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04


El cuarto.

Después de que ambos terminarán de comer Jisung lavó los platos, mientras Hyunjin recogía la mesa, el rubio no podía dejar de estar algo triste, el y su omega estaban muy tristes por que su alfa no los quiso atender.

Alejó por un momento todos los pensamientos tristes, no quería ponerse a llorar.

—Voy a estar en el oficina trabajando, no me molestes si no es algo importante — le aviso si alfa, el sólo asintió.

—Okey — fue lo único que dijo, para después suspirar frustrado cuando ya Hyunjin había entrado a su oficina.

Así que ahora ya no tenía que hacer nada, ya había realizado todas las actividades de la casa, ya había terminado su libro pendiente y la cena no sería hasta en tres horas.

Que aburrido era ser ignorado.

Una idea pasó de repente por la cabeza de Jisung, um, tal vez Hyunjin se molestaría, pero nada perdía con intentar, de secó las manos y siguió el mismo camino del mayor a la oficina, tocó la puerta y espero una autorización.

—Pasa Jisung — y entró inmediatamente.

Enseguida puso su mejor carita de perrito abandonado, y batió sus pestañas en señal de coqueteo descarado.

—Hyunjin...— Empezó.

—¿qué quieres Jisung? — pregunto sin mirarlo directamente, con la atención en unos papeles.

—Ash...hace tanto tiempo estoy encerrado aquí, no salgo casi nunca y me aburro mucho...

—Y que quieres que haga...— habló, esta vez prestando mas atención y mirándolo a la cara.

—Salgamos Jinnie, vayamos a cualquier lugar...por favor...

Hyunjin estaba a punto de decir un rotundo "NO" pero el omega soltó esas feromonas que lo cegaron inmediatamente, nublando sus pensamientos, su alfa cayó ante el omega, sucio tramposo, sabía que no podía resistirse a su atrayente aroma.

—Esta bien, a donde quieres ir — accedió.

Jisung soltó un chillido de emoción — Quiero ir a comer, también a comprar, hace mucho no vamos de compras juntos...¡podemos ir al cine!

—Sólo una cosa Jisung, tengo que regresar a terminar esto, no tengo mucho tiempo para entregarlo.

—Entonces vayamos a comer, hace mucho que no salimos...

Hyunjin asintió, así mismo guardó todos los papeles importantes y de puso su saco, se levantó para salir de la oficina seguido del omega.Ambos caminaron hasta salir de la casa y montarse en el auto, para salir a comer en cualquier lado, aunque después de un rato en marcha Jisung ésta impaciente.

—¿A dónde iremos Hyunjin? — pregunto el rubio impaciente, el alfa no respondió, sabía que si lo hacia el omega estaría más fastidioso.

Jisung hizo un pequeño puchero, quería saber a donde iban.

—No seas desesperado, ya vamos a llegar — habló por primera vez en todo el camino.

Paso un rato más, hasta que pararon, Jisung asomo su cabecita llena de cabellos rubios por la ventana, no era un restaurante como pensó, parecía algo más...acogedor... un pequeño local en el que todo estaba bonito, tenía luces, y unas cuentas personas estaban ahí.

Jisung se preguntó cómo Hyunjin conocía un lugar tan lindo.

—Ya nos podemos bajar, ven — habló para seguidamente bajarse, el omega hizo lo mismo.

Caminaron hasta entrar, y de sentaron en las mesas que había afuera, enseguida una muchacha de acercó a preguntar que iban a desear, ya estando lista la orden se retiró.

—El lugar es muy bonito Hyun...espero la comida igual.

—La comida sabe bien... aunque no es nada como comer en casa tus comidas caseras — ups, Hyunjin habló un poco de más sin pensar.

Jisung se sintió sensible gracias al halago, más no dijo nada, no quería arruinar el momento por accidente.

—E-em...¿co- como te va en estos días? habló avergonzado el alfa, por las palabras que se le escaparon y porque es algo hipócrita de su parte preguntar.

—B-bien...estoy aprendiendo a hacer más postres...

Hyunjin asintió, sabiendo que no podría hablar más sin decir otra estupidez.

Unos minutos después llegó la mesera, trayendo lo que habían ordenado, después de eso no hablaron más, los dos estando cómodos pero a la vez incómodos con el silencio.

Todo volvió a ser como era.

Era un viernes por la tarde del día siguiente cuando el rubio estaba limpiando su casa, Hyunjin como siempre se había ido muy temprano a su trabajo después de su salida, de levantó temprano y de fue, de nuevo, como siempre lo hacia y cómo el no tenia nada que hacer, simplemente se puso a limpiar las cosas que ya estaban limpias, la sala que ya había limpiado ayer, la cocina que había ordenado ayer, todo lo que ya había hecho, era eso o omorirse del aburrimiento.

Ser amo de casa y no tener ningún cachorro para atender era muy aburrido para el Omega, el y Hyunjin no ensucian la casa, este siempre se la pasa la mayoría del día afuera, y Jisung por supuesto siempre andaba limpiando cualquier cosita por lo cual era raro que su casa tuviera suciedad.

Había intentado salir con Félix o alguno de sus otros amigos, pero sabía que ellos también tenían ocasiones, Félix con sus cachorros y Seungmin y Jeongin con la universidad.

Ahh, universidad, cuanto le hubiera gustado asistir a una.

El sería tan feliz si hubiese ido a una, si hubiese podido estudiar lo que tanto quiso cuando era más joven.

Pasado un buen rato, Jisung ya había terminado de limpiar los cuartos, su casa tenía tres cuartos, el principal, el de invitados y el que estaba en el fondo, y ahí fue cuando su mirada se dirigió a la habitación del fondo, la que estaba al lado de la suya, esa habitación que tenía mucho tiempo sin limpiar ni revisar.

Lentamente se acerco a la puerta con pasos temerosos, no estaba seguro si quería revivir viejos recuerdos, pero de seguro la habitación estaba inundada en polvo, eso era escusa suficiente para buscar la llave y entrar.

Camino hasta la oficina de su esposo para ir a buscar las llaves de aquel cuarto, reviso los cajones y nos encontró nada, hasta que su vista se estanco en un estante de la librería, donde algo parecía resplandecer antes los rayos de sol que se asomaban por la ventana.

Se acerco y con su mano saco algunas fotos que se encontraba ahí, hasta que las encontró.

Trato de dejar todo como estaba y salió de aquella oficina.

Volvió a donde estaba y puso la llave en la cerradura, y cuando iba a entrar el sonido de la puerta lo sorprendió haciendo caer las llaves.

—¿Qué estás haciendo Han Jisung? — escuchó las voz de Hyunjin, y sonaba molesto.

Oh no.

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