, que nadie los vea; te quedarás allí por el resto del tiempo que vivas; no volverás a ver a nadie más; ten por seguro que así será hasta que yo lo quiera.
—No puedes hacer eso, ¡No tienes autoridad! —¡Te arrepentirás! —Salieron de la habitación y solo quedaron ellos dos; uno en el piso llorando y cubriéndose con las sábanas; el otro de pie aguantando el coraje hasta que no pudo más.
—Te pedí que esperaras en casa; incluso después de que me gritaron por estar contigo y descuidar a mis hermanos, regresé a casa esperando ver a mi omega esperando por mí...
—¡Taehyung, por favor!
—No puedes volver a mencionar mi nombre, no puedes volver a llamarme jamás. Eres el primero que tomé como mío, que anudé, que amé de verdad; ¿cómo es posible que en 15 días pasara un siglo entero? ¿Por qué no esperaste en casa?
—Por favor, Taehyung, te está mintiendo; nunca he sido de nadie más. —Taehyung se inclinó de rodillas y tomó su barbilla con odio, haciendo que se quejara de dolor.
—Entonces, ¿que haces desnudo, esperando como una puta a ser follado por él? ¿Que haces en cinta, esperando a los mald... —Sus palabras se estancaron al final, porque el omega lo aventó con odio; se levantó del piso y, tocando su pequeño vientre, lo retó con la mirada.
—De mis pequeños nadie se va a expresar de esa forma; te he dicho que no he sido de nadie más; estoy esperando bebés, tienen un padre o tenían uno; decide creer lo que quieras; pero no insultes mi dignidad ni la de mis hijos.
—¡Bien!, después de todo, cuando alguien toca lo mío, deja de ser mío y pasa a ser una basura cualquiera. —Se levantó yendo a la puerta; en ese momento la voz interior de Jungkook saltó a la superficie, y aunque él no se movió, esa voz gritó con insistencia.
"No te vayas, no me dejes, te necesitamos".
Por un momento él se detuvo; apretó con fuerza los puños y dándose vuelta a ver a su alfa, habló en un tono dominante y exigente. Cuando el alfa hablaba, era un hecho que tendrían que atender la indicación. Hasta ese momento fue la primera vez que pudo escuchar o separar la voz de mando de la voz exigente y molesta, lo que provocó en Jungkook bajar la cabeza y cerrar los ojos.
"Te quedarás aquí donde pertenece tu esposo; criarás a tus hijos bajo esta ley; no quiero volver a sentir tu asqueroso olor cerca de mí o de los míos nunca más".
—¡Taehyung, Taehyung! —¡Por favor, no me dejes solo! —Lo alcanzo en la puerta, tomo su mano con temor y se arrodilla al pie de la escalera. —Por favor, Alfa...
—El primero en irse fuiste tú, omega... —Los dedos del alfa pasaron muy cerca de la mejilla de Jungkook, casi un toque imperceptible, pero allí había dejado la última caricia que le daría; después de eso, nunca más podría verlo nuevamente o tocarlo.
Y se marchó.
Después de ese día; los siguientes 15 días después kook estuvo en completo aislamiento, metido en la recamara sin poder salir ni hacer más que llorar, no había comido, no dormía ni dejaba de llorar, su semblante era pálido, había adelgazado más de 10 tallas y no había entrado a la ducha desde aquel día; quería su olor, necesitaba sentirlo cerca, así que de repente ese día en especial cerro los ojos y añoro tanto su olor que se despertó con esa necesidad; se arrastró hasta la ducha, después de un eterno descanso bajo el agua caliente salio sin ser visto; después de caminar casi medio día llego a las afueras de la que antiguamente fue su casa; no había nadie así que se coló por una ventana y subió a su recamara; ¡Si así se podía llamar aun!, entro despacio echando primero un vistazo dentro registrando que Taehyung no estuviera; él no estaba cerca por lo que evito llamarlo y se hundió en las sábanas; aspiro tan hondo su aroma hasta que su nariz dolió, abrazo fuerte la almohada y volvió a llorar, extrañaba tanto ese toque; ese aroma, esos ojos, que daría por un solo toque de sus manos o sus labios.
Tomó varias camisas, pantalones y calcetines de Taehyung; un libro que siempre estaba en su mesa de dormir, unos lentes, una sábana y una funda de la almohada; y echándolo todo en una bolsa salió sigiloso y a prisa; se detuvo cuando lo escuchó en su despacho, sus ojos picaron por las lágrimas. ¡Esa voz! Daría lo que fuera por sentirla cerca, en su oído; estaba con esa amiga con la que siempre solía estar; sentados sobre una alfombra platicando; ¡Sonriente! ¡Bonito! ¡Tan ajeno! El sentimiento que tuvo lo había sentido varias veces cuando la persona que le gustaba en la escuela estaba con alguien más o lo abrazaban, pero a comparación de aquella vez, esta en específico se sintió a morir. Casi podía verse entrando y amenazándolo, ¿por qué estaban felices mientras él y sus bebés lo extrañaban a morir? Así que, por más que quiso evitar que se dieran cuenta, sus feromonas terminaron por golpear a Taehyung y hacer que se retorciera de dolor; porque ese coraje, esos celos, combinados con la tristeza le hacían daño a Jungkook y, si Jungkook estaba herido, Taehyung también sufriría con él.
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