Canción
-Querido Hiro
Espero que no te moleste esto, pero quería mostrarte algo que realmente en cuanto vi me recordó a ti, totalmente, es que estas chikitoooooo. Además, así de adorable te veías con tu helado en México.
Hiro, falta menos para verte, dos meses, ¿sabes lo emocionado que estoy?, realmente quería que fuese sorpresa, pero mi madre te dijo, aun así está bien, espero que me apartes ese día >:v, Coquito me ha contado cosas de la ciudad que le encantaron, ahora quiere estudiar en donde tú lo hiciste, estoy seguro que lo logrará, pero bueno, he de decir que estoy emocionado de ver todo eso por lo cuenta, pero principalmente estoy emocionado de verte a ti.
Hiro, no me respondiste lo de la canción de hace unos días, tampoco volví a tener comunicación, espero realmente que no te haya molestado o incomodado, eso era lo que menos quería, si eso sucedió, te pido una disculpa.
Enserio quería causar otra cosa en lugar de esa mirada, perdón.
Miguel Rivera.
El menor de los Hamada miraba con incredulidad la carta, había sido un imbécil al haber terminado esa videollada de esa forma, ahora al moreno pensaba que era su culpa, cuando claramente no era así.
—Eres un idiota Hamada —susurró para sí mismo mientras abrazaba su almohada—. Un grandísimo imbécil—murmuró escondiendo su rostro en el agradable objeto.
—¿Hiro?, ¿qué pasa cariño? —la castaña entró mirando preocupada a su sobrino, desde hace una semana el joven estaba raro y parecía sumido en sus pensamientos, eso no pasó desapercibido por nadie.
—Tía Cass, soy un idiota—murmuró escondido—. Un idiota muy, muy grande—murmuró mostrando la carta, por primera vez mostraba una de las cartas a alguien, necesitaba ayuda y su tía se había ofrecido sin siquiera saberlo.
—¿Qué significa?—respondió sorprendida y curiosa por saber la historia del romance de su sobrino, claramente eso era parte de un romance.
—Hace una semana, él tuvo una presentación, como se había vuelto costumbre de los últimos días, empezamos a hacer videollamadas, entonces esa vez me canto una canción, he de decir que era muy linda, pero no estaba preparado, era una historia de amor creo, no lo sé....en ese momento tenía muchas cosas en la cabeza, palabras de Socorro, Baymax, incluso muchas cosas que Megan me mandó, no tenía cabeza, fui un idiota que termine la conversación y ni siquiera había terminado la canción, no he vuelto a hablar con él porque sigo confundido, no me siento yo, y ahora el cree que fue su culpa y me siento peor
—¡Ay Hiro!—soltó abrazando a su sobrino— bueno, si después de una semana él tuvo el valor de intentar averiguar, ¿por qué no le explicas?— sonrió dando caricias en el cabello del menor—parece un buen chico Hiro, intenta arreglar las cosas, si no te sientes preparado, un correo electrónico ayuda
—Claro —murmuró levantándose y prender la computadora, pero había un problema chiquito, ¡NO TENÍA EL CORREO ELECTRÓNICO DEL MORENO!
—Entonces un mensaje normal, arregla las cosas Hiro, siempre haces lo correcto—sonrío besando la frente de su sobrino y bajar, entretendría a Tadashi mientras el menor hacia su trabajo.
—Vamos, vamos cerebro, piensa —murmuró suspirando y hacer un borrador primero.
-Dear Miguel...
El menor miraba atento esas palabras, ni siquiera su cerebro era capaz de hacer una frase. Además, ¿qué le iba a decir?, ya ni siquiera se sentía como el mismo.
El celular del menor comenzó a sonar, así que respondió, no tenía ánimo de nada
—Genio, emergencia, hay movimiento en el ocho—la voz de la coreana era agitada, debían moverse
—Voy en camino —murmuró colgando y salir de la casa a escondidas con Baymax, tenían tres puntos localizados, faltaban ocho, cada vez estaban más cerca.
...
—Nunca lo notamos —murmuró el moreno, se encontraban escondidos en un tejado, tenían un punto demasiado cerca de la base, no sólo eso les preocupaba, podrían encontrar la base de los grandes héroes en cualquier momento—, debemos movernos con cuidado.
—¿Te encuentras bien genio?—la coreana miraba atenta al menor del grupo, se veía muy perdido
—Sí, sólo pensaba en algo, bueno, tenemos una oportunidad, Fred, encárgate de distraerlos junto con Gogo, Wasabi, ayúdame a sacarlos— después de las órdenes cada uno hizo su papel, esperaban que a Honey le fuera mejor distrayendo a los dos Hamada mayores.
—Wasabi, mantén distancia—el menor intento comunicarse lo más rápido, él había sido el primero en entrar, tal como era su sospecha, nuevamente adelantaron el celo de aquellas personas, pero eran menos de las que normalmente eran—. Algo no está bien
—¿Hiro?, ¿qué ocurre?—murmuró el rubio intentando hacer su trabajo y estar pendiente del joven
—Wasabi, intenta no respirar mucho, están en celo y uno fuerte, Fred, encárgate de separarlos de la entrada, Gogo, será mejor que no te alejes demasiado—habló bajando del robot, conocía ese asqueroso aroma.
Sus piernas empezaron a temblar, pero debía ser fuerte, sólo esa vez.
—Chicos, está vez será muy diferente, necesito que pase lo que pase, salgan de aquí en cuanto de la señal —eso claramente había alterado a los tres jóvenes—. Baymax, vamos de nuevo amigo— caminó volviendo a subir el gigantesco robot y sobrevolar llamando la atención, estaba haciendo algo que claramente no le tocaba, pero había alguien con quien no contaban—, Wasabi, sácalos lo más rápido posible, esto no va a durar mucho
Haciendo lo pedido, el moreno ingresó, en efecto eran menos que de las veces anteriores, sólo eran seis, en serio eran mucho menos.
Sin perder tiempo, con mucho esfuerzo los sacó, pronto la coreana llegó a ayudarlo, los papeles se habían invertido en ambos omegas.
—Hiro, tu ritmo cardíaco se incrementó dramáticamente —la voz robótica logró calmar un poco al menor, no estaba solo, no se encontraba solo.
—Sólo hay que apresurarnos—susurró, iba a hacer la cosa más estúpida que pudo pasar por su mente—chicos, cuando diga tres, quiero se se alejen
—Tú también saldrás, ¿verdad? —el rubio estaba más que preocupado y realmente no iba a disimular que no
—Sí, creo, ahora - murmuró haciendo justo lo que no debía, bajar de Baymax y golpear al sujeto a puño limpio, ese tipo no era imbécil, claramente estaba notando los planes del grupo, su única forma para evitar que los acorralen, evitar que el sujeto hable.
La fuerza del menor se iba perdiendo con cada golpe que daba, los recuerdos regresaban demasiado rápido, sólo un golpe más fue suficiente para dejarse caer, se sentía indefenso, inútil, de quince años.
Ese bajón emocional fue lo que el alfa aprovechó para golpear al joven héroe, a su vista tenía un premio de oro para su venta, algo que sobresalía por encima de los omegas que ya había perdido, iba a pagar, era un cambio justo.
Antes de que volviera a atacar al joven héroe una bola impacto en el congelándolo, Honey había logrado zafarse de Tadashi y había llegado justo a tiempo.
—Por Dios, Hiro —habló alarmada y aliviada de ver al menor a salvo, con rapidez se acercó abrazándolo y con ayuda de Baymax sacarlo de ahí —. Hiro, eso fue realmente estúpido como heroico, no lo vuelvas a hacer—murmuró abrazándolo
El grupo de héroes después de dejar a los omegas en el hospital más cercano regresaron a la base, el más joven del grupo quería una ducha, si de por si tenía un caos emocional, ahora se encontraba peor, pero había enfrentado uno de sus miedos, se sentía bastante bien golpear a ese tipo, realmente se sintió genial.
—Hiro, fue estúpido, pero fue genial, el golpe fue realmente increíble— alagó el rubio abrazando al joven mientras ingresaban a la base—. Fue increíble
—Sí, increíble—el grupo de héroes se quedó mudo, las piernas y el aire en el más joven y la rubia empezaban a fallar—, ¡oh vamos!, sigan hablando de lo increíble que es poner en riesgo su vida
—Ta-Tadashi...-murmuró el menor del grupo sintiendo pánico—, ¿cómo llegaste aquí?
—¿Es enserio Hiro?, ¿lo que me preguntas es llegue aquí?, ustedes son los grandes héroes, han arriesgado su vida incontables veces, me han escondido demasiadas cosas desde que desperté, sé que mi hermano, mi novia y mis amigos tienen una doble vida, ¿y lo que me preguntas en cómo llegue? —habló enojado mirando a los cinco chicos y al robot—, ¿y bien?
—No es tu asunto Tadashi —habló el más joven del grupo mientras se quitaba el casco y lo dejaba en la mesa—, no lo voy a repetir, ¿cómo llegaste aquí?
—¡¿Enserio eso importa?! —gritó enojado mirando a su hermano—¡ocho años después me entero que mi familia es un grupo de superhéroes que en muchas ocasiones pude perder!
El grupo de héroes se quedó en silencio, ya no podían ocultar nada, tampoco pensaban hacerlo, salvo lo del tráfico, eso era algo que Tadashi por nada del mundo, debía saber.
—¿Qué quieres saber? —murmuró el menor del grupo tomando asiento frente a su hermano y que los demás lo imitaban
—Todo, desde el comienzo —respondió serio mirando a el grupo de héroes—, absolutamente todo Hiro.
.....
—Son unos imbéciles—susurró el mayor del grupo, después de saber toda la historia se fue dejando al grupo, no sólo debía intentar calmarse, quería entender a sus amigos, él sabía que no iba a detenerlos, que no podía hacerlo—. Cálmate Hamada, cálmate, tú fuiste el que inspiro a Hiro a ayudar y que diera su potencial, cálmate—hablabá para sí mismo mientras caminaba, después de unos veinte minutos regresó donde el grupo de héroes, quienes seguían igual.
—¿Te lograste calmar? —preguntó el más joven recibiendo un asentimiento—. Esta es la razón por la cual puedes decir estábamos distantes
—Sigo molesto, en serio, pero, creo que tienen razones, y yo influí en eso, por lo que veo
—Sí, tú fuiste el imbécil que entró al fuego—habló resentido el menor
—Y tú el idiota que dio un súper salto para contrarrestar la energía de una estrella, y que tú mismo construiste—habló en respuesta
—Punto para Tadashi—sonrío la coreana señalando al mayor
El más bajo solo rodó los ojos mirando a su hermano y sonreír, las cosas estaban bien, Tadashi devolvió la sonrisa, tenían un peso menos, solo un poquito menos de peso.
.....
—Ahora cuéntame algo Hiro—murmuró el mayor de los Hamada mientras acariciaba al gato viejo y gordo en sus piernas
—Te acabo de contar lo que ha pasado en ocho años, ¿y quieres más? —habló en burla a su hermano y recargarse en la silla, aún buscaba palabras para la carta al moreno
—Aún siento que fue parte de alguna historia y no que es la vida diaria de mi hermano y mis amigos—murmuró recargándose en la pared
—Bienvenido al club—respondió con la mirada fija en la pantalla
-Dear Miguel
Como primera instancia, debo pedirte una gran disculpa, sé que es más cobarde mandarlo en mensaje, pensaba hacerlo por correo, pero no tengo tu correo y no quería molestar a nadie, Miguel, en serio lo siento, esa noche no debí terminar de esa manera la conversación, mucho menos haber reaccionado así.
Antes que otra cosa, no fue tu culpa, claro que no, pero si mía y realmente lo siento, fue mi error y quiero remediarlo.
Y, ¿dos meses?, ¿vendrás en dos meses?, necesito que me des el día y claro que voy a estar ahí, los estaré esperando e iré a recogerlos al aeropuerto. Pasaremos el tiempo que tengas libre juntos, ahora yo seré el que gane puntos.
Esta vez sí debo explicar lo que sucedió, tú no tienes la culpa, fue error mío, ese día, bueno, esas últimas semanas fueron raras, tenía demasiadas cosas en mi mente, lamento tanto haberme desquitado de cierta manera en ti.
¿Causar otra cosa?, créeme que no sé ni siquiera que sentí además de pánico, ha sido de las cosas más bonitas que me han hecho, en realidad todos tus presentes lo han sido, gracias.
Soy un idiota y con letras mayúsculas, entonces perdón porqué siempre lo voy a arruinar y créeme que no será intencional. Justo como en esta ocasión, si hay algo que pueda hacer para lograr compensar esto, confía en que lo haré.
Con respecto a la foto, gran error, hay una gran diferencia, él es lindo adorable, puro y exageradamente precioso que hace que tengas ternura. Yo soy lo contrario, aunque si somos sinceros queda para Socorro. Ella si esta "chikita".
¿Recuerdas que dije que para la siguiente carta ya tendría un apodo?, ¡pues no pude pensarlo!, así que te diré como la primera cosa que vea, ¡oh vaya!, ahora eres un osito de goma... debo dejar de comer tanto dulce, el punto, ahora eres mi osito de goma.
Que cursi se puso esto, mejor ya le paro aquí, nuevamente lo siento y lo voy a compensar cuando vengas.
Gracias por todo.
-Hiro Hamada.
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