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Capítulo 3: Cosas de trabajo

Supo que había algo raro en cuanto entró a su lugar de trabajo.

Sus compañeros susurraban entre ellos, pero cuando lo vieron se detuvieron unos segundos, pero al final siguieron hablando, ignorando su presencia. Todos los lunes comenzaban así, mejor dicho, todos los días comenzaban con los murmullos de sus compañeros con alguna cosa contra él, normalmente eso le sacaba una sonrisa.

Había creído que después de su conversación con el jefe editor eso iba a controlarse un poco, pero al parecer se había equivocado, estaban peor que antes.

Asier caminó a su escritorio, ignorando las voces susurrantes de la gente que lo rodeaba, era bueno haciendo eso, pero quedó impactado cuando vio pequeñas notas en su escritorio. Eran notas adhesivas, con letras grandes y claras.

"Traidor"

"Al final todos tus logros eran planeados"

"Deberías haberte ido hace años"

Quitó las notas, molesto. Se dio media vuelta hacia sus compañeros, intentando controlarse. Podía soportar que murmuraran a sus espaldas (o frente a sus narices), porque lo que decían solía ser estupideces, pero no iba a dejar que lo convirtieran en un objetivo de bullying. No dejo que lo hicieran de niño y no dejaría que lo hicieran ahora.

― ¿Hablar a mis espaldas ya no es suficiente? No se quien pegó las malditas notas, pero si esto pasa de nuevo no lo dejaré pasar, paren con esto, están dando vergüenza ajena.

Una mujer, respaldada con dos amigas, soltó una risita, sin mirarlo directamente, pero elevando la voz sabiendo que él escucharía.

― ¿Vergüenza ajena? ¿Quién el traidor en esta oficina? ―Las amigas de la mujer rieron.

― No de qué traición hablan, pero seguramente es algún estúpido rumor como siempre, búsquense una maldita vida propia.

Más gente comenzó a hablar, y a reír de sus intentos de defenderse, pero el jefe editor apareció, no parecía feliz, era inusual verlo así y que era mirada enfadada fuera dirigida a él.

― Asier, el director quiere hablar contigo, ahora.

Asier elevó las cejas, confundido, pero salió a buscar al gran jefe, intentando no apretar los dientes ante las frases de sus compañeros, le quedó bastante claro que esperaban su despido inmediato, y odiaba no saber de qué hablaban.

Caminó el largo pasillo, intentando calmarse y controlar su temperamento, sea cual sea el estúpido rumor que se había inventado ahora, sabía que podía contra eso, solo debía mantenerse tranquilo y aclarar el malentendido.

Se detuvo en la puerta que indicaba con grandes letras la oficina del director.

Toco la puerta, manteniendo su temperamento a raya.

― Señor, me dijeron que quería hablar conmigo.

― Adelante― La voz ronca se escuchó a través de la puerta.

Entró, intentando no pensar en como la última vez que estuvo aquí fue para ser felicitado. Miró al hombre mayor detrás del escritorio, reclinado en la gran silla negra, las arrugas surcaban su rostro, pero daban un toque más estricto a sus rasgos, ya de por sí severos.

Dmitro, el gran jefe, como le gustaba pensar, llevaba más de dos décadas siendo director de la editorial y se veía levemente decepcionado, eso lo hizo tensarse, él nunca decepcionaba a un jefe, no con su trabajo.

―Asier, que bueno que viniste― El hombre movió sus dedos contra su escritorio, como pensando en cómo decir las cosas―. Eres mi mejor empleado, siempre tengo dudas de contratar a un Omega, y siempre termino teniendo la razón, pero tú has sido diferente, lo supe desde que postulaste y lo has sido hasta ahora.

― Y lo seguiré siendo, señor―  Su voz salió más tensa de lo que creyó, y respiró profundo.

― Bueno, para eso necesito que tomes asiento primero.

Asier lo hizo, intentando no pensar mucho en esa frase ¿El gran jefe está pensando en despedirlo?

― ¿Tienes algo que contarme, Asier?  

Ahora Asier estaba confundido, mirando a su jefe sin saber que esperaba, el hombre debió haber visto su expresión, porque lució sorprendido, pero se recompuso rápidamente.

― Hablo de algo nuevo que haya pasado estas semanas... o tal vez antes.

― ¿Nuevo?― Asier estaba completamente perdido, intentando pensar duramente en los últimos proyectos―. No entiendo bien su pregunta, pero... si es de trabajo ¿Los últimos proyectos? Los míos han ido bien, estoy trabajando con los demás, van como siempre.

― ¿Qué dices del último escritor que está a tu cargo?  

― Oh, él parece un excelente escritor, señor, estuve leyendo su libro y se ve estupendo, pequeñas sugerencias y arreglos, pero tengo un buen presentimiento.

Dmitro asintió.

― Parece que no nos estamos entendiendo― Su mirada fue dura―. Confió en mi gente, Asier, no me importan sus planes familiares, románticos o de vacaciones, me da igual si son buenos o malos compañeros o que comen al almuerzo, me importa que trabajen y cumplan las metas de la empresa.

Asier lo sabía, y sabía que era gracias a esa lógica que él había logrado ingresar incluso siendo Omega, nada importaba mientras hiciera bien su trabajo.

― Me gusta esa forma de pensar, señor.

― A mi igual, pero ahora veo unos pequeños fallos.

― ¿Fallos?

― Si, fallos, grandes fallos a decir verdad, por ejemplo, cómo proceder cuando uno de mis mejores empleados se relaciona con alguien de la empresa rival.

― ML ―  Escupió las palabras más que pronunciarlas, en realidad no la odiaba, pero el odio de los altos mandos era tan profundo que era imposible no influenciarse un poco con eso―. No creo que eso sea posible señor.

Dmitro elevó una ceja, sorprendido y confundido, como si no pudiera creer lo que decía.

― ¿Por qué sería imposible?

― Bueno, no es como si odiara a la gente de ML, pero nunca los he visto y no tengo interés en conocerlos, la empresa tiene gran rivalidad con ellos, y eso se ha arraigado un poco en todo este lugar.

Dmitro lo miró, como examinando lo que estaba viendo.

― Asier, te haré una pregunta muy sencilla y quiero que me contestes honestamente.

― Está bien.

― ¿Con quién estabas el sábado?

Asier estaba sorprendido con la pregunta y no entendía qué tenía que ver con esto, un molesto presentimiento daba vueltas en su cabeza, pero no lograba entender que era.

― El sábado fui a una cita con un hombre que conocí―  Se encogió de hombros, algo avergonzado―. ¿Necesita la explicación completa?― No tenía problemas en darla, incluso si no entendía qué tenía que ver esto con su trabajo.

Tal vez algún loco rumor de él con alguien más, podía desmentir eso con la verdad.

Dmitro asintió, su rostro tenso.

― Bueno, el jueves obtuvimos ese nuevo escritor, y salí al centro comercial a celebrar comprándome algo y me encontré con él, intercambiamos contacto y quedamos de salir el sábado, fue la primera cita ― Todo el tiempo hablo mirando el escritorio, recordando a Thibaut, su tiempo con él, cielos, necesitaba llamarlo y escuchar su voz―. Fue un buen día―Terminó con una sonrisa, pero al levantar la mirada vio que Dmitro seguía frunciendo el ceño.

― Bien y ¿Cómo se llama?  

― Thibaut, es un Alfa.

Dmitro suspiró.

― Asier, facilitame esto. ¿Y en qué trabaja?

― Señor, no tengo la menor idea de que debo facilitarle, y en realidad no sé, salí con él el sábado y al cine, no fue un momento para hablar de trabajos y eso, solo estamos viendo si nos va bien juntos.

― ¿No lo sabes?

― No ¿Por qué? Puedo preguntarle si es importante para usted, pero en serio, usted faciliteme esto a mí ¿Qué sucede?

― No lo sabes ― Repetí su jefe, ahora sorprendido, y Asier casi rodó los ojos.

― No, lo conozco hace menos de una semana y solo lo he visto dos veces.

― Asier ¿sabes quien es el jefe de ML?

Asier intentó recordar, sinceramente nunca le había interesado mucho esa empresa para aprender algo, pero cuando postuló a su trabajo buscó el nombre del jefes de las mejores empresas.

― Creo que Hadeon, algo de nombre ucranianos ¿no?

― Si, si, bueno es el jefe ¿Pero sabes cual es su subdirector?

― No ¿Debería saberlo?

― Sí― Murmuró como si fuera obvio―. ¡Cielos! De verdad no lo sabes.

― No, no lo sé, demandeme por no saber de la empresa rival, creí que los odiábamos ¿Por qué querría saberlo? ― Se cruzó de brazos irritado.

― Thibaut

― ¿Qué?

― El jefe de reemplazo en ML es Thibaut.

Asier descruzo los brazos, abriendo la boca y sus ojos mientras miraba a su jefe.

― Está bromeando.

― No, no es broma, alguien los vio, y comenzó un rumor de que así conseguiste al escritor del jueves, que todo fue un plan entre ambos... que estás traicionando a la empresa.

― No, no, no puede ser, digo, se ve como si tuviera un trabajo importante, pero...―  Asier intentó recordar algún momento en que hablaran de sus puestos de trabajo y no recordó ninguno. ¿Por qué rayos no había hablado de eso?

― Asier... intentaré parar el rumor, yo confió en ti― Hizo una pausa y Asier lo supo, confiaba en él, pero con cierto límite ahora―. Esto es difícil para mí, pero tendrás que pasar algunos de tus escritores a otra persona, al menos mientras sigas saliendo con él.

Asier soltó una risa seca.  

―  No puede estar hablando en serio.

― Asier, solo piénsalo un momento.

― Está bien, debo ser cuidadoso, pero no pueden quitarme trabajo por quien salgo.

― ¡Es de ML! y un maldito jefe.

― ¡No pueden hacerme esto!

― ¿Y qué quieres que hagamos? Digo, bien, no lo sabías hasta ahora ¿Qué hubiera pasado si hubieras dicho algo? Él podría haberse aprovechado de eso.

― Él tampoco sabe en donde trabajo.

Comenzaba a pensar si eso sería un problema, pero estaba demasiado preocupado en mantener su trabajo actual como para reflexionar sobre eso.

― Pero si esto entre ustedes sigue lo sabrá, puede ver algo, saber algo que no debería ¿Que si dejas algún escrito a la vista? ¿O si ve tu computadora? ¿Tu celular? ¿Tus notas? ¡Es demasiado peligroso! Tienes los mejores proyectos, que ellos se filtren a los rivales podría arruinarnos.

― Tienen que confiar en mí.

― Confío en tí, es en él en quién no confío.  

― Esto no puede ir en serio― Asier se levantó, demasiado ansioso como para estar de pie, su mente un caos, intentando entender como lo mejor que le estaba pasando en la vida comprometía su amado trabajo―. Necesito salir de aquí.

― Asier, no te estoy despidiendo de nada, solo bajaré un poco tus proyectos de categoría.

― Oh, muchas gracias por no despedirme entonces ¡Muy buena noticia! y supongo que debo agradecer que pasen el trabajo que yo he hecho a alguno de los idiotas que me odia de allá afuera, simplemente genial...no me verá el resto del día, señor.

Asier salió a paso apresurado, ignorando los gritos de su jefe, ignorando las sonrisas de sus compañeros y como los murmullos subieron de tono.

No respiró hasta que salió a la calle, y entonces miró hacía la empresa que estaba pocas tiendas más allá, en la calle de enfrente.

Había cosas que necesitaba hablar con Thibaut.

★゜゜・。。・゜☆゜・。。・゜゜★


Thibaut terminó de firmar y timbrar los papeles y sacudió su mano, juraba que estos papeles se multiplicaban mientras no los veía, su mano iba a morir un día de esto solo de hacer firmas, sería una muerte muy patética.

Vio su celular, Adele le pedía comprar pan cuando regresará. Daphnee se había resfriado y no quería dejarla sola, aceptó y guardó el celular de nuevo, sintiéndose mala persona por querer que el resfrío de su sobrina durará un poco más, eso la hacía no correr de un lado a otro.

La luz del intercomunicador se encendió, indicándo que su secretaría, Irene, tenía un mensaje para él.

―  ¿Si?  ― Vio la gran pila de papeles, aún alta, definitivamente no terminaría todo eso hoy.

― Thibaut ― Su voz salió vacilante, preocupandolo―. ¿Conoces a un joven llamado Asier?

Thibaut abrió sus ojos, sorprendido, pero emocionado.

― Si, claro que sí ¿Está aquí?

― Si, y necesita hablar contigo.

Thibaut intentó pensar cuando le había dicho donde trabajaba, no lo recordaba, pero al final siempre estaba tan embobado cuando estaba con Asier, que seguramente lo había dicho y no recordaba.   

― Déjalo pasar ¿Tengo alguna reunión pronto?

― No hasta dentro de tres horas.

Eso era estupendo, tres horas para pasarlas con Asier, el papeleo podía esperar. Su mente repetía su cita, intentó controlarse, Irene no estaría feliz si usaban su oficina para algo más que trabajar.

― Bien, hablaré con él y te aviso si debes cancelarla.

― Está bien, le indicaré que puede pasar...ah, Thibaut― Su voz sonó vacilante, y bajo un par de tonos―. No parece estar bien, puedo sentirlo.

Eso lo confundió, porque Irene era una beta, y que pudiera sentir a alguien que no era de su condición indicaba que Asier debía estar sintiendo fuertemente algo.

― Que pase.

Esperó impaciente, mirando la puerta, esperando a Asier ingresar. Cuando lo hizo, no pudo evitar sorprenderse. Podía sentir fuertemente una mezcla de aromas, además del propio de Asier. Enojo, tristeza, angustia. Tampoco se perdió la sorpresa de cuando lo vio, y como la decepción se marcó en su rostro.

― Mierda, realmente eres tú.

― Eh..sí, soy yo ¿Esperabas a alguien más?

― Hubiera adorado que fuera otro Thibaut...

Ahora estaba confundido ¿Asier no quería verlo?

― Puedes tomar asiento si quieres―Indicó el sofá cerca de la mesita de centro―. ¿Quieres algo de beber?

― No, hombre, estoy... ― Se sentó, dejando la frase a media, parecía derrotado, y Thibaut sabía que debía ser algo importante si hacían que el Asier que conocía se viera así―. Eres subdirector.

― Sí― No añadió que tenía posibilidad de ser director, estaba bastante orgulloso del puesto que había conseguido.

― ¿Sabes donde trabajo yo? ―  Asier no lo miraba, tenía los ojos fijos en la mesita de centro.

Intentó recordar, pero nada vino a su mente.

― Mmm...no, aunque en realidad tampoco recordaba haberte dicho donde trabajo.

― Lo supe hoy.

― Oh― Su mente iba a sus antiguos amantes, a esos que intentaron aprovecharse de su posición, de su dinero, sacudió mentalmente la cabeza, Asier era diferente―. ¿Y fue algo malo?

― Soy un empleado de Between lines.

Eso lo sorprendió, pero se recuperó rápidamente. ¿Qué importaba la maldita rivalidad en este momento? No iba a desperdiciar una relación con Asier por esa tontería.

― Bien, bueno... ¿Tienes mala opinión de nosotros?

Asier soltó una risita, demasiado apagada para ser real.

―Sinceramente, no, no los conozco mucho, pero mi jefe opina diferente.

― ¿Tu jefe? ― Thibaut estaba intentando unir lo que decía Asier mientras entendía porque se veía así―. Déjame ver si entiendo... Has tenido problemas en tu trabajo por salir conmigo ¿no?

Asier asintió, y Thibaut soltó un bufido molesto.

― Bien, que mierda... no lo sabíamos, y no veo el problema, podemos hacer que funcione.

Asier lo miró, y no le gusto esa mirada, parecía triste, pero decidida.

― ¿Podemos? ―  Asier le sonrió, una sonrisa que no llegó a sus ojos.

― Claro que podemos solo...

― Tú no tendrás mucho problemas, subdirector ¿no? seguramente nadie va a criticarte nada, pero yo...solo soy un empleado, uno no muy querido por sus compañeros, da igual que tanto trabajé, siempre pendo de un hilo.

― ¿Por qué? ¿No te gusta tu trabajo?

― Amo mi trabajo, pero soy un Omega.

Thibaut entendía eso, lo sabía por su empresa, por alguna razón pocos Omegas terminaban sus carreras en la universidad, y pocos se mantenían más de uno o dos años en un trabajo fijo, se iban a formar una familia a cuidar para sus hijos.

― ¿Cuántos años tienes?

― Veinticinco.

Eso lo sorprendió, lo veía más joven, mucho más joven.

― Hey, creí que eras más joven, yo tengo veintisiete.

Asier asintió, pero no parecía escucharlo realmente.

― Thibaut, lo siento, no puedo hacer esto ―  Y esos ojos seguían brillando, tristes, pero decididos, el aroma tan fuerte que activaba todos sus instintos protectores.

― ¿Qué?

― No puedo arriesgar mi trabajo por salir con alguien, no podemos vernos más.

★゜゜・。。・゜☆゜・。。・゜゜★

¡Gracias por sus lecturas, votos y comentarios! Me emociona ver como aumentan. Se que es una novela omageverse diferente a lo que esperan, así que gracias a las personas que le han dado una oportunidad, somos poquitos, pero vamos creciendo~

¿Que opinan de como va esto?

Gracias por leer.

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