Gomita de mango
—Hiro, ¡¿podrías dejar de hablar con tu novio por sólo cinco minutos?!— el grito exasperdo de la morena resonó. No le molestaba que Hiro y Miguel hablarán todo el día, los siete días de la semana, no, claro que no.
—Voy, espera—respondió el chico mientras seguía tecleando.
—¡Por Dios!, de haber sabido no hubiera sido insistente. Hiro, dime que hiciste tus mapas—rogó mirando a su amigo en el celular.
Claro, no le molestaba. Estaba sumamente feliz por su amigo. Hiro estaba tranquilo, Hiro sonreía, Hiro no mostraba tanto temor a la vida, Hiro empezaba a tener confianza en sí mismo.
Estaba feliz por su mejor amigo, ella siempre espero ver a Hiro así de alegre con alguien que no fuese su hermano o ella. Aunque no estaba segura si el "Hiro olvidadizo por hablar con su novio", le agradaba más que el "Hiro paranoico".
Habían pasado al menos dos semanas desde que habían regresado de México, casi un mes dónde ambos jóvenes eran pareja. ¿Por qué se habían tardado tanto si la fiesta duraba menos de una semana, solamente?, ¡Sencillo!, cuando la familia Rivera se enteró que ambos por fin eran pareja, no dejaron a Hiro para nada. En consecuencia, su viaje de "una semana" se volvió de dos. Con una llamada a Tadashi para que les ayudara con su trabajo, una deuda con el joven y llamadas de emergencia. Habían logrado que pudieran continuar sin el estrés del trabajo.
Y si lo analizaban bien, sólo los habían soltado porque ambos hermanos, debían regresar a su gira. Si no fuese por eso, posiblemente ya hubieran casado a ambos jóvenes en alguna boda tradicional de pueblo. Algo que Miguel le prometió a Hiro, aunque al decirlo en una lengua indígena, Hiro no pudo negar nada. Así que la espera de ese acontecimiento, era algo esperado por la familia del mexicano.
Un suspiro salió de ella regresando su atención a su amigo. Nuevamente había sido ignorada por culpa del mexicano. Aunque claro, no le molestaba.
—Miguel está en su presentación, ¿Qué me decías?—la sonrisa enamorada que el Hamada poseía. Era la única razón del porque la chica no podía ni podría enojarse jamás con el mexicano.
Sin siquiera decirlo, hacerlo o pensarlo. Miguel le había regresado parte de la vida a Hiro. Le había regresado esperanza y le había mostrado que no todo era horrible en su entorno. Le mostró cariño, uno diferente al familiar. Y de alguna u otra forma. Le estaba enseñando a amar.
Le estaba mostrando una bella melodía, donde él era el centro. Miguel le mostraba la música de la vida.
Y Hiro, estaba aceptando el abrirse y darse una oportunidad. Hiro estaba empezando a aceptar. Hiro se daba una oportunidad a si mismo. Algo que todos los cercanos al chico le agradecían, aún sin siquiera aceptarlo en voz alta.
—Te preguntaba si hiciste tus mapas, o no me digas que usaste las hojas para dibujar a tu "gomita" en ellas—habló en burla recibiendo un paquete de gomitas en la cara.
Bueno, realmente ese gesto la había tranquilizado.
—¡Claro que no Megan!, a veces me asusta el como me imaginas— rodó los ojos sacando de su carpeta los planos. Perfectamente bien hechos para un chico que sus modelos son bocetos que a veces cuesta entender—. Tomando en cuenta que no aceptamos jamás su oferta y seguimos trabajando, su seguridad aumentó. Hay más perímetro de vigilancia, obiamente con puntos ciegos.
—Perfecto, si logramos cortar el paso, podemos sacar a los omegas sin ponerlos en peligro.
—En efecto. Aunque los fríos son más fuertes cada vez, hay que movernos aún durante el día, si vuelve a pasar lo de hace unos días, terminaremos con más chicos en el hospital por hipotermia.
—Pero no podemos mostrar tan abiertamente nuestros planes. Si nos llegan a ver, sería más conflictivo.
—No podemos seguir arriesgando aún más la seguridad de esos chicos Megan. Preveer su seguridad es importante. Tanto a los que sacamos de esos grupos, como a los que evitamos que entren— dijo serio mientras empezaba a señalar con un lápiz—, estos son los puntos que destruimos antes de descubrir la lista. Los grupos son más grandes ahora, debemos ser cuidadosos. No debemos provocar que exploten los perímetros.
—Pero Hiro...—intentó decir algo la morena, la mirada sería del joven la hizo callarse.
—No voy a perder otra vida Meg, debemos sacarlos, como hemos acordado desde ese día, pero no debemos tomar tan a ligera sus perímetros. Usaremos los puntos ciegos, e intensificaremos los sensores de movimiento.
—Hiro, a veces temo que no salgas de esto, escucha, te apoyo y te ayudaré siempre, pero estás tirando tu vida por un risco. Hiro, no falta mucho para que ellos sepan quienes somos, es gente mala, gente que sin importar nada nos mataran apenas tengan oportunidad. A mí no me importa, es literalmente mi trabajo, pero tú, un chico con ideas, muchas ideas para mejorar el mundo, alguien que pueda ayudar. Tu pasado no es fácil, pero estas teniendo la oportunidad de reintentarlo, la vida te está dando una familia más grande, dejaron de ser tres hace mucho, tienes un cerebro enorme, una empresa, fundaciones, un novio que te quiere muchísimo, su familia te quiere, eres de los inventores más jóvenes y ya quedaste en la historia Hamada.
—¿Esto es un sermón?—Hiro miró con duda a su amiga, ¿por qué decía eso de la nada?, Megan era expresiva, cuando estaba enojada, ella expresaba al momento de tomar cartas en los asuntos, pero no del tipo de decirte casi tu biografía.
—Hiro, no quiero que mueras, perdí a mi padre, no quiero perderte por culpa de tu terquedad. Eres mi mejor amigo, mi familia, iniciamos esto por venganza, esto está escalando demasiado Hiro. Te lo digo ahora, antes de que entremos más a este juego. Ahora mismo somos los cazadores, me aterra que estés para cuando nos volvamos la presa.
Esas palabras habían logrado mover al genio, su amiga era seria, casi como Gogo, tras la muerte de su padre años atrás, su amiga había cambiado mucho. Hiro durante su desastre emocional después de su accidente, sólo mostraba interacción hacia Megan.
Al final, ambos se habían quedado vacíos, de un momento a otro ambos cargaban una pena enorme, una que los empezaba a consumir. Ninguno preguntaba que había sucedido, cómo sucedió, sabían el dolor del otro y ya. Aún si sonara cliché, habían unido fuerzas y casi siendo uno, uno el cerebro y otro la fuerza. Habían hecho un pacto silencioso de terminar con lo que les había arrebatado su luz de vida. Aunque no sabían en que momento todo se había ido de sus manos.
Era cierto, al inicio eran ellos dos contra el mundo, el equipo se fue sumando poco a poco. Pasó de una venganza a una justicia. Una que para el joven genio, era lo único que lo mantenía con vida. Megan había dado en el blanco, el razonamiento de Hiro. Ninguno podía explicar cómo habían llegado a ese punto, pasaron años dando vueltas al asunto, sin avances y en esos momentos habían logrado un avance significativo, pruebas, datos, ubicaciones, nombres.
—Me mantendré con vida Megan, aún no me presentas a tu pareja para hacer que mis microbots entren en sus calzoncillos—dijo con un toque burlón. Ambos habían reído, el ambiente empezó a alígerarse, mucho.
Hiro no iba a ceder, su terquedad, su necesidad de justicia, de sentirse bien, eran demasiado grandes. Y el genio estaba más que casado, con la idea de dar su vida si era necesario.
—Vamos Meg, Tadashi nos quiere en casa temprano. Honestamente me preocupa más lo que trame él que yo—sonrió tomando su mochila y empezar a acomodar cosas. El mapa lo dejó perfectamente guardado. Estaban en su guarida, era poco probable que los encontraran, pero no iba a confiarse y tener un accidente. Más gente curiosa estaba interesada en los grandes héroes. Mucha más gente.
—Creo que mientras diga que no será papá, cualquier cosa que diga no me preocupa—dijo la morena mientras tomaba su mochila y empezaba a caminar con su amigo. Realmente no le importaría cualquier cosa que hagan los demás si no estuvieran en esa situación.
—Un bebé en casa, yo paso—el ligero nervio en el omega era notorio, un escalofrío le había recorrido. Ambos chicos tenían en la cabeza lo mismo. El mismo pensamiento—, además no lo creo tan irresponsable, es Tadashi.
......
—¡¿Qué vas a qué?!—el grito del omega había asustado a ambas chicas que estaban ahí. Megan intentaba calmar a tía Casa, quien desde que supo la noticia no había dejado de llorar.
—Me voy a casar Hiro—dijo tranquilo mirando a su hermanito. Se sentía nervioso con la idea de que su hermanito pudiera en parte ganarle con planes, pero él ya tenía cerca de los treinta, era más que momento de dar ese paso. Había estado retrasando ese momento, Honey lo sabía. Hiro fue por muchos años la prioridad de todos, y Hiro también lo sabía.
Tadashi no se sentía como adolescente, tenía claro sus objetivos y los estaba cumpliendo. Su vida siempre giró en gran parte a su hermanito. Hiro se volvió su vida, y lo seguiría siendo siempre. Aunque también deseaba ya tener su propia libertad, era un adulto, desde hace mucho, tenía una relación casi perfecta con una chica maravillosa. Tenía muchos proyectos y estaba más unido a sus amigos y su hermano. Era un momento de su vida donde todo era casi perfecto, quería dar ese paso, vivir juntos y simplemente demostrar que era el momento. Por una vez sería egoísta, y no pondría a Hiro antes.
—Sí, eso lo entendí bien, te felicito por eso, pero lo otro, repitelo—pidió sintiendo una taquicardia enorme en él. Su compromiso con Honey le alegraba, eran pareja desde hace años, ambos combinaban, y ya planeaban hijos, realmente su hermano se había tardado.
Pero él sabía la razón
Lo que le asustaba era esa otra parte. Mucho.
—Haré trabajo para una empresa, un modelo de seguridad cerrado. Es una empresa musical y de cinematografía. Oye no soy tan tonto, tenme más fe bebé, pero estaré fuera un rato, quiero creer que puedes cuidarte y no harás nada estúpido.
—Me ofende que sólo pienses en que haré algo estúpido, pero sí, espero que realmente hayas investigado.
—¿Investigar qué?—ambos jóvenes se quedaron en silencio al ver a su tía. Habían olvidado que estaban hablando con tanta libertad frente a ella.
—Han habido falsos contratos-interrumpió la morena a sus amigos—, por seguridad— dijo sonriendo y ver a ambos hermanos, quienes le agradecían de forma silenciosa.
—¡Oh!, no sabía de eso, Dashi ten cuidado por favor.
—Claro tía Cass. Por supuesto— dijo el mayor mirando a su tía y abrazarla. La castaña estaba sensible y mostraba que las noticias le hacían sentir felicidad por su sobrino.
—Bueno, entonces, hagamos algo especial esta noche. Hay que celebrar esto, al menos algo pequeño —dijo nuevamente entre lágrimas abrazándo a su sobrino mayor—, ¿Qué tal si salimos a cenar los cinco?, ¿Tienes trabajo Meg?
—¿Eh?, bueno, un poco pero no creo que pase nada si lo aplazo un día.
—¡Perfecto!, busquemos un lindo lugar para hacer reservación, vamos Dashi—dijo de forma animada llevando del brazo a su sobrino rumbo a la sala.
—Al menos no será papá- dijo la morena a su amigo. Ambos se mantenían inseguros con el trabajo—. Eso al menos es un peso menos.
Ambos se miraron intranquilos. Suspiraron y fueron tras los dos mayores. Ambos iban a apoyar y cuidar los pasos en falso que podría tener Dashi.
....
—¡Miguel!, ¡Dame un abrazo!— el mencionado apenas si pudo girarse a recibir a su hermano mayor. Marco estaba sensible. Su celo estaba cerca, estaba al tope de estrés y el ánimo del joven músico no estaba nada bien desde la visita a Sanfransokyo.
Tanto ambos representantes, como sus amigos y su familia. Querían saber que demonios había sucedido con el chico, claro que Marco no decía nada, pero la búsqueda constante de abrazos y -en algunos casos-, palabras bonitas que expresaran que era querido, eran constantes. Eso sin contar que había dejado todo tipo de comunicación con toda persona, sus redes sociales estaban en pausa total. Miguel era la única razón por la cual el mundo sabía que Marco seguía ahí. En las presentaciones su humor había cambiado. Ese aire coqueto y relajado se había ido. Había un Marco extremadamente tranquilo, mostraba sonrisas y algunas risas salían de vez en cuando, pero no tardó mucho para que incluso fans, se dieran cuenta que algo no estaba bien con el animado mexicano.
A vista de muchos, los papeles habían sido invertidos en ambos hermanos. Y aunque la felicidad por el menor de ambos era demasiada, la preocupación estaba presente. Marco no hablaba, eso era peor.
—¿Terminaste de comer?— preguntó el menor mientras daba caricias a la espalda de su hermano. Podría ser el menor, pero Marco lo necesitaba, ambos son hermanos y son apoyo sin importar quien nació antes—, llegaron rápido.
—Sí, ¿Terminaste la entrevista o es pausa?— dijo el mayor sin soltarse. Miraba de forma apagada a su hermano.
—Todo concluido, podemos ir al hotel a hacer nada y prepararnos para el concierto de esta noche. ¿Te sientes bien para presentarte?
—Sí, además la siguiente semana te quedarás sólo, y durante un tiempo, así que es mejor ayudarte lo más que pueda ahora, ¿No crees?
—Al menos me da consuelo saber que sólo debo atender en lo social y no en presentaciones. Ahí si me hubiera petateado. Ven, vamos a hablar con Coquito.
—¿No hablaras con tu gatito?—dijo en burla, resaltando la última palabra. Vio la vergüenza crecer en su hermano y soltó una risa—, fue tan difícil juntarlos, creí que ustedes serían serios y resultaron ser unos melosos aniñados. ¿Pero quien soy para juzgar?—la voz burlona no se iba y la cara de Miguel tomaba más color. Agradecía su piel morena por no permitir que se notara tanto. Aunque la vergüenza estaba ahí.
—Hiro está ocupado, hablamos mucho pero no somos dependientes del otro, Marco. Somos novios, no oxígeno. Y no me puedes decir nada si tú...—calló sus palabras al notar la mirada de su hermano, realmente no le gustaba esto—, si tú eres el que se ponía todo empalagoso cuando hablabas con las personas que te gustaban. En la escuela a veces parecía que exponías. ¿Recuerdas a Daniel?, parecía que decías trabalenguas.
—¡Oye!, pasado es pasado, no invoques a los muertos, mis ex crushes y amores perdidos son pasado, pa-sa-do—explicó sonriendo mientras soltaba su abrazo-, ¡Ay no!, si estaba bien pendejo en ese entonces. Que bueno que ya no es así.
—Falta que encuentres a alguien y te vas a poner pendejo, ambos lo sabemos, genes Rivera.
Una risa salió de ambos mientras empezaban a caminar en busca de ambos representantes. Se veía como un buen día.
—Es cierto, pero ya veremos dijo el ciego. Por el momento mi soltería es genial. La solteria ¡Es lo máximo! —dijo alzando los brazos y estirarse de paso.
Miguel miró con duda a su hermano. Hasta donde había quedado, Marco tenía una relación con el alfa del otra vez, y que ahora sabía era amigo de su novio. Quería preguntar, pero recordar el pasado había hecho que Marco tuviera una sonrisa tranquila. No iba a apagar eso.
—Bueno, no extraño mi soltería, así que no comparto el sentimiento—dijo tranquilo el menor. Él estaba feliz con su relación, mucho, Hiro simplemente era más de lo que alguna vez hubiese pensado en una pareja.
Mucho más de lo que creía merecer. Hiro era simplemente el chico perfecto a ojos del menor.
—Que suerte tienen algunos— dijo en burla el Rivera mayor mientras llegaban con ambos adultos. Sonrieron y los cuatro fueron hasta un taxi rumbo al hotel.
—Recuerden, a las siete deben estar listos, a las nueve es el concierto y tendrán una hora para hablar con fans- ambos hermanos prestaban atención a las palabras de la chica. Sofí les ayudaba demasiado—, Marco, si te llegas a sentir mal, o pasa algo, sales del escenario y yo te llevaré al hotel. Queremos evitar accidentes.
—No soy un niño, pero está bien—dijo suspirando y recargarse en el hombro de su hermano.
—¿Cuándo es la última presentación aquí?
—El viernes. Son dos conciertos y cambiamos de ciudad. Espero que no quieran hacer cambios de última hora— la mirada sería del alfa mayor causaba nervios en ambos hermanos. Esa mirada recordaba a sus familiares enojados.
—No, para nada, pero cada vez falta menos para regresar a México, eso es todo—explicó el menor viendo a ambos adultos.
—Faltan pocos meses, aguanten un poco más.
Ambos asintieron y se concentraron en jugar con el celular de uno de ellos. No podían hacer mucho en un taxi a decir verdad.
....
—Hiro, necesitamos entrada, no podemos interferir a la fuerza
—¿Qué idea tienes?, Fred, necesitamos entrar ahí.
—Demasiado alto para que alguno de nosotros suba. Incluso con los trajes sería complicado para no ser vistos.
—Gogo tiene razón. Debemos buscar otra entrada Hiro.
—Honey, no tenemos muchas opciones. ¿Cuál sería el plan?, ¿Tocar la puerta?
—Una entrada amistosa, da pie a una convivencia sin riesgo de malos entendidos o desacuerdos sociales. Además de que puede llegar a una conversación y a lazos amistosos.
—Baymax, eso es imposible... Aunque me gusta más la opción de tocar la puerta a que tengamos que subir a esa punta.
—Wasabi, no es momento de eso. Pero necesitamos otra entrada, eso es seguro.
—¡¿Qué están haciendo ahí?! —
El grupo de héroes miró con miedo a la persona que les hablaba. Sintieron un alivio al notar que sólo era un guardia.
—Nada malo, sólo veíamos la torre. Seguimos dentro del camino permitido.
—La hora de visitas ha terminado, al parecer no conocían eso. Por favor salgan de aquí antes que les de una reprenda.
El grupo de héroes asintió empezando a caminar para alejarse de ahí. Estaban en un punto de prostitución. ¿Cómo llegarían a ellos sin ser vistos?, la vigilancia cuidaba ese "patrimonio", y esperaban realmente que no supieran lo que estaba sucediendo adentro, sino se encargarían de tomar el asunto en sus manos.
No podían acercarse y entrar con el equipo. Al menos no de una, podía poner en peligro la construcción y a los omegas.
Cada vez era más difícil hacer intervenciones. Mucho más difícil.
...
—¿Y si usamos un espía?, ya saben, alguien que vaya de encubierto y cuando de la señal entramos todos.
—Es mucho peligro, Freddy—el mayor de los Hamada abrazaba a su prometida mientras ayudaba al grupo a pensar. Todos se encontraban en la recámara de ambos hermanos. Se sentían sin ideas.
—Sólo digo que es más fácil. Que alguien entre, lo rastreamos todo el tiempo y cuando salgan de ahí, para dar a los clientes, entramos el resto del grupo.
—Muy arriesgado Freddy- repitió Honey recargada en el pecho de Tadashi. Incluso el ambiente estaba mal.
—¿Tienen otra idea?
—Freddy, creo que esa es la última opción, muy peligrosa y nadie de nosotros haría eso.
—Estoy de acuerdo con Wasabi. Fred, es exponer demasiado. A todo el equipo. Si notan a alguno de nosotros en nuestra forma de civil, es obvio que unirán cabos al vernos en grupo.
—¿Tú qué opinas, Hiro?
—No lo sé, podemos enfocarnos en otros puntos por ahora hasta que sepamos cómo sacar ese. Es demasiado complicado ese punto. No son tan estúpidos, usar una zona turística en la que no podemos infiltrarnos cómo tal.
—Podemos usar la idea de Fred de rastreadores. pero colocarlos en la entrada. ¿Han visto de esas flores que con sólo un poco de brisa se pegan por completo a la ropa?, ¿Qué tal si usamos nanotecnología. ¿Recuerdas que una vez hiciste nano a tus microbots?, intenta hacer eso.
—Yo nunca he visto de esas flores. Y me alegra, no quiero pelusa o semillas en mi ropa.
—Estaban en el jardín de Miguel, ¿Verdad?- la mirada del más joven del grupo empezó a viajar de un lado de la habitación a otra—, tendremos que ser cuidadosos. Tampoco podemos traer una especie de plata aquí, sería peligroso.
—¿Qué tal si hacemos un escudo al rededor?, al menos dentro de los rastreadores que envuelvan la semilla al momento de desprenderse. Evitamos que se polinicen por la ciudad pero aseguramos que se peguen a la ropa.
—¡Que bien Honey Lemon!, pero eso no quita que estaremos rastreando turistas. No podemos controlar a una flor.
—Wasabi tiene razón, pero, tal vez se pueda si la flor es artificial. No corremos el riesgo de traer una planta de diferente ecosistema al nuestro y podremos controlar el horario para la polinización. Con algo de suerte incluso podremos tener más información de quienes están detrás de esto. ¡Eres un genio Megan!
—Lo malo de esto, es que nos tardariamos mucho en hacerlo. Lograr un proyecto así de perfecto nos llevaría semanas— nuevamente Wasabi mostraba preocupación. La idea era buena y no representaba peligro para ninguno del grupo y las familias. Y ahora que sabía que tampoco para la ciudad, le agradaba más, pero el tiempo era un detalle.
—Podemos enfocarnos en los otros puntos mientras desarrollamos el proyecto. Bebé, te ayudaré a hacer la tecnología. Eso mientras ustedes evitan otro accidente.
—Podemos empezar la siguiente semana. Tadashi vas a casarte. Debes ver eso también— Hiro dijo mirando a su hermano y Honey-, Iremos avanzando poco a poco hermano.
—Gracias Hiro—Honey se acercó a abrazarlo y acariciar su cabello. Ambos estaban a nada de ser hermanos, aunque para el más joven siempre había sido así y siempre había aceptado a Honey.
Ahora sólo faltaba ir quitando peso de el tema del tráfico. Todo iría bien.
Su familia estaba ahí, y ahí estaba Miguel. Todo estaba bien.
Todo saldría bien.
....
"—¿Así que tu hermano se va a casar?"
—Así es, ya era momento— una risa salió del genio mientras comía palomitas y hablaba con Miguel. Su llamada nocturna era casi lo mejor de comunicación que tenían.
"—Bueno, te verás lindo usando traje y llevando los anillos"
—¿Quién dijo qué yo los llevaría?, y bueno, si eso pasa, no me molesta. Es la boda de mi hermano, ayudaré en todo lo que me pidan.
"—Sé que si, siempre estás ayudando, eres increíble Hiro. ¡Oh cierto!, te había comentado antes que Marco estará fuera un rato por su celo. Iré a todas las entrevistas y eso, Sofi ya me advirtió que probablemente quieran enfocarse a mi vida privada. Si llegan a preguntar sobre mi situación sentimental actual. ¿Te gustaría que dijera que eres mi novio?, no lo sé, quiero saber tu opinión antes de arruinar algo"
Las mejillas del joven héroe subieron de tonalidad y temperatura. Miguel lograba eso fácilmente.
Aunque más importante, hacía sentir especial a Hiro.
Durante mucho tiempo se mantenía con un martirio de ideas. Desde no encontrar pareja jamás, como el conseguir a alguien que lo usaría de objeto. Aunque agradable suerte haber encontrado a Miguel. Miguel era bueno con él, y realmente hacía sentir querido a Hiro.
Aún el hecho de decir su secreto le asustaba. Le aterraba que al contarle a Miguel sintiera asco de él. Era un omega usado, pero quería aferrarse a la idea de que Miguel no iba a abandonarlo.
Miguel era respetuoso y sincero con él. No tenía razón para pensar que su novio haría algo malo. Menos el tratarlo mal por decir la verdad sobre si mismo. Aunque las dudas seguían presentes, y la fuerza para decir eso, un no la tenía, pero esperaba que pronto, pudiese contarle.
—Por mi no hay ningún problema. Si quieres hacerla pública, está bien para mí— dijo en un susurro, no tanto por no querer responder, sino que la pena no lo dejaba-, si tú quieres, sí... Me gustaría que lo dijeras.
"—Me gustaría mucho decirlo. ¿Puedo decir quién eres?"
—Uhm—una parte de su mismo quería decir que si, que no le importaba que todo el mundo se enterara de ello. Su parte crítica le decía que callara, era peligroso por la situación. Y debía hacer caso a eso—, ahí preferiría que quedara en secreto. Puedes decir que soy un increíble científico, pero mi nombre que sea un secreto por ahora, ¿Puedes?
"—Por supuesto gatito, Hiro, debo irme, ya va a empezar el concierto, deseame suerte para no caerme al suelo otra vez"
—Que buenas fotos sacaron de ese momento, gomita- dijo con una risa ligera. Realmente habían sacado buenas fotos del momento—, buena suerte Miguel, descansa después de eso.
"—Descansa Hiro. Te quiero. No te desveles. Te mandaré mensaje cuando esté en el hotel"
—Te quiero...
Con esas palabras el mexicano había terminado la llamada. Hiro mantenía una sonrisa y un sonrojo muy notorio. Se sentía feliz y tranquilo. En esos momentos extrañaba estar en México y poder abrazar a Miguel en el sofá y luego mágicamente al día siguiente amanecer en su cama. Quería estar con él, al menos un día.
Sólo quería un poco más de tiempo a Miguel.
......
Hola buenas noches, ya terminé ¡Por fin!, mis deberes de la escuela y aprovechando que tengo, (de una forma muy abstracta de decir), tiempo libre. Les traigo capítulo.
Y pues "¡Qué no soy chino!" ya la voy a resubir otra vez entre esta semana y la que viene. Tal vez no todo de golpe pero si tal vez dos o tres capítulos juntos.
Y tanto esa historia como esta, ya cumplieron un año.
Así es, Omega Huraño ya tiene un año y apenas pasamos la mitad de la historia, equisde.
Eso es todo, los quiero mucho por seguir esta historia. Y nos vemos luego.
Y dudaaaaaa, cuando leen mi historia y este capítulo en específico, lo ven con guión corto o largo?, yo pongo con largo y wattpad me lo cambia a corto. Ahhhhh
Bai bai~
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